La lucha por la lactancia materna exclusiva.

Quería contaros, cómo nos fue a Camino y a mi con el inicio de la lactancia tras nuestro precioso encuentro.

Justo al nacer, Camino fue puesta en mi abdomen, piel con piel. Instintivamente, ella levantó su culete y en una postura muy cómica fue reptando hasta mi pecho, donde la detuve, ya que de haberla dejado, habría continuado hasta mi hombro.
Una vez de nuevo en la sala de dilatación, donde J., yo y Camino pudimos tener nuestro primer momento en la intimidad, traté de ponerme la al pecho. Noté que mi pezon, que hasta el momento había estado bien formado para la lactancia, tras el estrés del parto se quedó plano y blando, de manera que resultaba complicado introducirlo en la boca de mi bebé. Pese a ello, seguí insistiendo; Camino lo chupaba, pero no tenia el menor interés en succionar.

Al llegar a la habitación, las enfermeras de la planta me dieron información básica a cerca de lactancia, y supervisaron mientras me ponía a Camino al pecho. Mi niña empezaba a tener sueño, y preferi dejarla dormir.

Llegaron mis padres, visitas varias y Camino despertó tras dos horas de sueño profundo. De nuevo al pecho sin exito alguno; no me sorprendia, ya que tenia entendido que hay bebés que nacen sin apetito. Mis pechos tenían calostro al estimularlos, pero mis pezones seguian planos y la tarea se complicaba; solo faltaba que Camino comenzara a succionar.

Pasaron varias horas de muuuuchas visitas. Yo a cada momento sacaba la teta e intentaba que Camino tomara algo, pero no había manera. Las enfermeras de la planta me preguntaron si Camino había tomado, y al contestar que no, comenzaron a cuestionar mi habilidad para amamantar, y me advirtieron que si no tomaba YA, le darían un biberón para evitar una hipoglucemia. Me negué rotundamente a la idea del biberón, y ellas, pidiendo a las visitas que se fueran, se quedaron conmigo y con Camino a solas para "enseñarme" a amamantar; Camino siguió sin tomar, así que se la llevaron para realizarle una glucemia capilar. Al traerla de nuevo, me dijeron que se había tomado un biberón (a traición!).

Así seguimos el resto de la tarde-noche, tratando de que Camino succionara, pero estaba muy dormida y no había forma de estimularla. A las 3 de la mañana, habiendo pasado 6 horas desde la ultima toma, las auxiliares, tras cuestionarme de nuevo, le trajeron otro biberón que le di abrumada por la presión del personal.
A la mañana siguiente, se lo explique a la pediatra, mostrando mi deseo de darle teta a mi hija, pero no hizo mucho caso...
Con ayuda de una enfermera, conseguí que Camino tomara un poquito de mi pecho, y hasta la tarde, bastante tarde, de nuevo presionada por las enfermeras, Camino, que estaba muy aletargada, no volvió a tomar nada. Mientras la cantidad de visitas comenzaban a incomodarme, necesitaba tranquilizarme, sentía que estaba perdiendo una batalla, y comenzaba a visualizar a mi hija alimentándose de un biberón. Hubo un momento en que Camino, pasó del letargo a un estado de nerviosismo y llanto desconsolado; el jaleo de las visitas, y yo estimulandola para mamar la debió asustar; las visitas allí presentes parecían muy entretenidas viendo a mi pobre bebe pasar un mal rato, "¡¡mira, si también sabe llorar", dijo algún gracioso...

Una vez desaparecieron las visitas, decidí ordeñar mi pecho mientras le ponía el pezon a Camino en la boca. Así, conseguí que Camino volviera a tomar de manera un poco mas enérgica.

Fue desde aquel momento en que dije: ¡se acabaron los biberones!, y con mucho trabajo pero con pequeños progresos, Camino fue tomando cada vez un poquito más.

Mientras todo esto acontecía, tube a dos personas a través de whats app que me animaron y orientaron en esta tarea de alimentar a mi bebé. Una mi hermana, cuyo inicio de la lactancia con su hijo también fue costosa (igual que Camino, su hijo, sencillamente nació sin hambre), y otra Wendy, que consciente de cómo se aborda el tema de la lactancia en los hospitales, veló por que ninguna mala práctica o mal consejo por parte de personal pésimamente informado arruinara el inicio temprano de esta preciosa relación que nos alimenta a madre e hija...

Al día de hoy, tras alguna grieta ya resuelta, Camino es una máquina mamando, y yo soy una mami lechera a pleno rendimiento, y es que la naturaleza es sabia, y no podía ser de otra forma... pese a que en nuestros hospitales se empeñen en aplicar la cultura del biberón a diestro y siniestro...

¡¡Un saludo!!

Como te he dicho en otro post, con el camino de los demás también se aprende. Te dije lo que ya me habían dicho a mi en su momento, y como ves, no tienen mucha idea de lactancia materna en el hospital.

Yo soy una pesada más que estuvo en esos momentos que deberían ser instintivos e íntimos... Yo para el siguiente parto no quiero visitas!

