Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
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Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Bueno, casi tres meses despues he terminado de escribir el nacimiento de mi pequeña Amanda.
Es un poco largo, pero espero que llegueis al final y os animeis a darme vuestra opinión sobre las preguntas que planteo.
Gracias por estar ahí.
Nacimiento de Amanda
Desde la semana 37, cada noche me acostaba pensando ¿será esta noche? Y aunque permanecía muy atenta a las señales que pudiera enviarme mi cuerpo, ningún cambio parecía presagiar la llegada del gran acontecimiento.
La tarde de aquel sábado recuerdo haber comentado con victor que la niña estaba situada más en le centro ( siempre la había notado más por la parte de la derecha), tal vez eso es que se ha encajado, pensé, sabiendo que eso no es síntoma de parto inminente, si una señal de que ya queda menos.
Me sentía contenta y optimista, sin ningún tipo de miedo al parto y mucho menos al dolor. Sabía que sería capaz de llevarlo. Quería sentir lo que pasaba en mi cuerpo, sentir como se abría, observar a la sabia naturaleza actuando en mis propias carnes como hizo tantas veces antes, para dar paso a una nueva vida , la de mi hija.
Por eso, cuando aquella noche, al ir al baño tras notar cierta humedad en mis braguitas y ver que lo que allí había no era un líquido claro sino una mancha abundante de sangre se me vino el mundo abajo. La historia me resultaba familiar, ya había ocurrido cuando nació Martín, y en mi cabeza los acontecimientos se sucedieron: ya no habría tiempo para llevar al niño con los abuelos con calma, no habría música ni la relajación que me había preparado, no disfrutaría del proceso, sino que llegaría al hospital, me pondrían la epidural y me sacarían a la niña sin que yo tuviera nada que ver en ello, eso teniendo suerte de que no me hicieran cesarea.
Eso fue lo que pensé. Reconozco que no sufrí por la niña porque la sentía moverse y sabía que estaba bien, y además me di cuenta del sangrado mucho más rápido que cuando nació Martín, sabía, por mi experiencia anterior que me daría tiempo a llegar al hospital y ser atendida.
Así que había que salir de forma inmediata para el hospital . “Sangrado abundante”, sabía de memoria las razones por las cuales debía acudir al hospital y esa era una de ellas. Había centrado mis esperanzas en llegar a término, y así tener un parto normal, y aunque era consciente de que otras cosas podían ocurrir la verdad es que no me lo esperaba, había soñado tanto con el parto, había puesto tanta ilusión, que la verdad es que no estaba preparada para que las cosas se torcieran, y menos aún para repetir la experiencia anterior.
En el coche camino del hospital trataba de recuperar el ánimo, mi princesa iba a nacer en muy pocas horas, por fin la conocería, tal vez el parto no fuera como yo deseaba, pero iba a salir todo bien.
Cuando llegué al hospital estaba profundamente desanimada, a pesar de mis esfuerzos por recomponerme. Les explique el caso y como fue el nacimiento de mi hijo Martín. Me pusieron monitores y me hicieron una ecografía vaginal.
Mientras estaba en observación con los monitores (tuve que estar un ratito) una matrona se dio cuenta de que estaba decaída y me animo a expresarle mis preocupaciones. Ella intentó en todo momento mostrarse amable y comprensiva y decidí confiarme a ella. Le expliqué que había deseado un parto natural, que en mi anterior parto me sacaron al niño sin que yo participara, sin que yo sintiera nada, que había hecho un plan de parto (que no pude llevar) y que no quería epidural , que quería que el parto fuese lo menos intervenido posible. Ella contestó que a veces las cosa no salen como queremos, que hay situaciones más delicadas que requieren un tratamiento especial. Yo esto lo entendía y así se lo dije, pero en el fondo de mi pensaba que dentro de esto todavía tenía un margen (quizá pequeño) de posibilidades de decisión, en función de cómo se fueran desarrollando las cosas.
