triple screening y eco primer trimestre muy malos

Que sepáis que en el día de hoy me acuerdo de vosotros y os tengo en mis pensamientos.

Que mañana llegue rápido, que la luz acompañe a tu estrella.

Un abrazo y un beso grandes.

  

Yo también me lo estoy acordando mucho de vosotros hoy, un abrazo enorme

todo terminó...

Tras unas horas de contracciones en el hospital, Elric cayó sobre mi mano. De haber llegado al final hubiese sido un parto precioso, pero solo podía pedirle perdón una y otra vez y cantarle en susurros.
Las contracciones deberían ser para acercarnos a nuestros hijos, no para separarnos de ellos, es antinatural.

Pude ver sus manitas, no me atreví a mirar más. La enfermera se lo llevó, traté de tomarlo de nuevo pero no me dejó.
Después me hicieron legrado para terminar de limpiar y esta mañana mehan dado el alta. Ahora nos toca decírselo a Naya...

Yo ya sentía sus movimientos, le hubiese querido aunque hubiese tenido dos cabezas. Ha sido lo más duro que he pasado en mi vida y nunca sabré si era la decisión correcta. No quería darle esa responsabilidad a Naya, pero igual ella sí la hubiese querido... nunca lo sabré... hora Elric brilla en el cielo...

Bufff mi niña, el duelo es muy duro, daros un tiempo, que algo así es difícil de superar.

Ayer me acordé mucho de vosotros y sobre Naya pues en este caso si k optaría por una mentira piadosa, que estaba malito, que se puso malito y no pudo continuar. No sé, algo que ella entienda, pero sin nombrar la palabra aborto, que por otro lado tampoco va a entender.

Permitiros un tiempo de luto, un pequeño respiro y luego tratar de seguir, no se puede hacer nada más en estos casos de pérdida, tratar de seguir. Te aseguro que con el tiempo duele menos.

Besos

Ay Bárbara es durísimo. Eres una madre amorosa y le diste lo mejor a tu hijo el tiempo que estuvo con ustedes. Obviamente que a Naya hay que explicárselo de algún modo apropiado para su edad. Un amoroso abrazo para ustedes, especialmente para ti, que está claro que nadie sufre más que quien pone el cuerpo -y el alma-.
Un gran abrazo, Romina

Hola Bárbara!
Tu historia, al igual que a todas, me ha impresionado mucho.
Cuando las cosas no nos tocan, siempre parece que tenemos claro cómo actuaríamos si nos ocurrieran, y luego...basta simplemente con que le sucedan a alguien a quien queremos para demostrarnos lo difícil que es decidir.
Dices que no sabes si has hecho lo mejor, bueno, en realidad nunca lo sabemos. Nunca sabemos a dónde nos conducen los caminos que tomamos. Creo que no deberías dar más espacio a ese tipo de pensamientos, como muy bien decía Jimena, has hecho lo mejor para tu familia, nadie mejor que tú conoce tus razones y tus circunstancias.
Ahora, intentando ponerme en tu lugar, he aprendido lo durísima que es la situación que has vivido. Sé que eres una persona fuerte y una madre enamorada. Permítete bajar la guardia, confiar en los que te quieren y dejarte mimar.
Seguro que encontraras la forma de contárselo a Naya, en realidad hay muchos embarazos que no pueden llegar a su fin y por lo que yo he visto a mi alrededor, los niños aceptan mejor de lo que se espera esta noticia. Ya lo verás, Naya te demostrará lo mucho que te quiere y seguro que eso te da fuerzas para volver a sonreír.
Un abrazo enorme!

barbara...
      
mucha fuerza! es duro, pero si sientes que es lo que correspondía, adelante. nadie, pero nadie, te juzgará ni te señalará.
Por Naya, por tí, por el papi y por Elric debes pasar por este dolor y seguir caminando. ya volverán las fuerzas, el buen humor... por ahora, quítate todo de los hombros y descansa, han sido días muy intensos.

Naya lo entenderá siempre que se lo expliques de la manera en que tú te sientas cómoda.

fuerza!!!!

no tengo palabras...         

   

No te juzgues, ni dejes que nadie lo haga. Solo tu sabes lo durísimo que ha sido tomar la decisión que has tomado.
Tendrás que pasar tu duelo y poco a poco te irás recomponiendo.

