[Resuelto]De vuelta a casa

Hace un par de días de hace un año empezó todo... Sé la fecha exacta porque está narrado en esta web... Ahí empezó todo aunque yo no podía sospechar (¿cómo sospecharlo?) el alcance que iba a tener.

El 15 de junio Simone tenía poco más de mes y medio. Hasta entonces la vida había sido como un arcoiris. No me había despegado de mi nena ni un momento. Seguía flotando intensamente con ella. El parto había sido una feliz continuación de un hermoso embarazo. Mi ligazón con mi Simone era grande, feliz, placentero, poco estresante debido al trabajo generoso de papá con Ulises. Estaba feliz, ligada a ella, hermosamente enamorada de mi pequeña gran mujer.

Recuerdo muy bien cómo empezó todo. Cuando una sabe ya, a toro pasado, cómo es el desenlace, las cosas se ven de otra manera. Había habido el día de antes un vómito inesperado. Estaba mi suegra conmigo y dijo "no es nada, es lo que le sobra". Y yo dije, "me extraña, Simone no vomita jamás" (así era, Simone ni regurgitaba ni vomitaba jamás). Al día siguiente otro vómito inesperado. "Vaya, qué raro" y a continuación unas cacas de las que jamás me olvidaré. De su culito empezó a fluir una fuente verde fosforito, un líquido como espeso, como pringoso, muy raro, de verdad. Pero yo es que soy de poco preocupar y siempre me acordaba de que mi matrona, cuando las clases pre-parto de Ulises, decía "en los bebés, el color de las cacas no cuenta, lo que cuenta es que haya". Y dije, bueno, será que está cambiando de cacas... Y, claro, luego comprendí que aquella fuente, cuyo color tan intensamente fosforito no se volvió a repetir, era el inicio de una reacción muy bestia de su cuerpo, de un ataque sin precedentes a mi pequeñísimo ser sensible. Me vienen las lágrimas a los ojos, no lo puedo evitar.

Como era viernes al mediodía, con el fin de semana a la vista pues, llamé a la pediatra del barrio y me dijo "es una gastroenteritis, baja inmediatamente". Ni siquiera la exploró pues con los síntomas de vómitos y cacas ya hizo el diagnóstico. Me dio recomendaciones y me explicó muy seriamente cuáles eran los síntomas de alarma de la deshidratación, que tenía que ser mi mayor preocupación. Y yo le dije sin prever cuál iba a ser su respuesta "¿es peligroso?"... a lo que me contestó "¿de qué te crees que se mueren los recién nacidos?, ten cuidado, ¿vale?". Fue una respuesta muy bestia pero yo confío mucho en mi pediatra porque me ha demostrado una y otra vez su competencia. Así que con aquella frase bajo el brazo me fui de la consulta, intentando cuidar a Simone con mi máxima diligencia pero sin caer en alarmismos.

Luego recuerdo en aquellos días (estos días venideros pero hace un año) distintas visitas a urgencias porque aquellos montones de pañales que yo cambiaba cada día no me parecían muy normales. Recuerdo también que Ulises tuvo una crisis de asma y que papá se fue con él a urgencias y yo le dije "si Simone vuelve a vomitar me voy para allí". Y lo dices con la confianza de que no va a pasar. Y vomitó. Y me fui. Recuerdo una conversación con Laura justo aquellos momentos. Justo me llamó y no pude articular palabra. La volví a llamar pasado un minuto. "Está Ulises en urgencias y me voy con Simone". Y yo le repetía "jo, Laura, Simone, no, por favor, Simone no"...

Y la cosa iba empeorando... Simone cagaba y cagaba y vomitaba... Justo cuando decidí abrir el post en MI para ver si alguien me podía a dar alguna luz (pues en urgencias me decían que una gastro podía durar dos semanas tranquilamente pero aquello a mí no me parecía normal) ya casi no pude seguir con el post porque al día siguiente Simone por la mañana se me deshidrató y me fui para el hospital en las peores momentos de mi vida. Ya os lo conté cómo el taxista no me quería llevar. Y cómo yo sabía que aquello era deshidratación pero no sabía de cuánto tiempo disponía. Y cómo las palabras de la pediatra resonaban como un martillo en mi cabeza. Ya describí nuestra patética situación en el box. Qué malos ratos pasé. Lo que no sabía es que pasaría mucho malos ratos todavía peores después. Cada vez que he ido a urgencias y ¡maldita sea! me colocan en el mismo box nº 4 (y os prometo que han sido unas cuantas veces) se me retuerce el estómago y quiero salir de allí corriendo.

