jarabe baby defensas

Hola. Mis hijas siempre han tenido muy buenas defensas (yo creo que los años de leche materna que han disfrutado cada una han tenido mucho que ver ), rara vez han enfermado y nunca de nada realmente importante. Sus catarros son cuatro toses y seis mocos  y ni fiebre ni nada similar. Así que no me he planteado nunca darles nada para mejorar sus defensas.

El jarabe al que haces referencia contiene: Jalea real liofilizada, extracto seco de própolis, extracto seco de equinácea, polen líquido, extracto seco de astrágalus, espirulina en polvo, extracto seco de escaramujo, extracto seco de liquen, vitamina C, alga clorella, quelato de hierro, miel en polvo y azúcar de caña.

Empecemos por el final: los menores de un año no deberían de tomar miel, porque hay riesgo de botulismo y durante los primeros años es mejor evitar el consumo de azúcar, sea refinada o de caña... Habría que mirar las dosis, de todos modos, pero yo esperaría a que el bebé tuviera algún mes más para dar este jarabe...

Vamos a hacer trabajo de investigación gracias a San Google :

Son conocidos los beneficios de la jalea real: vitaminas B1, B2, B6, B5 (en gran cantidad), B8, E y PP, y ácido fólico. Tiene, además, antibióticos, gammaglobulina, albúminas, y aminoácidos (arginina, valina, lisina, metionina, prolina, serina, glicina, etc.). Además minerales como hierro, calcio, sodio, manganeso, cobre, potasio y zinc.

También del própolis (yo tomo unas pastillitas naturales con própolis, miel y limón cuando estoy afónica): se utiliza para tratar catarros de las vías respiratorias altas, resfriado común, gripe de cualquier virus y cepa, infecciones de amígdalas, sinusitis, otitis, laringitis, bronquitis, asma bronquial, neumonía crónica, tuberculosis pulmonar y para otras muchas afecciones de otro tipo...

La equinácea es conocida por su capacidad de ayudarle a recuperarse de los resfriados y los catarros menores rápidamente.

El polen contiene vitaminas A, D, E, B1, C, K, colina y rutina, así como otras que no se han identificado todavía. Y también una completa lista de minerales y oligoelementos: sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, cinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre. La combinación de todos ellos juntos, que no se encuentra en ningún otro alimento natural o suplemento preparado, hacen de él una fórmula óptima para reconstruir toda clase de tejidos, debido a su alto valor nutritivo.

El astrágalus se cree que funciona para impulsar el correcto funcionamiento de los pulmones y prevenir la aparición de trastornos respiratorios, como neumonía y bronquitis.

La espirulina contiene una sorprendente variedad de elementos nutritivos: vitaminas, macrominerals, minerales, ácidos grasos esenciales, proteínas, ácidos nucleicos (ADN y ARN), clorofila, y una amplia gama de fitoquímicos. La O.N.U. recomienda el empleo de microalgas como la spirulina contra la malnutrición aguda en situaciones de emergencia humanitaria, de malnutriciones de índole crónico, y para el desarrollo sostenible. (Personalmente yo compraba este alga hace años en forma de pastillas porque decían que ayudaban en las dietas de adelgazamiento).

El liquen se utiliza, entre otras cosas, para las enfermedades pulmonares.

La vitamina C es muy conocida porque es un remedio popular para el resfriado común pero tiene más propiedades.

El alga clorella es un alimento fundamental por ser fuente natural de proteínas, vitaminas y minerales, por ser el organismo conocido con la mayor concentración de clorofila y por contener el llamado factor de crecimiento de la Chlorella (CGF), fitonutriente que la hace única. Pero también por sus innegables propiedades terapéuticas para estimular el crecimiento y regeneración celular, fortalecer el sistema inmune, proteger de los radicales libres, mejorar la digestión y lo que parece ser su mayor virtud, desintoxicar el organismo de metales pesados, tóxicos, etc.

Y, por último, el quelato de hierro pasa por un proceso que lo une a los aminoácidos. Este proceso hace que el hierro sea más similar al hierro que se produce naturalmente en los alimentos.

En fin, parece un jarabe muy muy completito. No sé si su composición será adecuada para un bebé o un niño muy pequeño, sobre todo por el tema de las algas y porque habría que controlar las dosis (hay productos que se venden para bebés y son de todo menos aptos). A mí me convence a simple vista pero ni soy pediatra ni soy homeópata ni nada similar. Tal vez para niños propensos a tener catarros o virus intestinales les vaya bien, mejore sus defensas, les nutra en cierto modo, les aporte vitaminas (como en todo, hay que ir con cuidado de no hipervitaminar ni supermineralizar a los niños (ni adultos)...que no son La Hormiga Atómica ) y evite que enfermen.

Si decides dárselo, ya nos contarás qué tal. Un abrazo.