En observación estuve al menos media hora o 40 minutos. Al parecer el sangrado no provenía de la placenta, sino de otra parte de la bolsa llamada amnios, no parecía un desprendimiento muy grande. Tenía contracciones, aunque yo todavía no las sentía y había comenzado la dilatación, así que me pasaron al paritorio.
Una vez allí me volvieron a conectar los monitores, pregunte si era necesario estar conectada a la maquina todo el tiempo y dijeron que así era. El margen que me daban los cables para moverme era escasamente un metro, pero me resigne y decidí concentrarme en el parto.
Al poco rato aparecieron para decirme que iban a romperme la bolsa. Yo pedía explicaciones para todo, sobre todo quería sentirme partícipe del proceso, no dejarme hacer sin más. Me dieron dos razones que más o menos me convencieron, por un lado decían que al romper la bolsa bajaría el bebe y eso facilitaría la dilatación, además de frenar la hemorragia. Las aguas las habían visto al trasluz cuando me hicieron la exploración y la ecografía y no parecían estar turbias, sino claras.
Poco a poco comencé a sentir las contracciones, yo intentaba dejarme llevar, no resistirme a ellas, sino dejarlas atravesar mi cuerpo, como si fueran olas que pasaban por encima de mí. Se iban haciendo más molestas, pero no las describiría como dolorosas, aún no. En cada contracción sentía como mi útero se iba abriendo, visualizaba las imágenes explicativas del proceso de parto, pero no era solo imaginación sino que lo sentía físicamente. Cada vez eran más fuertes y bueno, a pesar de mis escasas posibilidades de movimiento y de los pocos recursos que me quedaban para aguantar el yo intentaba concentrarme en mi tarea y no lo llevaba mal pero…
… apareció una matrona diciéndome que me iban a poner oxitocina y ahí fue cuando se me cayó el alma a los pies ¿por qué? Me dijeron que la dinámica de parto no era buena, ¡pero si llevaba poco mas de una hora en dilatación! ¿Cómo puede no ser buena la dinámica de parto en una hora? Le dije a la matrona que quería hablar con la doctora para que me explicara con claridad la necesidad de la oxitocina, pero antes quería ir al baño.
Me desconectaron para poder ir al baño y al volver me sentía realmente hundida, comenzaron a conectarme el goteo. Si me ponían oxitocina la situación se escapaba completamente de mis manos, el dolor sería insoportable, no tendría más remedio que ponerme la epidural y de nuevo, no sentiría nacer a mi hija. Con todos estos pensamientos me puse a llorar, sintiéndome incapaz, con la oxitocina no podría traer a mi hija al mundo por mis propios medios y eso me hacía sentirme muy mal, además me sentía mal por estar así de triste, en un día que se suponía que tenía que ser de alegría. No quería recibir a mi hija con esa moral. La matrona que me vio (creo que era la misma que me había atendido al principio), me pregunto que me pasaba, porque estaba llorando, yo la mire y no podía responder, aunque finalmente atiné a decir que yo no quería oxitocina y entonces me respondió: claro, venís con unas expectativas y a veces no puede ser…
- ¿Por qué no ha venido la doctora a darme una explicación?
- Ah, ¿no ha venido? (debió venir cuando yo estaba en el baño)
- Ya da igual, si ya me habéis enchufado “eso”
- ¿Quieres que la avise?
- Sí, que venga
Pero el daño ya estaba hecho. Cuando vino la doctora me explico que tenían que ponérmela para que el parto fuese mas rápido, ¡Yo no tengo ninguna prisa!, le dije, que la dinámica de parto no era buena y bla bla bla. Ya no me convenció, tenía que haber venido antes, tenía que haberme dado alguna alternativa, ahora ya no había más que hacer, supongo que la hice venir para que al menos diera la cara, de repente me salió la mala leche.
