Taller del cuerpo: crítica social y reflexión

bid on the wire escribió:Para mí es una cuestión estetica y cultural. Tiendo a pensar que la higiene es la coartada para que la gente pase por el aro.

Hay zonas que, como dije en otro mensaje más arriba, aún con la ducha diaria, tienden a acumular un olor molesto como haya pelo de por medio. Y otras zonas que no es por vello, sino por exceso de carne.

Yo ahora tengo que limpiarme con suero y una gasa o con agua y jabón la zona de la incisión abdominal, porque el michelín está encima y no permite que transpire bien. Si me pongo una gran gasa textil de farmacia (que la propia tripa sujeta ) como la que tuve que llevar el primer mes post quirúrgico, no hay problema...pero ahora que ya no la llevo, la zona se llena de sudor y de una especie de suciedad visible y que hasta huele...aunque haga cinco horas que me he duchado.

Debajo del pecho también me pasa que a veces aunque haga poco rato de la ducha, suda y hasta me crea una rozadura como las del pañal. Y también tengo que hacerle limpiezas adicionales y ponerme cremita especial.

De la misma manera, la zona vaginal y la zona axilar tienen su propio olor y la primera su propia fluido. Este flujo es bueno para el cuerpo, lo protege de infecciones, puede que contenga feromonas y provoque atracción sexual, facilita la penetración, etc. Y simplemente con el papel higiénico se retira el exceso o lo que ha quedado en la parte externa, cuando vamos a hacer pis. El resto se queda dentro, y va fluyendo.

Pero si tenemos un matojo de pelos, ese flujo más el sudor de una zona que está bastante cerrada, hace que el olor se concentre, que con papel higiénico no sea suficiente y ahí viene el planteamiento de si conviene, adicional a la ducha, hacerse un lavado intimo en el bidet o no, unas horas después si vemos que es necesario. Y de si depilarse.

Mi abuela materna, desde que era muy pequeña, me inculcó una serie de hábitos de higiene aprovechando los fines de semana que estaba en su casa cuando mis padres trabajaban.Estaba muy pendiente de que me bañara a conciencia, de que llevara las uñas perfectamente cortadas, de que me secara bien el pelo y los oídos, de que llevara el pelo bien desenredado y en muchas ocasiones bien recogido en una "cola de caballo", las manitas bien limpias antes de comer...bueno, lo normal, supongo, que se espera que una abuela esté pendiente de ti, aparte de que te ponga unos platos de comida con la que se puedan saciar al menos dos adultos, que te abrigue como si fueras de excursión a Groenlandia y te llevara al médico preocupadísima porque tu piel es amarilla y a ver si vas a tener algo en el hígado (explicación literal).

Y adicional a esto, todas las noches sin falta me llenaba el bidet con agua calentita, me daba un bote de balneogel (tenía que ser este jabón de farmacia del que ella tenía como siete unidades en el armarito del baño) y me hacía sentar en el bidet de cara a los grifos y me decía que me lavara a fondo la zona (que no recuerdo qué nombre le daba)...pero bueno, yo me lavaba desde la zona A a la B minuciosamente...y luego me decía que me sentara en el retrete e hiciera lo mismo con los pies. Este ritual era todas las noches, antes de ponerme el pijama. Luego ya venía rezar, tomarme un vaso de leche calentita y que me arropara. Muchas veces poco después aparecía en la habitación de mis abuelos y me tenían que tirar un colchón en el suelo, porque no quería dormir sola  

En fin, son de estas cosas que recuerdas de tu infancia, de una abuela que en mayo tengo la suerte de que cumplirá 88 años (y sigue valorando que coma bien, que vaya al médico a menudo, que no lleve las carnes al aire para no resfriarme y que vaya perfectamente aseada). Y es lo del bidet lo que me parece curioso y aquí quería comentar (pero no sin antes contextualizarlo).

Yo he llevado un penacho como los indios en la época en la que era la normal, he llevado el vello recortado (como quien se recorta una barba), he llevado ingles brasileñas y este jueves me vuelvo a hacer (en casa, en realidad me las hace mi churri que yo no puedo aún doblarme de ese modo) ingles caribeñas...porque por finnnn me hacen la citoscopia para quitarme el catéter doble J uretral que tantas molestias me está causando. Y esto implica entrar en quirófano, sentarse en un potro como el de un ginecólogo, abrirse de piernas a fondo y que se adentren con un cable y una cámara allende los mares. Y me siento más cómoda si sé que el médico no va a encontrarse con una selva aborigen.