Ahí empezó todo pues, hace un año. Lo maravilloso es que Simone está con nosotros, alegre y feliz y regordeta y risueña y amante de la vida. Y yo sé que es lo único importante: que está. Porque podía no estarlo. Porque aquel mes y medio feliz se hubiera clavado en mi mente toda mi vida entera. Porque jamás hubiera podido olvidar a mi Simone. Y estoy tremendamente agradecida a la vida por esta segunda oportunidad que nos ha dado. Y miro hacia atrás y veo todas las perrerías por las que ha tenido que pasar mi Simone, por todas las perrerías que hemos tenido que pasar las dos, y papá y Ulises... y me entra una mezcla de sentimientos muy grande. Al final, lo que importa es el final y no el camino. Y sé que olvidaré este año tan lleno de incertidumbre. Pero, aún está ahí, al acecho. No puedo olvidar algunos recuerdos, me vienen a la mente. Aunque siempre los aparto porque, al fin y al cabo, Simone pudo superar, con la ayuda de la medicina (bendita medicina) aquellas cacas verdes fosforito que la atacaron sin tregua durante tanto tiempo y las cosas peores que vinieron después.

Gracias por escucharme amigas, estáis en mi corazón...

Besos!

Cambio el título del post, no me había dado cuenta...

que resumen que has hecho... tan bello y duro a la vez LAhistoria de ustedes a todos nos hizo mella...

Como tu bien dices, lo importante es que Simone está, y que está feliz, y que va alcanzando hitos acordes a su edad. Es maravilloso que a pesar de todo ella lucha por superarse cada vez mas. Simone esta, y va a seguir estando! !

Nuria, has sintetizado muy bien lo sucedido...pero qué duro leerlo y recordarlo todo de golpe...

Ha sido un año complicado, lleno de incertidumbres, ingresos hospitalarios, preocupaciones...pero que habéis superado en familia, con vuestro tesón, paso firme, ayuda de grandes profesionales y la sonrisa impertérrita de Simone.

Poco a poco todo vuelve a la normalidad y la vida sigue su transcurso sin tantos altibajos. Sois fuertes, muy fuertes, y nada ni nadie podrá con vosotros.

Nuria escribió:Lo maravilloso es que Simone está con nosotros, alegre y feliz y regordeta y risueña y amante de la vida. Y yo sé que es lo único importante: que está. Porque podía no estarlo. Porque aquel mes y medio feliz se hubiera clavado en mi mente toda mi vida entera. Porque jamás hubiera podido olvidar a mi Simone. Y estoy tremendamente agradecida a la vida por esta segunda oportunidad que nos ha dado.

Menudos lagrimones estoy echando Nuria... Se me encoje el corazon solo con leerte, tienes una capacidad para transmitir a traves de la palabra que supera cualquier pantalla...
Fuera de esto, enhorabuena por Simone, por la lucha incansable que ha sido este primer año y por el coraje que han demostrado todos en casa
Un besito,

¿Cómo no vas a recordar cada día que pasaste, cada hora, casi casi cada instante?

Afortunadamente, la medicina está ahí, al alcance de todos ( al menos todavía).
Y como bien dices, la vida nos ha dado una segunda oportunidad para disfrutar a Simone, para amarla y conocerla.

Esta niña ha venido a hacer cosas importantes al mundo; lo primero, demostrarnos que siempre hay que luchar por sobrevivir...

Está bien recordar las fechas, pero también hay que volver a escribir en un cuaderno en blanco, porque continuamente todo cambia. Como dice mi suegro "La vida es procelosa".
Un beso muy fuerte desde Segovia.

Nuria... qué duro recordarlo. Pero está bien hacerlo y hablar de ello porque forma parte de la vida de tu Simone y nos recuerda que vivimos en un país donde la medicina está al alcance de todos, donde hay buenos médicos, buenos profesionales y hospitales y donde fue posible curar a tu bebé.

Fueron tiempos muy malos, me acuerdo perfectamente de todo. Lo viví muy de cerca contigo, minuto a minuto casi. O así lo recuerdo, haberlo vivido intensamente, pendiente del teléfono, de cualquier novedad...

