El nacimiento de Carlota desde el corazón de una doula

Hola chicas...Comparto con vosotras el relato de mi parto escrito por Judith, mi doula...

"Jamás había estado en un parto sin matrona, bueno miento, mi tercera hija nació en manos de mi amiga Marisol, que había venido a cuidar de mis otras dos hijas… la matrona no llegó a tiempo…pero claro, en este caso era yo la que paría y por supuesto la que afirmó rotundamente…chicos la beba nace ya!! Lo mismo que nos dijo Cayetana a Álvaro y a mi!!
PUFF!
Os cuento un poco desde el principio…
Cayetana, Álvaro y yo estuvimos compartiendo unas sesiones de preparación al parto muy hermosas a la vez que íbamos tejiendo una red amorosa que nos haría de sostén en el gran día…el esperado y deseado día en el que Carlota saldría de dentro de Cayetana…sigo pensando que es algo increíblemente asombroso!
Me levanté el domingo y me duché…eran poco más de las 10.30 de la mañana cuando me sentaba en la mesa para preparar unas clases y suena el teléfono, era Álvaro: “Judith, necesitamos que vengas ya”… ¡Ay madre qué emoción! es como cuando te dicen que han venido los reyes magos y te han traído un regalo; pues así me siento cada vez que me avisan de que el gran día ha llegado!
Llegué a casa de Cayetana, allí estaban Álvaro, Marta (mamá de Cayetana) y María (la matrona), en un ambiente muy lindo y relajado…Cayetana en la pelota, moviéndose y cantando…como siempre, guapísima y sonriente.

