"la salud en nuestras manos" por LG
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"la salud en nuestras manos" por LG
Hola mamis!
Aqui os dejo un nuevo artículo de Laura Gutman:
La salud en nuestras manos
En épocas de gripes y anunciadas pandemias, fomentamos el miedo en vez de la salud. Información parcial, noticias catastróficas y fuera de contexto promueven el temor, mientras se pide a la población que no entre en pánico, en una contradicción insostenible. Es verdad que cualquiera de nosotros puede “contagiarse” y enfermar. Es más: tenemos derecho a enfermar, a tomarnos un respiro y apartarnos de nuestras rutinas cotidianas. Para lograrlo, necesitaremos utilizar los virus para realizar la enfermedad. Incluso podemos afirmar que no hay nada más saludable que enfermar, entendiendo que es la manera de recuperar el equilibrio perdido. Sin embargo, para enfermar, tendremos que recurrir a instancias mucho más potentes que los virus: necesitaremos sentimientos o dolores no reconocidos, hartazgos o conflictos internos sin solución aparente y el deseo de apartarnos y distanciarnos, erigiendo enemigos por doquier. También precisaremos comida de mala calidad o alejada de nuestra naturaleza personal. Quiero decir, comemos lo que luego nos enferma y pensamos lo que luego nos enferma. Esto significa que el equilibrio físico y psíquico está en nuestras manos y depende de nosotros mucho más que de los temibles virus externos. Aunque no lo parezca, ésta es una excelente noticia. Porque podemos hacer algo muy concreto. ¿No queremos enfermar? Pues bien, abandonemos completamente la leche y sus derivados. Completamente significa completamente: yogures, postres, flanes, cremas, helados, manteca, chocolate. En los niños pequeños, esta debería ser la regla. ¿Es muy difícil? ¿Acaso es más fácil tolerar las virulentas gripes que nos tienen aterrados que sostener una dieta momentáneamente rigurosa? Ahora bien, supongamos que prestamos una estricta atención al alimento, aún tendremos que abordar el territorio de los dolores afectivos. Eso es más complejo, pero no imposible. Como mínimo, preguntémonos qué nos aportaría una enfermedad respiratoria en este momento de nuestras vidas. ¿No tenemos ninguna pista? Pidamos ayuda, para ver aquello que enceguecidos por nuestras propias opiniones, no alcanzamos a vislumbrar. En lugar de alimentar el miedo o de aislarnos, sepamos que sólo podemos enfermar de aquello que nos completa. Y que todo síntoma nos aporta información sobre el estado de nuestra conciencia. No hay verdadero peligro si miramos hacia adentro.
Laura Gutman
Besos de leche
Aqui os dejo un nuevo artículo de Laura Gutman:
La salud en nuestras manos
En épocas de gripes y anunciadas pandemias, fomentamos el miedo en vez de la salud. Información parcial, noticias catastróficas y fuera de contexto promueven el temor, mientras se pide a la población que no entre en pánico, en una contradicción insostenible. Es verdad que cualquiera de nosotros puede “contagiarse” y enfermar. Es más: tenemos derecho a enfermar, a tomarnos un respiro y apartarnos de nuestras rutinas cotidianas. Para lograrlo, necesitaremos utilizar los virus para realizar la enfermedad. Incluso podemos afirmar que no hay nada más saludable que enfermar, entendiendo que es la manera de recuperar el equilibrio perdido. Sin embargo, para enfermar, tendremos que recurrir a instancias mucho más potentes que los virus: necesitaremos sentimientos o dolores no reconocidos, hartazgos o conflictos internos sin solución aparente y el deseo de apartarnos y distanciarnos, erigiendo enemigos por doquier. También precisaremos comida de mala calidad o alejada de nuestra naturaleza personal. Quiero decir, comemos lo que luego nos enferma y pensamos