Me alegro de que disfrutéis de la teta, en breves, dos meses, qué rápido, eh?.

Besos enormes!

Wendy, presencias como la tuya son las que se agradecen y se necesitan, en lugar de aquellas que ocupan el sillón, los bordes de la cama, el baño... y para colmo de ríen si la bebé llora molesta por tanta algarabía, sin importarles si a mi me agrada estar sacando la teta delante de todos, si me duelen los puntos y prefiero estar estirada en la cama con mis partes al aire, si estoy derrotada de no dormir y necesito hacerlo en ese momento ya que por la noche posiblemente sea imposible, en lugar de todo eso, me veo obligada a poner la cara bonita ante el folclore de su no solicitada presencia...

Yo insisto en que no sería capaz de aguantar tanto como tu, y a veces temo que explotes...

Yo a los 10 días ya no tenía visitas indeseadas, ya que mis caras eran un poema y a la mínima me retiraba a la habitación con el bebé o me tiraba a lo largo en el sofá y no ofrecía ni agua... En mi caso, Ivo es un gran anfitrión, pero mis caras de verdad que eran horribles, jeje.

Llegó al hospital una tía de Ivo un día, con su hija y yerno y sólo me faltó escupirlos... Yo con la sonda para hacer pis, la bata abierta, las tetas al viento, sin duchar sin peinar... Y encima el "otra vez teta?", nunca más nos visitaron

Mi padre si venía cada poco, pero venía a cocinar y a hacernos compañía. Me dejaba dormir si tenía sueño y admiraba (y admira) la lactancia, ya que a mi me alimentaron con biberón.

A mi me gustaría estar cerca de ti, te aseguro que yo sería la amiga desagradable que echaría a las visitas de tu casa continuamente, jeje

Pero Guada, sin querer ofender, ¿por qué lo aguantas? No lo aguantes... Yo si algo me molesta lo digo abiertamente y si tengo que estar enfadada con esa persona sin hablarme también (tengo varios tio y no me hablo con ninguno).

A veces hecho de menos tener tribu, pero otras agradezco muchísimo tener a la familia lejos.

Ya no tengo visitas, pero he tenido hasta huéspedes pernoctando en casa. Mi cara eran peor que la del muñeco diabólico, sólo servía para crear mal ambiente. La empatia ha brillado por su ausencia, ; tampoco ofrecía nada de tomar, hubo quien me.pidió un café, yo con Camino a la teta le dije que como mucho leche caliente si Camino sobraba...

Vivo en un pueblo y la gente es pesadisima. Por dos veces me quedé en mi cuarto encerrada y dije que no recibía a nadie. Volvían al día siguiente.

Y el colmo era cuando las visitas me pedían que encerrara a los perros y gatos por que les daba miedo, para sentarse en mi casa por varias horas... por cierto, ese es otro post que tengo .pendiente!!

Guada
Felizmente ya no hay visitas y puedes estar mas tranquila,que pena que las personas que te visitaban no eran de tu agrado y no hubo una amiga o familiares con quienes si te hubieses sentido acogida, acompañada.

Yo al ir a visitar a mis amigas preguntaba mucho si ya deseaban visitas y me ofrecía a tener al bebe mientras se duchaban, peinaban o dormian.
Aprovechaba para limpiar y comprometia al papa en esa tarea,tipo yo doblo la ropa,tu lava los platos, etc.
Osea amigos cercanos y de confianza.

Al final esa es la idea compartir con alguien a quien quieres una alegría muy grande,estar presente en ese momento y ayudar,no ir para que te atiendan.

Respecto a la lactancia,conste que mi peque mama y ya va para los 3 años.
Pero hasta los 3 meses tuve para mi un aliado,nunca lo vi como mi enemigo: el biberón
Biberón con mi leche,con formula,este cuestionado amigo me ayudo a sobrevivir esos 3 meses,ya que peque no quería mamar,solo lamia el pezón, estábamos 4 horas con las tetas al aire, luego le daba el biberón y zas a dormir.

Intente con gotero,cucharita,vasito,no quería y casi toda la leche terminaba en su ropa,ante tanta frustración pensé: deberían inventar un aparatejo que ayude a darles leche y si existia

Se que es rarisimo hablar bien del biberon,sobretodo en este foro,como describir lo rico de un bistec en un foro vegetariano.
Pero te cuento mi caso,mi vivencia no como una apología al biberón sino que tampoco es un crimen darselo,ya que muchas mamas sienten culpa al darle un biberón y prefieren tener al bebe llorando por dias hasta que tome el pezón.

Si hay conexion, hay vinculo,hay el piel con piel cuando le daba su biberón.
Otro cosa para mi muy importante, es que el biberón me dio la oportunidad de ver a mi esposo y a los abuelos de compartir este acto de amor,que es alimentarlo.

La adoracion,la baba que emanaba mi esposo al alimentarlo no tiene precio,ese acto de tomar al bebe y darle su leche solo era un privilegio de los elegidos y la verdad es que fue muy muy especial el ver a mi papá acunando a su nieto y dándole su bibe.