Así, decidí esperar un poco para pedir la epidural, me ofrecieron el oxido nitroso y lo acepte. En cada contracción me arrimaba la mascarilla y aspiraba lo más fuerte que podía hasta quedarme atontada. Me movía en mi medio metro cuadrado como si estuviera bailando, me sentía molesta, no sabía cómo ponerme. Habían pasado tal vez 10 o 15 minutos, no sé que me dijeron, yo dije que quería ir al baño, que tenía ganas de hacer caca. La matrona me dijo que iba a explorarme primero y cuando lo hizo me dijo sorprenda, ¡Pero si ya estas pariendo! Y con muy mal genio contesté, ¡Pues claro, para eso he venido, para parir!
Así, en la cama, que me incorporaron hasta quedarme sentada comenzaron los pujos. Vinieron las gines y encendieron los focos, les grité que quitaran esa luz tan molesta, afortunadamente me hicieron caso. Me agarraba a la mano de Víctor y empujaba, y gritaba. Gritaba por el dolor, pero también porque me daba la gana gritar, porque nadie me lo iba a impedir y de esa forma descargaba el enfado, la rabia, la mala leche… No sé si contra las matronas, o las gines, no sé si contra el mundo en general, solo quería gritar y que se oyera, tal vez porque es uno de los momentos en la vida en que tienes licencia para perder los papeles y yo ya estaba harta de ser una niña buena.
Recuerdo que la ginecóloga que había venido a “explicarme” lo de la oxitocina comento que todo había sido tan rápido precisamente gracias a eso, pero a mí me sonó a justificación. A mi modo de ver esta era la prueba de que no necesitaba absolutamente nada, no creo que en 10 minutos la oxitocina hiciera todo el trabajo, probablemente la dilatación no era tan “mala” como ellas suponían, se basaban en lo que vieron en los monitores, pero esas contracciones no tan fuertes estaban siendo muy eficaces.
Empujaba con todas mis fuerzas y mientras empujaba no sentía dolor, era peor mientras descansaba, pues entonces es cuando notaba la tensión de mi cuerpo abierto. Las personas allí presentes me animaban y me decían que lo hacía muy bien, en un momento dado me dijeron que ya se veía la cabeza y me animaron a palparme para poder tocarla. Lo hice, pero no encontré nada, supongo que no tenía la tranquilidad suficiente para seguir explorando. A cambio decidí seguir empujando, quería sacar a mi niña cuanto antes, quería acabar con eso, que me dejaran tranquila, sentía cierta antipatía hacia el personal sanitario.
Sabía que el momento estaba ya muy cerca, notaba la tensión, el ardor y eso significaba que estaba a punto de concluir, supuse que el siguiente pujo sería el último pero no fue así y tal por eso no pude evitar flaquear y decir “no puedo más”, volvieron a animarme, pero yo ya solamente oía la voz de Víctor, era a él al único que quería escuchar.
Pronto sentí salir la cabeza, creo que la oía llorar, “viene con dos vueltas de cordón” - dijeron “córtalo ya”. Me entregaron a la niña inmediatamente y sentí una alegría inmensa, era absolutamente preciosa, la acomodé en mi pecho y enseguida se prendió al pezón.
Pero no todo había terminado, siguieron haciéndome perrerías durante un buen rato, para expulsar la placenta, para coserme (no sé en qué momento me hicieron la episiotomía)… Estuvieron por lo menos una hora más, tenían que coserme por dentro y la ginecóloga no daba con el sitio, por lo que no hacía más que hurgarme. Me molestaba mucho, me hacía daño. La increpé:
- ¿vas a tardar mucho?
- Acabo de ponerte el tubo ¿?
Me dijo que entendía que me sintiera tan molesta, que tratara de relajarme, intentó ser muy amable, pero a estas alturas a mi me resbalaba su amabilidad, quería que me dejaran sola, con mi hija, con mi pareja… Viendo que no conseguía coserme se marcho, y en ese momento sentí cierta compasión por ella, era una mujer joven tratando de hacer su trabajo, supongo que como creía que debía hacerse, como la habían enseñado y yo era la paciente gruñona que no dejaba de protestar y quejarse, poniéndoselo difícil. Al rato volvió con ayuda, para terminar de hacer el trabajo.
