Baiona. Fiesta de la Arribada 2009. ALguien se apunta?
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Baiona. Fiesta de la Arribada 2009. ALguien se apunta?
Finalizados los actos conmemorativos del V Centenario, con los que Baiona había trasmitido un claro mensaje de su protagonismo histórico y logrado el reconocimiento nacional e internacional avalado con la presencia institucional de la Casa Real y de todas las Embajadas Iberoamericanas, los baioneses tenían claro que todo ello, lejos de constituir un acontecimiento efímero, debía tener cierta continuidad permaneciendo vivo en el recuerdo. Con ese propósito, el Ayuntamiento crea la Fiesta Medieval de la Arribada, en la que la Real Villa, convirtiéndose en protagonista de su propia historia, revive el glorioso hecho con el gozo y entusiasmo de un pueblo orgulloso de su pasado.
En términos generales, la Fiesta Medieval de la Arribada, que se celebra anualmente coincidiendo con la fecha de aniversario, consiste en la reproducción real de la arribada de la Pinta, en los mismos escenarios de hace cinco siglos, al amparo de una Villa transformada en un burgo medieval mediante la ambientación, animación, usos, costumbres y vivencias de aquella época, con todo el sabor de aquellos tiempos de luces y sombras, con un mercado y una algarabía de mercaderes, artesanos, comediantes y personajes variopintos que consiguen meter al público en el túnel del tiempo y transportarlo al medievo. Una fiesta que, adquiriendo un profundo significado histórico, goza de la total aceptación de los lugareños y las decenas de miles de visitantes que participan en cada edición huyendo de los agobios contemporáneos y dejándose llevar por los colores, sonidos, formas y sabores de un tiempo terrible y a la vez espléndido, cuyo aroma se conserva aun en no pocos rincones de la Villa.
Los preparativos comienzan dos meses antes de cada edición con los ensayos escénicos, la publicación del Reglamento del Real Mercado Medieval y la puesta a punto del atrezzo y vestuario medieval. Faltando un mes se hacen públicos el Bando del Corregidor y las Provisiones, Cédulas y Albalás para el mejor provecho y servicio de la fiesta y de cuantas almas acudieren a ella. Dos semanas antes, se inician los trabajos de ambientación, eliminando o camuflando en todo el recinto cualquier elemento moderno, cambiando los nombres de las calles y plazas por los existentes en el medievo, montando portones y postigos a las entradas y salidas, colgando cientos de reposteros, estandartes, gallardetes, oriflamas y blasones de época en los balcones, ventanas, corredores y solanas, disponiendo en las plazas y rincones toda serie de aperos, trebejos y pertrechos que nos recuerdan las faenas y oficios de nuestros antepasados. Se distribuyen luego por todo el casco más de doscientos tenderetes de época, destinados a la venta de mercadurías y vituallas, dedicando las plazas a exposiciones de antigüedades, juegos infantiles de época, talleres de artesanos, etc.
Ambientados así la playa, muralla y casco antiguo, la Villa comienza a tomar vida con una asombrosa animación medieval que dura tres días. Tras el recorrido del Pregonero anunciando el comienzo del Real Mercado, cientos de mercaderes, artesanos y menestrales se van asentando en sus puestos para mercadear, “chafardear” o mostrar sus habilidades artesanales, siempre sujetas a un gran rigor histórico. Pronto las calles se convierten en un hervidero de bufones, truhanes, ciegos, mendigos, juglares, malabares y otros personajes variopintos, dispuestos a ejercer sus oficios de antaño. En la iglesia y capillas se celebran conciertos de música medieval, donde las zanfonas, violas, citolas y arpas lo mismo acompañan a las “cantigas” de ciego, como a las de Santa María o Martín Codax. Y en la playa, grandioso escenario natural con aforo para miles de personas, se desarrollan continuos torneos de justas, tiro con arco, cetrería montada, etc., llegando la fiesta a su apogeo con la escenificación de la Arribada de la Carabela Pinta. Paralelamente, los restaurantes, mesones, bares y tabernas, adaptan sus servicio y personal para la ocasión, sirviendo menús y cenas medievales.
La primera edición se celebró el año 1996 con motivo del 503 aniversario de la Arribada, llegando a ser actualmente una referencia de la Villa en toda la Comunidad Autónoma, ya que tres años después de su creación ya era declarada Fiesta de Galicia de Interés Turístico, según acuerdo del Consello de la Xunta tomado el 17 de junio de 1999, al amparo del Decreto 203/1998 (DOG nº 131 del 9-7-99).
Hoy la fiesta goza de un reconocido prestigio a nivel nacional, trascendiendo su organización a otras comarcas y pueblos, como sucede en los colombinos de Palos de la Frontera (Huelva) y Santa Fe (Granada), donde ya la reproducen con notable éxito. El Ayuntamiento cuenta con un interesante patrimonio de atrezzo, tenderetes, portones, reposteros, pendones, estandartes, vestuario, etc., así como abundante material documental, etnográfico y museístico, talleres de indumentaria medieval, encajes de bolillos, grupos de teatro clásico, de música de cámara, etc., y de una gran capacidad organizativa.