Un abrazo enorme

Bárbara, sólo puedo decirte que lo siento mucho. Te tuve presente estos días desde que leí tu post, te pensé mucho. Que difícil situación, que triste y que difícil.

Espero que pronto pase este triste momento que puedan reponerse y empezar de nuevo.
Mucha luz para ustedes

Yo también desearte lo mejor.
No quiero imaginarme en tu lugar, no me pregunto qué habría hecho. Es una situación cruel que la vida os ha impuesto injustamente, y no hay una verdad absoluta; hasta la opción más sopesada y meditada es difícil de tomar.

Ahora, dejar que el tiempo y la vida os comience a regalar momentos bellos que mitiguen este mal trago. Imagino que vuestra pequeña reina os colmará de esos momentos que no tienen precio. Lo que habéis hecho ha sido pensando en ella y es a ella a la que os debéis...

Un cálido abrazo...

Hola guapetona. Más o menos hemos ido hablando en privado de lo sucedido, y ya te he dado todos los ánimos que he podido, pero sé que nada de lo que te diga puede consolar ahora mismo tu sufrimiento y tristeza.

Sabes que aquí estamos para lo que necesites: hablar, desahogarte, pedir ayuda, llamarte por teléfono, enviarte muchos mimitos virtuales... no podemos, por desgracia, devolverte sano y salvo a tu bebé...pero esa preciosa estrellita te mira ahora desde el cielo y sabe que eres su mamá. Siempre lo serás.

Un abrazo muy fuerte.

Toca pasar el duelo. Lo siento mucho, tuvo que ser y es muy duro.

No tengo palabras, un abrazo

De nuevo te acompaño con un abrazo, pienso en ti todo el tiempo. Un gran abrazo, Romina

Lo siento muchísimo, que gran tristeza...      

Bárbara, ¿cómo estáis?, ¿como estás tú? Un beso.

Ya han pasado tres días...
Gracias a todas por vuestro apoyo. Ayer me encontré a mi comadrona y me ha derivado a la psicóloga, me tiene que llamar para empezar.

Ha sido y sigue siendo horrible, todo el mundo me dice que hice bien, que hice lo que tenía que hacer... Sí, hice lo que tenía que hacer por nuestras familias, por nuestra hija, por mi marido... pero no lo que yo quería hacer, ni lo que Elric hubiese querido. Nunca me podré perdonar ésto... Le hecho de menos, pero ya nada me lo va a devolver.

No puedo evitar cierto recelo involuntario por mi marido. Él ha llorado como no le he visto llorar en los catorce años que llevamos juntos, ha sufrido, me ha apoyado mucho... pero no dejo de pensar que solo una palabra suya lo hubiese cambiado todo, la palbra que necesitaba escuchar. Pero no, él lo tenía tan claro...

La peque, en principio parece que se lo ha tomado bien, aunque sigue diciendo que quiere un hermanito... y querer queremos, pero no lo tengo tan claro.
Por un lado, tras un ectópico y ahora tras ésto, no creo que sea capaz de volver a disfrutar un embarazo, por otro lado, no sé si realmente quiero tener otro bebé o quiero recuperarle a él... y eso no va a pasar...

Solo puedo esperar a que pase el tiempo y la herida escueza menos...

Gracias a todas por estar ahí, por apoyarme y no juzgarme, por vuestro cariño.

Bárbara escribió:Nunca me podré perdonar ésto... Le hecho de menos, pero ya nada me lo va a devolver.

No puedo evitar cierto recelo involuntario por mi marido. Él ha llorado como no le he visto llorar en los catorce años que llevamos juntos, ha sufrido, me ha apoyado mucho... pero no dejo de pensar que solo una palabra suya lo hubiese cambiado todo, la palbra que necesitaba escuchar. Pero no, él lo tenía tan claro...

No, no, no Bárbara, no te hagas esto, no digas que nunca podrás perdonarte porque así no vas a poder avanzar y es importante por tí y por los tuyos, sobre todo por Naya, que avances, que te tomes el tiempo que necesites, pero que te perdones a ti misma.