Bird on the wire escribió: la última que me hice las ingles con cera, que la depiladora era cubana, me llamó la atención que la chica se mostró horrorizada por mi vello púbico , le parecía yo creo una falta de educación ir con las melenas para depilarme (y yo pensaba: si no las tuviese no habría venido, so melona)

Yo creo que esperaba que te las hubieras recortado (tipo barbas) para que ni pareciera una barba de chivo (con pelo colgando hacia abajo) ni un pelo afro (por el volumen)  Porque así puede depilar mejor con cera.

Yo te digo una cosa, fue probar la depilación láser y ni fui a despedirme de la estheticienne a la que iba en verano, en Carnaval o antes de una boda. Porque pagar 26 euros (hace años) por piernas e ingles (que tenía que dejarme el vello largo para ir y eso no me gustaba nada) para que al cabo de 7-10 días el pelito ya me asomara...era un engorro. Recuerdo la vez que fui embarazadísima de la peque, que no sabía que día elegir, para que fuera lo más cercano a la fecha probable de parto, porque sabía que una semana después volvería a tener pelillos dándome guerra.

Con el láser pagaba mucho más, sí, pero a lo mejor con hacerme una sesión completa una vez al año y un repasito otra vez era suficiente. Y los precios ahora han bajado muchísimo. Con el láser desaparecieron dos cosas importantes aparte de las melenas: esos puntitos negros en las piernas que marcan ahí donde ha estado el pelo (sobre todo si te pasas la cuchilla) y los pelitos enquistados. Te encuentras con una pierna con piel lisa, suave, uniforme, sin puntos ni granitos con un pelo enroscado dentro. ¿Sabéis esa incómoda sensación al pasar la mano en el sentido del contrapelo y que notes que la pierna rasca? Con el láser no sucede.

A tu chico no le gustó ese... bueno, no repito la expresión, jajaja... Pero yo tengo la suerte (digo suerte, porque es como me gusta a mí también) de que a mi chica le encanta cuando me hago las ingles caribeñas y no queda ni un solo pelito. Aunque así las lleve de manera puntual y por lo general las lleve brasileñas.

chesereturns escribió:Pero si os surge ir a algún sitio de repente tipo piscina o playa y estáis sin depilar dejáis de ir por qué no os da tiempo a depilaros?

Yo "de joven" que tenía mucho vello y que además se veía gordo, negro y de punta por culpa de la cuchilla, he dejado de ir a una playa o piscina o ponerme un pantalón corto o una falda... sí que me ha limitado.

Ahora, si de pronto me surge salir a la piscina de casa o ponerme unos tirantes, me quito con la cuchilla en 3 minutos todo: los pocos pelos que pueda haber en las piernas y me hago un repaso rapidito a las axilas. Yo tiendo a ser muy calurosa y ya en mayo empiezo a vestirme medio veraniega y no me quito esa ropa hasta octubre, así que suelo ir bastante preparada, jejeje.

A ver si las demás se animan a opinar en este tema tan íntimo pero a la vez tan natural. Un saludo.

Voy a comentar el artículo 15 "No pasa nada por odiar los tacones".

Mido 1,56 m...o sea, soy bajita, qué le vamos a hacer. Bastante complejo tuve con este tema, junto a otros, durante años. Con una madre que mide 1,70 m. y un padre que mide 1,82 m. (un hermano suyo ronda el 1,90 m.) y escuchando decenas de veces en mi infancia "Esta niña va a ser muy alta" el batacazo fue muy gordo. El día que con aproximadamente 12-13 años un traumatólogo me estaba revisando la espalda y mi forma de pisar y mi madre le preguntó "¿Va a crecer más, se puede saber?" y el médico dijo que se lo podía decir al momento...me emocioné.

El traumatólogo miró ante la luz una radiografía que creo que era de mis caderas y mis piernas, señaló las caderas y el fémur y dijo que estaban a punto de unirse, que había poco espacio (recuerdo frases así...) y que crecería 5-6 cms. más. Yo medía 1,50 m. Y justo, crecí lo que él calculó. Menudo disgusto. ¿Y como era posible? Bueno, mi abuela y las dos hermanas de ella que he conocido miden o medían entre 1,45 y 1,50 más o menos. Y yo soy experta en pillar genes aislados de la familia (sólo hay un miope y conmigo ya somos dos).

