que buen articulo jaja.. una pena leer estas opiniones

Para enojarse chicas!! a mi a esta altura me causa gracia tanto disparate junto pero que pasa con las mamis primerizas y que no tienen ni idea de que hacer con un bebé o no saben nada sobre crianza respetuosa??

http://www.pikaramagazine.com/2011/10/estoy-en-contra-de-la-lactancia-materna/

Pues a mí no me parece un disparate. Obviamente no estoy de acuerdo con la manera que habla de la maternidad (como si de un estado de esclavitud con el bebé se tratase). Creo que estos discursos se dejan al margen la emoción, no acaban de liberarse ante las contradicciones que supone el ser madre con ser una persona al margen de ser madre. Pero tampoco lo hace la madre que todo lo pospone y sufre por ello (si no sufre, ¡genial!).

Creo que es un discurso que está ahí. Y en cierta manera lo puedo entender aunque no lo comparta. Puedo entender un discurso que trata de desnaturalizar la maternidad en el sentido de todo lo que la cultura nos impone por ser mujeres. También puedo entender que la crianza corresponsal no sólo es una cuestión de la lactancia, claramente, pero de hecho dar de mamar sólo lo puede hacer la mujer. Si te agobias sólo con pensarlo, no lo hagas.

No me gusta el tonito tan resabio de este artículo, pero puedo comprender que algunas mujeres se sientan amenazadas con la cultura de la lactancia si no la comparten de corazón. Me sabe mal las mujeres que por falta de información no den de mamar deseándolo. Pero también me sabe mal que si hay quien no se siente a gusto, lo tenga que hacer porque el discurso de moda ahora es dar de mamar.

En fin, que ser madre está hoy en día lleno de contradicciones. Antaño se tenía muy claro qué era lo que tenía que hacer la mujer: quedarse en casa, parir, hacer hijos, encargarse del cuidado en exclusiva. Hoy que la vida de la mujer se abre de su encierro y se dirige a una vida menos centrada en el cuidado para desarrollar muchas otras facetas que ayer le fueron negadas por ser vistas como seres incapaces, comprendo las dificultades y contradicciones a las que nos vemos abocadas. Yo misma me habría vuelto loca sin haber encontrado en la noche mi espacio para ser persona además de madre. Y como todo el mundo no está dispuesto (y lo entiendo) a renunciar a dormir para ello, entiendo que como persona quizá prefieras huir del estereotipo de buena madre para tener un poco más de libertad hoy que se puede.

Entiendo las contradicciones y el reto es salir airosa de ello sin sufrir y disfrutando de la maternidad. Y entiendo también que no todo el mundo lo consiga y trate de defender posturas personales a su aire. Es un tema muy complicado. Extremadamente, me parece a mí.

Besos!

Creo que el principal problema de estas argumentaciones son que parten de los presupuestos propios, y los hacen extensivos a los demás.

Badinter, en "¿Existe el instinto maternal?", defiende una hipótesis que sería interesante si no fuera por los argumentos con los que la sostiene luego. Evidentemente dice que el instinto maternal no existe, que se trata de una construcción cultural para maternalizar a las mujeres, etc. Pero para "probarlo", relata como las cortesanas del s. XVIII delegaban el cuidado -y la lactancia- de sus hijos en otras mujeres, y elegían seguir su vida social y disfrutar de su vida de pareja.

La pregunta es, ¿quién dijo que esas mujeres "elegían" libremente, y las que criaban lo hacían por obligación? Vale recordar que hasta bien entrado el s XIX se consideró que la lactancia era totalmente incompatible con las relaciones sexuales, y a su vez las mujeres de sectores acomodados estaban presionadas por dejar una larga progenie -para lo cual la lactancia y la abstinencia sexual eran obstáculos obvios-. Por otra parte, las recomendaciones de la Iglesia en esa época para preservar la fidelidad, indicaban a los maridos contratar una nodriza para que otra mujer amamantara y fuera la "suya" la que satisficiera sus necesidades sexuales. Decir que estas mujeres era libres de elegir me parece bastante ridículo.

