Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
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Mom of a Teenager
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Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola a todas. Comenzaré diciendo que no me he presentado porque me conocéis de sobra, pero he decidido escribir bajo este pseudónimo para preservar la intimidad de dos menores de edad y para evitar problemas con una parte de la familia de ellas.
Por favor, os pido que tengáis cuidado de no sufrir ningún lapsus a la hora de nombrarnos, desvelando nuestra verdadera identidad, que este subforo es público. Vamos a hacer una cosa: en este post yo voy a ser Ainhoa, mi pareja Sara y las dos niñas Sheyla (la mayor) y Ariadna (la pequeña). Vivimos las cuatro juntas (con las niñas la mitad de la semana). Me divorcié hace más de dos años. Voy a ver si me veo con fuerzas de escribir y desahogarme, porque me estoy removiendo por dentro sólo de pensarlo...pero, por otra parte, lo necesito hace tiempo. Necesito no sólo hablar sobre ello, sino escribirlo, desgranarlo, analizarlo, reflexionar sobre cómo ha evolucionado este asunto...aunque no creo que ahora mismo la cabeza me dé para hacer mucho...
El problema lo tengo con Sheyla, una adolescente de 12 años que nos empieza a traer por la calle de la amargura...y me da que si no frenamos esto, cada vez la situación va a empeorar. Llevo tiempo intentando justificarla unas veces y quitándole importancia en otras. Pero esta conducta de sangre de horchata por mi parte tampoco le ayuda a ella ni a nosotras.
Empezaré describiendo la parte de su personalidad que me disgusta y preocupa:
* Es egoísta: le importa poco que estés cansada, con sueño, enferma... lo que le sucede a ella siempre es más importante, aunque sea un pequeño moratón en la rodilla.
* Es manipuladora y mentirosa: esto nos ha dado muuuchos problemas con la otra parte de la familia. Allí a la familia paterna les cuenta cosas que no son ciertas o que en parte lo son pero las dramatiza de tal modo que Sara y yo parecemos malas malísimas, despreocupadas, negligentes y desastrosas. Una vez hace meses se dedicó a sacar fotos, vídeos, audios dentro de esta casa y enviarlas por whattsapp a Bonifacio (así llamaremos a ya os imagináis quién, siento no ser capaz de ponerle un nombre bonito). Los audios tenían cortes para que las frases sonaran de un modo totalmente distinto (como hacen en programas como El Intermedio de La Sexta), las fotos las sacaba con cara de puchero fingiendo que se le había ordenado hacer tareas que en realidad no se le habían asignado o al menos no del modo que quería transmitir, etc. El día que lo descubrí (lo que no fue fácil porque rara vez se deja el móvil conectado) y leí la conversación de whattsapp había eliminado la mayoría de archivos adjuntos pero lo que decía y mostraba y lo que le respondía Bonifacio era...ufff...para mear y no echar gota.
Llamamos a la otra parte para que vinieran y tuvimos una larga conversación. No sólo les descubrimos y echamos en cara la conducta inapropiada de Sheyla sino a quien también le seguía la corriente y le hablaba mal de nosotras. Ese día la confianza con ella se quebró de un modo muy importante. Ahora el móvil lo tiene que apagar en cuanto entra en casa y me lo quedo yo hasta que se va al instituto. Hace un tiempo se lo cazamos encendido y, aunque había eliminado parte del historial de conversación, leí más perlitas de Bonifacio. Sí, ese mismo que hace unos meses me llamó bruja en un mensaje. Ese mismo que luego os cuento hasta qué punto ha llegado... Algunas veces quiere quedarse sola mientras vamos a llevar a Ariadna al cole y ella, come, no se lo permitimos porque, es muy duro decirlo, no nos fiamos en absoluto de ella. Ayer quisimos acostarnos media horita en la cama y guardamos en nuestra habitación ambos ordenadores portátiles, su móvil y el teléfono fijo. Sabemos de lo que es capaz...y no es nada bueno.
* Desprecia y es indiferente: es una niña que, y esto me duele muchísimo confesarlo, pasa de mí. Sí, así tal cual lo digo. A nivel presencial conversa conmigo, me cuenta cosas, etc. (eso sí, siempre habla de lo que a ella le interesa, le preocupa, lo que le gusta o disgusta...pocas veces hablamos de mí, de lo que me sucede o me preocupa, de mis problemas de salud.... jamás me dice "¿cómo estás, mamá?"). A nivel teléfonico tanto Sara como yo hacemos esfuerzos de llamarlas cada vez que están en la otra casa... a veces nos hemos llegado a poner el despertador para levantarnos antes de la siesta y darles un toque a la hora que sabemos que se las puede localizar. Llamamos y llamamos y pueden suceder dos cosas: o que Sheyla conteste con monosílabos y te des cuenta de que no te presta atención porque está viendo Violetta o simplemente porque pasa olímpicamente de lo que le dices (y eso que no le contamos nuestra vida, sino que preguntamos por la de ella) o que haga como hoy: nos ha colgado el teléfono cinco veces. Oyes dos toques, luego una frase automática de que ese teléfono Movistar no está disponible, inmediatamente llamas y está apagado, a los dos minutos nos llega un "Avísame Movistar" de que está disponible, cuelga, apaga el teléfono...y así sucesivamente.
Me parece de una mala educación y fata de respeto terrible colgar el teléfono a cualquiera, pero más si es tu madre, la cual te llama expresamente para desearte buenas noches y preguntarte qué tal has pasado el día.
Del mismo modo, hace mucho tiempo me eliminó del facebook (os adelanto que lo tenía configurado para que no viera nada de mi relación con Sara, sino otro tipo de noticias aptas para su edad o aplicaciones de juegos etc.). Yo misma me agregué de nuevo (tengo la contraseña, es la condición para que pueda usarlo), ella me borró de nuevo... Eso sí, en la actualidad tiene como contactos a Bonifacio, a la novia de éste, al padre de Bonifacio... a todo quisqui menos a su madre, que es la que se preocupó de crearle la cuenta y por supuesto de criarla, cuidarla, atenderla de día y de noche, jugar con ella...
Hace unos meses le eché una regañina por whattsapp y me bloqueó. A Sara la bloqueó hace un tiempo y cuando le interesó (para cuando va a buscarla al instituto y quiere saber dónde está el coche aparcado) la desbloquéo hasta el día de hoy. Esta mañana no le ha gustado unas cosas, con motivo, que le ha dicho Sara y nos parece que la ha bloqueado de nuevo.
No me gusta nada de nada este tipo de actitudes con dos personas que siempre se han preocupado que no le falte de nada y que han hecho sacrificios por ella y por su hermana Ariadna. La veo convirtiéndose gradualmente en una adolescente conflictiva, como las que salen en el programa Hermano Mayor...que empezaron apuntado maneras del mismo modo que ella...
Volviendo al tema de las manipulaciones, hace unos pocos meses un día aquí en casa tuve un cruce de frases con ella a raíz de que me echaba en cara cosas, yo me vine abajo y me puse a llorar porque me duele mucho sentirme despreciada por ella, infravalorada... Subí a la habitación y Sara subió a consolarme. Pues a Sheyla no se le ocurrió otra cosa que llamar al móvil a Bonifacio (es el único número de teléfono que se sabe de memoria) poco más que pidiendo socorro. Sara la escuchó hablando, bajó, la pilló con el teléfono fijo y pidió que le pasara con quien estuviera hablando. La otra parte comenzó a gritar, a amenazar...y entre las amenazas una fue que me iba a quitar la custodia, que me iba a llevar delante de un juez...y bueno, ambos (Bonifacio y Sara) se dijeron cosas muy fuertes hasta que no pude más y colgué el teléfono.
Me dio un ataque de ansiedad importante y mucho miedo de que apareciera la Guardia Civil en casa. Esa persona es capaz de todo si se le cruzan los cables. Sara llamó a una amiga nuestra a ver si podíamos quedar con ella, su marido y con sus hijos y nos vestimos rápido y fuimos con ellos...para que las nenas se tranquilizaran con los niños y nosotras podernos desahogar con esa pareja. Aunque antes que nada quien fue a la Guardia Civil (las nenas se quedaron con Sara dentro del coche sabiendo a dónde iba y por qué iba) fui yo, no fuera que la otra parte se me adelantara, y le expliqué al agente lo sucedido, los problemas mentales de la otra parte, sus amenazas, etc. por si iba... Me dijeron que no me preocupara y me intentaron tranquilizar. Les dije que si se ponían a buscar su nombre en archivos verían que alguna vez han tenido que presentarse en su domicilio porque estaba fuera de sí, hace unos cuantos años.
Yo sé que no le darían fácilmente la custodia a alguien que ingresa 400 euros a mes, que no trabaja desde hace 10 años y no tiene intención de trabajar el resto de su vida (con 38 años) y la casa y el coche entre otras cosas los tiene completamente gracias a sus padres...y que además tiene amplios antecedentes de enfermedad mental cuando aquí en casa ambas trabajamos, pagamos alquiler, coche, comida, ropa, etc. con nuestro esfuerzo y en nuestro historial médico no consta ningún problema psiquiátrico ni psicológico. Pero el miedo, la angustia y la ansiedad en ese momento ahí estuvieron, supongo que me entenderéis. Aparte de la incredulidad por lo que había hecho Sheyla sin venir a cuento.
* Le encanta la ley del mínimo esfuerzo y es una dejada: echa a lavar las mantas o fundas nórdicas limpias o las esconde en la otra litera importándole poco si su hermana pasa frío... con tal de no tener que esforzarse un poquito más en hacer bien la cama... Ayer Sara subió a arroparlas y descubríó que estaban con una sábana y una colcha finita...e hizo levantar a Sheyla y poner las mantas...Echa a la lavadora ropa que ha llevado dos horas y en cambio deja hecha un boñigo en el armario una chaqueta llena de manchas... En casa tiene unas mínimas obligaciones que son hacerse la cama, echar a lavar (que no poner la lavadora) la ropa sucia, recoger su plato de la mesa y cuando se ducha tender la toalla y la alfombrilla del suelo. Un día le dijimos que le enseñaríamos a fregar platos y puso cara de horror y de asco... pues ya verás cuando tenga que limpiar el baño...
Vive en los mundos de Yuppie, habla de tener una mansión cuando sea mayor, de comprarse un deportivo descapotable... Aquí en esta casa le enseñamos que hay que trabajar para tener dinero (que no llueve del cielo), que hay que pagar impuestos, alquileres, seguros de coche, facturas... pero luego en la otra parte lo que ve es que se puede vivir de lujo sin trabajar...
No entiendo la conducta de mi hija y si no fuera porque las he parido yo y sé que ambas niñas son mías, pensaría que no son hermanas biológicas. No hay que comparar a las personas, pero en este caso he de hacerlo. Porque las he criado prácticamente igual e incluso con la mayor dediqué más tiempo a estar con ella, ya que decidí no trabajar hasta que cumplió dos años y medio (con la peque me incorporé antes de que cumpliera los 4 meses). Han recibido de mi parte mucho cariño, atenciones, mucho tiempo, dedicación de día y de noche... Ariadna, la pequeña, es una niña que debate los temas de modo educado y racional, es cariñosa (se te abraza, se encarama a Sara y a mí -sobre todo a ella- como un koala, te sonríe desde la fila del cole), si te ve mal te dice que te acuestes y duermas que ella se puede quedar jugando o viendo dibujos y te consuela si te ve llorar. Para algunas cosas es infantil pero para otras es más madura que su hermana teniendo cuatro años menos.
Sheyla prefiere estar con Bonifacio cuando es una persona que durante años se ocupó lo mínimo. Y por supuesto le encanta estar con la madre de él porque es una persona que le permite casi todo, la consiente, le dice que no a pocas cosas... Al menos, con esta señora tenemos una relación cordial, y una comunicación fluida tanto en persona como por whattsapp o llamadas de teléfono. Con él ahora mismo la relación es nula. Y hoy le hemos hecho saber a ella cómo está actuando su nieta...pero yo creo que la justifica y casi que la considera una víctima... en lugar de darse cuenta de que Sheyla muchas veces sabe el daño que causa y actúa con maldad y premeditación.
Vamos a tener que hablar con la psicopedagoga del instituto a ver si nos ayuda. Aunque aquí en casa seguiremos conversando con ella, explicándole que no puede poner malas caras ni dar portazos ni encerrarse en el baño cuando se le dicen cosas que no quiere escuchar. En la vida adulta recibimos de nuestro entorno familiar, social y laboral "regañinas" y reproches y tenemos que saber hacerles frente. A nadie nos gusta que nos llamen la atención con aquello que hacemos mal pero así es la vida y debemos de aprender de la crítica constructiva. Y aprenderá también la cantidad de privilegios que puede perder si no se porta bien.
Con el profesor tuvimos hace no mucho una reunión, pero sólo para hablar de temas académicos y conductuales a nivel escolar y dijo que tenía una conducta excelente (las calificaciones escolares no tanto, pero no son preocupantes). También es cierto que su clase tiene un rendimiento algo bajo y la buena conducta no abunda...les agrupan por niveles y ella está en el 3, con algunos gamberrillos, cosa que no me hace gracia. Ojalá mejore y la pasen al nivel 2 donde se centrará más.
En fin, me está doliendo la cabeza y voy a ver si ceno algo. No sé ni cómo me he expresado, pero necesitaba escribir sobre ello. Es doloroso ver que hay días que la niña está en muchas ocasiones genial en casa, con una conducta normal, afable, sin dar problemas, simápática... pero luego tiene estos desaires, esa conducta conflictiva, ese distanciamiento de su propia madre...
Gracias por estar ahí...
Por favor, os pido que tengáis cuidado de no sufrir ningún lapsus a la hora de nombrarnos, desvelando nuestra verdadera identidad, que este subforo es público. Vamos a hacer una cosa: en este post yo voy a ser Ainhoa, mi pareja Sara y las dos niñas Sheyla (la mayor) y Ariadna (la pequeña). Vivimos las cuatro juntas (con las niñas la mitad de la semana). Me divorcié hace más de dos años. Voy a ver si me veo con fuerzas de escribir y desahogarme, porque me estoy removiendo por dentro sólo de pensarlo...pero, por otra parte, lo necesito hace tiempo. Necesito no sólo hablar sobre ello, sino escribirlo, desgranarlo, analizarlo, reflexionar sobre cómo ha evolucionado este asunto...aunque no creo que ahora mismo la cabeza me dé para hacer mucho...
El problema lo tengo con Sheyla, una adolescente de 12 años que nos empieza a traer por la calle de la amargura...y me da que si no frenamos esto, cada vez la situación va a empeorar. Llevo tiempo intentando justificarla unas veces y quitándole importancia en otras. Pero esta conducta de sangre de horchata por mi parte tampoco le ayuda a ella ni a nosotras.
Empezaré describiendo la parte de su personalidad que me disgusta y preocupa:
* Es egoísta: le importa poco que estés cansada, con sueño, enferma... lo que le sucede a ella siempre es más importante, aunque sea un pequeño moratón en la rodilla.
* Es manipuladora y mentirosa: esto nos ha dado muuuchos problemas con la otra parte de la familia. Allí a la familia paterna les cuenta cosas que no son ciertas o que en parte lo son pero las dramatiza de tal modo que Sara y yo parecemos malas malísimas, despreocupadas, negligentes y desastrosas. Una vez hace meses se dedicó a sacar fotos, vídeos, audios dentro de esta casa y enviarlas por whattsapp a Bonifacio (así llamaremos a ya os imagináis quién, siento no ser capaz de ponerle un nombre bonito). Los audios tenían cortes para que las frases sonaran de un modo totalmente distinto (como hacen en programas como El Intermedio de La Sexta), las fotos las sacaba con cara de puchero fingiendo que se le había ordenado hacer tareas que en realidad no se le habían asignado o al menos no del modo que quería transmitir, etc. El día que lo descubrí (lo que no fue fácil porque rara vez se deja el móvil conectado) y leí la conversación de whattsapp había eliminado la mayoría de archivos adjuntos pero lo que decía y mostraba y lo que le respondía Bonifacio era...ufff...para mear y no echar gota.
Llamamos a la otra parte para que vinieran y tuvimos una larga conversación. No sólo les descubrimos y echamos en cara la conducta inapropiada de Sheyla sino a quien también le seguía la corriente y le hablaba mal de nosotras. Ese día la confianza con ella se quebró de un modo muy importante. Ahora el móvil lo tiene que apagar en cuanto entra en casa y me lo quedo yo hasta que se va al instituto. Hace un tiempo se lo cazamos encendido y, aunque había eliminado parte del historial de conversación, leí más perlitas de Bonifacio. Sí, ese mismo que hace unos meses me llamó bruja en un mensaje. Ese mismo que luego os cuento hasta qué punto ha llegado... Algunas veces quiere quedarse sola mientras vamos a llevar a Ariadna al cole y ella, come, no se lo permitimos porque, es muy duro decirlo, no nos fiamos en absoluto de ella. Ayer quisimos acostarnos media horita en la cama y guardamos en nuestra habitación ambos ordenadores portátiles, su móvil y el teléfono fijo. Sabemos de lo que es capaz...y no es nada bueno.
* Desprecia y es indiferente: es una niña que, y esto me duele muchísimo confesarlo, pasa de mí. Sí, así tal cual lo digo. A nivel presencial conversa conmigo, me cuenta cosas, etc. (eso sí, siempre habla de lo que a ella le interesa, le preocupa, lo que le gusta o disgusta...pocas veces hablamos de mí, de lo que me sucede o me preocupa, de mis problemas de salud.... jamás me dice "¿cómo estás, mamá?"). A nivel teléfonico tanto Sara como yo hacemos esfuerzos de llamarlas cada vez que están en la otra casa... a veces nos hemos llegado a poner el despertador para levantarnos antes de la siesta y darles un toque a la hora que sabemos que se las puede localizar. Llamamos y llamamos y pueden suceder dos cosas: o que Sheyla conteste con monosílabos y te des cuenta de que no te presta atención porque está viendo Violetta o simplemente porque pasa olímpicamente de lo que le dices (y eso que no le contamos nuestra vida, sino que preguntamos por la de ella) o que haga como hoy: nos ha colgado el teléfono cinco veces. Oyes dos toques, luego una frase automática de que ese teléfono Movistar no está disponible, inmediatamente llamas y está apagado, a los dos minutos nos llega un "Avísame Movistar" de que está disponible, cuelga, apaga el teléfono...y así sucesivamente.
Me parece de una mala educación y fata de respeto terrible colgar el teléfono a cualquiera, pero más si es tu madre, la cual te llama expresamente para desearte buenas noches y preguntarte qué tal has pasado el día.