Y sobre tu marido, pues lo que ya te han dicho por aquí, él habrá llorado, él habrá sufrido, pero está claro que la que pone el cuerpo y el alma eres tú, y es difícil competir contra tu pareja cuando él lo tiene tan claro y tú tienes ese amor infinito que te impide seguir, que te dice no, aunque tú sabes que en el fondo es sí, que has hecho lo mejor para todos.

Esto es tiempo mi niña, mucho tiempo para sanar las heridas, eres muy joven aún y puedes ser madre cuando quieras, te lo debes a tí y se lo debes a Naya que lo está pidiendo, pero sin prisa, que aún eres joven y te mereces cerrar heridas.

Te quiero mucho y me imagino lo que estás sufriendo y se me parte el alma, espero que encuentres la paz que necesitas para continuar, pero ya te digo, lo primero de todo es tiempo, que tu cuerpo se regule, que tus hormonas se tranquilicen, que te llegue la calma y que te perdones.

Perdónate para continuar, y sigue amando como hasta ahora, porque tu bebé será siempre parte de tu corazón.

Besitos lácteos al cuadrado

Ay Bárbara, es que es muy duro. Cualquier decisión habría sido muy dura y eso lo sabes.
¿Qué es lo correcto? Pues no lo sabemos, nadie tiene la bola de cristal que nos diga qué decisiones son las adecuadas en nuestro futuro. Lo hecho, hecho está. Y no es lo mismo el padre que la madre, nunca puede ser lo mismo. Tú lo llevas dentro y una decisión así no puede afectar a los dos por igual. También a ellos eso les permite ser más racionales, a nosotras lo emocional y lo físico y hormonal siempre nos va a dar otra manera de ver las cosas. Y ninguna es mejor ni peor que otra.

Date y daos un tiempo. Ojalá la psicóloga te ayude a superar, al menos a poder recordar con más amor que dolor.

El miedo de una pérdida y de que algo no vaya bien siempre está en un embarazo. Después de haberlo pasado, ese miedo está más presente. Y en tu caso, lo tienes doblemente y muy reciente. Piensa en Naya, todo fue bien, y lo lógico es que vuelva a ir bien la próxima vez. Pero daos tiempo. A tu favor, la edad, que no es poco.

Sois una familia maravillosa, que no se te olvide.

Un abrazo muy fuerte.

Hola Bárbara.

¡¡Como te entiendo!! De hecho, yo posiblemente hubiera continuado con el embarazo, a sabiendas de que el bebé no es un bebé "sano". Pero incluso en ese caso, no pararía de preguntarme si hice lo correcto. Mi situación, desde luego, es otra. No tengo más hijos, este embarazo que estoy llevando a cabo ha costado mucho esfuerzo y lágrimas. No sé si volveré a tener la oportunidad de embarazarme de nuevo (mi chico tiene una lesión medular).
Pero por otro lado, me pregunto si no sería una locura traer al mundo, a mi familia, un hijo con deficiencias. De momento lo cuidariamos y lo asumiriamos. No dudo que sería nuestro príncipe, el niño de nuestros ojos, y a pesar de su discapacidad, nosotroîs seriamos capaces de ver en el infinidad de virtudes que nos llenan el alma.
Pero mi marido ya tiene su propia discapacidad, es parapléjico, y esto no implica solo ir sobre ruedas; tiene otros trastornos derivados de la misma lesión medular, que aunque ahora los controla y es capaz de tener una buena calidad de vida, de cara al futuro pueden suponer muchas complicaciones para su salud.
Imagina lo que sería en esta familia de tres, donde dos ya tienen serias limitaciones para el desempeño de una vida "normal". Tengo que reconocer, que no sé como sería nuestra vida...