Y, como dice Yolanda, toca escribir en un cuaderno en blanco la vida que le espera a Simone, que será bien bonita. Ya lo está siendo, a pesar de todo!!!

besos

Un año de lucha con tu pequeña Simone....... un año siguiendoos en vuestro periplo hacia la sanacion......... me alegro mucho del final feliz de la historia!!

un saludo

Elena

Nuria, vosotras si que estais en nuestros corazones.
He llorado mucho leyendote. Se que tu tambien lo habras hecho al escribir este ultimo mensaje y lo haras cada vez que recuerdes esos malos momentos. Fijate que ya han pasado 4 años de lo de Marco y no puedo evitar emocionarme cada vez que lo recuerdo.
Me alegro de que ahora todo vaya mejor, de seguir viendo como Simone, disfruta de la vida y tu de tu Simone.
Habeis superado obstaculos muy dificiles. Sois unas campeonas!
Y, aunque yo estoy aqui tan lejos, te he tenido, os he tenido siempre muy, muy, cerca.
Un besito valientes!

Otra que está aqui delante de la pantalla del ordenador con unos lagrimones impresionantes, que está aqui conteniendo el llanto porque tengo a Victoria justo delante enganchada de su teta favorita y no quiero preocuparla, otra que ha llorado mucho con tus relatos y que lo hace en este mismo momento tras leer esos recuerdos hechos texto, ay ay ay, que estas hormonas de embarazada no me dejan en paz tres meses y medio después.

Querida Nuria, nuestra Simone vino para quedarse, a pesar de todo, se quedó y eso es lo más importante, el final, no el camino, muchos besitos lácteos al cuadrado

Inevitable sentir escalofríos, recordar cada momento, cada noticia, si a nosotras nos ha removido todo por dentro viviendolo desde fuera, y desde lejos, tu que los has vivido en carne propia, has de estar consumida por la emoción, Nuri.

Seguro aquí, la historia no tendría tan feliz final, Bolivia tiene acceso a lo básico, y la tecnología y los conocimientos tiene por lo menos 10 años de retraso, si no sera mas, y la tasa de mortalidad es altísima, y los niños mueren por cositas simples.

Simone es luchadora, bella, inspiradora; lo mismo que Ulises y tu, son una gran familia, y seguro esta historia tendrá un final de ensueño.

¿Cómo no vas a recordarlo, si aún seguís luchando?!

Lo importante es que está ahí, cada día más grande, más fuerte y siempre alegre.
Es una lucha grande, pero lo más duro quedó atrás, y la recuperación, aunque lenta, se ve cada día.

Ánimo, que ya tenéis el final del túnel a la vuelta de la esquina. Y llegará el día en que Simone comerá, y podréis salir sin mochila, y será libre como un pájaro para correr y saltar como los otros niños.

Tu lo has dicho, a veces no importa el camino, importa a dónde lleva, y vosotras tenéis una bonita meta justo delante.

Ay, Nuria... con los ojos llenos de lágrimas revivo esos horrendos comienzos de esa tremenda pesadilla.
Como bien decís "lo imprtante es el final y no el camino" y Simone iluminando con su sonrisa cada día de tu vida. Eso es lo que cuenta

Ay amiga!

Cuanto trajin!!! Sabes ya es un año y lamentablemente no es que el tiempo ha pasado volando, no. Todo lo contrario, el primer año de Sione ha sido muy pero muy lento, cuando Savannah estaba enferma, mi marido y yo decíamos, pero cuando cumple un año? falta tanto todavia y así... Así que a ti se te debe haber echo mas largo todavía En todo caso y como ya te lo he dicho miles de veces, que importa ese camino tan feo que han transitado si lo más importante de todo es que la pequeña Gran Simone está VIVA!!

Y que bueno que lo has escrito! Espero que esto te ayude a quitar eso que debías tener dentro y a ver el nuevo amanecer de Simone sin miedos, que la pequeña cada día más está mejor y mejor!!!

Hay nuria, como no vas a recordar , mujer, si nos acordamos nosotras, y lagrimones como puños al volver a leeerte, te imagino al tu redactarlo, uff, un besazo quedate con lo importante, ella esta mejor, y crece feliz a tu lado y el de papi y ulises, un abrazo

Nuria, me acuerdo de esos días, de entrar a leer el foro con el corazón en un puño, y la incredulidad dolorida al leer cada día las malas noticias, pensar y acordarme mucho rato, y querer creer que eso servía de algo.