Esto se daba en casos extremos,por ejm había que bañarse,ya comer, ir al baño bueno era manejable, pero bañarse siempre requería privacidad y mis dos manos.
Entonces ingresaba al baño,me ponia champú y automáticamente mi peque comenzaba a llorar, unos momento pq ya le daban su leche y a dormir otra vez.

Otro momento por el que no odio al biberón es cuando tuve grietas y heridas en ambos pezones, empezó 15 dias después de su nacimiento.
Mientras mis pezones sanaban el biberón cubría unas tomas y era ohhhhhhhhhhhh alivio increíble.

Otra momento cuando peque estuvo extreñido me recomendaron darle agua,con el biberón tomaba 2 onzas y adiós sufrimiento.

Mi peque no se acostumbro,no prefirio el biberón,justo al cumplir 3 meses no quiso recibir mas biberon y desde entonces hasta ahora a seguido mamando.

Siempre siempre voy dando mi discurso de amamantar y que sea el mayor tiempo posible.
Pero tuve un amigo y no voy a negarlo,ni arrugar mi nariz,ni a endemoniciarlo.
A mi me ayudo.

Todo esto no para decirte que compres un biberón,ya que todo esta perfecto en tu caso.
Pero si para otras mamas o futuras mamas que se cuestionan mucho y sienten que estarían fallando o algo así.

Espero me halla explicado bien y no se malinterprete lo que quise decir.

Besos

Felicidades por esa lactancia deseada y conseguida (porque cuando tampoco se desea mucho y no se consigue, pues no pasa nada, pero cuando se desea y no se consigue pasa mucho).

Por lo que veo Camino nació como Simone, totalmente adormilada... Recuerdo que no había forma de despertarla, luego no había forma de que comiera. Como nació muy pequeñita (CIR le llamaron, lo que pareció de muy mala leche, "oiga señor, le dije, que mi hija no se CIR sino Simone **CIR: Crecimiento intrauterino retardado) tenía que comer. Afortunadamente nadie me insinuó nada del biberón, o yo al menos, no lo recuerdo. Lo que hice fue irme al pasillo con una silla porque es que hacía una calor en la habitación que no veas (sin mucha visitas, eso sí) y en el pasillo, al fresquito, mejoraba la cosa.

Debe ser que hay bebés que están muy cansaditos de su viaje y les cuesta despertarse

Besos!

En mi habitación también hacia un calor horroroso, pero no me permitían sacar al bebé al pasillo, imagino que por higiene...

Fénix, no demonizo al biberón. De hecho ya he adquirido uno (bueno, venia con el sacaleche), y si tengo que ir pronto a trabajar, seguro que tendre que usarlo. Tambien pienso que quizás en mi caso sería útil para implicar al papá en una tarea con la peque y ya de paso reconciliarla con él. Del mismo modo que he acabado recurriendo al chupete para calmarla en momentos de ansiedad extrema (creo que Camino va a ser nerviosilla) sin que me destroce los pezones, creo que el biberón es útil cuando las circunstancias permiten una lactancia materna saludable...

Un saludo!

Hola Guada he estado ausente un tiempo y me he perdido el nacimiento de Camino.

Felicitaciones, felicitaciones, felicitaciones por tu bebita!!! Que alegría que todo marchara bien!!!

Lo de las visitas en el hospital depende de cada mamá y de cada pareja. Yo pedí a mis familiares y amigos que no vengan a vernos , pero al día siguiente los tenía a todos metidos en mi habitación, como soy muy pudorosa (al principio me avergonzaba sacar mis pechos delante de la gente) les pedí que me dieran espacio para amamantar a mi bebe. Me he convertido en una grosera gruñona desde la llegada de mi hijo, y es que lo que no me gusta no me lo puedo guardar.
Yo también acepté en dos oportunidades, mientras estaba en el hospital, que mi pequeñín tomara biberón, por insistencia de las enfermeras. Acto seguido vomito la leche artificial (la vomito) y le provocó muchos gases. Asi fue como me empecine en no darle mas biberones con leche artificial.

Los biberones ayudan cuando tenemos que trabajar. No le tengas temor. Gracias a ese biberón yo le dejaba a mi hijo mi leche para que tomara en mi ausencia. Y al día de hoy si ve una mamadera me la tira por la cabeza, quiere la leche en su envase original, no se ha acostumbrado a la tetina (me dio un poco de trabajo al principio) pero ellos saben lo que es bueno!
Si llegado el momento debes usarlo no te asustes.

Que alegría me da que ya tengas a tu bebita en brazos y prendida de tu pecho. Felicidades!!! Disfrutala mucho y muchos mimos!!!

Un beso enorme para ambas.

Me encanta tu nueva foto de perfil!!

Y sobretodo, que hayas conseguido tu lactancia. Me siento completamente identificada con todo lo que has comentado, las visitas, los médicos presionando, y algún biberón a traición. En mi caso la diferéncia era que Naya no lograba agarrarse (por la retroignatia, como supe después), y fueron necesarias las pezoneras.
A menudo he pensado en como te estaría yendo, me alegra que esteis bien.

Un abrazo!