Del mismo modo, hace mucho tiempo me eliminó del facebook (os adelanto que lo tenía configurado para que no viera nada de mi relación con Sara, sino otro tipo de noticias aptas para su edad o aplicaciones de juegos etc.). Yo misma me agregué de nuevo (tengo la contraseña, es la condición para que pueda usarlo), ella me borró de nuevo... Eso sí, en la actualidad tiene como contactos a Bonifacio, a la novia de éste, al padre de Bonifacio... a todo quisqui menos a su madre, que es la que se preocupó de crearle la cuenta y por supuesto de criarla, cuidarla, atenderla de día y de noche, jugar con ella...
Hace unos meses le eché una regañina por whattsapp y me bloqueó. A Sara la bloqueó hace un tiempo y cuando le interesó (para cuando va a buscarla al instituto y quiere saber dónde está el coche aparcado) la desbloquéo hasta el día de hoy. Esta mañana no le ha gustado unas cosas, con motivo, que le ha dicho Sara y nos parece que la ha bloqueado de nuevo.
No me gusta nada de nada este tipo de actitudes con dos personas que siempre se han preocupado que no le falte de nada y que han hecho sacrificios por ella y por su hermana Ariadna. La veo convirtiéndose gradualmente en una adolescente conflictiva, como las que salen en el programa Hermano Mayor...que empezaron apuntado maneras del mismo modo que ella...
Volviendo al tema de las manipulaciones, hace unos pocos meses un día aquí en casa tuve un cruce de frases con ella a raíz de que me echaba en cara cosas, yo me vine abajo y me puse a llorar porque me duele mucho sentirme despreciada por ella, infravalorada... Subí a la habitación y Sara subió a consolarme. Pues a Sheyla no se le ocurrió otra cosa que llamar al móvil a Bonifacio (es el único número de teléfono que se sabe de memoria) poco más que pidiendo socorro. Sara la escuchó hablando, bajó, la pilló con el teléfono fijo y pidió que le pasara con quien estuviera hablando. La otra parte comenzó a gritar, a amenazar...y entre las amenazas una fue que me iba a quitar la custodia, que me iba a llevar delante de un juez...y bueno, ambos (Bonifacio y Sara) se dijeron cosas muy fuertes hasta que no pude más y colgué el teléfono.
Me dio un ataque de ansiedad importante y mucho miedo de que apareciera la Guardia Civil en casa. Esa persona es capaz de todo si se le cruzan los cables. Sara llamó a una amiga nuestra a ver si podíamos quedar con ella, su marido y con sus hijos y nos vestimos rápido y fuimos con ellos...para que las nenas se tranquilizaran con los niños y nosotras podernos desahogar con esa pareja. Aunque antes que nada quien fue a la Guardia Civil (las nenas se quedaron con Sara dentro del coche sabiendo a dónde iba y por qué iba) fui yo, no fuera que la otra parte se me adelantara, y le expliqué al agente lo sucedido, los problemas mentales de la otra parte, sus amenazas, etc. por si iba... Me dijeron que no me preocupara y me intentaron tranquilizar. Les dije que si se ponían a buscar su nombre en archivos verían que alguna vez han tenido que presentarse en su domicilio porque estaba fuera de sí, hace unos cuantos años.
Yo sé que no le darían fácilmente la custodia a alguien que ingresa 400 euros a mes, que no trabaja desde hace 10 años y no tiene intención de trabajar el resto de su vida (con 38 años) y la casa y el coche entre otras cosas los tiene completamente gracias a sus padres...y que además tiene amplios antecedentes de enfermedad mental cuando aquí en casa ambas trabajamos, pagamos alquiler, coche, comida, ropa, etc. con nuestro esfuerzo y en nuestro historial médico no consta ningún problema psiquiátrico ni psicológico. Pero el miedo, la angustia y la ansiedad en ese momento ahí estuvieron, supongo que me entenderéis. Aparte de la incredulidad por lo que había hecho Sheyla sin venir a cuento.
* Le encanta la ley del mínimo esfuerzo y es una dejada: echa a lavar las mantas o fundas nórdicas limpias o las esconde en la otra litera importándole poco si su hermana pasa frío... con tal de no tener que esforzarse un poquito más en hacer bien la cama... Ayer Sara subió a arroparlas y descubríó que estaban con una sábana y una colcha finita...e hizo levantar a Sheyla y poner las mantas...Echa a la lavadora ropa que ha llevado dos horas y en cambio deja hecha un boñigo en el armario una chaqueta llena de manchas... En casa tiene unas mínimas obligaciones que son hacerse la cama, echar a lavar (que no poner la lavadora) la ropa sucia, recoger su plato de la mesa y cuando se ducha tender la toalla y la alfombrilla del suelo. Un día le dijimos que le enseñaríamos a fregar platos y puso cara de horror y de asco... pues ya verás cuando tenga que limpiar el baño...
Vive en los mundos de Yuppie, habla de tener una mansión cuando sea mayor, de comprarse un deportivo descapotable... Aquí en esta casa le enseñamos que hay que trabajar para tener dinero (que no llueve del cielo), que hay que pagar impuestos, alquileres, seguros de coche, facturas... pero luego en la otra parte lo que ve es que se puede vivir de lujo sin trabajar...
No entiendo la conducta de mi hija y si no fuera porque las he parido yo y sé que ambas niñas son mías, pensaría que no son hermanas biológicas. No hay que comparar a las personas, pero en este caso he de hacerlo. Porque las he criado prácticamente igual e incluso con la mayor dediqué más tiempo a estar con ella, ya que decidí no trabajar hasta que cumplió dos años y medio (con la peque me incorporé antes de que cumpliera los 4 meses). Han recibido de mi parte mucho cariño, atenciones, mucho tiempo, dedicación de día y de noche... Ariadna, la pequeña, es una niña que debate los temas de modo educado y racional, es cariñosa (se te abraza, se encarama a Sara y a mí -sobre todo a ella- como un koala, te sonríe desde la fila del cole), si te ve mal te dice que te acuestes y duermas que ella se puede quedar jugando o viendo dibujos y te consuela si te ve llorar. Para algunas cosas es infantil pero para otras es más madura que su hermana teniendo cuatro años menos.
Sheyla prefiere estar con Bonifacio cuando es una persona que durante años se ocupó lo mínimo. Y por supuesto le encanta estar con la madre de él porque es una persona que le permite casi todo, la consiente, le dice que no a pocas cosas... Al menos, con esta señora tenemos una relación cordial, y una comunicación fluida tanto en persona como por whattsapp o llamadas de teléfono. Con él ahora mismo la relación es nula. Y hoy le hemos hecho saber a ella cómo está actuando su nieta...pero yo creo que la justifica y casi que la considera una víctima... en lugar de darse cuenta de que Sheyla muchas veces sabe el daño que causa y actúa con maldad y premeditación.
Vamos a tener que hablar con la psicopedagoga del instituto a ver si nos ayuda. Aunque aquí en casa seguiremos conversando con ella, explicándole que no puede poner malas caras ni dar portazos ni encerrarse en el baño cuando se le dicen cosas que no quiere escuchar. En la vida adulta recibimos de nuestro entorno familiar, social y laboral "regañinas" y reproches y tenemos que saber hacerles frente. A nadie nos gusta que nos llamen la atención con aquello que hacemos mal pero así es la vida y debemos de aprender de la crítica constructiva. Y aprenderá también la cantidad de privilegios que puede perder si no se porta bien.
Con el profesor tuvimos hace no mucho una reunión, pero sólo para hablar de temas académicos y conductuales a nivel escolar y dijo que tenía una conducta excelente (las calificaciones escolares no tanto, pero no son preocupantes). También es cierto que su clase tiene un rendimiento algo bajo y la buena conducta no abunda...les agrupan por niveles y ella está en el 3, con algunos gamberrillos, cosa que no me hace gracia. Ojalá mejore y la pasen al nivel 2 donde se centrará más.
En fin, me está doliendo la cabeza y voy a ver si ceno algo. No sé ni cómo me he expresado, pero necesitaba escribir sobre ello. Es doloroso ver que hay días que la niña está en muchas ocasiones genial en casa, con una conducta normal, afable, sin dar problemas, simápática... pero luego tiene estos desaires, esa conducta conflictiva, ese distanciamiento de su propia madre...
Gracias por estar ahí...
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Siento no poder ser de mucha ayuda, animo, paciencia, creo que una psicologa ayudaria muchisimo, a que la niña exteriorizara los sentimientos, sensaciones, motivaciones, las situaciones que la hacen actuar de determinada manera contigo que eres su mama, y con Sara.
lupita17179- Nivel 1
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola Ainhoa
Antes que nada decirte que siento mucho que estés pasando por esta situación. La adolescencia es una etapa difícil, lo es para todos y todos hemos pasado por ella con menor o mayor sufrimiento.
Yo diría que tu hija Sheila tiene un resentimiento hacia ti y hacia tu pareja... Siempre se ha comportado así contigo? desde cuándo has notado este cambio en su carácter? Creo que deberías hablar con ella, intentar que se sincere, que te cuente qué la pasa, por qué actúa así. Todo eso sin echar nada en cara, evitando frases tales como "yo te he dado todo de mí, te he criado con respeto, empatía, cariño, dedicación etc.." porque precisamente esa era tu responsabilidad como madre y así lo creerá ella también.
Intenta empatizar con ella. Sé que de empatía sabes mucho y que te sobra. Pero, inténtalo una vez más. Repasa los últimos acontecimientos de la vida de tu hija (la separación de sus padres, la nueva vida de ambos (de Bonifacio y la tuya), su nueva situación familiar (distintas casas con lo que eso conlleva) Piensa si quizás vivió todo el cambio de una forma muy brusca y precipitada... igual no le dio tiempo a asimilar las cosas. No sé, es una idea...
Lo cierto es que tu hija está enfadada contigo. Y no me vale el argumento (que te habrán dicho muchas veces, como una excusa que todo lo calla) de que la adolescencia es la etapa de la rebeldía por antonomasia, del portazo, del pasar de tus padres, etc etc. Yo he convivido con una adolescente y puedo asegurarte que nunca hubo un disgusto parecido al que tú cuentas. Es cierto que es una edad difícil, pero tampoco tiene que ser a esos niveles. Estoy segura de que lo sabes y por eso pides ayuda o experiencias que te den una luz.
Mi consejo es que hables con ella. Ayúdala a que abra su corazón, que te diga por qué se comporta así. Dila que sientes si la has hecho daño o si alguna decisión tuya ha podido herirla. Intenta sacarla todo lo que lleva dentro. Y, si no lo consigues, mi siguiente consejo es que acudas a un psicólogo. Si contigo no se suelta, igual un profesional sí lo consigue.
mucho ánimo Ainhoa! ya nos contarás...
besos
Antes que nada decirte que siento mucho que estés pasando por esta situación. La adolescencia es una etapa difícil, lo es para todos y todos hemos pasado por ella con menor o mayor sufrimiento.
Yo diría que tu hija Sheila tiene un resentimiento hacia ti y hacia tu pareja... Siempre se ha comportado así contigo? desde cuándo has notado este cambio en su carácter? Creo que deberías hablar con ella, intentar que se sincere, que te cuente qué la pasa, por qué actúa así. Todo eso sin echar nada en cara, evitando frases tales como "yo te he dado todo de mí, te he criado con respeto, empatía, cariño, dedicación etc.." porque precisamente esa era tu responsabilidad como madre y así lo creerá ella también.
Intenta empatizar con ella. Sé que de empatía sabes mucho y que te sobra. Pero, inténtalo una vez más. Repasa los últimos acontecimientos de la vida de tu hija (la separación de sus padres, la nueva vida de ambos (de Bonifacio y la tuya), su nueva situación familiar (distintas casas con lo que eso conlleva) Piensa si quizás vivió todo el cambio de una forma muy brusca y precipitada... igual no le dio tiempo a asimilar las cosas. No sé, es una idea...
Lo cierto es que tu hija está enfadada contigo. Y no me vale el argumento (que te habrán dicho muchas veces, como una excusa que todo lo calla) de que la adolescencia es la etapa de la rebeldía por antonomasia, del portazo, del pasar de tus padres, etc etc. Yo he convivido con una adolescente y puedo asegurarte que nunca hubo un disgusto parecido al que tú cuentas. Es cierto que es una edad difícil, pero tampoco tiene que ser a esos niveles. Estoy segura de que lo sabes y por eso pides ayuda o experiencias que te den una luz.
Mi consejo es que hables con ella. Ayúdala a que abra su corazón, que te diga por qué se comporta así. Dila que sientes si la has hecho daño o si alguna decisión tuya ha podido herirla. Intenta sacarla todo lo que lleva dentro. Y, si no lo consigues, mi siguiente consejo es que acudas a un psicólogo. Si contigo no se suelta, igual un profesional sí lo consigue.
mucho ánimo Ainhoa! ya nos contarás...
besos
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Buenos días chicas.
El problema es que cuando el día acontece como ella quiere y no se le dice nada que no le guste...todo va sobre la seda. Pero si los planes no son los que le apetece y además le cae alguna regañina en plan de "¿qué hace una bola revuelta de cinco prendas, recién planchadas por Sara, en el armario, en lugar de bien colocada tal y como te la hemos dado?"...pues ya no tiene el día happy. Si quedamos con mis abuelos, ella lo que más le gusta de esa visita (y me avergüenza decirlo) es la propina que le dan, porque luego allí hay días que está a buenas con ellos y les cuenta cosas, etc. y otros en que pone cara de muermo enfadado, se niega a comer todo lo que sus bisabuelos han pedido para picotear como patatitas bravas a pesar de que le encantan...y pregunta decenas de veces cuándo nos vamos a casa...Mi abuelo me pregunta qué le sucede... y ya yo no sé cómo justificarla. No puedo decirles "venir a veros no es el plan que le apetecía".
En una de mis comidas de cumpleaños y en otras celebraciones se dedicó también a estar así, seria, con cara de aburrida, escurriéndose en la silla, casi sin comer...porque como el plan no le gustaba no le daba la gana de adaptarse al que tocaba ese día. Eso sí, como el plan nuestro de un sábado sea irnos a pasar el día por ahí, quedar con las hijas de una amiga nuestra con quien se lleva bien para que pueda jugar, ir a visitar tiendas de ropa de su edad, comer en el buffet libre que le gusta y volver a casa escuchando en el coche escuchando un CD de música de su estilo... ese día la niña está de lujo, oiga.
El tema no es la inadaptación a mi situación personal o al cambio que hubo en sus vidas porque ha tenido épocas buenas (pero también eran épocas en las que no se le pedía que hiciera ni el huevo) desde entonces. El tema es que no se adapta que le dicten según qué normas o se le retiren privilegios.
Algunos días hemos hablado con ella hasta la saciedad y le hemos dicho "por favor, sé sincera, no nos enfadaremos, dinos qué sientes, qué te molesta, qué te enfurece..." Ha tenido ocasión de hablar y meses atrás ha acabado diciendo qué le molestaba, qué sentimientos negativos tenía...y ha podido comprobar que nos hemos tragado el dolor y hemos estado intentando empatizar con ella, le hemos explicado las cosas, hemos estado el resto del día tratándola bien para que viera que puede abrirse y no guardarse lo que siente...
Pero ella no empatiza con nuestro dolor, con nuestro cansancio, con nuestra tristeza o problemas...
Y esta semana Sheyla estuvo bien y cambió a raíz de llamarle la atención por quita ropa de cama para que le costara menos hacerla sin preocuparle de que su hermana pasara frío.
Ah, he de añadir que aquí es muy raro (sólo cuando ya ha habido un problema gordo como el que os contaba del día que recibimos las amenazas de la Guardia Civil) que se haga algún comentario malo de Bonifacio... pero Bonifacio no para de soltar perlitas sobre mí, que anda que no he leído yo whattsapps y he oído cosas. También añado que Sara y yo las llamamos cada día que no están aquí las veces que haga falta hasta que Sheyla acaba contestando al teléfono (es extraño, no se separa de su móvil pero luego sólo lo atiende cuando le da la gana), si no se la puede localizar se le envían mensajes... Pero Bonifacio no las llama jamás cuando están aquí (en un whattsapp leí que como su madre no le deja tener el móvil conectado en casa no puede hablar con ella... ¡¡pero si antes casi nunca la llamaba!! Aparte de que le puede dar un toque al teléfono fijo).
Sheyla lo justifica en plan de "está muy ocupado"
Antes de comentar esto y mientras pienso si reír, llorar o cabrearme por esta visión de ella, me voy a buscar a Sara, que me acaba de avisar de que ha acabado de trabajar... 12 horitas... pero, claro, esto no es estar ocupada, es holgazanear...
Hasta luego.
Esto sabía que me lo diríais, pero ha tenido tiempo de asimilar la situación, hemos hablado mucho con ella, desde que sucedió todo ha tenido épocas buenas conmigo, ha visto en muchas ocasiones cómo hemos conversado cordialmente con la otra parte de su familia y cómo hemos intentado llevarnos bien.macedonia escribió:Repasa los últimos acontecimientos de la vida de tu hija (la separación de sus padres, la nueva vida de ambos (de Bonifacio y la tuya), su nueva situación familiar (distintas casas con lo que eso conlleva) Piensa si quizás vivió todo el cambio de una forma muy brusca y precipitada... igual no le dio tiempo a asimilar las cosas. No sé, es una idea...
El problema es que cuando el día acontece como ella quiere y no se le dice nada que no le guste...todo va sobre la seda. Pero si los planes no son los que le apetece y además le cae alguna regañina en plan de "¿qué hace una bola revuelta de cinco prendas, recién planchadas por Sara, en el armario, en lugar de bien colocada tal y como te la hemos dado?"...pues ya no tiene el día happy. Si quedamos con mis abuelos, ella lo que más le gusta de esa visita (y me avergüenza decirlo) es la propina que le dan, porque luego allí hay días que está a buenas con ellos y les cuenta cosas, etc. y otros en que pone cara de muermo enfadado, se niega a comer todo lo que sus bisabuelos han pedido para picotear como patatitas bravas a pesar de que le encantan...y pregunta decenas de veces cuándo nos vamos a casa...Mi abuelo me pregunta qué le sucede... y ya yo no sé cómo justificarla. No puedo decirles "venir a veros no es el plan que le apetecía".
En una de mis comidas de cumpleaños y en otras celebraciones se dedicó también a estar así, seria, con cara de aburrida, escurriéndose en la silla, casi sin comer...porque como el plan no le gustaba no le daba la gana de adaptarse al que tocaba ese día. Eso sí, como el plan nuestro de un sábado sea irnos a pasar el día por ahí, quedar con las hijas de una amiga nuestra con quien se lleva bien para que pueda jugar, ir a visitar tiendas de ropa de su edad, comer en el buffet libre que le gusta y volver a casa escuchando en el coche escuchando un CD de música de su estilo... ese día la niña está de lujo, oiga.
El tema no es la inadaptación a mi situación personal o al cambio que hubo en sus vidas porque ha tenido épocas buenas (pero también eran épocas en las que no se le pedía que hiciera ni el huevo) desde entonces. El tema es que no se adapta que le dicten según qué normas o se le retiren privilegios.