Ver cómo poco a poco íbais saliendo de eso, y cómo aprendíais a ser una familia unida en esas circunstancias. Ver cómo respondió la gente del foro. Ver surgir férreas amistades en el proceso. Apuesto a que serán de por vida. Ver cómo algunas compañeras se volcaban en ayudarte a luchar por tu lactancia, cuando la lucha era, en parte, también eso.

Como hablábamos el otro día , hemos aprendido mucho. Habéis dado una lección muy valiosa. Y sin embargo, no ha merecido la pena. Entiéndeme: ha merecido la pena veros luchar por Simone, verla pelear por vivir. Es un raro privilegio asisitir a este proceso, que pasma, y maravilla tantas veces. No compensa que haya sido a costa de lo que ha pasado Simone, a eso me refiero. Seguramente todo esto os ha hecho más fuertes, y más sabios. Y a la vez habría sido muuucho mejor no haber pasado por ello. Simone os podría haber dado lecciones de vida sin la enfermedad. Y nosotras habríamos aprendido otras muchas cosas sobre la felicidad y la dulzura. Seguro que es así como va a seguir siendo. Estoy deseando ver qué va a ser lo siguiente que aprendamos, lo siguiente a lo que asistamos, sin los matices afilados del miedo y el hospital.

Me alegré definitivamente cuando te vi por otros posts, son señales oblicuas pero elocuentes de que la cosa iba mejor ya en serio. Bienvenida a los cotilleos, las pequeñas preocupaciones, los trucos domésticos y demás.

Pues eso, que un beso muy fuerte , y que vivan la ciencia y la medicina, y las niñas valientes, y sus familias.

Besos, Nuria.

¿Cómo está nuestra preciosa Simone hoy? ¿y su bella y dulce mamá?

Amigas mías,
Un día de aquellos en que subía al hospital en el corto trayecto que separa el hospital de mi casa (creo que en los da la bronquiolitis del invierno) me iba diciendo a mí misma la mala suerte qué habíamos tenido teniendo que vivir todo esto, sin duda injusto. Y, al instante reaccioné. ¿Hablo de injusticias? Sí, claro. No nos merecíamos esto pero ¿era nuestra injusticia más injusta que la de tanta otras personas? Y fui enumerándome a mí misma la cantidad de injusticias que recorren el mundo, las grandes cantidades de desgracias que implica la vida por sí misma. Tantas injusticias como niños que no tienen qué comer, cómo personas que tienen que lidiar enfermedades durísimas (y me acordaba especialmente de la madrina de mis pequeñines que lleva una vida luchando y luchando contra una, y de los niños de oncología), de personas que se quedan sin trabajo y sin recursos por mucho tiempo, de terremotos que se llevan pueblos enteros, de tantos niños que, como dice Lulú, mueren de diarrea por no tener el acceso a lo más básico (por ejemplo las sales de rehidratación que me regalasteis vosotras y que en aquel momento tanto me emocionaron), los nenes que no llegan a buen puerto por un fallo a última hora en el cuerpo gestante, los nenes que dan positivo en la prueba del talón y sufrirán de problemas metabólicos toda su vida... y un largo etc. Y no, no era un pensamiento deprimente. Era un pensamiento para restarme protagonismo, para no creerme el centro del universo y, claro, para pensar en la suerte que teníamos estando vivas. En tantos otros espacios y lugares no lo estaríamos... No, esta historia no habría sido tan larga y no habría tenido final feliz. Es así. Y hay que admitirlo.

Sí. Esta historia generó una avalancha de apoyos, solidaridades y fuerzas increíblemente positivas a lo largo de medio mundo hispanohablante. Fue muy bonito. También de decepciones (debo admitirlo) de amistades muy queridas que no supieron apoyarme... Sí. De todo se aprende. Lo bueno y lo malo. Y, claro, no quisiera haber aprendido ninguna lección de vida a costa de Simone, mi Simone, nuestra Simone.