Así que cada vez que alguien le ha dicho a mi hija mayor (a la peque no se lo dicen, porque tiene toda la pinta de acabar midiendo lo mismo que yo) que va a ser alta, intento quitarle importancia al asunto y a ella le digo que aquí hay una parte que ella puede controlar, alimentándose correctamente y comiendo de todo...pero una parte genética que no puede controlar. Y sí, tiene en su interior genes por los que podría llegar a medir 1,80 m. (yo también los tenía en su momento) pero otros por los que podría ser bajita, como yo.

Afortunadamente, cumplirá 13 años en junio y ya ha llegado a 1,60 m. y hasta puede que ya lo haya pasado. Teniendo en cuenta que ya desarrolló hace diez meses, no apuesto porque llegue al 1,70 m. aunque evidentemente lo deseo, sobre todo porque para algunos trabajos es una exigencia, y porque para ella sería un batacazo como el mío. Y bueno, no sé cuánto más puede crecer y quien sabe si aún le quedan 15 cm...pero desde luego no me hago ninguna ilusión.

Y, en fin, el tema este que trato de la altura está relacionada con los tacones, porque yo los he llevado en muchas ocasiones y muchos años justo por no sentirme tan bajita al lado de personas bastante altas. Aparte de que la cultura, la moda, el entorno, etc. te puede influir mucho en su uso.

Es cierto que unos buenos tacones quedan bonitos, estilizan la pierna, causan un efecto óptico de "culito subido" y muchas cosas...pero la realidad es que son terribles. Yo ahora no sé cómo he podido llevarlos durante doce horas cuando he ido a una boda o cómo he podido salir una noche de fiesta con ellos.

Desde que estoy con Eva, me he vuelto muy práctica y cómoda, como ella. Mide poco más que yo, así que para empezar me sentiría muy rara caminando más alta que ella, cuando siempre he sido más bajita que los demás hasta con tacones. Y porque mi vida ya no tiene el mismo ajetreo social, comidas familiares algo pijillas, etc. que tenía antes.

En los últimos dos años y medio se pueden contar con los dedos de las manos las veces que me he puesto tacones (más que nada, botas altas con tacón) y ahora voy todo el día con zapatillas deportivas o manoletinas, además de con las botas de seguridad del trabajo  Y bueno, en verano voy con sandalias planas o de piscina.

Y, ¿qué queréis que os diga? Es super cómodo no llevar zapatos por convención social, no tener que quitártelos al cabo de unas horas con un dolor terrible de pies y luego descubrir que no te vuelven a entrar... Es mucho menos arriesgado a la hora de tener accidentes (aunque mis cinco esguinces del pie izquierdo, cuatro en el mismo año, me los hice con zapatillas deportivas) y puedes correr cómodamente y caminar por cualquier tipo de suelo.

Recuerdo la de veces que se me ha quedado clavado un zapato de tacón en un parque infantil en ese suelo que ponen que es como de espuma...y las veces que se me ha roto el tacón y he tenido dificultades para llegar a casa...y las que nada más cruzar la puerta de casa me he descalzado y he subido con los zapatos en la mano por las escaleras sintiendo un alivio casi orgásmico.

Sí, los zapatos de tacón o las botas altas con tacón pueden ser monísimas y divinas, pueden aportar una elegancia (puramente cultural) o estilizar una figura...pero ninguna mujer, anónima o famosa, debería sentirse menos femenina por no ir con tacón ni debería ser mirada con mala cara ni criticada en revistas de moda por ese motivo.

Sin ir más lejos, el día que me case no tengo intención de ir con tacones (como mucho, un pequeño tacón ancho y cómodo, de dos dedos de altura como mucho). Quiero ir con unas bonitas y cómodas sandalias blancas y elegantes. Y poder caminar por la playa, poder bailar y bailar en la fiesta...

Un saludo.

No sé si esto sirve para debatirlo en el taller, pero lo copio. Está extraído de la página de facebook "No quiero tu piropo! Quiero tu respeto":

(Marinz M. Copertino)

Esto me pasó el día de hoy. ¿Qué les parece?