Quería disfrutar del momento, pero hasta que no se marcharon definitivamente no conseguí relajarme del todo. Para entonces, tanto a Amanda como a mí nos había entrado sueño y me dio pena no haber saboreado plenamente los primeros momentos en que ambas estábamos más despiertas.
Metí a Amanda dentro de mi camisón para dormir y me sentí feliz de tenerla ahí. Pensé que ese era el lugar donde mejor podía estar hasta que nos fuéramos a casa.
Todo el proceso, desde la entrada por urgencias, duró como máximo tres horas y media.
Esta es la historia tal como la viví y como la recuerdo. No sé cómo calificarlo, pues me deja un sabor agridulce.
Probablemente, si hubiera planeado un parto en casa ante el sangrado abundante me hubiesen mandado al hospital, esa es una de las razones para hacerlo, para suponer que el parto es de riesgo.
No obstante, creo que a pesar de eso hay cosas que pueden cambiar, que se pueden hacer mejor. Me da la impresión de que el hospital clínico de Granada está preparado para realizar partos respetados y naturales cuando todo fluye dentro de los parámetros “normales”, pero en cuanto se da la más mínima incidencia se refugian en la rigidez de los protocolos.
No soy médico y no tengo más remedio que aceptar la palabra de quien sabe más que yo en este aspecto, pero me da la impresión que aún dentro de estas “situaciones de riesgo” se pueden ofrecer opciones. Por ejemplo, ¿Por qué no me exploraron antes de ponerme la oxitocina? Tal vez hubieran visto que la dilatación no iba tan mal ¿realmente era necesario ponerla con tanta prisa? ¿No se hubiera podido negociar media hora o una hora más? O en el caso de la episiotomía, una vez llegados a este punto, donde ya esta claro que el bebe va a nacer por vía vaginal de forma inminente ¿Qué diferencia hay con un parto normal? ¿Acaso que no llevaba plan de parto? ¿o que no dieron tiempo suficiente a mi cuerpo? ¿O tal vez es que realmente mis expectativas condicionaron mi manera de afrontar el parto?
Bueno, ahí lo dejo para la reflexión.
Raquel- Nivel 3
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Querida Raquel!
Antes que nada mandarte un fuerte abrazo, uno de mujer a mujer... te entiendo perfectamente... Has descrito tan bien tus sensaciones que dificil me resultaría no cuestionar lo mismo que tu lo has hecho...
Primero decirte que tu actitud me ha parecido admirable, porque ibas a tener que "aguantar" callada toda esa intervención, porque ibas a tener que tragarte para ti las preguntas, las interrogantes, que lo sepan, si, que lo sepan y se lo piensen...
No se a que se debió el sangrado, si no era la placenta... En todo caso, creo que el tema de monitores era escencial para ver como estaba Amanda, pero de ahi al uso de oxitocina sin consultártelo me da, no se, iras? A mi también me pusieron un poco pero el médico me consultó, yo tomé la decisión, no vino luego a explicarmelo...
Aún así, te leo y te siento PARTICIPE directa de TU PARTO, sabías lo que te estaban haciendo, lo cuestionabas y a la medida de las posibilidades actuabas. De todo tu relato rescato lo mas bello que les pasó y fue que a penas nacer no te la hayan arrebatado y que hayas sido tu quien la acurrucó y haya sido tu pecho el que la alimentó!
Entiendo que resististe las contracciones sin epidural? Si fue así, pues te felicito y te animo a que te valores más por eso! Porque está mas que comprobado que las contracciones con oxitocina sintética son muy dolorosas! De hecho así fue porque sentiste el aro de fuego verdad?