Cayetana aceptó que la asistiera María aún sabiendo que ella se había comprometido primero con otra mujer que salía de cuentas el mismo día y que si raramente los partos coincidían pues tendría que asistirla a ella. Todos pensamos que eso era algo casi improbable!!
Pues bien, María me llama desde la cocina y me dice que tiene que marcharse pues lo improbable ha ocurrido y la otra mujer está de parto y la necesita ya…
PUFF, otra vez!
Y ahora cómo le decimos a esta mujer, que está en su casa felizmente dilatando tal y como había deseado, que no iba a poder ser…
En esas me llama Cayetana: “te necesito, quiero que estés a mi lado, tengo miedo al dolor…” nos abrazamos muy fuerte durante un buen rato…yo confiaba tanto en ella que no podía parar de decírselo…sabia que podía hacer un trabajo maravilloso. ¡Es una mujer impresionante, puro arte…de verdad!
Ni María ni yo nos atrevíamos a abrir la boca…
Así que decidimos levantarnos y ponernos manos a la obra (yo sabia que aunque el parto no podía ser en casa pues María no iba a estar, cuanto más dilatada llegara al hospital mejor. Habíamos estado probando varias posturas durante la preparación y los movimientos en la tela le encantaron así que nos fuimos al dormitorio y Cayetana se colgó de ella y siguió cantando…
Entonces María entró, me miró y supe que había llegado el momento de decirle a Cayetana lo que pasaba pues tenia que marcharse…no puedo expresaros con palabras la pena que sentimos en esos momentos.
María le hizo un tacto, estaba de 6 cm; he de decir que nadie se lo esperaba pues hasta el momento había sido todo tan fácil y tan rápido que no parecía estar tan avanzada. Había que tomar decisiones, jolín!!!! que mal momento para tomar decisiones…allí nadie quería saber nada de hospitales pero la opción de parir en casa sin asistencia tampoco la quería nadie…nadie decía nada…así que nos dejamos llevar por el flujo del momento y Cayetana y Carlota fueron haciendo…esto sucedió a las 14.30.
Entonces nos dijo que le apetecía meterse un ratito en la bañera para relajarse. Sus deseos fueron órdenes, aunque yo empecé a sentir que debíamos irnos… pero en realidad nadie quería…Álvaro, Cayetana y yo seguíamos inmersos en el planeta parto, felices de vivirlo así…
Como era de esperar con el agua se aceleró todo; de repente Cayetana sintió ganas de apretar…PUF!!! Le dije: “tenemos que irnos porque sino Carlota va a nacer aquí”. Ella se incorporó, la sequé y en estas se me abrazó a la vez que una fuete ráfaga la invadía y la tumbaba en el suelo…todavía en el suelo yo le dije…”Cayetana vamos a intentar movernos” ¡qué ridículo, como se iba a mover!... yo no me lo quería creer…tuve miedo, pues nadie quería parir en casa sin asistencia de la comadrona… ¿quién era yo? En esos momentos mi mente me traicionaba y me lanzaba mensajes de y si… y si… ¡qué responsabilidad y que sola me sentía! Álvaro no recuerdo ni lo que hacia…luego me enteré de que estaba hablando por teléfono con Marta.
En esos instantes Cayetana me miró desde el lugar donde ella estaba, desde la confianza, la calma y la fe de que todo iba a salir bien y me dijo: “la bebe va a nacer aquí y yo no me muevo!!!”. Qué gusto sus palabras y que fuerza!! Entonces vi como el tapón salía y se asomaba la cabecita de Carlota… “voy a por una manta para ponerla en el suelo y que Cayetana se tumbe sobre ella”, y justo en esos momentos entra su madre por la puerta…me mira y me pregunta: “¿qué ocurre? y le digo: “ la cabecita está ahí , el bebé va a nacer, voy a por una manta”… Se le descompone la cara durante 2 segundos y de repente entra en el baño y se arrodilla en el suelo.
Me sentí tan acompañada por ellas dos …la mamá de Cayetana es una mujer increíble como no podía ser de otra manera , y sobretodo para mi eran dos manos más, dos ojos más y otro corazón, allí en ese pequeño lavabo donde Cayetana decidió parir…allí estábamos todas las mujeres del Planeta Tierra, llenas de amor y de poder para recibir a Carlota…
En una de estas Cayetana grita: “Álvaro coge la cámara que quiero grabarlo todo!!!
Pues nada Marta con una magia tremenda se prepara para recibir a su nieta en sus manos, intentamos guiar el pujo para no dañar el periné, todo fue muy lento y muy natural, Carlota sacó la cabeza y se paró. Esperamos la siguiente contracción (se me hizo eterno). Me impresionó ver a Carlota con la bolsa de aguas puesta, era como si estuviera envasada al vacio ¡qué impresión! Tuve que recordar varias veces: ¡“Judith que la niña respira por el cordón!” Revisamos que no hubiera vuelta de cordón…esperamos un poco más, todo fue tan pausado… por fin otra contracción para sacar los hombros y el resto del cuerpo! Yo no podía parar de acariciar a Cayetana y de estar con ella, corazón con corazón…ella terminó de sacar a Carlota, que delicadamente nos regaló su primer aliento de vida en forma de gemido, que para mi fue…todo está bien Judith, todo está bien!!
Qué olor y que color más rosadito!!!Qué alegría!
Levantamos a Cayetana del suelo del lavabo y nos fuimos a la habitación…el cuerpo le temblaba, rebosaba felicidad sin comprender todavía lo que había sucedido…bueno ni ella ni nadie de los que estábamos ahí. Las comadres- doulas, sabéis la atmosfera que se crea después de la llegada de un bebé. La placenta tardó en salir un buen rato. Como María estaba en el otro parto y no sabíamos cuanto iba a tardar Álvaro aviso a los del 112, pero no me digáis cuando porque yo ni me enteré…total que de repente aparecieron 4 hombretones, cargados de aparatos y herramientas. Aquello fue como un sueño (medio pesadilla) pero se marcharon pronto y fueron bastante respetuosos.
Duché a Cayetana, se sentía espléndida, recuerdo que hasta se perfumó…y Carlota se enganchó a la teta fenomenal. Las preguntas ahora eran: ¿la sangre que pierde es normal?, la placenta está entera?, se le habrá contraído el útero?, se habrá desgarrado mucho?, tendríamos que ir al hospital para que le miraran la herida?, cuándo llegará María para ver que todo está bien?
María ya no respondía al teléfono…el otro parto estaba en plena acción, con lo cual otra vez me tocaba decidir…y por supuesto nadie quería irse al hospital así que me volví a arriesgar y seguimos disfrutando y contemplando a Carlota. Confié en mi intuición, le lavé bien la zona del periné con infusiones de tomillo templaditas y le preparé una ensaladita y un trozo de tortilla que se comió gustosamente mientras alimentaba a su bebé, así que sentí que todo estaba fenomenal!!
La verdad tenia ganas de que llegara María para cerrar este capítulo con una valoración más profesional que la mía. No llegó hasta las dos de la mañana, el otro parto se alargó más de lo previsto…lo cierto es que no se puede prever nada en los partos. Finalmente todo estaba estupendo solo había un pequeño desgarro en la zona donde le practicaron la episiotomía en su anterior parto; valoramos la posibilidad de dar un par de puntos para que el periné se quedara estéticamente mejor…y así acabó la cosa!
A las 4 de la madrugada llegaba a mi casa sin saber muy bien ni como había llegado porque estuve todo el trayecto en aquel pequeño lavabo oscuro, íntimo y humilde…