lo que luego nos enferma. Esto significa que el equilibrio físico y psíquico está en nuestras manos y depende de nosotros mucho más que de los temibles virus externos. Aunque no lo parezca, ésta es una excelente noticia. Porque podemos hacer algo muy concreto. ¿No queremos enfermar? Pues bien, abandonemos completamente la leche y sus derivados. Completamente significa completamente: yogures, postres, flanes, cremas, helados, manteca, chocolate. En los niños pequeños, esta debería ser la regla. ¿Es muy difícil? ¿Acaso es más fácil tolerar las virulentas gripes que nos tienen aterrados que sostener una dieta momentáneamente rigurosa? Ahora bien, supongamos que prestamos una estricta atención al alimento, aún tendremos que abordar el territorio de los dolores afectivos. Eso es más complejo, pero no imposible. Como mínimo, preguntémonos qué nos aportaría una enfermedad respiratoria en este momento de nuestras vidas. ¿No tenemos ninguna pista? Pidamos ayuda, para ver aquello que enceguecidos por nuestras propias opiniones, no alcanzamos a vislumbrar. En lugar de alimentar el miedo o de aislarnos, sepamos que sólo podemos enfermar de aquello que nos completa. Y que todo síntoma nos aporta información sobre el estado de nuestra conciencia. No hay verdadero peligro si miramos hacia adentro.
Laura Gutman
Besos de leche
Re: "la salud en nuestras manos" por LG
La verdad resulta un poco chocante la explicación psicológica. "Culpar" a la gente de sus enfermedades, y aún peor, a las madres de las de sus hijos, no creo que sea un aporte valioso. toda explicación unicausal es reduccionista, y esta no se me hace la excepción. Dirigirse en estos términos a alguien que está pasando por una enfermedad, o una enfermedad del hijo, que es lo más terrible del mundo -o al menos lo que me ha sido más duro sobrellevar- no creo que aporte más que culpas. Y esa no parece una gran ayuda.
En cuanto a los lácteos, si bien acuerdo con que se promueve un consumo desequilibrado en la dieta infantil, achacarle toda la culpa de las enfermedades respiratorias también me parece apresurado. Mi hijo tuvo al menos tres in consumir nada de lácteos, sólo LM, luego de iniciar el jardín.
Uhh, me retové!!
Besos, Romina
En cuanto a los lácteos, si bien acuerdo con que se promueve un consumo desequilibrado en la dieta infantil, achacarle toda la culpa de las enfermedades respiratorias también me parece apresurado. Mi hijo tuvo al menos tres in consumir nada de lácteos, sólo LM, luego de iniciar el jardín.
Uhh, me retové!!
Besos, Romina
Alfonsina- Nivel Experto
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Re: "la salud en nuestras manos" por LG
Pues a mi me gustan mucho las teorías de Laura Gutman. Y creo que siempre hay que "leer entre líneas" de lo que dice, no tomar las cosas al pié de la letra.
Lo que yo creo que quiere decir es que muchas (o la mayoría) de las enfermedades físicas tienen algún origen emocional (no es nueva la relación psique-cuerpo, o las enfermedades reconocidas como psicosomáticas). Por eso, no creo que pretenda "culpar" a la gente de sus enfermedades, sino poner de manifiesto que en muchas ocasiones, las enfermedades no son sino un toque de atención de nuestro organismo como reflejo de algún problema o conflicto emocional.
Lo que pasa es que no es fácil establecer la relación con la causa que las origina. Lo de la leche de vaca no es una verdad absoluta, pero sí un hecho cierto para muchas personas.
Yo he hecho la prueba con Alba (me es fácil porque toma muy pocos lácteos, o alimentos con lácteos: apenas algún yogur y algo de queso). y sí que he visto que, en general, tiene más mocos en períodos en los que consume lácteos. Cuando se los he quitado, sí he notado reducción en sus catarros.