Falta mucho para que el equipo médico entienda y concientice pero creo yo, que en esta ocasión, el hecho de haberte preparado, el hecho de haberte informado hizo que todos ellos vayan con más cuidado y TENGAN que dar explicaciones, no te imaginas cuantas mujeres van y sumisas "resisten" y "paren". Como en todo quedate con lo bueno, tu actitud, tu fortaleza, el haber roto el silencio y la sumisión y lo mas importante: tu AMANDA!
Sabes que antes de ayer entré justo a ver si me habia perdido tu historia.Creo yo que cualquier mujer que lea tu parto, se quedará con la certeza de que UNA (y el bebé) es la dueña de su parto y que el personal sanitario ante una situación inesperada, pese a llevar a raja tabla el "protocolo" le DEBE una explicación y en nosotras está el pedírselas; así, talvez , algún día logremos que re-evaluen lo escrito, lo enseñado y lo aplicado.
Un abrazo!
Antes que nada mandarte un fuerte abrazo, uno de mujer a mujer... te entiendo perfectamente... Has descrito tan bien tus sensaciones que dificil me resultaría no cuestionar lo mismo que tu lo has hecho...
Primero decirte que tu actitud me ha parecido admirable, porque ibas a tener que "aguantar" callada toda esa intervención, porque ibas a tener que tragarte para ti las preguntas, las interrogantes, que lo sepan, si, que lo sepan y se lo piensen...
No se a que se debió el sangrado, si no era la placenta... En todo caso, creo que el tema de monitores era escencial para ver como estaba Amanda, pero de ahi al uso de oxitocina sin consultártelo me da, no se, iras? A mi también me pusieron un poco pero el médico me consultó, yo tomé la decisión, no vino luego a explicarmelo...
Aún así, te leo y te siento PARTICIPE directa de TU PARTO, sabías lo que te estaban haciendo, lo cuestionabas y a la medida de las posibilidades actuabas. De todo tu relato rescato lo mas bello que les pasó y fue que a penas nacer no te la hayan arrebatado y que hayas sido tu quien la acurrucó y haya sido tu pecho el que la alimentó!
Entiendo que resististe las contracciones sin epidural? Si fue así, pues te felicito y te animo a que te valores más por eso! Porque está mas que comprobado que las contracciones con oxitocina sintética son muy dolorosas! De hecho así fue porque sentiste el aro de fuego verdad?
Falta mucho para que el equipo médico entienda y concientice pero creo yo, que en esta ocasión, el hecho de haberte preparado, el hecho de haberte informado hizo que todos ellos vayan con más cuidado y TENGAN que dar explicaciones, no te imaginas cuantas mujeres van y sumisas "resisten" y "paren". Como en todo quedate con lo bueno, tu actitud, tu fortaleza, el haber roto el silencio y la sumisión y lo mas importante: tu AMANDA!
Sabes que antes de ayer entré justo a ver si me habia perdido tu historia.Creo yo que cualquier mujer que lea tu parto, se quedará con la certeza de que UNA (y el bebé) es la dueña de su parto y que el personal sanitario ante una situación inesperada, pese a llevar a raja tabla el "protocolo" le DEBE una explicación y en nosotras está el pedírselas; así, talvez , algún día logremos que re-evaluen lo escrito, lo enseñado y lo aplicado.
Un abrazo!
Invitado- Invitado
Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Siento que tu parto no fuera como soñabas, el nuestro no fue malo, pero tampoco fue lo que yo deseaba, me hubiera gustado no tener que entrar ya de primeras en dilatación con el mal sabor de boca de haberme peleado casi a grito pelao con 2 ginesaurias de la época troglodítica, en fin, ya no habrá próxima vez, no voy a poder resarcirme, pero no tengo mal recuerdo del parto de Andrea, lo recuerdo fantástico, genial, comparado con el de Victoria, un parto en el que sí que pude decidir muchas cosas, en el que sí que pude intervenir en lo que quise, a pesar de la oxitocina y de la epidural no lo recuerdo mal, y me da pena no poder repetir de nuevo
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Hola Raquel
Coincido con Gaby en cuanto a que creo que fuiste partícipe de tu parto. No de la manera que hubieras querido/debido, pero sí lo fuiste porque no te callaste ni te dejaste hacer sin más, si no que pediste explicaciones, no te dejaste manejar.