A todo esto se me olvidó añadir que Carlota nació sobre las 15.30 de la tarde es decir, tan solo una hora después de que María se fuera!!Realmente el momento de ir al hospital hubiera sido ese porque en una hora ya me diréis...
Está claro que podría haber sido de muchas maneras pero fue así…y porqué? Pues porque quisimos todos que fuera así…Cayetana quería parir en su casa y así parió.
Días después y tras reflexionar mucho, he pasado por varios estados emocionales …El día después me sentía fatal, me sentía como aquellas mujeres que se preparan para un paro natural y acaban teniendo una cesárea…para qué habré leído y sentido tantas veces que las mujeres saben parir y los bebes saben nacer, que hay que confiar etc…si luego a la hora de la verdad el miedo me vence hasta el punto de decirle a Cayetana tenemos que irnos cuando ya no puede…Me sentía decepcionada conmigo misma, pero después de hablar con María y de seguir reflexionando empecé a sentirme mejor, dejé de juzgarme, sentí que había tomado las decisiones adecuadas tanto en el parto como en el post parto, decisiones que no me pertenecían a mí pero que alguien debía asumir y sobretodo comprendí que todo lo que hice, lo hice con mucho amor y desde el lugar donde pude hacerlo.

Fue un parto mágico, impresionante, maravilloso; porque Cayetana es así: mágica, impresionante y maravillosa!
Agradezco muchísimo la confianza de María y sus palabras alentadoras en los momentos en que he sentido no haber estado a la altura de las circunstancias
Agradezco a Marta y a Ángel, los padres de Cayetana por su confianza y su saber estar, armonizando los espacios por donde andaban….prudentes y atentos como los gatitos…
A Cayetana y Álvaro no me queda más que decirles que son un regalo para mi alma…y que se me derriten las esquinitas de mi corazón cuando traigo el recuerdo de sus caras radiantes y plenas junto a Ezequiel y Carlota. Hermosa familia, quedo a vuestra disposición…

Judith"

Enhorabuena, Cayetana!!!!

qué bello relato, se nota que hay una conexión especial entre tu doula y tú. Y qué gusto da leer las cosas hermosas que dice de ti. Me he emocionado mucho con el relato de tu parto.

Besos, Marien

Esta linda la historia, lastima que aca en Peru todo sea tan distinto, y poder tener atencion asi es casi imposible aunque he oido de un lugar en Cuzco donde hay una mujer que ayuda a las madres a tener asus bebe en forma lo mas natural, dicen que muchos extrajenros viene a este lugar no se bien dejame averiguo porque salio en una revista ya

Cayetana enhorabuena, felicidades por tu doula, que maravillosa persona y qué cosas más bonitas escribió.

que hermoso relato. Ya habia leido el tuyo, y volvi a revivirlo aqui!!! es muy emotivo y emocionante!

Felicidades por tu parto tan maravilloso y por haber estado rodeada de gente maravillosa.

Un beso

te admiro eres impresionantemente valiente, felicidades. Enhorabuena y que ojala seas un ejemplo a seguir para todas las demas. Besos

Si me emocioné con tu relato casi que me he emocionado mas con este, que conexión entre ambas se palpa en sus palabras, que orgullo sentirás leer como alguien te admira tanto.
Enhorabuena!!
Qué tal está Carlota???

Que bonita conexión se ha creado entre tu doula y tú y que preciosas palabras te ha dedicado.

Solo me queda felicitarte, por ser tan valiente y conseguir el parto que deseabas.

Enhorabuena.

Besos!!

MARAVILLOSO el relato de tu doula...primero tu percepcion de tu parto, y despues la suya, que dos grandes maneras de contar la misma historia...ademas, se nota y mucho la gran conexion que hubo entre vosotras. Me ha encantado!

Que bonito relato, tienes que estar orgullosa de ti misma, y de toda tu gente, y esta doula sin conocerla trasmite un amor infinito, dale la enhorabuena a ella tambien, felicidades campeona, un besazo

Muy conmovedor el relato de tu doula... felicitaciones para vos que tuviste unos ovarios gigantes al ser tan determinante y decidir en ese mismo momento que la bebe naceria en tu casa... La naturaleza es sabia, y tu parto lo demuestra una vez mas.
Felicidades mama!