Volviendo a casa con Jorge, mi novio.
-Señora con su niña de 7 años: Oye, ¿no ves que es asiento reservado?
-Jorge (poniéndose de pie): El asiento reservado es para embarazadas, ancianos y para gente con niños menores de cinco años...
-Señora (exaltada): ¡Sí, qué CABALLERO eres... tanto que tengo que pedirte el asiento!
-Yo: Señora, hay formas de pedir. Y al menos agradezca, que es su derecho de asiento como usuario...
-Señora: ¡Faltosa! Primero infórmate...
-Yo: Señora, no porque es varón tiene que darle su asiento.
-Jorge: Claro, ¿por qué no le dice a la jovencita de adelante?
-Señora: ¡Y qué? ¡Se supone que eres un caballero!
-Yo: Estamos mal por mujeres como usted, que creen que por su "condición de género" les pueden "chantar" todo a los hombres. Lea, infórmese usted: IGUALDAD DE GÉNEROS. Qué pena que su hija tenga que oírla así.
-Señora: Yo educo a mi hija, tú estás bien equivocada...¡Ignorante!
-Jorge: Señora, no le estamos faltando el respeto.
Entonces me pongo de pie. Le cedemos los dos asientos.La señora arremete:
-Señora: ¡AL HOMBRE NO SE LE DEFIENDE!
-Yo: ¿Se da cuenta de lo que dice? ¡Qué pensamiento tan egoísta y retrógrada!
Al siguiente paradero se baja, muy fastidiada y sentencia:
- ¡Ja! ¡Ya verás cuando te saque la vuelta.

El debate sería si en pleno siglo XXI, en el 2014, si pidiendo como pedimos la igualdad de género, tenemos que seguir pidiendo o exigiendo este tipo de "caballerosidades" (que a las mujeres nos cedan el asiento, que nos abran la puerta, que se sienten después que nosotras, que inviten a la consumición...) Yo creo que no, pero es cierto que existe una cierta reminiscencia cultural y que algunas de las cosas seguimos esperando que las hagan.

Aparte está el tema de la educación en general y de la cortesía y eso escasea. Yo sigo viendo jóvenes sentados que no ceden su asiento a personas mayores. O personas que no sujetan la puerta cuando salen de un sitio para que tú puedas entrar. O que van por una acera estrecha y no se bajan para dejar pasar a alguien con bastón o con carrito de bebés. Pero aquí el debate es sobre géneros y caballerosidades. Y sobre experiencias que hayáis podido vivir al respecto.

Hola chicas. Las que me tenéis en facebook sabéis que anoche no logré conciliar el sueño hasta las 8.00 am  Madre mí, qué desespero de insomnio. Y además me notaba la mente acelerada, en todo lo que pensaba por muy relajante que fuera se convertía en una disertación en mi cerebro. Y si hubiera tenido energía de sentarme y no llevara cuatro horas intentando dormirme, me habría sentado a tratar con vosotras un asunto.

Si luego me veo con ganas, os voy a plantear el tema en el que pensé para el taller de cuerpo, que va a dar más que hablar que el del vello. Sé que va a crear un debate (espero que sosegado) porque conozco a algunas que pensáis de un modo y otras que pensáis de un modo totalmente opuesto. Y viendo las nuevas filosofías que hay sobre el tema y leyendo algunos comentarios vuestros en algunos sitios, sé que puede ser interesante hablar sobre ello.

Nuria, ¿estamos haciendo bien lo del taller del cuerpo tratando todos los temas en el mismo post o no?

Medalidd escribió:las axilas no me gustan con vellos, asi que le paso maquinita, fui a un spa para depilarme pero no me ofrecieron anestesia general para eso, asi nones.

Mujer, puedo entender que te pongas una anestesia local tópica pero, ¿¿general??

Ni hace falta, tiene muchos riesgos y no la pueden poner en un spa, sino en un quirófano, con médico y anestesista.

Yo este jueves tengo que ir a quitarme un catéter que tengo en los uréteres y es con anestesia local, y me lo van a hacer en quirófano con cirugía programada. Las anestesias no son algo que tomarse a la ligera.

Wendyjaki escribió:Qué manía tenéis algunas de dejarnos a la expectativa! (va por ti, Desi) XD

Dejad que me prepare algo de cena, que sólo llevo una comida en todo el día, que haga un par de cosillas más e intento concentrarme y desarrollar el tema.

Un abrazo.

Bueno, ando con la mente dispersa en varios temas pero voy a intentar empezar a plantear el nuevo tema para el taller. Nuria, insisto en que si quieres que organicemos cada artículo por separado, nos lo digas cuanto antes para ir separando y fusionando temas, que luego va a ser imposible. Si por el contrario podemos tratar todos los temas aquí, mezclados, pues así seguiremos haciéndolo.

El tema del taller es: LA MENSTRUACIÓN: ¿NUESTRA MEJOR AMIGA, UNA COMPAÑÍA POSITIVA PERO ALGO INCÓMODODA O UNA VISITA INDESEADA?