Aún así siento mucho que no tuvieras el parto que deseabas y merecías...
besos!
Coincido con Gaby en cuanto a que creo que fuiste partícipe de tu parto. No de la manera que hubieras querido/debido, pero sí lo fuiste porque no te callaste ni te dejaste hacer sin más, si no que pediste explicaciones, no te dejaste manejar.
Aún así siento mucho que no tuvieras el parto que deseabas y merecías...
besos!
H2O- Nivel Experto
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Hola guapa.
A pesar de no ser el parto que soñabas, no es de lo peor ... no sé quédate con lo bueno, tienes a Amanda en tus brazos, es preciosa, sana. La vida no es lo que nosotros queremos, a veces es totalmente diferente. Yo lo leo, y no es tan desastroso, mi parto de Juan te juro que fue bastante peor, ni lo conté en el foro de lo vergonzoso que fue. Mejor suerte tuve con el de Pedro que fue estupendo. Uno de los mejores momentos de mi vida.
Espero que te encuentres mejor, ya te digo, quédate con lo bueno y no pienses en lo que no te gustó.
Besitos.
A pesar de no ser el parto que soñabas, no es de lo peor ... no sé quédate con lo bueno, tienes a Amanda en tus brazos, es preciosa, sana. La vida no es lo que nosotros queremos, a veces es totalmente diferente. Yo lo leo, y no es tan desastroso, mi parto de Juan te juro que fue bastante peor, ni lo conté en el foro de lo vergonzoso que fue. Mejor suerte tuve con el de Pedro que fue estupendo. Uno de los mejores momentos de mi vida.
Espero que te encuentres mejor, ya te digo, quédate con lo bueno y no pienses en lo que no te gustó.
Besitos.
acanawy- Nivel 1
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Si, de la epidural fue de lo único que me libre, por los pelos, porque fue muy rápido, pues sin más recursos para llevar el dolor no creo que hubiese aguantado, al menos estoy orgullosa de eso y si, también de pedir explicaciones y no dejarme hacer sin más, pues siempre he dado mas autoridad a los demas que a mi misma (supongo que tendra que ver con la forma en que me criaron) y aqui tambien tengo que decir que Victor me apoyo en todo momento, pues a mi me asustaba que ante cualquier contrariedad le entrara el miedo y se pusiera de parte de ellos, pero supo estar a la altura.
Por otra lado, tambien me quedo con no haber sido separada de mi hija, aunque la primera hora fuera un sufrimiento, al menos estuvimos juntas.
Por todo me deja sentimientos ambivalentes. No me gusto parir con ese sentimiento de hostilidad, de tener que defenderme, aunque creo que también sacó una fuerza de mi que no debo olvidar que esta ahí. En fin, fue lo que fue y no se puede cambiar, tal vez el de Martin fue peor por ser más intervenido (epidural, forceps), pero en aquella ocasion no lo vivi tan mal porque creo que entonces todo aquello si fue necesario, ¿o tal vez porque yo no tenía tantas expectativas?
La lástima es que probablemente no haya más hijos, no lo descarto del todo, pero hoy por hoy no lo veo viable, y me da mucha pena no haber vivido un parto con plenitud.
Muchas gracias por vuestras respuestas, me animan mucho, y espero que esta historia pueda ayudar algun dia a alguien que vaya a dar a luz.
Por otra lado, tambien me quedo con no haber sido separada de mi hija, aunque la primera hora fuera un sufrimiento, al menos estuvimos juntas.
