Qué decirle cuando llora por cosillas del cole

María tiene ya 8 años y esta en segundo de primaria.
En el cole no tiene problemas con las notas y esta encantada con su clase y sus compañeros.
Pero hay días pocos pero los hay en los que cuando llega la ducha y sobre todo cuando esta muy cansada, se me pone a llorar.
Entonces me cuenta que en el patio una le ha dicho que ahora no puede jugar que ya son muchas... o que la otra se ha enfadado y dice que ya no va a ser su amiga.
Son pequeñas tonterías pero que en esos momentos para ella son grandes.
Yo le intento explicar, animarla pero no se me da muy bien. No se hacerlo bien. Seguramente porque a mi tampoco me supieron ayudar, y al igual que yo lo intentaron.
No me gusta verla así y esto va a ir a más. Porque van creciendo.
La verdad es que no se si busco respuestas o simplemente contarlo.
En cualquier caso todo lo que me digáis sera bien recibido.
Gracias

Kaixo,

Yo creo que puede ayudarte el que "traduzcas" sus problemas a problemas de adultos, pienses cuál es el consejo que te gustaría recibir en esa situación, y a su vez lo vuelvas a "traducir" al mundo de los niños.

Es decir, la visión del mundo desde nuestra perspectiva nos hace ver como pequeñas tonterías los grandes problemas de los niños. Pero hay que verlos desde su perspectiva.

Llora porque en el patio han organizado el juego sin ella, imagina que a la hora del café en el trabajo todo el mundo saliera sin avisarte y sintieras que te desplazan. ¿Qué crees que deberías hacer? ¿Qué harías para asumirlo y no tomártelo como algo personal? ¿Que harías para unirte al turno de las 10:00h? ¿Qué sería lo que hiciera que no te sintieras mal?

Pues habla con ella, sin restarle importancia al asunto, porque si para ella es importante es que lo es. Dile como te sentirías tu en su lugar, si alguna vez te ha ocurrido algo parecido, como lo resolviste. Ayúdale a buscar su estrategia para resolverlo.

Quizá ya sabe lo que debería hacer, pero necesitaba compartirlo y desahogarse contigo. Me parece muy bonito que tenga esa confianza y ese espacio, haz que se sienta escuchada y cómoda. Porque algún día sus problemas también crecerán y sólo los compartirá contigo si ahora construye ese espacio de confianza.

Espero que te ayude, ya sé que no he concretado mucho, pero el viento sur me tiene muy espesa.

Eso mismo es lo que intento.
Y desde luego tengo muy claro que para ella no es una tontería.
Y como dices, espero que cuando vaya creciendo siga teniendo conmigo esa confianza para seguir contándome sus problemas o no problemas. Que allí estaré para ayudarla.
Y poco o mucho todo se agradece.

El hecho de validar sus sentimientos ya es un gran aporte para ella. Quizás no haya que decirle cómo actuar -eso sería suponer que no lo sabe- pero sí mostrarse empática y no minimizar nunca esos conflictos. Yo insisto mucho, cuando a Bruno lo veo agobiado por algo, que no sólo los niños sienten eso -miedo, angustia, enojo, llanto, etc.-.

Besos!

Kaixo,

Me ha gustado esto que dices de explicarles que los sentimientos que le disgustan no sólo los tiene él, ni siquiera los tienen sólo los niños.

Aunque para un hijo, más a estas edades, sus padres son poco menos que superhéroes que todo lo pueden, todo lo saben, ... creo que es importante no regodearse demasiado en ese papel. Que el niño sepa que nosotros también sentimos miedo, rabia, tristeza,... incluso que no siempre sabemos manejar esos sentimientos, que estamos aprendiendo, igual que él. Pero que el ir haciéndose mayor consiste en eso, en intentarlo.

Que tampoco quiere esto decir que le desmontemos el mito totalmente... yo no pienso renunciar a mis besos mágicos que todo lo curan . En fin, ya me entendéis, que hacernos nosotros humanos les ayuda a no sentirse ellos pequeños.

Aunque para un hijo, más a estas edades, sus padres son poco menos que superhéroes que todo lo pueden, todo lo saben, ... creo que es importante no regodearse demasiado en ese papel. Que el niño sepa que nosotros también sentimos miedo, rabia, tristeza,... incluso que no siempre sabemos manejar esos sentimientos, que estamos aprendiendo, igual que él. Pero que el ir haciéndose mayor consiste en eso, en intentarlo.

Es que justamente por eso creo fundamental "confesarles" que nosotros también tenemos miedo, lloramos, etc. Yo a veces soy insistente con eso para contrarrestar los efectos de las tonterías machistas que puedan decirle otros -especialmente su abuelo- de "los hombres no lloran" y la mar en coche.

Un día, de la nada, nos espetó "Y ustedes, ¿a qué le tienen miedo?" y varias veces nos preguntó sobre nuestros miedos, actuales y de niños. Le tranquiliza mucho saber que tener miedo no es "de tontos" y no privativo de los niños. Lo mismo con cualquier otro sentimiento. Esa validación es fundamental además, para mantener una buena comunicación con ellos. Y si no, basta con imaginar cómo nos sentimos nosotros si le contamos un problema a alguien y esa persona minimiza o niega su importancia.

Besos!