El gran "engaño" de que la no lactancia favorece el reparto igualitario del cuidado, simplemente me hace reír. Para el biberón se anotan muchísimos voluntarios -aunque luego desaparezcan- pero no veo tantos para limpiar cacas. Si moja pañales tantas veces como mama, pues que papá cambie los pañales, y seremos muy igualitarios

A mí me da en general la impresión de que para no amamantar -o para abandonarlo tempranamente- hay muchas presiones, y abaladas por intereses económicos que no se movilizan ni por asomo en la misma dimensión que los discursos en defensa de la lactancia materna. REcuerdo la primera vez que llevé a Bruno al teatro, antes de comenzar la función aparecía una caja gigante de leche maternizada con tres chicas bonitas que bailaban y cantaban el jingle de la mencionada leche -que decía "será, un niño inteligente..."-. Nunca vi que la LL tuviera dinerillos suficientes omo para campañas semejantes.

Decir que "es lo mismo", me parece simplificar. No lo es, sin que esto implique una penalización moral de quien no lo haga.

En definitiva, lo que sigue estando socialmente penalizado es elegir. Vivir en libertad parece resultarle molesto a mucha gente.

Besos!

Siempre me gustan, Romina, tus disquisiciones basándote en tus conocimientos como historiadora. Me aportan mucho. Decirte que la influencia de la Badinter es muy notable en sectores feministas. Bueno, eso ya lo sabes Recuerdo mi impacto cuando comencé antropología y se me dijo "no existe el instinto maternal bla, bla, bla...". Y está claro que en ese momento comienzas a hacer una relectura de tu ser mujer y de muchos estereotipos culturales que es necesario poner en cuestión. Ahora, informada y culturizada desde ambos "bandos" creo que estoy más en condiciones de vivir mi vida, como tú dices y que me parece la clave, en libertad.

Sí, esa libertad de la que hablas me parece la clave. Ni atada a unos presupuestos feministas entendidos en una determinada manera (porque puede haber muchas formas de ser y vivir el feminismo), ni atada a unos presupuestos sociales de cómo entender la maternidad (ya sea desde los presupuestos más radicales de la crianza con apego hasta los más radicales de la crianza fría tipo Estevill). En la información y la reflexión está la clave de cómo vivir más libremente según los propios juicios de valor que tú vas elaborando y ¡cambiando también!

Tienes toda la razón en que esa libertad que defiende Badinter del no amamantamiento no se sostiene. Ni el siglo XIX ni el XX ni el XXI. Mi madre no dio de mamar (con esa cultura del biberón tan radicalmente sentida desde el poder médico y las madres a mandar) y no fue ni de lejos una mujer liberada, está claro. Si tienes ayuda en la crianza la tendrás con pecho y con biberón y todo será más fácil y más feliz. Si no tienes ayuda en la crianza no la tendrás ni con pecho ni con biberón y todo será más difícil, estresante y, probablemente, infeliz.

Cuando yo no me rasgo las vestiduras con el artículo (que tampoco voy a releer pues tengo otras cosas más interesantes en la cabeza jj) defiendo la relatividad de los asuntos en la crianza. No me cabe ninguna duda de que la leche materna es mucho mejor per se que la leche en polvo. Y tampoco me cabe ninguna duda de cómo han introducido los grandes lobbies de la alimentación la idea de la igualdad. Tanto que da miedo. Pero en leche en polvo y en la cantidad de porquería que nos venden diariamente (incluida la sobredosis de azúcar a las que nos someten en nuestra compra diaria a no ser que compres poco o nada elaborado). Pero, por definición, no me gusta vender en exceso las maravillas de la lactancia materna. Lo digo una vez, lo insinúo dos y basta. Y que conste que tengo mis prejuicios y que no deja de darme aversión, y no lo puedo evitar, el acto de alimentar a un bebé con un biberón. Pero defiendo la idea de que cada mujer tiene sus agobios particulares en la crianza y que, si no siente como importante o como imprescindible amamantar, pues que no lo haga. Respeto su propia libertad igual que reclamo y reclamaré siempre el derecho a dar de mamar sin que nadie cuestione ni pregunte ni juzgue. Y estoy de acuerdo contigo Romina en que la LM sigue estando en desigualdad de condiciones en la sociedad en general pero no en determinados ámbitos.