Ahora bien, hablemos del Síndrome de Down. Actualmente, es una alteración genética que socialnente es conocida y aceptada. Ha sido y es, ardua la lucha de los familiares de estas personas afectadas, para despejar tabúes y estereotipos a cerca de esta características. Nos han hecho ver, que no son tontos, que tienen muchas y valiosas capacidades, incluso que intelectualmente pueden llegar muy lejos, con una buena base de apoyos. Me encanta que transmitan esa imagen y que la sociedad los empiece a considerar así. Y ni qué decir, esa infinita predisposición para ser felices, simplemente por que sí, por que es parte de su naturaleza. He tenida la gran suerte, de trabajar con ellos en centros ocupacionales, en entornos familiares, y ha sido, de mi carrera profesional, la etapa mas bonita.
La vida me sonríe, y casualmente hoy, me llaman para trabajar de nuevo en ese ámbito; esta vez será en un Centro de Atención a Minusválidos Psiquicos., donde la mayor parte de los usuarios son personas con S.Down. Pero soy consciente de que me voy a enfrentar con la parte más dura de este síndrome. Allí están aquellos para los que, el S.D. sí implica enfermedad, tales como severas afecciones cardiacas, afecciones motrices importantes, renales, respiratorias, y con la capacidad intelectual extremadamente limitadas, con patrones conductuales difíciles de manejar en casa. Su único medio posible de vida es ese centro. La vida familiar, en la mayoría de los casos ha tocado fondo, y después de asumir una infancia de peregrinaciones de hospital a hospital, de intervenciones múltiples y de una calidad de vida cuestionable...
Esto, también es S. Down... no nos engañemos... y esto, es, imagino, a toda costa lo que tú no deseas para tus hijos, tanto para Naya como hermana como para otro bebé con estas características.

Bárbara, no se si mi mensaje está siendo duro. Hablar del tema con crudeza, como es. Creo que todo esto o parte ya ha pasado por tu mente. A mi, en mis momentos más duros me ha ayudado leer o escuchar a quien no habla del tema con miedos, sino con naturalidad...
Hablar, hablar y hablar te ayudara a ordenar pensamientos y emociones; para ello el psicólogo será fundamental. También tu marido.

Bárbara, solo añadir, que no te tortures pensando en lo que pudo ser. Lo que es ahora es tu niña, y el infinito deseo de que sea feliz. Hay ciertas circunstancias de la vida, en la que los padres se ven obligados a tomar decisiones por los hijos a favor de ellos, y labincertidumbre de si se hizo lo correcto asaltara por mucho tiempo. El tiempo lo dirá, pero sólo vosotros sabéis, que sea lo que fuere, lo habéis hecho desde el más profundo amor que sentís por ellos.

Un abrazo enorme...

Bárbara, como no vas a estar sintiendo ese torbellino de sentimientos encontrados, es duro lo que han pasado.

Es muy reciente todo, yo en tu lugar tampoco sabría si quiero pasar por un nuevo embarazo. Es muy reciente para no sentir angustia, para no sentir dudas, para no sentir culpa (que debes dejarla de lado) pero creo que es parte de un proceso de recuperación sentir todo esto.

Con respecto a tu marido, el también debe haberlo sufrido mucho, seguramente, cada uno lleva el pesar a su manera, y tal vez el también se haga estas mismas preguntas. Pero claro que somos nosotras las que sentimos los hijos desde el momento en que son concebidos, instintivamente llevamos la mayor carga y bendición.

Deseo de corazón que el tiempo haga esta herida más liviana, que puedan apoyarse entre los tres, y que con mucho amor esto sea sólo un mal recuerdo, siempre guardarás un lugar en tu corazón para este pequeñín.

Que el duelo siga su curso y te recuperes pronto. Que puedas refugiarte en el amor de tu pareja y tu hermosa hija por quienes tomaste esta decisión.

Acá estamos para acompañarte.
Un beso enorme!!!

Ay! Ya sabias que esto pasaría,  pero no sabias que sería tan doloroso.

No culpes a tu marido,  ha sido una decisión de los dos; de no haber querido también tu no habría sido así y si hubieses querido tu y no él? Tal vez hubiese sido muy duro,  en fin,  nunca lo sabremos. Toca vivir con lo que se hace.

Guada,  creo que es acertado que hables de esa forma.

Yo,  como ya dije no sé si hubiese abortado,  pero es cierto que tampoco sé si nos podríamos enfrentar a tal enfermedad. La psicóloga te va a venir bien,  por favor,  no dejes de hablar y hablar para que vaya pasando un poco todo.

Aquí no estamos para juzgar,  estamos para opinar (si procede) y ayudar y apoyar en todo cuanto podamos. Me gustaría enormemente poder darte un abrazo de esos en los que se llora hasta no poder más,  de esos que te dejan de rodillas en el suelo,  te juro que me gustaría mucho,  por favor hazlo con alguien,  no te quedes con todo eso dentro.