Aún con esa certeza, tampoco ahora se lo he suprimido completamente, pues que le gustan mucho, y sus catarrillos o mocos no son ahora preocupantes ni excesivamente molestos. Pero sí se los dosifico, para intentar no abusar.
Yo no creo que LG nunca pretenda acusar o culpabilizar a nadie de lo que hace. Yo creo que lo que pretende es exponer sus ideas, para ofrecer alternativas a la gente, nuevos enfoques o perspectivas que pudieran ayudar a resolver problemas o plantearse las cosas. No creo que el objeto con el que le dice a una madre: "los catarros de tu hijo pueden tener su origen en la leche que consume" sea que la madre se sienta culpable. Yo creo que pretende ofrecer una nueva posibilidad para resolver el problema (los catarros). La madre es libre de decir probar o no.
Y tampoco creo que haya que tomar nada como verdades absolutas. No tomar lácteos no es sinónimo de garantía de no tener catarros. Hay que hacer, en mi opinión, la lectura contraria: si tengo catarros frecuentes, pruedo probar a dejar la leche por una temporada y ver si mejora.
Es como cuando alguien dice que con LM no se enferman los niños. No es exactamente así, en verdad, lo cierto es que los niños con LM tienen menos posibilidades de ponerse malos. Pero no es una "vacuna" absoluta y 100% eficaz contra todo. Simplemente, mejora la respuesta de los niños ante las enfermedades y reduce sus efectos.
Eso pienso, resumidamente, yo...
Lo que yo creo que quiere decir es que muchas (o la mayoría) de las enfermedades físicas tienen algún origen emocional (no es nueva la relación psique-cuerpo, o las enfermedades reconocidas como psicosomáticas). Por eso, no creo que pretenda "culpar" a la gente de sus enfermedades, sino poner de manifiesto que en muchas ocasiones, las enfermedades no son sino un toque de atención de nuestro organismo como reflejo de algún problema o conflicto emocional.
Lo que pasa es que no es fácil establecer la relación con la causa que las origina. Lo de la leche de vaca no es una verdad absoluta, pero sí un hecho cierto para muchas personas.
Yo he hecho la prueba con Alba (me es fácil porque toma muy pocos lácteos, o alimentos con lácteos: apenas algún yogur y algo de queso). y sí que he visto que, en general, tiene más mocos en períodos en los que consume lácteos. Cuando se los he quitado, sí he notado reducción en sus catarros.
Aún con esa certeza, tampoco ahora se lo he suprimido completamente, pues que le gustan mucho, y sus catarrillos o mocos no son ahora preocupantes ni excesivamente molestos. Pero sí se los dosifico, para intentar no abusar.
Yo no creo que LG nunca pretenda acusar o culpabilizar a nadie de lo que hace. Yo creo que lo que pretende es exponer sus ideas, para ofrecer alternativas a la gente, nuevos enfoques o perspectivas que pudieran ayudar a resolver problemas o plantearse las cosas. No creo que el objeto con el que le dice a una madre: "los catarros de tu hijo pueden tener su origen en la leche que consume" sea que la madre se sienta culpable. Yo creo que pretende ofrecer una nueva posibilidad para resolver el problema (los catarros). La madre es libre de decir probar o no.
Y tampoco creo que haya que tomar nada como verdades absolutas. No tomar lácteos no es sinónimo de garantía de no tener catarros. Hay que hacer, en mi opinión, la lectura contraria: si tengo catarros frecuentes, pruedo probar a dejar la leche por una temporada y ver si mejora.
Es como cuando alguien dice que con LM no se enferman los niños. No es exactamente así, en verdad, lo cierto es que los niños con LM tienen menos posibilidades de ponerse malos. Pero no es una "vacuna" absoluta y 100% eficaz contra todo. Simplemente, mejora la respuesta de los niños ante las enfermedades y reduce sus efectos.
Eso pienso, resumidamente, yo...
Blanca B- Nivel 5
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