Me siento sola

Hola, Nagore,

siento que te sientas tan sola.  Lo cierto es que, como suele decir odisea, la maternidad es un ejercicio solitario la mayoría de las veces -especialmente cuando los nenes son muy pequeños, como es tu caso-. Si nadie en tu grupo tiene hijos, no digo que sea normal que te aparten, pero es cierto que los ritmos de vida comienzan a ser distintos; otra cosa es que nunca te llamen ni cuenten con vosotros para nada, que eso tampoco me parece bien, pero no es raro que ocurra. ¿Has hablado de esto con estas personas? ¿Podría ser que tus amistades sigan llevando el mismo ritmo de vida de antes y ahora crean que, por vuestras responsabilidades, no os viene bien quedar?

Te puedo contar cómo ha sido mi experiencia, si quieres, por si te ayuda, pero ya te adelanto que en mi caso, lo hemos vivido todos con mucha naturalidad, tanto los que siguen en el grupo -con y sin hijos-, como los que no aparecemos nunca o casi nunca -con o sin hijos también-; fue todo muy "light" en el sentido de que el río nos arrastraba hacia lugares distintos... Hoy en día, cuando nos vemos, la mayoría nos saludamos, hablamos un rato para contarnos cómo nos va si tenemos tiempo y nos tomamos un café cuando se tercia; cuando nos despedimos, un "a ver cuando estamos, que no pase tanto sin quedar..." sincero, pero cada uno sigue con su vida. Todo ha sido sin malos ratos ni malentendidos por parte de nadie (o, al menos, así lo he vivido yo, que también tengo otra pareja de amigos parte de ese grupo con quienes la relación era algo más estrecha que con el resto, y que en ocasiones se sentían molestos por h o por b, aunque, desde mi punto de vista, de lo que se quejaban no eran, ni más ni menos, que dinámicas de grupo -o incompatibilidad de caracteres- que para mí eran ya notorias desde muchísimo antes de que nadie tuviera hijos).

Yo no lo he vivido mal pero también es cierto que, en mi caso, mis "personas especiales", que no formaban parte de este grupo, nunca me han dejado de lado y, aunque nos vemos de ciento en viento, la relación sigue siendo exactamente la misma, así nos veamos una vez al año o una vez al mes debido a las circunstancias familiares y personales de cada cual.

Si estuviera en tu lugar, yo trataría de hablar con tus amistades del tema y después de una charla sincera y dependiendo de lo que ocurra tras ella, si todo sigue igual, quizá sea hora de pasar un duelo y esperar que la vida ponga en tu camino otras personas maravillosas con las que puedas compartir parte de él.

No sé si te he ayudado mucho tampoco.   Yo creo que, con el tiempo, vas a acabar encontrando otras personas con las que te encontrarás a gusto; dónde, cuándo o quiénes serán... es difícil de contestar: algunas mamás terminan por encontrar esas personas en papás y mamás de amiguitos de sus hijos, otras en otras personas del trabajo, otras en familiares más o menos lejanos (primos con hijos, por ejemplo)...

Te envío un abrazo grande y mucho, muchísimo ánimo. La vida es larga y todo termina por pasar pero, entretanto, para lo que necesites, desahogos, achuchones virtuales, compañía... por aquí estamos (no será una tribu física, pero lo virtual también ayuda cuando, por las circunstancias que sean, no hay más). ¡Besos!

Nagore,

no te sientas culpable por estar triste, cada cual tiene derecho a sentirse como le dé la gana; sólo que no te quedes ahí, no es tanto cómo nos sentimos, sino lo que hacemos con eso que sentimos: yo te aconsejo un "ratito" de autocompasión, de lamerse las heridas, que siempre viene bien para tomar impulso , y a seguir adelante, que como bien dices, tienes mucho de lo que disfrutar con tu princesa (¡y más que ha de venir, ya verás!).

Un abrazo, y por aquí nos leemos.