Como siempre, lo importante es que ella está. Ella está con nosotros. Conmigo, con un Ulises que la adora, con un papá a quien a ella le encanta arrimarse por la noche. Justo ahora nos acordábamos de que era 24 de junio (bueno, ahora mismo ya es 25). Justo ahí empezó todo. Me acuerdo de cada instante. Me acuerdo de todos los detalles. Los del box inicial, los del box de seguimiento (donde te quedas para valorar la evolución y decidir si hay ingreso o no). Hace poco me vino a la cabeza el momento en que subimos a lactantes. Se quedaron con la niña y nos dejaron en la sala de espera. Jamás me había separado de ella... Recuerdo estar mirando por la ventana con papá desde las alturas de la sexta planta y haber intercambiado mensajes de incredulidad, de desazón, de inquietud...

Quiero compartir con vosotras una fotografía muy especial para mí. Está sacada el día 28. Creo que ya le habían sacado a Simone la vía porque ya se encontraba mejor gracias a la infusión del suero en vena. Nos manteníamos a la espera para ver la reacción. Pero, al sacarle la vía, Simone cayó y cayó y cayó. Lo recuerdo bien porque el día 4 tenía la tesis. Si cuando ingresamos tenía la duda de si Simone estaría bien o no para la defensa, aquellos días empecé a darme cuenta de que no sólo no estaría bien para la defensa sino que la defensa había pasado a un lugar muy lejano en mi mente, prácticamente inexistente. Pues bien, cada vez que veía esta foto que os enseño no podía entender nada. ¿Pero qué había pasado en un par de días?, ¿qué había sido de aquella Simone sanota que ahora languidecía cada día?, ¿cómo podía ser que aquella, mi Simone de la foto de hacía tan pocos días, fuera la misma? Me desesperaba, me moría, no podía. Al mismo tiempo me iba dando cuenta de la gravedad de la cosa, del túnel difícil en el que nos habíamos metido: sin causa no había tratamiento, sin tratamiento no había solución. Dura ecuación. Al par de días, el 6 (lo puedo comprobar pues está aquí escrito) ya me había dado plenamente cuenta de la situación y ahí empezó aquello de ¡Simone ha vuelto a sonreir! Estoy convencidísima de que fui yo la que sonreí, y por eso sonrío Simone. Ella probablemente nunca había querido dejar de sonreír pero había tenido como espejo una madre inválida, paralizada, incapaz de sonreír en tamaña situación. Ahí me dí cuenta que sí o sí tenía que luchar... Y empezó la lucha.



Madre mía, qué recuerdos... Gracias por estar ahí todo este año e incluso ahora que me vienen a la cabeza, sin poderlo evitar, todos estos recuerdos y vivencias...

Infinitos besos!

Nuri no puedo evitar las lágrimas al leerte, el recuerdo de ese dolor qu eno sabía como acompañar, también la alegría de saber que ese sostén que has sabido ser las la llevado a seguir enfrentando las dificultades que la vida impone, y cuán valioso es poder enfrentarlas, porque eso significa ¡que hay vida! tú lo tuviste muy claro y por eso la felicidad ha tenido lugar aún en los momentos más complicados.

Un gran abrazo, Romina

Ay Nuri, que panzá de llorar, que emociones al leerte, tus frases estremecen, tus recuerdos son nuestros recuerdos, nuestra Simone, uffff, que lagrimones por favor, estoy muy sensible.

No pararé de repetirlo.

Ella está aqui y vino para quedarse.

Besitos lácteos al cuadrado

Edito para decir que voy a cambiar la frase de mi firma

Infinitos besos de vuelta, Nuria.

Ains Nuria, nos emocionas con tus relatos. Infinitas gracias ti Nuria, por haber sacado cada poco tiempo algunos minutos para hacernos partícipes de esto, por abrirnos tu corazón y dejar que caminemos a tu lado.

Por otro lado, pese a lo duro que estaba viviendo en ese momento Simone, está preciosa, con su carita de paz y armonía ¡todo un ejemplo de valentía!

Un beso muy fuerte Nuria!
PD por cierto, estaba leyendo un texto para mi curso de alemán y la protagonista era Simone, pero se pronuncia igual que tu Simone. Ya sabes, alguna palabra bonita tiene este idioma

Cuando pueda, escribire algo..., ahora tengo un grandisimo nudo en la garganta...
Que fuerte ha sido Simone!, y tu, Nuria...
Besos.