Algunos días hemos hablado con ella hasta la saciedad y le hemos dicho "por favor, sé sincera, no nos enfadaremos, dinos qué sientes, qué te molesta, qué te enfurece..." Ha tenido ocasión de hablar y meses atrás ha acabado diciendo qué le molestaba, qué sentimientos negativos tenía...y ha podido comprobar que nos hemos tragado el dolor y hemos estado intentando empatizar con ella, le hemos explicado las cosas, hemos estado el resto del día tratándola bien para que viera que puede abrirse y no guardarse lo que siente...
Pero ella no empatiza con nuestro dolor, con nuestro cansancio, con nuestra tristeza o problemas...
Y esta semana Sheyla estuvo bien y cambió a raíz de llamarle la atención por quita ropa de cama para que le costara menos hacerla sin preocuparle de que su hermana pasara frío.
Ah, he de añadir que aquí es muy raro (sólo cuando ya ha habido un problema gordo como el que os contaba del día que recibimos las amenazas de la Guardia Civil) que se haga algún comentario malo de Bonifacio... pero Bonifacio no para de soltar perlitas sobre mí, que anda que no he leído yo whattsapps y he oído cosas. También añado que Sara y yo las llamamos cada día que no están aquí las veces que haga falta hasta que Sheyla acaba contestando al teléfono (es extraño, no se separa de su móvil pero luego sólo lo atiende cuando le da la gana), si no se la puede localizar se le envían mensajes... Pero Bonifacio no las llama jamás cuando están aquí (en un whattsapp leí que como su madre no le deja tener el móvil conectado en casa no puede hablar con ella... ¡¡pero si antes casi nunca la llamaba!! Aparte de que le puede dar un toque al teléfono fijo).
Sheyla lo justifica en plan de "está muy ocupado"
Antes de comentar esto y mientras pienso si reír, llorar o cabrearme por esta visión de ella, me voy a buscar a Sara, que me acaba de avisar de que ha acabado de trabajar... 12 horitas... pero, claro, esto no es estar ocupada, es holgazanear...
Hasta luego.
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Ya estamos en casa pero en breve desayunaremos, así que sólo me quedan añadir dos cosas:
Como decía, Bonifacio parece ser una persona taaan ocupaadaaa que muchas veces no tiene ninguna hora al día para llamarlas. Pues para mí que su madre lo está mucho más y llama casi todas las noches que están las nenas aquí.
Y añado que a Sheyla se le ha pedido perdón en varias ocasiones, tanto en aquellas como se ha podido hacer o decir algo que le pudiera hacer sentirse mal... como en aquéllas que ella ha tenido un sentimiento que ha considerado negativo a pesar de que no se la estuviera riñendo ni nada similar. Pero aún estamos esperando que ella diga "siento haber malmetido tanto entre la otra parte de la familia y vosotras, haberme inventado historias, haber manipulado vídeos y audios, haber violado vuestra intimidad al mostrar vuestra casa a personas que no les incumbe, siento haber montado un numerito simplemente porque el planning del día no es el que me apetece"...
...Pero ya no pedimos que diga todo esto del modo en que lo expreso yo, sino que simplemente baje la cabeza y diga "Lo siento..." y que analice si es normal lo que hace.
Sí, es adolescente, es una persona que tiene un carácter que yo califico de implosivo... ella no suele explosionar, sino que implosiona... (yo también he sido así una parte de mi vida).
Por cierto, que mientras aquí damos vueltas al coco al tema ella se lo está pasando genial ahora mismo en Port Aventura...
Como decía, Bonifacio parece ser una persona taaan ocupaadaaa que muchas veces no tiene ninguna hora al día para llamarlas. Pues para mí que su madre lo está mucho más y llama casi todas las noches que están las nenas aquí.
Y añado que a Sheyla se le ha pedido perdón en varias ocasiones, tanto en aquellas como se ha podido hacer o decir algo que le pudiera hacer sentirse mal... como en aquéllas que ella ha tenido un sentimiento que ha considerado negativo a pesar de que no se la estuviera riñendo ni nada similar. Pero aún estamos esperando que ella diga "siento haber malmetido tanto entre la otra parte de la familia y vosotras, haberme inventado historias, haber manipulado vídeos y audios, haber violado vuestra intimidad al mostrar vuestra casa a personas que no les incumbe, siento haber montado un numerito simplemente porque el planning del día no es el que me apetece"...
...Pero ya no pedimos que diga todo esto del modo en que lo expreso yo, sino que simplemente baje la cabeza y diga "Lo siento..." y que analice si es normal lo que hace.
Sí, es adolescente, es una persona que tiene un carácter que yo califico de implosivo... ella no suele explosionar, sino que implosiona... (yo también he sido así una parte de mi vida).
Por cierto, que mientras aquí damos vueltas al coco al tema ella se lo está pasando genial ahora mismo en Port Aventura...
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola Ainhoa, lamento leerte tan angustiada y dolida, tanto que antes de abrir el mensaje imaginaba que podía ser tuyo, con lo cual es evidente que esto no es nuevo.
Es inevitable pensar que tu hija está herida, triste, y manifiesta resentimiento contra ti por todos los cambios familiares que le han tocado en el último tiempo. y en este aspecto es fundamental que intentes empatizar con el modo en que los vive una niña de 12 años, y dejar de pensar en cómo los has vivido tú y lo que significan para ti. Imagina cada insignificante detalle del día a día que habrá tenido que vivir frente a todos estos procesos: preguntas de sus pares acerca de esos cambios familiares, quizás algún que otro comentario negativo/ofensivo hacia ti, experiencias que le habrán dolido muchísimo porque no dudo que te ama -eres su madre- y ve en ti las razones de esas malas experiencias, en lugar de centrarse en la maldad o el entrometimiento ajenos. Todo esto, aparte, en una etapa asociada al despertar de la sexualidad adulta y las primeras y pueriles experiencias en este sentido. Imagino lo insegura que puede sentirse sobre sí misma luego de vivenciar un cambio tan radical en su principal referente, en su punto de estabilidad, que eres tú.
Cuando refieres a que sus reacciones son por asuntos sin importancia, no olvides el concepto de "necesidad desplazada". Del mismo modo que un niño de tres años puede hacerte un berrinche por un dulce cuando su enfado es porque te extrañó durante toda la jornada escolar/laboral, ella está manifestando a través de tonterías enojos más profundos y que no es capaz de verbalizar. No por falta de lenguaje, evidentemente. Incluso los adultos manifestamos nuestros enojos muchas veces en forma de necesidad desplazada.
Con las visitas familiares, es lógico que no sea el mejor plan para una adolescente. Es la etapa en que piensas que no tienes nada que compartir con nadie que no sea coetáneo tuyo. Me recuerdo con esa edad, muy alejada del universo adulto. Creo que es lo esperable. Se puede hablar con ella y orientarla para que empatice con los abuelos y el cariño que le tienen, pero es comprensible que le resulte fastidioso acoplarse a los planes familiares. Es una etapa de transición en que todavía no puede tener sus planes propios, pero ya no le resulta interesante estar con mamá por sobre todas las cosas. Es doloroso para ti, pero parte del crecimiento.
Por otra parte, como toda adolescente, se construye a sí misma en una relación de identificación/oposición contigo. Eres su madre y su principal referente, pero no sólo para lo bueno, también expresas todo lo que ella no quiere ser, o no le gusta de ella. Y del mismo modo que otras etapas difíciles pasan, lo mismo con la adolescencia. Si intento recordarme como hija de 12 años, no dudo que mi madre la habrá pasado mal conmigo/por mí más de una vez, y que no fue el momento más gratificante para ella en nuestra relación, pero eso no significó un quiebre sino una crisis, propia de mi crecimiento, en el que me recuerdo efectivamente pensándome como mujer adulta a partir de ella como referente.
Por último y en otro orden, recuerdo cuando comentábamos la posibilidad de vincular tu malestar de salud con un malestar emocional y me decías "justo ahora, en el mejor momento de mi vida", y ese mejor momento va en paralelo con procesos dolorosos, como la relación con la otra parte de la familia, y sobre todo con tu hija. Yo también sugeriría algún tipo de terapia familiar si es muy difícil favorecer el diálogo con ella, si ves que sólo sale lo superficial y no es posible rascar más allá. Sugierele que escriba, por ejemplo. A esa edad yo era cerradísima para expresar mis emociones, y tengo recuerdos de mi madre tratando de extraer con sacacorchos la verbalización de algún sentimiento por mi parte. Puedes proponer juegos como escribir cómo se sintió cada quien al final del día, y guardarlo en una caja, enviarse mensajes entre ustedes, etc. Vi un capítulo de Supernanny con niñas de esa edad, en que se favorecía un juego para soltar enfados y resentimientos, creo que era arrojando un globo de agua al suelo, con mucha fuerza, a la vez que cada una de las parte decía algo que le molestaba de la otra, y era entre madre e hija, justamente.
Intenta recordar todas las inseguridades y temores propios de esa etapa, piénsate nuevamente como niña que está dejando de serlo. Como todas las etapas difíciles, esta también pasará.
Te mando un enorme abrazo
Es inevitable pensar que tu hija está herida, triste, y manifiesta resentimiento contra ti por todos los cambios familiares que le han tocado en el último tiempo. y en este aspecto es fundamental que intentes empatizar con el modo en que los vive una niña de 12 años, y dejar de pensar en cómo los has vivido tú y lo que significan para ti. Imagina cada insignificante detalle del día a día que habrá tenido que vivir frente a todos estos procesos: preguntas de sus pares acerca de esos cambios familiares, quizás algún que otro comentario negativo/ofensivo hacia ti, experiencias que le habrán dolido muchísimo porque no dudo que te ama -eres su madre- y ve en ti las razones de esas malas experiencias, en lugar de centrarse en la maldad o el entrometimiento ajenos. Todo esto, aparte, en una etapa asociada al despertar de la sexualidad adulta y las primeras y pueriles experiencias en este sentido. Imagino lo insegura que puede sentirse sobre sí misma luego de vivenciar un cambio tan radical en su principal referente, en su punto de estabilidad, que eres tú.
Cuando refieres a que sus reacciones son por asuntos sin importancia, no olvides el concepto de "necesidad desplazada". Del mismo modo que un niño de tres años puede hacerte un berrinche por un dulce cuando su enfado es porque te extrañó durante toda la jornada escolar/laboral, ella está manifestando a través de tonterías enojos más profundos y que no es capaz de verbalizar. No por falta de lenguaje, evidentemente. Incluso los adultos manifestamos nuestros enojos muchas veces en forma de necesidad desplazada.
Con las visitas familiares, es lógico que no sea el mejor plan para una adolescente. Es la etapa en que piensas que no tienes nada que compartir con nadie que no sea coetáneo tuyo. Me recuerdo con esa edad, muy alejada del universo adulto. Creo que es lo esperable. Se puede hablar con ella y orientarla para que empatice con los abuelos y el cariño que le tienen, pero es comprensible que le resulte fastidioso acoplarse a los planes familiares. Es una etapa de transición en que todavía no puede tener sus planes propios, pero ya no le resulta interesante estar con mamá por sobre todas las cosas. Es doloroso para ti, pero parte del crecimiento.
Por otra parte, como toda adolescente, se construye a sí misma en una relación de identificación/oposición contigo. Eres su madre y su principal referente, pero no sólo para lo bueno, también expresas todo lo que ella no quiere ser, o no le gusta de ella. Y del mismo modo que otras etapas difíciles pasan, lo mismo con la adolescencia. Si intento recordarme como hija de 12 años, no dudo que mi madre la habrá pasado mal conmigo/por mí más de una vez, y que no fue el momento más gratificante para ella en nuestra relación, pero eso no significó un quiebre sino una crisis, propia de mi crecimiento, en el que me recuerdo efectivamente pensándome como mujer adulta a partir de ella como referente.
Por último y en otro orden, recuerdo cuando comentábamos la posibilidad de vincular tu malestar de salud con un malestar emocional y me decías "justo ahora, en el mejor momento de mi vida", y ese mejor momento va en paralelo con procesos dolorosos, como la relación con la otra parte de la familia, y sobre todo con tu hija. Yo también sugeriría algún tipo de terapia familiar si es muy difícil favorecer el diálogo con ella, si ves que sólo sale lo superficial y no es posible rascar más allá. Sugierele que escriba, por ejemplo. A esa edad yo era cerradísima para expresar mis emociones, y tengo recuerdos de mi madre tratando de extraer con sacacorchos la verbalización de algún sentimiento por mi parte. Puedes proponer juegos como escribir cómo se sintió cada quien al final del día, y guardarlo en una caja, enviarse mensajes entre ustedes, etc. Vi un capítulo de Supernanny con niñas de esa edad, en que se favorecía un juego para soltar enfados y resentimientos, creo que era arrojando un globo de agua al suelo, con mucha fuerza, a la vez que cada una de las parte decía algo que le molestaba de la otra, y era entre madre e hija, justamente.
Intenta recordar todas las inseguridades y temores propios de esa etapa, piénsate nuevamente como niña que está dejando de serlo. Como todas las etapas difíciles, esta también pasará.
Te mando un enorme abrazo
Alfonsina- Nivel Experto
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Alfonsina, gracias por dedicar tanto tiempo a contestarme.
Veo que hay una gran empatía hacia Sheyla, pero muy poca hacia nosotras. Sí, los niños y jóvenes sufren pero no nos olvidemos que los adultos también sufrimos...y no sólo por nosotros mismos, sino también -y mucho- por nuestros hijos. Es muy frustrante ver que haces continuos esfuerzos, sacrificios, te preocupas, sufres, te implicas...(aunque lo hagas de corazón) en alguien y que ese alguien no sólo no te devuelve nada de esto, sino que además te desprecia, te cuelga el teléfono...
Sabe que estás enferma en cama y no te llama, no te envía un whattsapp, no te pregunta cómo estás, no te dice que te mejores... Pero en cambio envía largos mensajes a sus amigas, les dice que las quiere... (aún estoy esperando que me lo diga a mí, porque yo sí que se lo digo a ella).
Una vez que pasé una crisis de dolor recibí una llamada de mi ahijado (que es un gamberrete que tenía 15 años) y de su hermana (año y medio mayor que Sheyla) y cuando les dije "¿Cómo estáis?" su respuesta fue "No, ¿cómo estás tú?, eso es lo que nos importa". Todavía estoy esperando que mi hija se preocupe por mí. A ella le preocupa que yo pueda estar enferma un día que está aquí porque a lo mejor se le joroba el plan de salir por ahí de compras o a jugar...
Dices que me debe extrañar durante toda su jornada escolar o laboral... claro, por eso me bloquea del whattsapp, por eso no contesta mis sms...
Yo soy hija de padres separados... una separación que implicó dejar a mi padre, a toda mi familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. a más de 600 km. de aquí... Tuve una madre que estuvo depresiva, que también tuvo momentos en los que no comprendía mis necesidades como adolescente (aquí te aseguro que hacemos lo posible por cubrírselas todas, porque recordamos cómo fue nuestra adolescencia), que me faltaba al respeto, que me controlaba muchísimo, que era autoritaria...
...Una madre que tuvo varias relaciones sentimentales tras la separación y con dos de esos "padrastros" yo tuve que convivir...
Yo me amoldé a ver a mi padre 5 veces al año. Sheyla ve al suyo tres días y medio a la semana gracias a que Sara se vino a vivir aquí arriesgando y sacrificando mucho.
Mis padrastros no se implicaban conmigo lo que Sara se ha implicado con las que también considera sus hijas.
Mi madre tuvo una larga época coincidiendo con su última relación sentimental en la que se volvió una bohemia que iba a restaurantes caros con gente de alta alcurnia, famosetes, amigos adultocéntricos... recuerdo un día que tuve que comer con El Soro II... ¡¡yo odio el mundo del toreo!! Yo me acoplé a esto, me acoplé a vivir 3 años con una hermana de mi abuela viuda y depresiva en plena adolescencia...
No, claro que no era el mejor plan estar rodeada de adultos, de bohemios, de personas que trataban durante horas temas que a mí me aburrían sobremanera... Me aburría, me agobiaba, me cansaba... pero mantenía la compostura con una sonrisa. ¿Por qué? Porque le profesaba respeto a mi madre, porque respetaba a las personas con las que ella se relacionaba...
Sheyla es una niña que ve que sale Sara de trabajar doce horas toda la noche y no le da los buenos días ni le pregunta cómo esta o ha pasado toda la noche. Pero cuando se enteró que a Sara no sólo le habían renovado el contrato sino que además le habían ofrecido un contrato indefinido se puso feliz pero... ¡¡porque sabe que eso era lo que le habíamos dicho que nos hacía falta para cambiarnos a una casa nueva y comprarla!! Ahí sí que se emociona y empieza a hablar de diseñar su habitación, de que sea grande, de que tenga lámparas colgantes y un gran sofá etc etc.
No valora el esfuerzo físico que ha habido y los sacrificios para conseguir ese contrato que hace ocho años que no se le otorga a nadie en esa empresa y que Sara se lo ha ganado a pulso y, nunca mejor dicho, con el sudor de su frente.
Con todo esto quiero decir en primer lugar que yo he sufrido una separación más dolorosa que la de ella, que he tenido que aguantar una convulsa relación con una madre con la que era difícil conversar (yo estoy abierta al diálogo, me gusta escucharla, atenderla, pensar en lo que necesita...), he tenido varios padrastros con carácter dispares y de los 12 a los 20 años viví en tres casas distintas. A eso hay que sumarle el alcoholismo de mi madre, que no ha sido fácil.
Yo me iba al Instituto y daba un beso a mi madre, al volver le daba otro, si salía con mis amigas otro más... si la veía enferma le decía que descansara y yo me encargaba de la casa y, de haber tenido un hermano pequeño, me habría hecho cargo de él.
No me digáis que no puedo comparar lo que viví con lo que ha vivido ella... pues sí, sí puedo, porque yo también tuve 12 años como ella y recuerdo muy bien lo mal que lo pasé y cómo gestioné mis sentimientos negativos. Jamás pensaba en mis necesidades, me preocupaba más por sonreírle a mi madre y que creyera que yo me había adaptado a la nueva situación. Nunca le dije que se me pasó por la cabeza con 13 años lanzarme por la ventana de un tercer piso y acabar con mi vida porque pasé una depresión que nadie de mi familia detectó porque no quise que así fuera... No quería que ellos sufrieran, que lo pasaran mal...
Ariadna tiene 8 años y ha sufrido el mismo cambio en su vida, la misma separación... pero se muestra cariñosa, te da besos de buenos días y de buenas noches aunque 10 minutos antes le hayas regañado un poco por algo que ha hecho...que ve que pones cara de asco al tomar un jarabe de la tos y te acaricia la cara y te dice "pobre...", que te ve con cara de dolor y te pregunta, que te sonríe cada vez que la miras, se despide varias veces cada vez que entra al cole...
