Terapia Tomatis

la escucha es voluntaria, selectiva y de base neurofisiológica. Y ciertos detonantes pueden inhibir la escucha... en una determinada frecuencia sónica (...) Ideó una terapia: un oído electrónico. Este aparato amplifica una grabación de voz o de música justo en esa frecuencia en que al paciente le falla la escucha. Y mediante unos auriculares se le hace escuchar esa rabación durante varias sesiones (...)

¡Eso activa la base neurofisiológica de la escucha! Al cabo de esas sesiones, la escucha queda restaurada: el cerebro recupera capacidad para analizar esa frecuencia, tenerla en cuenta, ¡escucharla! (...) Tomatis comprendió algo que hoy la neurociencia constata: la inhibición de la escucha en una frecuencia concreta expresa un trauma psicológico, un conflicto anímico. La ansiedad sobre todo: ¡el método Tomatis es un potentísimo ansiolítico! Y disfunciones conductuales, tics, miedo a hablar en público, algunas depresiones y psicosis...

El método Tomatis los sana mediante la reparación de las disfunciones de escucha. Una vez localizado –mediante ciertos tests diseñados al afecto– el registro que el paciente no escucha, se le somete a sesiones de escucha de una música o voz amplificada en ese registro. Y así se activan los enlaces neuronales inhibidos... y entonces vuelve a escuchar bien el mundo, a armonizarse, a tomar plena conciencia de sí mismo.

Si se aplicase sistemáticamente en nuestros colegios..., el actual 30% de fracaso escolar español ¡descendería a la mitad! En Polonia se aplica en 200 escuelas, con grandes resultados y a un coste bajísimo. Tras varias sesiones de escucha, el niño con dificultades se centra, mejora su comprensión oral y lectora..., ¡solventa sus dificultades de aprendizaje!