Bueno, el título puede se otro. Pero el tema es ése: la regla, la menstruación o el nombre que le prefiramos dar. Todas las mujeres la tenemos un número determinado de años...y dependiendo de cómo se nos haya inculcado este tema en casa (con naturalidad, como un tabú, con importancia o sin ella), de nuestras experiencias físicas (emoción, dolor, expectación), del valor que le hayamos dado con el paso de los años, de si su retirada ha sido precoz o tardía, asumida o impuesta...vamos a tener un concepto de ella mejor o peor.

Este taller se me ha ocurrido porque entre mis contactos de facebook tengo a algunas mujeres que en este momento mencionan un libro llamado "Luna Roja" de Miranda Gray. Ésta es su sinopsis:

Sabiduría antigua menstrual de la mujer moderna

El ciclo menstrual era para nuestras antepasadas una fuente de maravillosas energías creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y físicas. Se trataba de un don que impulsaba a la mujer a renovarse cada mes, a manifestar y crear el mundo que la rodeaba, a conectar profundamente con la tierra y su familia, así como a expresar su sabiduría e inspiración.

Miranda Gray nos explica que cada mujer dispone de una naturaleza cíclica única, y nos guía para vivir de forma apasionada y creativa basándonos en nuestro ciclos personales, a la vez que explora la conciencia femenina encerrada en la sabiduría ancestral, la mitología y los cuentos tradicionales occidentales, sugiriendo ejercicios y métodos prácticos (incluido el Diagrama Lunar) que facilitan la exploración del profundo significado de ser una Mujer Cíclica.

LUNA ROJA transformará tus ideas sobre ti misma, tu ciclo y tu vida.

Luna Roja te ayudará a:

• Aceptar tu naturaleza cíclica y conectar con cada una de las poderosas energías encerradas en las cuatro fases de tu ciclo menstrual.
• Disfrutar de esas energías y aplicarlas de forma creativa, sexual y espiritual a tu vida cotidiana.
• Volver a despertar los mitos cíclicos y asumirlos como un viaje personal.
• Desterrar los tabúes y vivir en armonía con las distintas fases de la «regla».

El ciclo mestrual femenino es un poderoso proceso creativo cuyos efectos no se reducen al plano meramente fisiológico, sino que también se hacen sentir intensamente a nivel psicológico y espiritual.
Luna roja ofrece a la mujer moderna una profunda y clarificadora visión de su naturaleza cíclica y de los dones y posibilidades que encierra el ciclo menstrual.
Estamos ante una obra desmitificadora, una auténtica «guía de ritmos femeninos» que enseña a valorar la realidad femenina y las posibilidades que ésta encierra.

Veo que muchas mujeres intentan reconociliarse con sus ciclos menstruales y canalizar positivamente todo lo que en la sociedad actual se vive como algo negativo (dolor, hinchazón, cambio de humor, olor, compresas, tampones...) lo que me parece genial. Luego tengo a alguna otra mujer conocida que lleva la filosofía un poco más allá, asistiendo a reuniones para tratar este tema, hablando de lunas crecientes y llenas (refiriéndose a sus ciclos) y contando en su red social que disfruta de unas horas de soledad menstrual, gritando a los cuatro vientos que están con la regla, diciendo que el dolor es una elección y lo que necesitamos es concienciarnos...

Veo que existen una especie de grupos donde se invita a las mujeres de este modo:

Estamos afinando agenda para sesionar en Carpa Roja Tlalnepantla, y queremos que sea un espacio donde cada una pueda venir y pasar su ciclo menstrual de manera relajada y amorosa por el simple hecho de ser Mujeres cíclicas, así que será un hermoso y valioso tiempo para aMAMAcharnos.

Veo también entre las fotos de personas conocidas unas donde se ve a mujeres manchadas de sangre y al lado aparece una "oración de la mujer menstruante", una especie de orinal con flujo menstrual y hace un tiempo un jarrón que una de esas mujeres había pintado usando su sangre y utilizando sus dedos como si pinceles fuera.

Digamos que esto sería, a mi juicio, un extremo de una filosofía (no entender "extremo" con connotaciones negativas sino como algo muy intenso y con ideas muy marcadas) y en el otro extremo estarían las mujeres que en cada regla se quejan, que no soportan que les venga, que no quieren que les llegue la menopausia pero que tomarían encantadas unas píldoras que les retirara la regla unos años. Y que para ellas la menstruación es igual a dolor, a compresas, tampones y días malos.