El problema, Alfonsina, es que esto de Sheyla no se debe exclusivamente a la edad. Antes de la separación ella ya tenía algunas conductas y reacciones que me preocupaban...sobre todo con el amplio historial de antecedente de trastorno mental que tiene en la familia, que lo puede complicar todo mucho. Y aparte de la adolescencia (cuyos cambios físicos, hormonales, emocionales, etc. comprendo perfectamente gracias a la poca distancia generacional que nos separa, ya que fui madre con 21 casi 22 años) hay un problema conductual, un problema de personalidad... que le puede traer problemas en su vida adulta si no reconduce. No puedes pensar sólo en ti y no en quienes te rodean...sean amigos, familia, pareja, compañeros de trabajo o vecinos... Yo tuve un compañero este verano en el trabajo que era como mi hija pero en versión adulta y más compleja. Era él, él y después él. Un día me vio vomitando en plena crisis, encogida de dolor...y su reacción fue salirse a la calle porque le daban náuseas. En cambio un día él me llamó porque tenía la tripa suelta y sabe que yo estaba comprando en un comercio cercano, para que por favor fuera y le cubriera durante 15 minutos. Y lo hice. Y le atendí muchas llamadas a las 8.00 de la mañana pidiéndome ayuda para hacer los informes diarios.
Como anécdota, contaros que esta semana le dijimos que se le quitaba, como priivilegio, el portátil porque durante 5 días estuvo ilocalizable en el móvil (pero lo usaba, lo tenía todo el rato con ella, pero no le daba la real gana de descolgarlo para conversar dos minutos) y su argumento es que estaba viendo un vídeo divertido y no quería darle al Stop... y le dijimos que qué era más importante, si el vídeo o yo que soy su madre... Sin paños calientes dijo que el vídeo.... decidme si esto no es cruel...
En fin, chicas, voy a acurrucarme un buen ratito en el sofá con Sara, que luego me voy a trabajar tooda la santa tarde hasta pasadas las 10 de la noche, mientras que Sara se recompone de anoche y mientras cierta adolescente disfruta tooodo el día en el Dragon Khan y otras atracciones con sus primos y con tres mujeres adultas (su abuela, su tía abuela y una prima de Bonifacio, con edades comprendidas entre los 46 y los 62 años...) Pero mira, ese plan sí le gusta...en cambio estar con unos bisabuelos que no serán precisamente eternos y que además son personas vitales, divertidas, que se desviven por ellas, que se las comen a besos, que juegan...pues no, eso no les gusta. Hasta que a Sheyla le dan la propina, ahí da las gracias y al cabo de un rato ya dice que cuando nos vamos a casa...
Quería finalizar este mensaje diciéndoos que del mismo modo que me pedís que empatice con ella (que vaya si lo llevo haciendo doce años y medio), echo en falta que me digáis que os entristece que ella no empatice conmigo y con Sara. Que se muestre despectiva y no le preocupemos en absoluto. Justo creo que muchos adolescentes se comportan así como ella porque durante años se les ha hecho creer, sin decírselo explícitamente, que son el centro del mundo, que lo que más importa es lo que les pasa a ellos y que los adultos nos vamos a encargar de solucionarles todo, de preocuparnos de tooodo lo que les suceda y que nosotros podemos quedar en un segundo plano sin problemas.
Todas acabaréis teniendo hijos adolescentes, viviendo en vuestras carnes una adolescencia que no será como la que vivísteis vosotras y seguramente muchas cosas os resultarán dolorosas porque veréis que habéis dado un 300% por alguien que a lo mejor (espero que no) os devuelve con suerte un 2% y a veces incluso te devuelve números rojos... Tal vez entonces comprendáis mejor lo que os quiero transmitir. No me sirve que penséis sólo en ella, porque hay decenas de personas (entre las que Sara y yo nos encontramos) que ya lo hacen diariamente. Y a ella le encanta eso pero aún estoy esperando que comience ella a hacerlo por los demás...
Veo que hay una gran empatía hacia Sheyla, pero muy poca hacia nosotras. Sí, los niños y jóvenes sufren pero no nos olvidemos que los adultos también sufrimos...y no sólo por nosotros mismos, sino también -y mucho- por nuestros hijos. Es muy frustrante ver que haces continuos esfuerzos, sacrificios, te preocupas, sufres, te implicas...(aunque lo hagas de corazón) en alguien y que ese alguien no sólo no te devuelve nada de esto, sino que además te desprecia, te cuelga el teléfono...
Sabe que estás enferma en cama y no te llama, no te envía un whattsapp, no te pregunta cómo estás, no te dice que te mejores... Pero en cambio envía largos mensajes a sus amigas, les dice que las quiere... (aún estoy esperando que me lo diga a mí, porque yo sí que se lo digo a ella).
Una vez que pasé una crisis de dolor recibí una llamada de mi ahijado (que es un gamberrete que tenía 15 años) y de su hermana (año y medio mayor que Sheyla) y cuando les dije "¿Cómo estáis?" su respuesta fue "No, ¿cómo estás tú?, eso es lo que nos importa". Todavía estoy esperando que mi hija se preocupe por mí. A ella le preocupa que yo pueda estar enferma un día que está aquí porque a lo mejor se le joroba el plan de salir por ahí de compras o a jugar...
Dices que me debe extrañar durante toda su jornada escolar o laboral... claro, por eso me bloquea del whattsapp, por eso no contesta mis sms...
Yo soy hija de padres separados... una separación que implicó dejar a mi padre, a toda mi familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. a más de 600 km. de aquí... Tuve una madre que estuvo depresiva, que también tuvo momentos en los que no comprendía mis necesidades como adolescente (aquí te aseguro que hacemos lo posible por cubrírselas todas, porque recordamos cómo fue nuestra adolescencia), que me faltaba al respeto, que me controlaba muchísimo, que era autoritaria...
...Una madre que tuvo varias relaciones sentimentales tras la separación y con dos de esos "padrastros" yo tuve que convivir...
Yo me amoldé a ver a mi padre 5 veces al año. Sheyla ve al suyo tres días y medio a la semana gracias a que Sara se vino a vivir aquí arriesgando y sacrificando mucho.
Mis padrastros no se implicaban conmigo lo que Sara se ha implicado con las que también considera sus hijas.
Mi madre tuvo una larga época coincidiendo con su última relación sentimental en la que se volvió una bohemia que iba a restaurantes caros con gente de alta alcurnia, famosetes, amigos adultocéntricos... recuerdo un día que tuve que comer con El Soro II... ¡¡yo odio el mundo del toreo!! Yo me acoplé a esto, me acoplé a vivir 3 años con una hermana de mi abuela viuda y depresiva en plena adolescencia...
No, claro que no era el mejor plan estar rodeada de adultos, de bohemios, de personas que trataban durante horas temas que a mí me aburrían sobremanera... Me aburría, me agobiaba, me cansaba... pero mantenía la compostura con una sonrisa. ¿Por qué? Porque le profesaba respeto a mi madre, porque respetaba a las personas con las que ella se relacionaba...
Sheyla es una niña que ve que sale Sara de trabajar doce horas toda la noche y no le da los buenos días ni le pregunta cómo esta o ha pasado toda la noche. Pero cuando se enteró que a Sara no sólo le habían renovado el contrato sino que además le habían ofrecido un contrato indefinido se puso feliz pero... ¡¡porque sabe que eso era lo que le habíamos dicho que nos hacía falta para cambiarnos a una casa nueva y comprarla!! Ahí sí que se emociona y empieza a hablar de diseñar su habitación, de que sea grande, de que tenga lámparas colgantes y un gran sofá etc etc.
No valora el esfuerzo físico que ha habido y los sacrificios para conseguir ese contrato que hace ocho años que no se le otorga a nadie en esa empresa y que Sara se lo ha ganado a pulso y, nunca mejor dicho, con el sudor de su frente.
Con todo esto quiero decir en primer lugar que yo he sufrido una separación más dolorosa que la de ella, que he tenido que aguantar una convulsa relación con una madre con la que era difícil conversar (yo estoy abierta al diálogo, me gusta escucharla, atenderla, pensar en lo que necesita...), he tenido varios padrastros con carácter dispares y de los 12 a los 20 años viví en tres casas distintas. A eso hay que sumarle el alcoholismo de mi madre, que no ha sido fácil.
Yo me iba al Instituto y daba un beso a mi madre, al volver le daba otro, si salía con mis amigas otro más... si la veía enferma le decía que descansara y yo me encargaba de la casa y, de haber tenido un hermano pequeño, me habría hecho cargo de él.
No me digáis que no puedo comparar lo que viví con lo que ha vivido ella... pues sí, sí puedo, porque yo también tuve 12 años como ella y recuerdo muy bien lo mal que lo pasé y cómo gestioné mis sentimientos negativos. Jamás pensaba en mis necesidades, me preocupaba más por sonreírle a mi madre y que creyera que yo me había adaptado a la nueva situación. Nunca le dije que se me pasó por la cabeza con 13 años lanzarme por la ventana de un tercer piso y acabar con mi vida porque pasé una depresión que nadie de mi familia detectó porque no quise que así fuera... No quería que ellos sufrieran, que lo pasaran mal...
Ariadna tiene 8 años y ha sufrido el mismo cambio en su vida, la misma separación... pero se muestra cariñosa, te da besos de buenos días y de buenas noches aunque 10 minutos antes le hayas regañado un poco por algo que ha hecho...que ve que pones cara de asco al tomar un jarabe de la tos y te acaricia la cara y te dice "pobre...", que te ve con cara de dolor y te pregunta, que te sonríe cada vez que la miras, se despide varias veces cada vez que entra al cole...
El problema, Alfonsina, es que esto de Sheyla no se debe exclusivamente a la edad. Antes de la separación ella ya tenía algunas conductas y reacciones que me preocupaban...sobre todo con el amplio historial de antecedente de trastorno mental que tiene en la familia, que lo puede complicar todo mucho. Y aparte de la adolescencia (cuyos cambios físicos, hormonales, emocionales, etc. comprendo perfectamente gracias a la poca distancia generacional que nos separa, ya que fui madre con 21 casi 22 años) hay un problema conductual, un problema de personalidad... que le puede traer problemas en su vida adulta si no reconduce. No puedes pensar sólo en ti y no en quienes te rodean...sean amigos, familia, pareja, compañeros de trabajo o vecinos... Yo tuve un compañero este verano en el trabajo que era como mi hija pero en versión adulta y más compleja. Era él, él y después él. Un día me vio vomitando en plena crisis, encogida de dolor...y su reacción fue salirse a la calle porque le daban náuseas. En cambio un día él me llamó porque tenía la tripa suelta y sabe que yo estaba comprando en un comercio cercano, para que por favor fuera y le cubriera durante 15 minutos. Y lo hice. Y le atendí muchas llamadas a las 8.00 de la mañana pidiéndome ayuda para hacer los informes diarios.
Como anécdota, contaros que esta semana le dijimos que se le quitaba, como priivilegio, el portátil porque durante 5 días estuvo ilocalizable en el móvil (pero lo usaba, lo tenía todo el rato con ella, pero no le daba la real gana de descolgarlo para conversar dos minutos) y su argumento es que estaba viendo un vídeo divertido y no quería darle al Stop... y le dijimos que qué era más importante, si el vídeo o yo que soy su madre... Sin paños calientes dijo que el vídeo.... decidme si esto no es cruel...
En fin, chicas, voy a acurrucarme un buen ratito en el sofá con Sara, que luego me voy a trabajar tooda la santa tarde hasta pasadas las 10 de la noche, mientras que Sara se recompone de anoche y mientras cierta adolescente disfruta tooodo el día en el Dragon Khan y otras atracciones con sus primos y con tres mujeres adultas (su abuela, su tía abuela y una prima de Bonifacio, con edades comprendidas entre los 46 y los 62 años...) Pero mira, ese plan sí le gusta...en cambio estar con unos bisabuelos que no serán precisamente eternos y que además son personas vitales, divertidas, que se desviven por ellas, que se las comen a besos, que juegan...pues no, eso no les gusta. Hasta que a Sheyla le dan la propina, ahí da las gracias y al cabo de un rato ya dice que cuando nos vamos a casa...
Quería finalizar este mensaje diciéndoos que del mismo modo que me pedís que empatice con ella (que vaya si lo llevo haciendo doce años y medio), echo en falta que me digáis que os entristece que ella no empatice conmigo y con Sara. Que se muestre despectiva y no le preocupemos en absoluto. Justo creo que muchos adolescentes se comportan así como ella porque durante años se les ha hecho creer, sin decírselo explícitamente, que son el centro del mundo, que lo que más importa es lo que les pasa a ellos y que los adultos nos vamos a encargar de solucionarles todo, de preocuparnos de tooodo lo que les suceda y que nosotros podemos quedar en un segundo plano sin problemas.
Todas acabaréis teniendo hijos adolescentes, viviendo en vuestras carnes una adolescencia que no será como la que vivísteis vosotras y seguramente muchas cosas os resultarán dolorosas porque veréis que habéis dado un 300% por alguien que a lo mejor (espero que no) os devuelve con suerte un 2% y a veces incluso te devuelve números rojos... Tal vez entonces comprendáis mejor lo que os quiero transmitir. No me sirve que penséis sólo en ella, porque hay decenas de personas (entre las que Sara y yo nos encontramos) que ya lo hacen diariamente. Y a ella le encanta eso pero aún estoy esperando que comience ella a hacerlo por los demás...
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Querida ainhoa, no dudo que tú has pensado muchísimo en ella y ha sido tu prioridad siempre, por eso te duele tanto como te "paga" ahora. Sé que la adolescencia es una etapa muy difícil como madre/padre y no la he pasado aún, por eso no queda otra que remitirme a mi experiencia como hija, sin embargo, he oído a madres con hijos mucho más pequeños igual de dolidas por sentir que sus hijos no valoraban su esfuerzo.
Quizás, efectivamente como cuentas, obtener cosas materiales le ha resultado demasiado fácil y ello lleva a que no las valore. Sabes que con esto soy un poco obsesiva y me preocupa mucho no alentar el consumo desmedido, a la vez que ser agradecido con todo lo que los demás nos den. Estimo que debe ser difícil establecer estratregias para una niña de 12 años, más si compartes su educación con otra familia que no tiene las mismas pautas. Porque bien podrías hacer que ella se "ganara" ciertos privilegios materiales que hasta ahora le venían dados, a cambio de cumplir ciertas obligaciones con la casa. El tema es que eso de poco sirve si del otro lado le darán lo que sea sin condición alguna.
Si me pongo a pensar en su lugar es porque cuando uno tiene un problema, lo primero -y único- que puede modificar, es la propia actitud. Yo estoy en condiciones, desde aquí, de sugierirte o darte ideas sobre cómo sobrellevar esta dificultad, pero para nada está en mis manos decir algo para que ella cambie. Estimo que un cambio en ti tiene que provocar un cambio en ella.
Sé que ambas aman a las niñas, que trabajan muchísimo y se esfuerzan por darles lo mejor en todo sentido, pero algo está haciendo que ella no vea lo mismo, y es imprescindible identificar qué. Hay un problema de comunicación y entendimiento, y si sospechas que puede estar asociado a riesgos de salud mental, yo no tardaría en hacer consultas profesionales, no para etiquetarla, pero sí para ayudarla a que lleve una buena calidad de vida.
Que tu otra hija haya reaccionado diferente ante los mismos cambios no significa que estos no hayan sido suficientemente revolucionarios, más si están sumados a todos los otros cambios propios de la edad de Sheyla, más allá de las diferentes personalidades. Una cosa que no sé si han hablado tiene que ver con su vida pública, los comentarios negativos que pudo haber recibido de pares y los que como sabes, recibió de su otra familia.
Es común que tienda a autoculparse y culparte por esas críticas, en lugar de ver que el problema está en los que hacen daño con sus opiniones y palabras. Imagina que en el colegio te acosan por gorda, por usar lentes, por usar ortodoncia, o lo que fuere. La primera reacción de cualquier niño/a será sentir devastada su autoestima, en lugar de mantener la compostura y seguridad y ver en los que hacen esos comentarios gente equivocada. Se sentirá mal consigo mismo y creerá en las palabras de los demás. Del mismo modo, si ha recibido comentarios negativos acerca de tu relación con Sara, habrá que ayudarla a ver el error en los demás antes que culparte a ti por tu elección, que es el camino más obvio. Los malos momentos que ella haya podido pasar por oír críticas hacia ti -en el ámbito familiar te consta que las ha tenido que oír- los ha canalizado en resentimiento hacia ti, y si las críticas le dolieron es porque te ama. Hiere su autoestima que hablen mal de su madre. Creo que habría que buscar un espacio para hablar sobre eso, sobre cómo se ha sentido ella al oír esas cosas que sabes ha oído de su abuela, de su padre, y probablemente de otra gente también.
Si como adolescente tu has ocultado tus sentimientos y cargado con una depresión en soledad -cosa que me entristece muchísimo- seguramente es porque no había a tu alrededor ningún adulto de confianza dispuesto a escucharte. A Sheyla no le pasa igual, porque te tiene a ti, y si busca herirte es porque se siente herida, no queda otra que indagar en ello para mejorar el vínculo entre ustedes. Esto vale para una persona de cualquier edad. Hay niños de tres o cuatro años que le dicen a su madre "no te quiero", y la sugerencia que le daría a alguien en esa situación sería la misma.
Lamento que la estés pasando mal y deseo que puedas encontrar, junto con Sara, el modo de reencausar ese vínculo para que puedan disfrutar de la vida en familia.
Un gran abrazo, Romina
Quizás, efectivamente como cuentas, obtener cosas materiales le ha resultado demasiado fácil y ello lleva a que no las valore. Sabes que con esto soy un poco obsesiva y me preocupa mucho no alentar el consumo desmedido, a la vez que ser agradecido con todo lo que los demás nos den. Estimo que debe ser difícil establecer estratregias para una niña de 12 años, más si compartes su educación con otra familia que no tiene las mismas pautas. Porque bien podrías hacer que ella se "ganara" ciertos privilegios materiales que hasta ahora le venían dados, a cambio de cumplir ciertas obligaciones con la casa. El tema es que eso de poco sirve si del otro lado le darán lo que sea sin condición alguna.
Si me pongo a pensar en su lugar es porque cuando uno tiene un problema, lo primero -y único- que puede modificar, es la propia actitud. Yo estoy en condiciones, desde aquí, de sugierirte o darte ideas sobre cómo sobrellevar esta dificultad, pero para nada está en mis manos decir algo para que ella cambie. Estimo que un cambio en ti tiene que provocar un cambio en ella.