En términos generales, la Fiesta Medieval de la Arribada, que se celebra anualmente coincidiendo con la fecha de aniversario, consiste en la reproducción real de la arribada de la Pinta, en los mismos escenarios de hace cinco siglos, al amparo de una Villa transformada en un burgo medieval mediante la ambientación, animación, usos, costumbres y vivencias de aquella época, con todo el sabor de aquellos tiempos de luces y sombras, con un mercado y una algarabía de mercaderes, artesanos, comediantes y personajes variopintos que consiguen meter al público en el túnel del tiempo y transportarlo al medievo. Una fiesta que, adquiriendo un profundo significado histórico, goza de la total aceptación de los lugareños y las decenas de miles de visitantes que participan en cada edición huyendo de los agobios contemporáneos y dejándose llevar por los colores, sonidos, formas y sabores de un tiempo terrible y a la vez espléndido, cuyo aroma se conserva aun en no pocos rincones de la Villa.
Los preparativos comienzan dos meses antes de cada edición con los ensayos escénicos, la publicación del Reglamento del Real Mercado Medieval y la puesta a punto del atrezzo y vestuario medieval. Faltando un mes se hacen públicos el Bando del Corregidor y las Provisiones, Cédulas y Albalás para el mejor provecho y servicio de la fiesta y de cuantas almas acudieren a ella. Dos semanas antes, se inician los trabajos de ambientación, eliminando o camuflando en todo el recinto cualquier elemento moderno, cambiando los nombres de las calles y plazas por los existentes en el medievo, montando portones y postigos a las entradas y salidas, colgando cientos de reposteros, estandartes, gallardetes, oriflamas y blasones de época en los balcones, ventanas, corredores y solanas, disponiendo en las plazas y rincones toda serie de aperos, trebejos y pertrechos que nos recuerdan las faenas y oficios de nuestros antepasados. Se distribuyen luego por todo el casco más de doscientos tenderetes de época, destinados a la venta de mercadurías y vituallas, dedicando las plazas a exposiciones de antigüedades, juegos infantiles de época, talleres de artesanos, etc.
Ambientados así la playa, muralla y casco antiguo, la Villa comienza a tomar vida con una asombrosa animación medieval que dura tres días. Tras el recorrido del Pregonero anunciando el comienzo del Real Mercado, cientos de mercaderes, artesanos y menestrales se van asentando en sus puestos para mercadear, “chafardear” o mostrar sus habilidades artesanales, siempre sujetas a un gran rigor histórico. Pronto las calles se convierten en un hervidero de bufones, truhanes, ciegos, mendigos, juglares, malabares y otros personajes variopintos, dispuestos a ejercer sus oficios de antaño. En la iglesia y capillas se celebran conciertos de música medieval, donde las zanfonas, violas, citolas y arpas lo mismo acompañan a las “cantigas” de ciego, como a las de Santa María o Martín Codax. Y en la playa, grandioso escenario natural con aforo para miles de personas, se desarrollan continuos torneos de justas, tiro con arco, cetrería montada, etc., llegando la fiesta a su apogeo con la escenificación de la Arribada de la Carabela Pinta. Paralelamente, los restaurantes, mesones, bares y tabernas, adaptan sus servicio y personal para la ocasión, sirviendo menús y cenas medievales.
La primera edición se celebró el año 1996 con motivo del 503 aniversario de la Arribada, llegando a ser actualmente una referencia de la Villa en toda la Comunidad Autónoma, ya que tres años después de su creación ya era declarada Fiesta de Galicia de Interés Turístico, según acuerdo del Consello de la Xunta tomado el 17 de junio de 1999, al amparo del Decreto 203/1998 (DOG nº 131 del 9-7-99).
Hoy la fiesta goza de un reconocido prestigio a nivel nacional, trascendiendo su organización a otras comarcas y pueblos, como sucede en los colombinos de Palos de la Frontera (Huelva) y Santa Fe (Granada), donde ya la reproducen con notable éxito. El Ayuntamiento cuenta con un interesante patrimonio de atrezzo, tenderetes, portones, reposteros, pendones, estandartes, vestuario, etc., así como abundante material documental, etnográfico y museístico, talleres de indumentaria medieval, encajes de bolillos, grupos de teatro clásico, de música de cámara, etc., y de una gran capacidad organizativa.
Invitado- Invitado
Re: Baiona. Fiesta de la Arribada 2009. ALguien se apunta?
Podeis ver algunas fotos en :
http://www.vigoenfotos.com/baiona/t_arribada_torneo_1.html
A la noche os dejare si puedo unas de nosotros hace dos años. El año pasado Aimar era demasiado pequeño par andar por el medio con tanta fiesta.
Un biquiño
http://www.vigoenfotos.com/baiona/t_arribada_torneo_1.html
A la noche os dejare si puedo unas de nosotros hace dos años. El año pasado Aimar era demasiado pequeño par andar por el medio con tanta fiesta.
Un biquiño
Invitado- Invitado
Re: Baiona. Fiesta de la Arribada 2009. ALguien se apunta?
Ayyyyyyyyyy Dios mio.Con lo que me gusta a mí todo lo mediaval.Me hubiera encantado haber nacido en la época de Los pilares de la tierra,La catedral del mar,La bodega ainsssssssss me encantaría acudir pero nos separan mas de 1000 kilómetros.Un beso
Invitado- Invitado
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