Entre las distintas posturas intermedias están las de aquellas personas que pensamos que la menstruación es algo fisiológico y natural a lo que hay que concederle su valor. Gracias a ella nos convertimos en mujeres, conseguimos fertilidad, somos fecundadas y gestamos. Y cuando vuelve la regla tras un tiempo de amenorrea natural, entendemos que con ella vuelve nuestra fertilidad.

Y entendemos la menstruación como esto que he comentado y también como un modo de regenerar nuestro cuerpo y nuestra sangre, de mantenernos jóvenes y joviales (que no es lo mismo) más tiempo, con la piel más tersa, sexualmente más activas y hormonalmente más estables...Mi madre me inculcó en la adolescencia que tener la regla era positivo y que cuanto más tarde se me retirara, mejor.

Somos mujeres que desde el primer momento hemos aceptado la regla, hemos convivido con ella sin rechazo...y le hemos concedido su valor pero a la vez hemos sufrido físicamente teniéndola.

Mis reglas fueron dolorosas desde el principio y un tiempo después se convirtieron en muy dolorosas y limitantes. El dolor me paralizaba, se me extendía a los riñones, a las piernas...me bajaba la tensión hasta el punto de desmayarme en el trabajo o de perder el conocimiento en una fiesta local y ser trasladada en ambulancia a urgencias. Tenía una necesidad terrible de hacerme un ovillo hasta el punto de acurrucarme en clase a mi compañera de al lado, para cachondeo e incomprensión del resto de mis compañeros...

Muchas de mis reglas no han sido fáciles. Con 18 años tuve que ir al ginecólogo por dolores terribles y me hizo una eco en la que vio algo en el ovario derecho de poca importancia y se limitó a darme analgésicos más fuertes. He tomado de todo, desde paracetamol o ibuprofeno a nolotil bebido hasta feldene flas y saldeva forte. Y no porque sea una persona quejica; considero que tengo bastante tolerancia al dolor, pero cuando el dolor de regla se asemeja al de parto...eso ya son palabras mayores. Y cuando no sabes cómo aguantar ocho horas de trabajo o te desmayas en él... la cosa se complica.

La endometriosis ha sido causada por mi ciclo menstrual...el endometrio no ha hecho bien su trabajo cuando me tenía que venir la regla. Ha causado quistes y adherencias, dolores terribles y distensiones abdominales. Me ha hecho visitar muchas veces urgencias y pasar por dos intervenciones quirúrgicas mayores en 13 meses.

No, mi ciclo menstrual no es el culpable, sino en cierto modo y sin quererlo, el causante. Y los estrógenos sus compinches. Podría haber sido mucho peor, podría haber sido algo maligno y ha sido benigno. Mi cuerpo se volvió un poco en mi contra, como sucede con otras enfermedades.

Y he disfrutado de una etapa fértil desde los 12 a los 34 años...quitando embarazos y amenorrea por lactancia o por tratamientos hormonales, la he tenido durante casi 20 años. Ojalá, por mi bien, me hubiera durado hasta los 45 ó 50 años, pero no ha podido ser así. La regla se me ha ido para siempre. Y pensé que pasaría por un duelo, pero no ha sido así. Hasta la fecha y con una sola "falta" por el momento, estoy en paz conmigo misma.

Admito que no la echo de menos y no creo que la vaya a añorar. Habiendo sido madre es más fácil asumir que ya no soy fértil y que me puedo etiquetar como menopáusica o casi como postmenopáusica. Intento contrarrestar todo con colágeno disuelto en leche, isoflavonas de soja y cremas antirrugas con coenzima Q10 ;)y con muchos mimitos, que en casa no me faltan.

Creo que me he dispersado y extendido demasiado, porque he ido redactando este mensaje con numerosas paradas para atender otros asuntos (empecé hace dos horas), pero espero que se me entienda el planteamiento. ¿Cómo vivís vosotras la regla? ¿Como algo maravilloso mental y físicamente, que os gusta celebrar en compañía de otras mujeres, considerándolo una sanación mientras realizáis rituales? ¿Como algo positivo, cuya importancia conocemos, pero que en ocasiones va acompañado de sentimientos o sensaciones dolorosas que no podemos obviar? ¿Como algo con lo que preferiríais no convivir, que os hace desear ser hombres al menos tres días al mes? ¿Alguna otra manera de vivirlo?

Espero con interés vuestras aportaciones. Gracias, un abrazo.