Sé que ambas aman a las niñas, que trabajan muchísimo y se esfuerzan por darles lo mejor en todo sentido, pero algo está haciendo que ella no vea lo mismo, y es imprescindible identificar qué. Hay un problema de comunicación y entendimiento, y si sospechas que puede estar asociado a riesgos de salud mental, yo no tardaría en hacer consultas profesionales, no para etiquetarla, pero sí para ayudarla a que lleve una buena calidad de vida.
Que tu otra hija haya reaccionado diferente ante los mismos cambios no significa que estos no hayan sido suficientemente revolucionarios, más si están sumados a todos los otros cambios propios de la edad de Sheyla, más allá de las diferentes personalidades. Una cosa que no sé si han hablado tiene que ver con su vida pública, los comentarios negativos que pudo haber recibido de pares y los que como sabes, recibió de su otra familia.
Es común que tienda a autoculparse y culparte por esas críticas, en lugar de ver que el problema está en los que hacen daño con sus opiniones y palabras. Imagina que en el colegio te acosan por gorda, por usar lentes, por usar ortodoncia, o lo que fuere. La primera reacción de cualquier niño/a será sentir devastada su autoestima, en lugar de mantener la compostura y seguridad y ver en los que hacen esos comentarios gente equivocada. Se sentirá mal consigo mismo y creerá en las palabras de los demás. Del mismo modo, si ha recibido comentarios negativos acerca de tu relación con Sara, habrá que ayudarla a ver el error en los demás antes que culparte a ti por tu elección, que es el camino más obvio. Los malos momentos que ella haya podido pasar por oír críticas hacia ti -en el ámbito familiar te consta que las ha tenido que oír- los ha canalizado en resentimiento hacia ti, y si las críticas le dolieron es porque te ama. Hiere su autoestima que hablen mal de su madre. Creo que habría que buscar un espacio para hablar sobre eso, sobre cómo se ha sentido ella al oír esas cosas que sabes ha oído de su abuela, de su padre, y probablemente de otra gente también.
Si como adolescente tu has ocultado tus sentimientos y cargado con una depresión en soledad -cosa que me entristece muchísimo- seguramente es porque no había a tu alrededor ningún adulto de confianza dispuesto a escucharte. A Sheyla no le pasa igual, porque te tiene a ti, y si busca herirte es porque se siente herida, no queda otra que indagar en ello para mejorar el vínculo entre ustedes. Esto vale para una persona de cualquier edad. Hay niños de tres o cuatro años que le dicen a su madre "no te quiero", y la sugerencia que le daría a alguien en esa situación sería la misma.
Lamento que la estés pasando mal y deseo que puedas encontrar, junto con Sara, el modo de reencausar ese vínculo para que puedan disfrutar de la vida en familia.
Un gran abrazo, Romina
Alfonsina- Nivel Experto
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Se me pasó este mensaje upps.
Yo voy a ser la nota discordante, yo creo que a Sheila le sobra gente que empatiza con ella y problablemente por eso puede que esté así. Ainhoa yo ya te lo he cometado veo en Sheila muchas cosas que hace o hacía mi A.
Sheila pienso que quiere ser el centro de atención siempre, en una casa lo logra y en otra no, y eso la cabrea.
La diferencia entre mi A. y tú Sheila es que la mia ahora va gestionando mejor la envidia de no ser la cumpleañera, de no ser ella el ombligo del mundo, pero tú Sheila ya tiene una edad. Llegada a estas alturas yo me plantearía acudir a un psicólogo nosotros vamos por el TDAH y aunque lentamente vamos viendo frutos.
Y que decirle a Sara que creo que tiene el papel más difícil, y se implica al 200 por cien.
Ánimo.
Yo voy a ser la nota discordante, yo creo que a Sheila le sobra gente que empatiza con ella y problablemente por eso puede que esté así. Ainhoa yo ya te lo he cometado veo en Sheila muchas cosas que hace o hacía mi A.
Sheila pienso que quiere ser el centro de atención siempre, en una casa lo logra y en otra no, y eso la cabrea.
La diferencia entre mi A. y tú Sheila es que la mia ahora va gestionando mejor la envidia de no ser la cumpleañera, de no ser ella el ombligo del mundo, pero tú Sheila ya tiene una edad. Llegada a estas alturas yo me plantearía acudir a un psicólogo nosotros vamos por el TDAH y aunque lentamente vamos viendo frutos.
Y que decirle a Sara que creo que tiene el papel más difícil, y se implica al 200 por cien.
Ánimo.
chesereturns- Nivel 3
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Querida Ainhoa,
ante todo un abrazo de oso para ti -y otro para Sara- porque sé que estarás -estaréis- pasándolo francamente mal. Tener en casa en el futuro un par de adolescentes como la que describes es algo que no voy a negar que se me ha pasado por la mente que pudiera ocurrir en alguna ocasión. No suelo ver programas como Hermano Mayor porque me desagrada francamente no sólo ver expuesta la intimidad de los menores (y de algunos mayores), sino también esas expresiones de violencia y comportamientos abusivos que con tanto gusto recrean una y otra vez para escarnio de los protagonistas y regocijo de los televidentes.
Con respecto a las cosas que yo haría y sé que va a sonar drástico, sería la retirada de privilegios total (me refiero a cosas como el teléfono, el ordenador, propinas -pues lo estrictamente necesario ya lo provéis vosotras- y similares) y sustituirlo por obligaciones, más de las que tiene ahora y no por "venganza" sino para que compruebe en sus propias carnes que las cosas cuestan y que no se hacen solas como por arte de magia ni llegan caídas del cielo, que si quieres algo, tienes que ganártelo; en función de cómo cumpla sus obligaciones, recuperará sus privilegios y según cómo los utilice, los perderá (por ejemplo, si utiliza el teléfono móvil para enviar "guasap" a su padre malmetiendo, fuera teléfono porque es evidente que no sabe/no está preparada para utilizarlo con responsabilidad; si no te contesta, lo mismo -porque entiendo que el móvil lo tiene para que os podáis comunicar con ella o que avise si ocurre alguna emergencia-).
En cuanto a la habitación tan estupenda con la que ella sueña en vuestra nueva casa cuando la adquiriérais, yo no la pondría, simplemente me llevaría la habitación que ya tenéis tal cual y le diría que eso es lo que vosotras podéis permitiros y consideráis adecuado, que si ella sueña otra cosa, que se busque un trabajo en cuanto cumpla dieciséis -algo similar a un McDonalds, que pueda trabajar por horas y compaginarlo con los estudios- y se la ponga a su gusto (verás cómo valora cada céntimo de euro que gane); entretanto cumpla la edad y a la espera de ello, sí podría ir buscando pequeñas cosas, como niñera en el vecindario o consensuar con vosotras tareas extra que no sean las que tenga asignadas por las que le darías a cambio una pequeña remuneración, a fin de que pueda ir añadiendo detalles que le gusten a su habitación (por supuesto, no permitiría que el dinero que le regala la familia se empleara en esas cuestiones ni tampoco que coloque regalos en especie tipo una lámpara que le guste, etc. -lo digo por lo que comentas de lo complaciente que es tanto Bonifacio como el resto de la familia paterna-).
Es importante que todo eso se lo plantéis sin acritud, en un momento en que estéis tranquilas y contentas todas, sin admitir ningún tipo de discusión (simplemente, "lo siento, pero no se admiten comentarios, es lo que Sara y yo hemos decidido y te lo estamos transmitiendo, en esto no tienes opinión"), que no crea que es venganza ni nada parecido para no provocar resentimientos.
Por último, no quería dejar de decirte que, a la vista de todo lo que cuentas y de que la preocupación por su comportamiento ya era anterior a la ruptura con su padre, creo que es el momento de que busquéis una terapeuta apropiada, no ya sólo para ella, sino para toda la familia. Si pudiérais involucrar a la otra persona de la familia que cuida de ellas y con la que tenéis una relación cordial, sería estupendo; de Bonifacio, no digo nada, porque entiendo que con la actitud que toma, no será posible, aunque sí intentaría que la terapeuta de la niña hablara con él (que no es lo mismo que te lo diga una profesional a la madre de la niña). Sí trataría de protegerme de Bonifacio y el resto de la familia dejando constancia de cómo se están comportando, si bien, como tú, opino que tienen poco que "rascar" si legalmente intentaran algo, aunque nunca está de más cubrirse las espaldas.
Hay otra cosa un poco delicada pero que no quiero dejar de decirte y es que, por mucho que ella te hiera, no le dejes ver que lo hace porque de esa manera ella comprueba que tiene "poder" sobre ti y puede, de alguna manera, "manejarte" y herirte (no sé si me estoy explicando bien, que tengo muy mal día).
Espero que no te ofendas por lo que digo porque en absoluto es ésa mi intención y cuanto he escrito lo he hecho desde el sincero cariño y convencimiento. Todo ello sin perjuicio de seguir, como hasta ahora habéis hecho y te aconsejan las compañeras, tratando de empatizar con ella y de que se abra a vosotras.
Un abrazo y mucho, muchísimo ánimo.
P.D.: Por la Biblioteca Nómada hay un libro que se llama "Mi hijo desobedece. ¿Qué decir? ¿Qué hacer?". Creo que Aliera hablo de él, puedes preguntarle si os podría servir su lectura.
ante todo un abrazo de oso para ti -y otro para Sara- porque sé que estarás -estaréis- pasándolo francamente mal. Tener en casa en el futuro un par de adolescentes como la que describes es algo que no voy a negar que se me ha pasado por la mente que pudiera ocurrir en alguna ocasión. No suelo ver programas como Hermano Mayor porque me desagrada francamente no sólo ver expuesta la intimidad de los menores (y de algunos mayores), sino también esas expresiones de violencia y comportamientos abusivos que con tanto gusto recrean una y otra vez para escarnio de los protagonistas y regocijo de los televidentes.
Concuerdo contigo en que a veces nos centramos demasiado en lo que sienten los niños por aquello de, como diría nuestra amiga odisea, sacudirnos los polvos del adultocentrismo que nos tocó vivir a la gran mayoría de nuestra generación y nos olvidamos de que además de madres, somos personas y de que, como tales, también nos merecemos no sólo respeto, sino también consideración, y de que ellos crecerán y se convertirán en adolescentes y jóvenes que, de permitirles ciertas conductas y no atajarlas a tiempo, terminarán por perpetuarlas.Mom of a Teenager escribió:Que se muestre despectiva y no le preocupemos en absoluto. Justo creo que muchos adolescentes se comportan así como ella porque durante años se les ha hecho creer, sin decírselo explícitamente, que son el centro del mundo, que lo que más importa es lo que les pasa a ellos y que los adultos nos vamos a encargar de solucionarles todo, de preocuparnos de tooodo lo que les suceda y que nosotros podemos quedar en un segundo plano sin problemas.
Por otro lado, y lo digo con todo el cariño del mundo, creo que te confundes al comparar tu vida (o la de tu hija pequeña) con la de tu hija mayor: que tú tuvieras la gran capacidad de encarar las dificultades que se te presentaron tal como lo hiciste, no implica que ella pueda hacerlo. Sois dos personas distintas y, como tales, también son distintos los recursos -y me refiero a los aspectos personales, de la propia personalidad- y la forma de enfrentar las situaciones (no sé si me explico).Mom of a Teenager escribió:No me digáis que no puedo comparar lo que viví con lo que ha vivido ella... pues sí, sí puedo, porque yo también tuve 12 años como ella y recuerdo muy bien lo mal que lo pasé y cómo gestioné mis sentimientos negativos.
Ainhoa, creo que esto ni ha sido bueno para ti ni creo que es lo que desearías para tu hija Sheyla. Lamento que tuvieras que pasar por algo tan difícil como una depresión tú sola y más a esa edad.Mom of a Teenager escribió:Jamás pensaba en mis necesidades, me preocupaba más por sonreírle a mi madre y que creyera que yo me había adaptado a la nueva situación. Nunca le dije que se me pasó por la cabeza con 13 años lanzarme por la ventana de un tercer piso y acabar con mi vida porque pasé una depresión que nadie de mi familia detectó porque no quise que así fuera... No quería que ellos sufrieran, que lo pasaran mal...
Con respecto a las cosas que yo haría y sé que va a sonar drástico, sería la retirada de privilegios total (me refiero a cosas como el teléfono, el ordenador, propinas -pues lo estrictamente necesario ya lo provéis vosotras- y similares) y sustituirlo por obligaciones, más de las que tiene ahora y no por "venganza" sino para que compruebe en sus propias carnes que las cosas cuestan y que no se hacen solas como por arte de magia ni llegan caídas del cielo, que si quieres algo, tienes que ganártelo; en función de cómo cumpla sus obligaciones, recuperará sus privilegios y según cómo los utilice, los perderá (por ejemplo, si utiliza el teléfono móvil para enviar "guasap" a su padre malmetiendo, fuera teléfono porque es evidente que no sabe/no está preparada para utilizarlo con responsabilidad; si no te contesta, lo mismo -porque entiendo que el móvil lo tiene para que os podáis comunicar con ella o que avise si ocurre alguna emergencia-).
En cuanto a la habitación tan estupenda con la que ella sueña en vuestra nueva casa cuando la adquiriérais, yo no la pondría, simplemente me llevaría la habitación que ya tenéis tal cual y le diría que eso es lo que vosotras podéis permitiros y consideráis adecuado, que si ella sueña otra cosa, que se busque un trabajo en cuanto cumpla dieciséis -algo similar a un McDonalds, que pueda trabajar por horas y compaginarlo con los estudios- y se la ponga a su gusto (verás cómo valora cada céntimo de euro que gane); entretanto cumpla la edad y a la espera de ello, sí podría ir buscando pequeñas cosas, como niñera en el vecindario o consensuar con vosotras tareas extra que no sean las que tenga asignadas por las que le darías a cambio una pequeña remuneración, a fin de que pueda ir añadiendo detalles que le gusten a su habitación (por supuesto, no permitiría que el dinero que le regala la familia se empleara en esas cuestiones ni tampoco que coloque regalos en especie tipo una lámpara que le guste, etc. -lo digo por lo que comentas de lo complaciente que es tanto Bonifacio como el resto de la familia paterna-).
Es importante que todo eso se lo plantéis sin acritud, en un momento en que estéis tranquilas y contentas todas, sin admitir ningún tipo de discusión (simplemente, "lo siento, pero no se admiten comentarios, es lo que Sara y yo hemos decidido y te lo estamos transmitiendo, en esto no tienes opinión"), que no crea que es venganza ni nada parecido para no provocar resentimientos.
Por último, no quería dejar de decirte que, a la vista de todo lo que cuentas y de que la preocupación por su comportamiento ya era anterior a la ruptura con su padre, creo que es el momento de que busquéis una terapeuta apropiada, no ya sólo para ella, sino para toda la familia. Si pudiérais involucrar a la otra persona de la familia que cuida de ellas y con la que tenéis una relación cordial, sería estupendo; de Bonifacio, no digo nada, porque entiendo que con la actitud que toma, no será posible, aunque sí intentaría que la terapeuta de la niña hablara con él (que no es lo mismo que te lo diga una profesional a la madre de la niña). Sí trataría de protegerme de Bonifacio y el resto de la familia dejando constancia de cómo se están comportando, si bien, como tú, opino que tienen poco que "rascar" si legalmente intentaran algo, aunque nunca está de más cubrirse las espaldas.
Hay otra cosa un poco delicada pero que no quiero dejar de decirte y es que, por mucho que ella te hiera, no le dejes ver que lo hace porque de esa manera ella comprueba que tiene "poder" sobre ti y puede, de alguna manera, "manejarte" y herirte (no sé si me estoy explicando bien, que tengo muy mal día).
Espero que no te ofendas por lo que digo porque en absoluto es ésa mi intención y cuanto he escrito lo he hecho desde el sincero cariño y convencimiento. Todo ello sin perjuicio de seguir, como hasta ahora habéis hecho y te aconsejan las compañeras, tratando de empatizar con ella y de que se abra a vosotras.
Un abrazo y mucho, muchísimo ánimo.
P.D.: Por la Biblioteca Nómada hay un libro que se llama "Mi hijo desobedece. ¿Qué decir? ¿Qué hacer?". Creo que Aliera hablo de él, puedes preguntarle si os podría servir su lectura.
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Ainhoa, uno de los motivos de que nosotros hayamos recurrido al CSMIJ con Inés es que nos veíamos desbordados por sus conductas....con tan sólo 5 años. Mi hija es egocéntrica, y ya sé que con 5 años puede ser hasta normal, pero si ahora no lo sé gestionar, no quiero pensar qué pasará en 10 años.
Te entiendo. te veo desbordada, desanimada y desorientada. Claro que no esperabas ése tipo de conductas en una niña criada con empatía. Pero creo que tienes mucha razón cuando insinúas que el subordinar nuestras necesidades para cubrir las suyas puede acabar perjudicándoles. Acaban por sentirse el centro del universo. Y si el mundo adultocéntrico es malo, el niñocéntrico tampoco puede ser bueno. Creo que desde peques deben aprender que sus necesidades son tan importantes (ni más ni menos) como las de los demás, sean adultos u otros niños.
Es lógico cierta rebeldía adolescente. Mi sobri mayor está pasando ahora por eso. Pero lo que cuentas de los vídeos sobrepasa la rebeldía. Creo que pedir una consulta al CSMIJ podría estar justificado. Te ayudará a saber cómo ayudarla y cómo ayudarte.
Y te recuerdo una cosa: uno es al final al que decide ser, al margen de cómo te críen. Cierto que hay más números de maltratar si te han maltratado, pero no todos los maltratados maltratan. ¿Qué quiero decirte con eso? Pues que te quites presión respecto a tu responsabilidad en la conducta de tu niña. No todo está en nuestras manos: Inés no tolera la frustración desde que tenía 3 meses...¿Es culpa mía que siga igual a estas alturas?
Seguro que tu hija está enfadada. Por lo que recuerdo de mi adolescencia, me pasé la vida enfadada con todo el mundo que no lo merecía porque me afectaba todo lo que decían personas que debían haberme importado menos que un pepino...Pero mis padres se encargaron de recordarme que les debía un respeto, porque si no ahí tenía la puerta. Hoy Inés amenazaba con irse de casa, e incluso ha abierto la puerta. Y yo le he dicho que muy bien, pero que pensase en lo que le iba a faltar si salía por ella: muñecos, mami, papi... Ha entrado y ha cerrado de nuevo, quedándose dentro. Y creo que a tu hija le vendría bien plantearse lo que le esperaría sin ti.
Te entiendo. te veo desbordada, desanimada y desorientada. Claro que no esperabas ése tipo de conductas en una niña criada con empatía. Pero creo que tienes mucha razón cuando insinúas que el subordinar nuestras necesidades para cubrir las suyas puede acabar perjudicándoles. Acaban por sentirse el centro del universo. Y si el mundo adultocéntrico es malo, el niñocéntrico tampoco puede ser bueno. Creo que desde peques deben aprender que sus necesidades son tan importantes (ni más ni menos) como las de los demás, sean adultos u otros niños.