Todas las madres nos equivocamos,  en nuestro rol más que en ninguno, "la intención es lo que cuenta",  y tu intención fue buena,  fue cuidar de Naya.  Date tiempo y si quieres otro hijo,  no dudes en buscarlo,  ambas sabemos lo hermoso de la experiencia.

Suelta este dolor poco a poco,  no lo lleves contigo,  sé feliz,  sigue viviendo y enseña con tu experiencia (sea cual sea) a otras mamás.

Mil besos y un abrazo inmenso en la distancia,  ha de ser muy duro todo por lo que estás pasando ahora,  pero el tiempo curará la herida.

Gracias a todas por los mensajes, y Guada, sí, hace bien que hables así.

Como tu has dicho, el down tiene dos caras... Yo quería creer que hubiese sido uno de esos casos que llevan una vida casi normal, pero no había forma de saberlo.
Os puedo decir que en mi primer embarazo el tema surgió mucho, y yo no quería hacerme ninguna prueba complementaría porque estaba convencida de que dijesen lo que dijesen, seguiría adelante. Pero también conozco ese otro lado, en que requieren enormes gastos que no podemos manejar (decirte que no me pude tomar las prenatales hasta que mi madre se enteró del embarazo y me sacó muestras del ambulatorio, que este mes no hemos pagado la luz, y que hay veces que tenemos que hacer verdaderas acrobacias para llegar a fin de mes con comida en el plato)

Hoy no estoy sola, soy madre y tengo que anteponer mis deseos... a los de todo el mundo. Yo sí quería tenerlo, pero sentía que no era lo correcto de cara a mi hija, a mi marido, y a nuestras familias (que desde el primer momento tenían claras sus posiciones). Si me pasase algo... ¿quién se iba a hacer cargo y a amarle como se merece?
Estoy segura de que Elric era un regalo, que hubiese sido un niño muy especial... a día de hoy tengo mucho amor para él que no recibirá. Porqué he descuberto que a cada hijo el amor no se divide, se multiplica, y se queda ahí para esa persona. Y si tengo otro hijo, el amor por Elric seguirá ahí y crearé uno nuevo para el siguiente... Es así...

Ayer estuve hablando con un buen amigo... su hermana pasó por lo mismo estando yo embarazada de Naya (y casualmente, anteriormente había tenido un ectópico... como yo el año pasado).
Él me ha ayudado en parte... en la parte de que sí el tenía que venir, vendrá, aunque no sea a través de mi. Pero la culpa siempre estará ahí, porqué no solo le he fallado a él, me fallé a mi misma. Y porque venga como venga, dudo que nadie le vaya a querer tanto como le hubiese querido yo.
No puedo culpar a mi marido, yo soy quién se tumbó en esa camilla, no él. Está hecho y solo puedo asumirlo... Hoy duele un poco menos, porque por más que lo piense no encuentro otro camino...
Lo que he hecho, no lo he hecho porque lo considerase una carga para mi, porque yo no quisiese un hijo así... lo he hecho porque no quería comprometer el futuro de mi hija, porque no quería verle morir a causa de no poderle pagar los medicamentos (o porque sí, porque el down tiene cierta mortalidad alta por fallos cardiácos que mi niño ya se sabe que tenía).
Yo siempre he dicho una frase, a cada amiga o en temas del aborto... un hijo es para toda la vida, pero un aborto también. Ahora me tocará vivir con mis palabras.

Me alegra leerte un poco mejor hoy querida Bárbara, y ya sé que es muy duro, pero poco a poco dolerá menos.

Sabes que nosotros tuvimos pérdidas terribles en 2012, hace ya casi dos años de aquello y ahora por fin empieza a doler un poco menos, en nuestro caso era nuestro mejor amigo y su hija de 8 años, no era hija mía y me dolió el alma, así que tener que perder un hijo debe ser brutal, por lo que pienso que sólo puedes darte tiempo, porque sé que quererlo lo vas a querer para toda la vida, pero el dolor te tardará mucho en curar.

Un gran abrazo, un enorme abrazo