Por todo me deja sentimientos ambivalentes. No me gusto parir con ese sentimiento de hostilidad, de tener que defenderme, aunque creo que también sacó una fuerza de mi que no debo olvidar que esta ahí. En fin, fue lo que fue y no se puede cambiar, tal vez el de Martin fue peor por ser más intervenido (epidural, forceps), pero en aquella ocasion no lo vivi tan mal porque creo que entonces todo aquello si fue necesario, ¿o tal vez porque yo no tenía tantas expectativas?
La lástima es que probablemente no haya más hijos, no lo descarto del todo, pero hoy por hoy no lo veo viable, y me da mucha pena no haber vivido un parto con plenitud.
Muchas gracias por vuestras respuestas, me animan mucho, y espero que esta historia pueda ayudar algun dia a alguien que vaya a dar a luz.
Raquel- Nivel 3
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Ainss, niña, yo no parí con hostilidad, pero sí que entré a dilatación muy enfadada y nerviosa por haberme peleado primero con dos gines que parecían de la era cromagnon, en fin, luego nuestra matrona fue dulce y tranquila, supo darme seguridad y confianza, pero el mal ya estaba hecho porque las cosas no se iniciaron como debían de haber sido, y como tú, no creo que haya un tercero para terminar de resarcirme, pero bueno, nuestro recuerdo no es malo, a pesar de la oxitocina y de la epidural, yo lo veo un parto bastante respetado porque al menos fue lo que yo quería, porque sin epidural me veía incapaz de parir, demasiado miedo al dolor
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Re: Nacimiento de Amanda. Parir con mala leche
Ahora entiendo que yo también "parí con mala leche".
No sabes hasta qué punto me has recordado mi primer parto. Sólo que lo mío no fueron 3 horas, a penas 40 minutos. Y en ellos, ademas de ponerme la oxitocina ESTANDO DE 8 CMS, les dio tiempo a rasurar, darme un enema que me puse yo porque me negué a que lo hicieran ellas y sondarme en paritorio porque el gine no se molestó en preguntar para saber que acababa de ir al baño. Y no tenía sangrado, y la bolsa se había roto sola.
De la cicatriz (destrozo) de la epi ni hablo, y por si todo esto fuera poco se llevaron a mi niña a las 17:35 y no me la devolvieron hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
Vamos, que ahora que lo pienso, lo mio fue más bien "parir con vinagre". Menos mal que la vida me dio la oportunidad de desquitarme, aunque para siempre tendré el recuerdo de aquel día cosido entre las piernas.
Tu pudiste empatizar con tu ginecóloga y comprenderla al menos un momento, yo si hubiera tenido al mío delante, en un potro, y unas tijeras.....
Peleemos todas juntas para que algún día nuestras hijas no tengan que parir así, "con mala leche".
No sabes hasta qué punto me has recordado mi primer parto. Sólo que lo mío no fueron 3 horas, a penas 40 minutos. Y en ellos, ademas de ponerme la oxitocina ESTANDO DE 8 CMS, les dio tiempo a rasurar, darme un enema que me puse yo porque me negué a que lo hicieran ellas y sondarme en paritorio porque el gine no se molestó en preguntar para saber que acababa de ir al baño. Y no tenía sangrado, y la bolsa se había roto sola.
De la cicatriz (destrozo) de la epi ni hablo, y por si todo esto fuera poco se llevaron a mi niña a las 17:35 y no me la devolvieron hasta las 7 de la mañana del día siguiente.
Vamos, que ahora que lo pienso, lo mio fue más bien "parir con vinagre". Menos mal que la vida me dio la oportunidad de desquitarme, aunque para siempre tendré el recuerdo de aquel día cosido entre las piernas.
Tu pudiste empatizar con tu ginecóloga y comprenderla al menos un momento, yo si hubiera tenido al mío delante, en un potro, y unas tijeras.....
Peleemos todas juntas para que algún día nuestras hijas no tengan que parir así, "con mala leche".
rakimarro- Nivel 3
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