Es lógico cierta rebeldía adolescente. Mi sobri mayor está pasando ahora por eso. Pero lo que cuentas de los vídeos sobrepasa la rebeldía. Creo que pedir una consulta al CSMIJ podría estar justificado. Te ayudará a saber cómo ayudarla y cómo ayudarte.
Y te recuerdo una cosa: uno es al final al que decide ser, al margen de cómo te críen. Cierto que hay más números de maltratar si te han maltratado, pero no todos los maltratados maltratan. ¿Qué quiero decirte con eso? Pues que te quites presión respecto a tu responsabilidad en la conducta de tu niña. No todo está en nuestras manos: Inés no tolera la frustración desde que tenía 3 meses...¿Es culpa mía que siga igual a estas alturas?
Seguro que tu hija está enfadada. Por lo que recuerdo de mi adolescencia, me pasé la vida enfadada con todo el mundo que no lo merecía porque me afectaba todo lo que decían personas que debían haberme importado menos que un pepino...Pero mis padres se encargaron de recordarme que les debía un respeto, porque si no ahí tenía la puerta. Hoy Inés amenazaba con irse de casa, e incluso ha abierto la puerta. Y yo le he dicho que muy bien, pero que pensase en lo que le iba a faltar si salía por ella: muñecos, mami, papi... Ha entrado y ha cerrado de nuevo, quedándose dentro. Y creo que a tu hija le vendría bien plantearse lo que le esperaría sin ti.
Alines- Nivel 5
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola chicas:
Soy Sara y compartiré el mismo perfil que Ainhoa para hablar sobre este tema.
No suelo comentar nada ni por aquí ni por facebook cuando surge un problema con este tema. Pero también necesito contar mi parte, como lo vivo/vivimos y como analizo yo las cosas desde mi perspectiva.
Creo que es un error achacar siempre a los cambios que han sufrido sus vidas los problemas que nos presenta Sheyla en casa.
No voy a debatir si 26 meses son suficientes o no para que alguien asimile las cosas. Pero si puedo decir que desde el primer día nos hemos implicado y preocupado de que los daños colaterales de las decisiones adultas afectasen lo menos posible a ambas nenas.
Y por supuesto que para ellas fue un palo duro máxime teniendo una edad tan temprana. Pero por ende y puestos a empatizar con todas las partes, no olvidemos que detrás de la felicidad que ambas sentíamos por el cambio que íbamos a dar a nuestra vida también nos llevamos muchísimos palos, criticas, ataques, amenazas, insultos y un largo etc que hemos gestionado y superado nosotras sin pedir que ni las nenas ni nadie viniera a escucharnos.
Con esto quiero decir que por mucho que afecte un cambio en la vida, la vida sigue, las cosas se van digiriendo y asimilando y las personas (todas, mayores y menores) vamos madurando poco a poco. Y a estas alturas no compete debatir si aún Sheyla está enojada, enfadada, frustrada por aquellos cambios. Porque insisto que hubo poco a poco una adaptación a la nueva familia (o sea, en nuestra casa), nos volcamos muchísimo para cubrir todas las necesidades, sobre todo emocionales para que el impacto se fuera superando poco a poco. Y ella misma nos ha dicho en más de una ocasión que no está en contra de que estemos juntas, que nadie se ha metido en el colegio con ella por este tema, etc…
En el día a día, en la convivencia, tanto Ainhoa como yo vemos que el problema es sobre todo conductual. Ha tenido temporadas muy buenas con ambas y sobre todo os aseguro que los mayores conflictos comenzaron a raíz de ponerles unas mínimas obligaciones en casa (hacer su cama, bajar la ropa sucia a la lavadora, recoger su plato de la mesa y mantener ordenada su habitación).
¿No os parece curioso que los problemas comenzaran a partir de este momento? ¿Sabiendo esto, pensáis que sigue siendo por el cambio que tuvo en su vida?
No nos equivoquemos. Nosotras mejor que nadie vemos y analizamos y nos damos cuenta que no fue tan traumático para ellas adaptarse a la nueva vida. Les ha podido doler muchísimas cosas pero eso no marca cómo se comporta una persona. Simplemente es una niña que o se sale con la suya o ya empiezan los morros, enfados, contestaciones, faltas de respeto, etc….Esa es la raíz del problema. Porque digo yo que si siguiera afectada por el cambio que sufrió su vida lo arrastraría cada día, no solo cuando nos ponemos firmes.
Nosotras no hemos escatimado esfuerzos, tiempo y dedicación en hablar muchísimo con ambas, especialmente con la mayor. Le hemos dado nuestra total confianza para que nos exprese lo que siente, (tanto juntas como por separado) y simplemente se ha crecido al ver que la otra parte de la familia le consiente todo, no les ponen normas ni obligaciones y claro aquí ya tenemos cabeza de turco y somos su madre y yo.
Llevo mucho tiempo diciéndole a Ainhoa que en la vida la gente aprecia lo que tiene cuando lo pierde. Ella ve que desde hace 26 meses llamamos todos los días cuando están allí para darles las buenas noches. Si no puede llamar su madre lo hago yo. Y ella cuando se quiere rebelar su primera opción es no atender el móvil. ¿Por qué? Porque sabe que nos duele, que nos enfada. Y como comentaba Atenea es ahí en uno de los puntos donde nos ataca.
Si luego ve que nos escribe y le contestamos al momento pues la niña feliz como una perdiz. Debe pensar, “yo paso de ellas y ellas andan detrás de mí como corderitas”. Porque no penséis que no tiene cabeza para pensar así, que tiene mucha y muy mala idea.
Todos hemos tenido 12 años, unos lo hemos vivido mejor que otros pero chicas, 12 años ya es una edad para comprender muchas cosas. Y te puede gustar más o menos una decisión de tus padres, pero ante todo son eso, tus padres. Y como tal debes respetar lo que hagan con su vida. Ella pide respeto para sus cosas, para su intimidad, pues si está pidiendo eso es porque sabe de lo que habla. Entonces da lo que pides. Quieres respeto, da respeto. Quieres cariño, se cariñosa. Quieres que se te preste atención, presta atención.
¿Acaso no tiene edad ni madurez como para preguntar a su madre (que no a mi) como estas, mamá? Ni tan siquiera después de una operación, después de verla malísima en casa, de ver que hay días que no ha podido ir a trabajar. Pero no, su “posible trauma” se lo impide. ¿Es así? ¿Nos estáis diciendo que una decisión debe cambiarte de por vida?
No chicas, las cosas no son así. Y no se le puede justificar todo lo que hace. Y permitidme deciros que siempre que Ainhoa ha puesto algo sobre este tema solo hemos leído cosas del estilo de que se empatice con la niña, se entienda los cambios que ha sufrido, etc. No se puede justificar todo lo que hacen pensando en si a un menor le ha afectado la separación de sus padres, o ha sufrido una enfermedad, etc…
Hoy es el primer día que he visto que alguna de vosotras habéis puesto mensajes empatizando con nosotras, sobre todo con su madre.
El exceso de mimos, atenciones, caprichos y un largo etc. os aseguro que no le han favorecido en nada. Haciendo eso no se ha fomentado que ella aprenda esos valores, se ha fomentado que se convierta en el centro de atención de ambas familias y flaco favor el que le hemos hecho. Porque se le ha enseñado que ella es lo primero, que siempre (esté bien o mal) estaremos pendientes. ¿Y que ha pasado? Pues que ahora es incapaz de darse cuenta que los demás tenemos necesidades y sobre todo sentimientos. Y yo también me incluyo, porque les he colmado de todas esas cosas.
También me he volcado muchísimo dándoles todo lo que quizás a mí me faltó. Y claro, ya éramos muchas personas las que la llevábamos en palmitas y cuando un soporte de ha desequilibrado pues ella se ha aferrado al soporte que más estabilidad le da aparentemente según lo que ella quiere y se ha quedado solo con las puntitas de los dedos tocando el otro soporte (que somos nosotras) y porque no le queda más remedio.
Y eso es lo que le ha conducido a convertirse en la adolescente que se está convirtiendo. Aparte tenemos que contar con los cambios que se sufren en esa edad que es la temible adolescencia.
No se trata de estar separadas por una cuerda de la que tiramos nosotras por un extremo y ella por otro. Aquí hay que primero poner unas normas básicas de convivencia y fomentar los valores que queremos que reinen en nuestra casa (que curiosamente son completamente opuestos a los que tienen en las otras casas). Y ella, si quiere que los aprenda y los interiorice en su vida, pero si no quiere que los respete cuando esté aquí y trate con su madre, con su hermana y conmigo.
Brevemente os diré que mi vida ha sido una p*** m***da, que los valores que he visto en casa de mi madre han sido los peores, las conductas ni os imagináis y por eso yo soy una chica maleducada, fría, distante, etc… La gente que me conoce sabe cómo soy y no me aproximo en nada a ese tipo de persona que podría haber sido.
Alines ha estado muy acertada diciendo que somos lo que queremos ser, no en lo que nos quieren convertir los demás.
Aquí le damos un ejemplo de familia respetuosa, entregada, cariñosa, empática….pues aún no he visto eso en ella.
Qué mala suerte que todo lo malo que mama allí se lo interioriza al dedillo.
En este punto ya habréis pensado que solo comento la parte mala de ella, pues sí, es triste, pero es que bueno apenas tengo nada que decir.
Cambiando un poco de tema. El dinero que les dan sus bisabuelos, su abuelo y familia materna se les ahorra. Y cuando quieren algo (a Sheyla recientemente le dejamos que se comprara un portátil) entonces lo usan. El dinero de la familia paterna no se junta con el de aquí. Y por supuesto no se les coge dinero para la casa o para comprar cosas.
En cuanto a ponerle alguna obligación en casa a cambio de ganarse un dinerillo no es viable desde el momento en el que no lo vería como una colaboración que tenemos todas en casa sino una manera de ganarse unos euros.
Hay privilegios que se le pueden quitar y otros no. Os explico: Aquí podemos retirarle el portátil como hemos hecho estos días por no atender y colgar el teléfono. Le apagamos el móvil y no le dejamos encenderlo mientras permanece en esta casa y entenderéis que todo fue a raíz de la que lió en su día con los WhatsApp. Se le puede retirar ver la televisión y cederle todo esto cuando se comporte y cumpla con sus obligaciones.
Pero el móvil se lo regaló su abuela y no se le puede quitar del todo. Lo que hace que el conflicto lo tenga una vez más con nosotras que somos las que le ponemos normas y restricciones.
Malmete muchísimo con la otra familia, se inventa cosas que no son ciertas. Allí ha ido diciendo que les hacemos poner lavadoras, limpiar cristales (no saben lo que es hacer eso al menos en esta casa), que no les damos de merendar porque les obligamos a recoger su armario y hasta que no acaban no hay comida (por dios, esto ya clama al cielo) y ayer me dice la peque que va diciendo Sheyla allí que no les lavamos la ropa. Cuando en esta casa se lava más ropa de ellas con estar aquí 3 días y medio que de nosotras con estar la semana completa. Pero claro, la niña no les aclara que la ropa que no se lava es aquella que esconden hecha un ovillo y sucia en el armario.
¿Qué busca con todas esas mentiras? Pues aparte de ponernos en contra a ambas partes pensará que así van a pedir su custodia o que las dejemos allí siempre.
Yo ya le he pedido a Ainhoa que o nos ponemos firmes marcando unas normas que han de cumplir y exigimos un respeto o esto se nos va de las manos. Y tiene dos opciones: o va aprendiendo a comportarse con respeto en casa o va a perder muchísimo.
En esta vida recoges lo que siembras; si siembras vientos recogerás tempestades.
Gracias por estar pendientes, aconsejarnos y leernos.
Soy Sara y compartiré el mismo perfil que Ainhoa para hablar sobre este tema.
No suelo comentar nada ni por aquí ni por facebook cuando surge un problema con este tema. Pero también necesito contar mi parte, como lo vivo/vivimos y como analizo yo las cosas desde mi perspectiva.
Creo que es un error achacar siempre a los cambios que han sufrido sus vidas los problemas que nos presenta Sheyla en casa.
No voy a debatir si 26 meses son suficientes o no para que alguien asimile las cosas. Pero si puedo decir que desde el primer día nos hemos implicado y preocupado de que los daños colaterales de las decisiones adultas afectasen lo menos posible a ambas nenas.
Y por supuesto que para ellas fue un palo duro máxime teniendo una edad tan temprana. Pero por ende y puestos a empatizar con todas las partes, no olvidemos que detrás de la felicidad que ambas sentíamos por el cambio que íbamos a dar a nuestra vida también nos llevamos muchísimos palos, criticas, ataques, amenazas, insultos y un largo etc que hemos gestionado y superado nosotras sin pedir que ni las nenas ni nadie viniera a escucharnos.
Con esto quiero decir que por mucho que afecte un cambio en la vida, la vida sigue, las cosas se van digiriendo y asimilando y las personas (todas, mayores y menores) vamos madurando poco a poco. Y a estas alturas no compete debatir si aún Sheyla está enojada, enfadada, frustrada por aquellos cambios. Porque insisto que hubo poco a poco una adaptación a la nueva familia (o sea, en nuestra casa), nos volcamos muchísimo para cubrir todas las necesidades, sobre todo emocionales para que el impacto se fuera superando poco a poco. Y ella misma nos ha dicho en más de una ocasión que no está en contra de que estemos juntas, que nadie se ha metido en el colegio con ella por este tema, etc…
En el día a día, en la convivencia, tanto Ainhoa como yo vemos que el problema es sobre todo conductual. Ha tenido temporadas muy buenas con ambas y sobre todo os aseguro que los mayores conflictos comenzaron a raíz de ponerles unas mínimas obligaciones en casa (hacer su cama, bajar la ropa sucia a la lavadora, recoger su plato de la mesa y mantener ordenada su habitación).
¿No os parece curioso que los problemas comenzaran a partir de este momento? ¿Sabiendo esto, pensáis que sigue siendo por el cambio que tuvo en su vida?
No nos equivoquemos. Nosotras mejor que nadie vemos y analizamos y nos damos cuenta que no fue tan traumático para ellas adaptarse a la nueva vida. Les ha podido doler muchísimas cosas pero eso no marca cómo se comporta una persona. Simplemente es una niña que o se sale con la suya o ya empiezan los morros, enfados, contestaciones, faltas de respeto, etc….Esa es la raíz del problema. Porque digo yo que si siguiera afectada por el cambio que sufrió su vida lo arrastraría cada día, no solo cuando nos ponemos firmes.
Nosotras no hemos escatimado esfuerzos, tiempo y dedicación en hablar muchísimo con ambas, especialmente con la mayor. Le hemos dado nuestra total confianza para que nos exprese lo que siente, (tanto juntas como por separado) y simplemente se ha crecido al ver que la otra parte de la familia le consiente todo, no les ponen normas ni obligaciones y claro aquí ya tenemos cabeza de turco y somos su madre y yo.
Llevo mucho tiempo diciéndole a Ainhoa que en la vida la gente aprecia lo que tiene cuando lo pierde. Ella ve que desde hace 26 meses llamamos todos los días cuando están allí para darles las buenas noches. Si no puede llamar su madre lo hago yo. Y ella cuando se quiere rebelar su primera opción es no atender el móvil. ¿Por qué? Porque sabe que nos duele, que nos enfada. Y como comentaba Atenea es ahí en uno de los puntos donde nos ataca.
Si luego ve que nos escribe y le contestamos al momento pues la niña feliz como una perdiz. Debe pensar, “yo paso de ellas y ellas andan detrás de mí como corderitas”. Porque no penséis que no tiene cabeza para pensar así, que tiene mucha y muy mala idea.
Todos hemos tenido 12 años, unos lo hemos vivido mejor que otros pero chicas, 12 años ya es una edad para comprender muchas cosas. Y te puede gustar más o menos una decisión de tus padres, pero ante todo son eso, tus padres. Y como tal debes respetar lo que hagan con su vida. Ella pide respeto para sus cosas, para su intimidad, pues si está pidiendo eso es porque sabe de lo que habla. Entonces da lo que pides. Quieres respeto, da respeto. Quieres cariño, se cariñosa. Quieres que se te preste atención, presta atención.
¿Acaso no tiene edad ni madurez como para preguntar a su madre (que no a mi) como estas, mamá? Ni tan siquiera después de una operación, después de verla malísima en casa, de ver que hay días que no ha podido ir a trabajar. Pero no, su “posible trauma” se lo impide. ¿Es así? ¿Nos estáis diciendo que una decisión debe cambiarte de por vida?
No chicas, las cosas no son así. Y no se le puede justificar todo lo que hace. Y permitidme deciros que siempre que Ainhoa ha puesto algo sobre este tema solo hemos leído cosas del estilo de que se empatice con la niña, se entienda los cambios que ha sufrido, etc. No se puede justificar todo lo que hacen pensando en si a un menor le ha afectado la separación de sus padres, o ha sufrido una enfermedad, etc…
Hoy es el primer día que he visto que alguna de vosotras habéis puesto mensajes empatizando con nosotras, sobre todo con su madre.
El exceso de mimos, atenciones, caprichos y un largo etc. os aseguro que no le han favorecido en nada. Haciendo eso no se ha fomentado que ella aprenda esos valores, se ha fomentado que se convierta en el centro de atención de ambas familias y flaco favor el que le hemos hecho. Porque se le ha enseñado que ella es lo primero, que siempre (esté bien o mal) estaremos pendientes. ¿Y que ha pasado? Pues que ahora es incapaz de darse cuenta que los demás tenemos necesidades y sobre todo sentimientos. Y yo también me incluyo, porque les he colmado de todas esas cosas.
También me he volcado muchísimo dándoles todo lo que quizás a mí me faltó. Y claro, ya éramos muchas personas las que la llevábamos en palmitas y cuando un soporte de ha desequilibrado pues ella se ha aferrado al soporte que más estabilidad le da aparentemente según lo que ella quiere y se ha quedado solo con las puntitas de los dedos tocando el otro soporte (que somos nosotras) y porque no le queda más remedio.
Y eso es lo que le ha conducido a convertirse en la adolescente que se está convirtiendo. Aparte tenemos que contar con los cambios que se sufren en esa edad que es la temible adolescencia.
No se trata de estar separadas por una cuerda de la que tiramos nosotras por un extremo y ella por otro. Aquí hay que primero poner unas normas básicas de convivencia y fomentar los valores que queremos que reinen en nuestra casa (que curiosamente son completamente opuestos a los que tienen en las otras casas). Y ella, si quiere que los aprenda y los interiorice en su vida, pero si no quiere que los respete cuando esté aquí y trate con su madre, con su hermana y conmigo.