También diré que trato como puedo de vencer mis prejuicios hacia otras formas de criar cada día. En líneas generales siento rechazo hacia algunas formas de criar que yo no practico de una forma muy consciente y hago esfuerzos extras por intentar ser relativista y flexible en esto. Y, claro, no hablo de maltrato y cosas así (que son indefendibles) sino de otras formas que a mí no me parecen las más adecuadas pero tengo que aceptar que cada madre y padre lo sea a su estilo igual que pido respeto por mi forma de criar. Y te pondré un ejemplo para que veas que no hablo de cosas radicales sino de cosas muy corrientes. Cuando se habla aquí del derecho a sera amamantado del niño igual que tiene derecho a que se le de un techo, por ejemplo, pues entra en juego las obligaciones de cada padre o madre por el hecho de serlo, yo lo cuestiono. Por ejemplo para mí en un hecho irrefutable que los niños hasta los dos o tres años de edad donde mejor están es en casa con su madre o con su padre. Para mí es inconcebible llevar a un niño de un año a la guardería o incluso dejarlo al cuidado de otros. Primero por el propio niño, segundo por la propia madre porque pienso que es una oportunidad perdida para disfrutar de tu vida cotidiana de otra forma. Pero, sin embargo, aquí he visto y veo madres absolutamente maravillosas que habéis llevado a la guardería, cada cual por sus razones legítimas seguro, al cuidado de otros. Y además creo que se piensa (salvo en los casos maquiavélicos a mi entender de que un niño de un año tiene que empezar a socializarse...) que no es lo mejor para el niño pero las circunstancias laborales, económicas o sociales hacen que se haya de hacer así. Y este razonamiento se sigue incluso para gente que ha amamantado largo y tendido durante años. Y, para mí, bajo mis propios prejuicios, pues que quieres que te diga, veo mejor el cuidado personal del bebé que su amamantamiento. ¿Es un prejuicio?, ¿qué es mejor, qué es peor? Ay, no es tan fácil decir. Y, de igual manera, creo que hay madres, impulsadas por la sociedad pero también por otra forma de vivir la maternidad porque no admitirlo, que aun sabiendo que la leche en polvo no es lo mejor para su bebé porque existe otra mejor, se la dan por las razones que fueren.

Por ello no me gusta decir que lo que dice el artículo es un disparate aunque incluso esté en mis antípodas. No lo comparto pero refleja una manera de vivir la maternidad, a mi modo equivocada porque concibe la madre como una merma de la libertad personal de la madre y pienso que si la vives así mejor es no ser madre. Como todo en esta vida, ser madre te da unas cosas y te quita otras... La clave es gestionar correctamente esa pérdida y esa ganancia de manera que te compense y mucho. Para mí la clave está en la emoción.

En fin, chicas, que es mi opinión y que como vivo en el pecado del relativismo me cuesta mucho decirle a los demás lo que tiene que hacer para ser feliz y consecuente, aunque estoy dispuesta siempre a compartir mi secreto de disfrutar de la maternidad como una enana jj

Besicos!!

Con tremendos aportes chicas me he quedado oh!!
Gracias !

No esperaba tal disertación... pero siempre me gusta leerlas con tanta información que de seguro quien escribe ese articulo se desarmaría.

madredeConstantino escribió:Con tremendos aportes chicas me he quedado oh!!
Gracias !

No esperaba tal disertación... pero siempre me gusta leerlas con tanta información que de seguro quien escribe ese articulo se desarmaría.

No es para tanto, es que Romina y yo nos enrollamos mucho jj. Y porque no tenemos tiempo porque nos pegaríamos discutiendo horas

Un besico guapa.