Estrés en casa y fuera de casa

Madre...hace casi un mes que dejaste este mensaje y no lo habíamos visto... Se me ha ocurrido dar al botón de "Ver mensajes sin respuesta" y entre otros cuantos lo he visto...Lo siento.

Los adultos llevamos vidas estresadas: que si el trabajo fuera de casa, el tráfico, los problemas de economía para llegar a fin de mes (a veces parece que no llegamos ni a mitad de mes), las tareas domésticas, las discusiones de pareja o con otros miembros de la familia, las prisas por intentar llegar a todo, la falta de sueño y de tiempo para nosotros mismos...

Los padres o demás familiares les transferimos parte de ese estrés, aunque también es cierto que ellos tienen su estrés particular: rutinas escolares, deberes, actividades escolares que no siempre son de su agrado, falta de juego al aire libre, tensiones con sus amigos...Lo que para nosotros puede ser "la gran vida" para ellos no lo es...sino recordemos un poco nuestras infancias y descubriremos que hay cosas, pequeñitas para los adultos, que cuando éramos peques nos afectaban.

Para empezar, yo creo que no hay que mezclar las vidas familiares con las laborales...Es decir, yo puedo llegar un día muy cansada, cabreada y nerviosa por algo que me haya pasado en el trabajo, pero mi novia y mis hijas no tienen la culpa de ello...La mejor manera de comenzar a desahogarme es hablar con ellas y explicarles qué me sucede...compartir esa información, confiarla, exteriorizar mis sentimientos...Esto me hará sentir mejor a mí y ellas me comprenderán mejor...

Si me siento muy cansada les diré a las nenas "chicas, me acuesto un rato, necesito tranquilidad y silencio" o me plantearé la manera de acostarme más pronto ese día. Para temas peliagudos que me hayan afectado y a que a las nenas no les incumban, me reuniré a solas con Eva y le explicaré con detalle lo que me ha sucedido. Pero no me lo guardaré.

De mismo modo, si tenemos problemas o tensiones conyugales o familiares...o si simplemente llegamos rebotados al trabajo pensando en que no sabemos cómo pagar el alquiler o a quién recurrir para una avería doméstica o lo que sea...en mi empresa no tienen por qué aguantar ni mis malas caras ni mis malas pulgas. Si estoy compartiendo jornada con compañeros de confianza y tenemos ocasión de hablar, sí puedo desahogarme con ellos, para aliviar la tensión, y para que también si en algún momento se me percibe el nerviosismo o la falta de vitalidad, sepan por qué es...

La maleta con problemas de trabajo se queda en la puerta de casa y no entra dentro de la vivienda. La maleta con problemas familiares se queda en la puerta del trabajo y no entra dentro de la empresa. Cada maleta problemática se recoge a la salida y se lleva al sitio correspondiente. Ésa es mi filosofía.

Por supuesto, a estos consejos hay que añadir el de organizarnos mejor el día a día para reducir la carga de trabajo, el delegar tareas en otras personas, en ser conscientes de que somos humanos y tenemos unas limitaciones (por lo que no debemos exigirnos más de lo que podamos cumplir, para evitar luego frustración), en organizar el día a día para que tengamos un mini tiempo de descanso y de relax en el que esté prohibido darle vueltas a la cabeza acerca de cómo llegar a todo lo que queremos hacer...

Si sabemos gestionar nuestro tiempo, nuestras emociones, si tenemos control sobre nuestras vidas...entonces enseñaremos e inculcaremos esta misma lección a nuestros hijos.

Quien necesite ayuda o consejo para poder gestionar su día a día reduciendo el estrés nos podría explicar su caso particular con detalle y le aconsejamos.