Brevemente os diré que mi vida ha sido una p*** m***da, que los valores que he visto en casa de mi madre han sido los peores, las conductas ni os imagináis y por eso yo soy una chica maleducada, fría, distante, etc… La gente que me conoce sabe cómo soy y no me aproximo en nada a ese tipo de persona que podría haber sido.
Alines ha estado muy acertada diciendo que somos lo que queremos ser, no en lo que nos quieren convertir los demás.
Aquí le damos un ejemplo de familia respetuosa, entregada, cariñosa, empática….pues aún no he visto eso en ella.
Qué mala suerte que todo lo malo que mama allí se lo interioriza al dedillo.
En este punto ya habréis pensado que solo comento la parte mala de ella, pues sí, es triste, pero es que bueno apenas tengo nada que decir.
Cambiando un poco de tema. El dinero que les dan sus bisabuelos, su abuelo y familia materna se les ahorra. Y cuando quieren algo (a Sheyla recientemente le dejamos que se comprara un portátil) entonces lo usan. El dinero de la familia paterna no se junta con el de aquí. Y por supuesto no se les coge dinero para la casa o para comprar cosas.
En cuanto a ponerle alguna obligación en casa a cambio de ganarse un dinerillo no es viable desde el momento en el que no lo vería como una colaboración que tenemos todas en casa sino una manera de ganarse unos euros.
Hay privilegios que se le pueden quitar y otros no. Os explico: Aquí podemos retirarle el portátil como hemos hecho estos días por no atender y colgar el teléfono. Le apagamos el móvil y no le dejamos encenderlo mientras permanece en esta casa y entenderéis que todo fue a raíz de la que lió en su día con los WhatsApp. Se le puede retirar ver la televisión y cederle todo esto cuando se comporte y cumpla con sus obligaciones.
Pero el móvil se lo regaló su abuela y no se le puede quitar del todo. Lo que hace que el conflicto lo tenga una vez más con nosotras que somos las que le ponemos normas y restricciones.
Malmete muchísimo con la otra familia, se inventa cosas que no son ciertas. Allí ha ido diciendo que les hacemos poner lavadoras, limpiar cristales (no saben lo que es hacer eso al menos en esta casa), que no les damos de merendar porque les obligamos a recoger su armario y hasta que no acaban no hay comida (por dios, esto ya clama al cielo) y ayer me dice la peque que va diciendo Sheyla allí que no les lavamos la ropa. Cuando en esta casa se lava más ropa de ellas con estar aquí 3 días y medio que de nosotras con estar la semana completa. Pero claro, la niña no les aclara que la ropa que no se lava es aquella que esconden hecha un ovillo y sucia en el armario.
¿Qué busca con todas esas mentiras? Pues aparte de ponernos en contra a ambas partes pensará que así van a pedir su custodia o que las dejemos allí siempre.
Yo ya le he pedido a Ainhoa que o nos ponemos firmes marcando unas normas que han de cumplir y exigimos un respeto o esto se nos va de las manos. Y tiene dos opciones: o va aprendiendo a comportarse con respeto en casa o va a perder muchísimo.
En esta vida recoges lo que siembras; si siembras vientos recogerás tempestades.
Gracias por estar pendientes, aconsejarnos y leernos.
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Madre mía....entiendo que estéis preocupadas.....yo también lo estaría.
Vaya por delante decir que mi punto de vista es el de los enanos de 2 y 4 años.....cuando yo no tenía hijos y veía " supernanny" me parecía todo tan fácil, tan simple......no quiero imaginarme con una adolescente.
...y entiendo la rabia y la frustración que debe ser el que tu hija te trate así cuando tu sólo la has querido con el alma....sólo has tratado de que sea feliz, de cuidarla y de que no la falte nada....debe ser tremendo...uf, dolor de corazón me da, de verdad..
Voy a decirte que las actitudes de tu hija (a ver si me explico, claro ) me recuerda mucho a mi niña pequeña de dos años ....que está en pleno ataque de rebeldía , ya sabes esos terribles 2 años....yo y yo, yo quiero esto, yo lo otro, no te hago caso, no se lo que quiero pero todo es un berrinche...uf que difícil....
Yo soy muy de buscar especialistas cuando se busca una solución......sólo tiene 12 años...es una niña....me parece muy buena la idea de buscar un psicólogo familiar....a veces el simple hecho de hablar delante de un " ajeno" neutro...hace muchísimo..
También es importante quizás no prestarla tanta atención...y poco a poco hacer que se gane los privilegios....aunque esto es más fácil decirlo que hacerlo.....
Luego esta la otra parte de la familia...el hecho de no llevaros bien, complica las cosas y esta claro que ella lo utiliza....
Y sobre todo...no habéis intentado que ella " empatice" con vosotros ? No se trata tanto de ella como de vosotras...ella ya es capaz de razonar....mostradla como os hace sentir...como os dañan sus desprecios, como así es imposible la convivencia....
No se....no puedo aconsejaros, lo mismo estoy diciendo cosas sin sentido.....eso si, todo mi apoyo....tengo claro que llegaremos todas ....este mismo problema lo podemos tener todas...ánimo que seguro que encontráis solución....
Vaya por delante decir que mi punto de vista es el de los enanos de 2 y 4 años.....cuando yo no tenía hijos y veía " supernanny" me parecía todo tan fácil, tan simple......no quiero imaginarme con una adolescente.
...y entiendo la rabia y la frustración que debe ser el que tu hija te trate así cuando tu sólo la has querido con el alma....sólo has tratado de que sea feliz, de cuidarla y de que no la falte nada....debe ser tremendo...uf, dolor de corazón me da, de verdad..
Voy a decirte que las actitudes de tu hija (a ver si me explico, claro ) me recuerda mucho a mi niña pequeña de dos años ....que está en pleno ataque de rebeldía , ya sabes esos terribles 2 años....yo y yo, yo quiero esto, yo lo otro, no te hago caso, no se lo que quiero pero todo es un berrinche...uf que difícil....
Yo soy muy de buscar especialistas cuando se busca una solución......sólo tiene 12 años...es una niña....me parece muy buena la idea de buscar un psicólogo familiar....a veces el simple hecho de hablar delante de un " ajeno" neutro...hace muchísimo..
También es importante quizás no prestarla tanta atención...y poco a poco hacer que se gane los privilegios....aunque esto es más fácil decirlo que hacerlo.....
Luego esta la otra parte de la familia...el hecho de no llevaros bien, complica las cosas y esta claro que ella lo utiliza....
Y sobre todo...no habéis intentado que ella " empatice" con vosotros ? No se trata tanto de ella como de vosotras...ella ya es capaz de razonar....mostradla como os hace sentir...como os dañan sus desprecios, como así es imposible la convivencia....
No se....no puedo aconsejaros, lo mismo estoy diciendo cosas sin sentido.....eso si, todo mi apoyo....tengo claro que llegaremos todas ....este mismo problema lo podemos tener todas...ánimo que seguro que encontráis solución....
bluemoon- Nivel 2
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Sara yo os entiendo perfectamente por lo aque yo vivo en esta casa.
Por lo que yo veo en mi casa el exceso de empatía ha hecho más mal que bien. Alberto dice que su hija para él es lo primero pero que existimos todos.
Consejos doy que para mí no tengo y Sara tienes razón no sirmpre se puede estar achacando a las decisiones de los adultos el comportamiento de los peques.
Lo que me llama la atención es que pluralizas, ¿es qué el comportamiento de Sheila afecta a la hermana?
Por lo que yo veo en mi casa el exceso de empatía ha hecho más mal que bien. Alberto dice que su hija para él es lo primero pero que existimos todos.
Consejos doy que para mí no tengo y Sara tienes razón no sirmpre se puede estar achacando a las decisiones de los adultos el comportamiento de los peques.
Lo que me llama la atención es que pluralizas, ¿es qué el comportamiento de Sheila afecta a la hermana?
chesereturns- Nivel 3
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Yo no creo que puede haber un exceso de empatía, es como hablar de un exceso de amor. Empatizar no es satisfacer caprichos consumistas ni permitir que alguien goce de las comodidades de la vida doméstica sin comprometerse con una parte del trabajo. Es comprender los sentimientos del otro, y eso nunca puede ser excesivo.
Ainhoa, en otros conflictos familiares tú has usado mucho el recurso de las cartas, ¿le has escrito sobre esto que sientes alguna vez a Sheila? Pienso porque hablando corres el riesgo de quebrarte y llorar -con lo cual ella siente que tiene el control sobre tus sentimientos- o desquiciarte y gritar -con lo que se sentirá agredida-. La carta la llevará a "escucharte" hasta el final sin tener posibilidades de interrumpir.
Hay un programa de Supernanny llamado "Familias en crisis", donde aparecen buenos recursos comunicativos para gestionar conflictos con adolescentes. En cuanto a las reglas de la casa, cuanto más cueste cumplirlas, más claras deben estar. Con B. -entiendo que tiene cinco años y no es lo mismo- cuando sé que le costará cumplir un acuerdo -vg. bañarse luego de ver dibujitos- le hago escribir y firmar un "trato", donde ponemos claramente las pautas a seguir. Para el caso de Sheyla creo que sería muy necesario explicitar cuáles son las normas a cumplir para cada miembro del hogar, y cuáles las consecuencias por no hacerlo.
Entiendo que ambas la están pasando mal con esta situación, pero insisto en que lo primero que pueden cambiar es a ustedes mismas, si no, todo serán lamentos vacíos.
Un abrazo grande, Romina
Ainhoa, en otros conflictos familiares tú has usado mucho el recurso de las cartas, ¿le has escrito sobre esto que sientes alguna vez a Sheila? Pienso porque hablando corres el riesgo de quebrarte y llorar -con lo cual ella siente que tiene el control sobre tus sentimientos- o desquiciarte y gritar -con lo que se sentirá agredida-. La carta la llevará a "escucharte" hasta el final sin tener posibilidades de interrumpir.
Hay un programa de Supernanny llamado "Familias en crisis", donde aparecen buenos recursos comunicativos para gestionar conflictos con adolescentes. En cuanto a las reglas de la casa, cuanto más cueste cumplirlas, más claras deben estar. Con B. -entiendo que tiene cinco años y no es lo mismo- cuando sé que le costará cumplir un acuerdo -vg. bañarse luego de ver dibujitos- le hago escribir y firmar un "trato", donde ponemos claramente las pautas a seguir. Para el caso de Sheyla creo que sería muy necesario explicitar cuáles son las normas a cumplir para cada miembro del hogar, y cuáles las consecuencias por no hacerlo.
Entiendo que ambas la están pasando mal con esta situación, pero insisto en que lo primero que pueden cambiar es a ustedes mismas, si no, todo serán lamentos vacíos.
Un abrazo grande, Romina
Alfonsina- Nivel Experto
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola, soy Ainhoa
Pero sí que su conducta perjudica a la hermana y a más personas. Por ejemplo, mi abuelo se disgusta cuando ve que pone cara de aburrimiento, no quiere comer nada de lo que sacan para almorzar en la cafetería...
A su hermana la intenta amedrentar, porque la peque es una persona que lo cuenta todo, lo bueno y lo malo, lo que Sheyla hace y dice allí, los motivos de que mi hija mayor esté enfadada con nosotras, etc. Pero la peque es valiente y gracias a ella nos enteramos de cosas interesantes.
Por el momento no entra en mis planes llevarla a un psicólogo ni nada similar. Y hasta el día de hoy no hay ningún problema de salud mental visible, sólo antecedentes y algunas conductas que podrían indicar que más adelante salga algo... Lo que sí me gustaría hacer, pero no sé cuándo podré, es conseguir cita con la psicoterapeuta del instituto y pedirle consejo. Y también más adelante volver a reunirnos con su tutor, quien es un chico encantador, muy atento, paciente y comunicativo con los padres. Ahora sólo quedan 10 días lectivos antes de las vacaciones de Navidad, están las evaluaciones y no es el momento...Luego creo que estaré un tiempo fuera de combate (ya sabéis)...
Las niñas vuelven el lunes por aquí, pero sólo unas horas porque nuestros trabajos no nos permiten tenerlas más para que no se queden solas en casa. Y después vuelven de nuevo el próximo fin de semana. Ya os contaré cómo progresa todo.
Un abrazo.
Si me citas la frase a la que te refieres, podré contestarte porque no sé qué quieres decir...chesereturns escribió:Lo que me llama la atención es que pluralizas, ¿es qué el comportamiento de Sheila afecta a la hermana?
Pero sí que su conducta perjudica a la hermana y a más personas. Por ejemplo, mi abuelo se disgusta cuando ve que pone cara de aburrimiento, no quiere comer nada de lo que sacan para almorzar en la cafetería...
A su hermana la intenta amedrentar, porque la peque es una persona que lo cuenta todo, lo bueno y lo malo, lo que Sheyla hace y dice allí, los motivos de que mi hija mayor esté enfadada con nosotras, etc. Pero la peque es valiente y gracias a ella nos enteramos de cosas interesantes.
El problema es que si empatizas 100% con alguien y ese alguien empatiza un 2% contigo... ahí está el exceso o, mejor dicho, la descompensación. Con el amor es similar...si a tu madre, a tu hijo, a tu pareja, a una amiga le ofreces tu amor, tu atención, tu dedicación pero esa persona no te devuelve lo mismo...hay un exceso o una descompensación amorosa.Alfonsina escribió:Yo no creo que puede haber un exceso de empatía, es como hablar de un exceso de amor.
Por el momento no entra en mis planes llevarla a un psicólogo ni nada similar. Y hasta el día de hoy no hay ningún problema de salud mental visible, sólo antecedentes y algunas conductas que podrían indicar que más adelante salga algo... Lo que sí me gustaría hacer, pero no sé cuándo podré, es conseguir cita con la psicoterapeuta del instituto y pedirle consejo. Y también más adelante volver a reunirnos con su tutor, quien es un chico encantador, muy atento, paciente y comunicativo con los padres. Ahora sólo quedan 10 días lectivos antes de las vacaciones de Navidad, están las evaluaciones y no es el momento...Luego creo que estaré un tiempo fuera de combate (ya sabéis)...
Las niñas vuelven el lunes por aquí, pero sólo unas horas porque nuestros trabajos no nos permiten tenerlas más para que no se queden solas en casa. Y después vuelven de nuevo el próximo fin de semana. Ya os contaré cómo progresa todo.
Un abrazo.
Mom of a Teenager- Nivel 0
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola Ainhoa y Sara
llevo todo el día pensando en vosotras y en este post pero me ha sido imposible escribir hasta ahora. Ni siquiera sé cuántas veces tendré que dejarlo a medias porque se despierte Oli, pero intentaré terminar mi exposición cueste lo que cueste! jeje
Vaya por delante mi empatía hacia vosotras... es duro, ha de serlo, convivir con una chiquita así de egocéntrica, con ese carácter egoísta del que habláis. Por supuesto que Ainhoa se merece una hija preocupada por su madre si está enferma, una hija cariñosa y dulce. Ella la ha criado de forma respetuosa, no me cabe duda!!!! y este trato no es justo, claro que no...
Pero, por encima de todo y sintiendo vuestro dolor y vuestra angustia, me pongo "de parte" de Sheila porque es una niña y vosotras, las adultas. Sí, es una niña con 12 años.Y en una edad muy muy difícil, donde ni estás aquí ni allí, ni eres una niña ni eres una adulta. No puedes tomar tus propias decisiones aunque te gustaría hacerlo, no te gusta el mundo en que vives, todo te parece injusto, te haces tantas preguntas y apenas ninguna tienen respuesta, etc etc...
Yo os aconsejo desde mi experiencia y creo que, precisamente por eso, tengo mucho que aportar. Decís que es un error vincular los cambios en la vida de Sheila con su comportamiento en casa. Sois vosotras quienes mejor la conocéis, Ainhoa es su madre y como ella nadie la conoce... Pero yo pienso que una experiencia así te marca de por vida por muy bien que tus padres lo gestionen después. Decis que el cambio de Sheila ha sido a partir de que le encomiendas ciertas tareas y responsabilidades en casa. Yo pienso que es la tecla perfecta para rebelarse porque a nadie le gusta que le manden. Y ella saca todo su enfado. Porque, no me cabe ninguna duda de que Sheila está enfadada con Ainhoa. No con Bonifacio, sino con Ainhoa y Sara. Y mucho me temo que más con Sara...
No me gusta mucho poner comparaciones en cuanto a la adolescente que fui... porque tus circunstancias, Ainhoa, no fueron las mismas que las de tu hija, ni su carácter el mismo que el tuyo, ni nada de nada. Yo también fui una adolescente muy desgraciada, con depresiones, muy triste siempre. Me veo desde lejos intentado agradar a mi madre continuamente...y sinceramente no creo que eso me convirtiera en una adolescente mejor ni respetuosa con los mayores sino más bien en una adolescente dependiente y creyéndome sin ningún tipo de derechos. Una adolescente madre, una hija madre. Bueno, esto daría para otro post o para la consulta de un buen psicólogo!
Como sabéis, yo me enamoré de una persona que ya tenía una nena de tres añitos. Pasaron más de dos años hasta que la nena y yo nos conocimos. Sí, quizás nos tachéis de exagerados. Pero mi entonces novio no estaba preparado para hacerlo antes. La madre de la nena es un poco Bonifacio también y él preferió esperar, ver cómo se adaptaba la niña a la separación de sus padres, a tener dos casas, a vivir de aqui para allá etc... Tardamos mucho en convivir y, cuando lo hicimos, jamás me metí abiertamente en su educación, es decir, no la ordenaba "haz tu cama", "pon la mesa", "recoge el baño" y cosas así porque pensé que era algo que tenía que hacer su padre. Nunca acompañé a su padre a hablar con su tutora, por ejemplo, porque siempre me pareció que era un asunto de su madre y de su padre. Yo siempre me preocupé por ella desde la sombra. Sabía las notas que sacaba, las amigas que tenía, los problemas que la preocupaban, las veces que estaba enferma y lo que el médico la pudiese decir etc etc... pero en un segundo plano.
Algo que también llevamos casi como una religión fue que padre-hija hicieran cosas exclusivamente juntos. Por ello, se iban de vacaciones solos, pasaban alguna tarde juntos, salían al cine los dos, a comer, etc. Yo hacía mis planes con mis amigas y/o familia y ellos los suyos, pero de una forma muy natural, no discriminatoria (aclaro que esto era de vez en cuando porque también pasábamos mucho tiempo los tres juntos) Y llegò un dia en que ella misma empezó a preguntar por qué no me unía a sus planes!
Se me ocurre, Ainhoa, que reserves, en la medida de lo posible, salidas a tres, tus hijas y tú. Estoy segura de que a Sheila le encantará la idea de tenerte sólo para ella. Puedes aprovechar un día que Sara trabaje para que no parezca que la dejáis sola adrede (máxime si ella no tiene plan familiar cerca) Incluso planear una excursión a otro pueblecito, otro sitio cercano (no digo que te vayas a 100 km. aunque sería ideal, si pudieras, planear una escapada a solas con tus niñas) Creo que podría ser un buen momento para hablar, para desnudarse emocionalmente, compartir inquietudes, etc...
Me gusta también la idea de la carta, como te aconsejan las compañeras. Es algo que funciona. MI marido y su hija lo han utilizado también en momentos de crisis.
Siento de verdad que lo estéis pasando mal. Y os entiendo, sobre todo a Sara por la parte que me toca y me tocó vivir. Cla siempre ha tenido un carácter fácil, tipo el de tu Ariadna. Hubo momentos muy muy bonitos, muy felices, estupendos. Pero también los hubo desagradables. Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo ella se lo tomó fatal. Es más, se negó a venir a casa durante algunas semanas. Y, el día de la eco del 2º trimestre, nos cruzamos con ella en el portal cuando llegábamos del médico. No fue capaz de preguntarnos si nos habían dicho el sexo de su hermano (sabía perfectamente que en esa eco nos lo dirían casi de seguro y yo estaba muy ilusionada) porque tenía prisa ya que había quedado con sus amigas. Aquello me dolió profundamente pero, como me dijo mi marido, "la adulta eres tú y quien tiene que saber manejar tus emociones"
En cuanto a los castigos... no sé, no estoy muy de acuerdo. Antes agotaría todas las posibilidades (carta, tiempo en exclusiva, terapia con un psicólogo aunque ya he leido que no entra en tus planes) porque creo que con el castigo, como diría nuestra amiga Ximena, se mata el síntoma, pero no la enfermedad.
Ojala las cosas cambien pronto y podáis vivir tranquilas como os merecéis...
os sigo, mucho ánimo y mil besos!!
llevo todo el día pensando en vosotras y en este post pero me ha sido imposible escribir hasta ahora. Ni siquiera sé cuántas veces tendré que dejarlo a medias porque se despierte Oli, pero intentaré terminar mi exposición cueste lo que cueste! jeje
Vaya por delante mi empatía hacia vosotras... es duro, ha de serlo, convivir con una chiquita así de egocéntrica, con ese carácter egoísta del que habláis. Por supuesto que Ainhoa se merece una hija preocupada por su madre si está enferma, una hija cariñosa y dulce. Ella la ha criado de forma respetuosa, no me cabe duda!!!! y este trato no es justo, claro que no...
Pero, por encima de todo y sintiendo vuestro dolor y vuestra angustia, me pongo "de parte" de Sheila porque es una niña y vosotras, las adultas. Sí, es una niña con 12 años.Y en una edad muy muy difícil, donde ni estás aquí ni allí, ni eres una niña ni eres una adulta. No puedes tomar tus propias decisiones aunque te gustaría hacerlo, no te gusta el mundo en que vives, todo te parece injusto, te haces tantas preguntas y apenas ninguna tienen respuesta, etc etc...
Yo os aconsejo desde mi experiencia y creo que, precisamente por eso, tengo mucho que aportar. Decís que es un error vincular los cambios en la vida de Sheila con su comportamiento en casa. Sois vosotras quienes mejor la conocéis, Ainhoa es su madre y como ella nadie la conoce... Pero yo pienso que una experiencia así te marca de por vida por muy bien que tus padres lo gestionen después. Decis que el cambio de Sheila ha sido a partir de que le encomiendas ciertas tareas y responsabilidades en casa. Yo pienso que es la tecla perfecta para rebelarse porque a nadie le gusta que le manden. Y ella saca todo su enfado. Porque, no me cabe ninguna duda de que Sheila está enfadada con Ainhoa. No con Bonifacio, sino con Ainhoa y Sara. Y mucho me temo que más con Sara...
No me gusta mucho poner comparaciones en cuanto a la adolescente que fui... porque tus circunstancias, Ainhoa, no fueron las mismas que las de tu hija, ni su carácter el mismo que el tuyo, ni nada de nada. Yo también fui una adolescente muy desgraciada, con depresiones, muy triste siempre. Me veo desde lejos intentado agradar a mi madre continuamente...y sinceramente no creo que eso me convirtiera en una adolescente mejor ni respetuosa con los mayores sino más bien en una adolescente dependiente y creyéndome sin ningún tipo de derechos. Una adolescente madre, una hija madre. Bueno, esto daría para otro post o para la consulta de un buen psicólogo!
Como sabéis, yo me enamoré de una persona que ya tenía una nena de tres añitos. Pasaron más de dos años hasta que la nena y yo nos conocimos. Sí, quizás nos tachéis de exagerados. Pero mi entonces novio no estaba preparado para hacerlo antes. La madre de la nena es un poco Bonifacio también y él preferió esperar, ver cómo se adaptaba la niña a la separación de sus padres, a tener dos casas, a vivir de aqui para allá etc... Tardamos mucho en convivir y, cuando lo hicimos, jamás me metí abiertamente en su educación, es decir, no la ordenaba "haz tu cama", "pon la mesa", "recoge el baño" y cosas así porque pensé que era algo que tenía que hacer su padre. Nunca acompañé a su padre a hablar con su tutora, por ejemplo, porque siempre me pareció que era un asunto de su madre y de su padre. Yo siempre me preocupé por ella desde la sombra. Sabía las notas que sacaba, las amigas que tenía, los problemas que la preocupaban, las veces que estaba enferma y lo que el médico la pudiese decir etc etc... pero en un segundo plano.
Algo que también llevamos casi como una religión fue que padre-hija hicieran cosas exclusivamente juntos. Por ello, se iban de vacaciones solos, pasaban alguna tarde juntos, salían al cine los dos, a comer, etc. Yo hacía mis planes con mis amigas y/o familia y ellos los suyos, pero de una forma muy natural, no discriminatoria (aclaro que esto era de vez en cuando porque también pasábamos mucho tiempo los tres juntos) Y llegò un dia en que ella misma empezó a preguntar por qué no me unía a sus planes!
Se me ocurre, Ainhoa, que reserves, en la medida de lo posible, salidas a tres, tus hijas y tú. Estoy segura de que a Sheila le encantará la idea de tenerte sólo para ella. Puedes aprovechar un día que Sara trabaje para que no parezca que la dejáis sola adrede (máxime si ella no tiene plan familiar cerca) Incluso planear una excursión a otro pueblecito, otro sitio cercano (no digo que te vayas a 100 km. aunque sería ideal, si pudieras, planear una escapada a solas con tus niñas) Creo que podría ser un buen momento para hablar, para desnudarse emocionalmente, compartir inquietudes, etc...
Me gusta también la idea de la carta, como te aconsejan las compañeras. Es algo que funciona. MI marido y su hija lo han utilizado también en momentos de crisis.
Siento de verdad que lo estéis pasando mal. Y os entiendo, sobre todo a Sara por la parte que me toca y me tocó vivir. Cla siempre ha tenido un carácter fácil, tipo el de tu Ariadna. Hubo momentos muy muy bonitos, muy felices, estupendos. Pero también los hubo desagradables. Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo ella se lo tomó fatal. Es más, se negó a venir a casa durante algunas semanas. Y, el día de la eco del 2º trimestre, nos cruzamos con ella en el portal cuando llegábamos del médico. No fue capaz de preguntarnos si nos habían dicho el sexo de su hermano (sabía perfectamente que en esa eco nos lo dirían casi de seguro y yo estaba muy ilusionada) porque tenía prisa ya que había quedado con sus amigas. Aquello me dolió profundamente pero, como me dijo mi marido, "la adulta eres tú y quien tiene que saber manejar tus emociones"
En cuanto a los castigos... no sé, no estoy muy de acuerdo. Antes agotaría todas las posibilidades (carta, tiempo en exclusiva, terapia con un psicólogo aunque ya he leido que no entra en tus planes) porque creo que con el castigo, como diría nuestra amiga Ximena, se mata el síntoma, pero no la enfermedad.
Ojala las cosas cambien pronto y podáis vivir tranquilas como os merecéis...
os sigo, mucho ánimo y mil besos!!
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Uf!!! que líos, iré acotando algunas cosillas de a poco.Mom of a Teenager escribió:Esto sabía que me lo diríais, pero ha tenido tiempo de asimilar la situación,macedonia escribió:Repasa los últimos acontecimientos de la vida de tu hija (la separación de sus padres, la nueva vida de ambos (de Bonifacio y la tuya), su nueva situación familiar (distintas casas con lo que eso conlleva) Piensa si quizás vivió todo el cambio de una forma muy brusca y precipitada... igual no le dio tiempo a asimilar las cosas. No sé, es una idea...
Respecto a lo que cito, dices que ha tenido tiempo de asimilar la situación... ahora pregunto ¿estás segura que ha asimilado la situación? ésto solamente lo puede responder ella y nadie más, la procesión va por dentro. Mi mamá supo que era adoptada a cierta edad y tenemos mas que claro como hijas que es una herida/quiebre muy grande que la ha acompañado hasta el día de hoy, lo mismo para tu niña, sobre todo para la edad dificil que pasaba.
Con respecto a las llamadas, no serás la mamá tipo helicóptero? que quiere pasar sobre su hija y "controlar" todos los días lo que hace y no hace? ojo que ella lo puede ver así.
Ésto se los digo de corazón, no quiero ser abogada del diablo, sólo trato de ponerme un poco bajo sus sentimientos.
Con respecto a esas emociones negativas que detallas, pueden ser gatilladas por lo mismo, ser una forma de defenderse o de hacer notar sus heridas.
son ya la 1 de la madrugada, seguiré otro dia.
un abrazo fuerte para ambas, sé que todo lo hacen para estar mejor con las peques.
besos
Última edición por Dineb el Sáb 07 Dic 2013, 14:05, editado 1 vez (Razón : faltó parte de una oración.)
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Acoto, que me quedó rondando en la mente algo que comentó Sara "no discutiré si 26 meses son suficiente o no para asimilar la situación...". Pues bien, creo que cuánto tiempo es suficiente y si está resuelto o no en su interior lo puede saber y decir sólo ella, y sería injusto y lo menos empático del mundo suponer desde fuera que "ya tuvo tiempo", pues todos tenemos tiempos diferentes. Para mí, por ejemplo, sería apresurado armar una convivencia con hijas incluidas con una persona que conoces hace pocos meses, pero eso no me da crédito a asegurar que ustedes se apresuraron, fueron los tiempos de su relación, de sus afectos, sus deseos, cada quien tiene los suyos, y Sheyla también los tiene, y es muy probable que no coincidan.
Ainhoa, que tu hija en este momento no se muestre empática contigo no resta en nada que tú debas seguir siéndolo con ella. Y no compararía otro vínculo afectivo con el de padres e hijos, porque éste último no es un vínculo de iguales. A veces, uno siente estar dando mucho -en cualquier tipo de relación- pero la otra parte no piensa lo mismo. Y no vale de nada evaluar si es justo o no, sino saber qué es lo que necesita esa otra persona, que lleva a que no le compensen todos los esfuerzos que hacemos por ella. Siento si suena duro, pero yo creo que no está recibiendo de ti lo que necesita en este momento, aunque probablemente sí así fue durante los doce años anteriores. Y es fundamental redoblar los esfuerzos comunicativos para que ella pueda abrirse y mostrarte sus heridas. Que las tiene, y negarlas no es camino de solución para nada.
Un abrazo enorme, Romina
Ainhoa, que tu hija en este momento no se muestre empática contigo no resta en nada que tú debas seguir siéndolo con ella. Y no compararía otro vínculo afectivo con el de padres e hijos, porque éste último no es un vínculo de iguales. A veces, uno siente estar dando mucho -en cualquier tipo de relación- pero la otra parte no piensa lo mismo. Y no vale de nada evaluar si es justo o no, sino saber qué es lo que necesita esa otra persona, que lleva a que no le compensen todos los esfuerzos que hacemos por ella. Siento si suena duro, pero yo creo que no está recibiendo de ti lo que necesita en este momento, aunque probablemente sí así fue durante los doce años anteriores. Y es fundamental redoblar los esfuerzos comunicativos para que ella pueda abrirse y mostrarte sus heridas. Que las tiene, y negarlas no es camino de solución para nada.
Un abrazo enorme, Romina
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola chicas.
Te aseguro que tiene bastante libertad de decisión en algunos aspectos: elegir su ropa, decidir qué podemos hacer en el tiempo libre que pasamos con ella (y le damos ideas: siempre estamos pensando cómo distraerla, qué hacer que no le aburra ni le parezca infantil), elegir si una tarde que yo trabajo se queda aquí en casa o se va con sus amigas...
Y tanto niños como adultos sufrimos eso que dices de que no nos gusta el mundo en que vivimos y que todo nos parece injusto.
Mirad, el sábado pasado lo tuve libre porque me debían horas en la empresa (sino sabéis que trabajo sí o sí), tanto Sara como yo no andábamos en nuestro mejor momento de salud y de energía, pero preparamos una bolsita con almuerzo y merienda y nos fuimos a Castellón.
Les pusimos por el camino en coche (una hora) música que las distrajera y nos dedicamos a hacer (lo pudisteis leer por facebook ese día) "la ruta de las tiendas"... seleccionamos todas aquellas tiendas donde una chiquilla de 12 años pero con cuerpo y altura de mujer pudiera encontrar ropa de su gusto (jamás le hemos hecho llevar algo que no le guste), de su estilo, juvenil, sin mirar el precio o la marca. Por eso mi comentario en FB fue que era la primera vez que yo hacía la ruta de Bershka, Mango, H & M, Stradivarius... Acabamos rendidas pero ella se compró algunas prendas que le encantaron. A la peque justamente no le compramos nada porque un día ya le habíamos cogido cositas que necesitaba como vaqueros y micropolares (sin que viniera, porque conocemos su gusto y acertamos) y la peque no se quejó, sino que con toda su santa paciencia, comprensión y empatía hizo como nosotras que somos las adultas: pensar en su hermana, que es la que está en una edad más complicada para comprarse ropa, que cambia de talla cada dos por tres y hasta le ayudaba buscando por las perchas cositas que le pudieran gustar. No escuchamos ningún quejido en boca de Ariadna...
En cambio, Sheyla se queja en cuando dedicamos 5 minutos a buscar algo para Ariadna, Sara o para mí... porque si no es algo que le interese, no tiene el respeto o la empatía necesaria...
Después nos las llevamos a comer a un buffet libre italiano que les gusta y estuvimos ahí todo el rato que necesitaron. Al acabar quedamos con una mami de este foro que también estaba de compras por ahí. Ese día iba sin los nenes pero otras veces los lleva y mis hijas juegan con ellos y apuramos al máximo el tiempo de esparcimiento con ellos para que se distraigan y disfruten.
Con esto os quiero decir que pensamos mucho en sus necesidades, en cómo se siente una adolescente, en que quiere gustar y sentirse integrada con sus compañeros de instituto (y nos guste más o nos guste menos, a esa edad la ropa les resulta importantísima). Pensamos en un plan que no fuera infantil (no nos fuimos a un parque de bolas a que disfrutara Ariadna, por ejemplo). No creáis ni por un momento que le imponemos planes que le disgustan o que pretenden fastidiarle un día libre.
Básicamente porque yo venía con un modus operandi que era válido para la otra casa, pero que hubo que ir adaptándolo a ésta y porque me ayudó mucho a lograr algunas metas con yo anhelaba con ellas pero que no era capaz (y lo admito) por mí misma. Gracias a ella logré que fueran independientes, muuuy progresivamente, a la hora de dormir, que adoptaran una buena rutina para conciliar el sueño en la cama y no en el sofá y hacerlo a las 21.30-22.00 h y no a las 23.00... Porque empezaron a respetar que si voy al baño y cierro la puerta no deben de intentar entrar o aporrear la puerta... porque con mis antecedentes de gastritis no podía seguir teniendo comidas llenas de interrupciones y nervios...
Todo esto se lo fue inculcando a las nenas con mucho respeto, paciencia, cariño y con un proceso que ha durado meses para que fuera muy progresivo, sin dar un paso antes de haber conseguido el anterior.
Y del mismo modo ha intentado educar a la peque para que respete que su hermana mayor Sheyla a veces busque un momento de soledad en su habitación o que quiera ducharse sola por una cuestión de intimidad. Y Sara se adaptó de golpe, de un día para otro, a convivir con dos niñas, sin paños calientes...lo que fue un cambio muy fuerte para ella.
Yo durante años no me iba tranquila a trabajar a menos de que la abuela hiciera acto de presencia porque no me podía fiar de Bonifacio. Aquí desde el primer día Sara se implicó tanto con ellos, con sus necesidades de afecto-comida-abrigo-juego-estudios-descanso, etc. que yo respiré tranquila y supe que tendría a una gran aliada a mi lado y que las nenas comenzaban a saber lo que eran dos progenitores/ figuras paternas de verdad... es decir, no dos donde uno es protagonista y se implica y el otro tiene un papel de figurante y aparece muy pocas veces... Aquí en esta casa comenzaron a tener muchas más atenciones y las necesidades mejor cubiertas que antes...
Pero Macedonia, del mismo modo que Sara ha hecho de segunda madre a nivel afectivo, nutritivo, etc. también ha estado en su derecho y ha sido lógico que fuera adoptando el papel de educadora...tanto para ayudarme a mí (que he de admitir que me volví muuuuy blanda tras la separación y perdí las riendas) como para que las nenas tuvieran un referente, una figura adulta que supiera quererlas a la vez que les marcaba ciertos límites necesarios.
Cuando formas una nueva familia, es normal que los roles de cada uno se reconfiguren un poco y que todos (niños y adultos) tengamos que amoldarnos a los cambios.
Con respecto a las reuniones del cole, a la primera de Sheyla tras la separación yo fui con Bonifacio pero ya nos dimos cuenta que no era buena idea porque él ya tenía formada otra familia, con su novia y yo ya tenía formada la mía... y él le podía dar la razón a la maestra pero al salir por la puerta hacer lo que le diera la real gana que básicamente era no atribuirle importancia a la necesidad de organización de las tardes de Sheyla... él quería que sólo jugara, jugara y jugara y que luego por la noche, ya cansada, se apañara con los deberes... cuando lo normal era que tuviera hora y media o dos horas de juego, luego estudiara, se le ayudara con lo que fuera necesario y después pudiera ducharse, cenar y acostarse a una hora decente.
Él y yo no coincidíamos en muchas cosas y no tenía sentido ir juntos, aparte de que precisamente no me apetecía porque lo normal era ir con la persona con la que yo convivía y que atendía a mis hijas no sólo en mi ausencia, sino también en mi presencia.
Ahora es curioso: cuando sabe que hemos ido a una reunión trimestral (él era pasotilla y con ir una vez al año le parecía bastante) con la maestra de Ariadna o el profe de Sheyla, se apresura a pedir él una reunión. Sino, ni se acuerda...
Algunas sabéis, porque lo conté por FB, que le dijo a la maestra de la peque, que se oponía a que Sara me acompañara a las reuniones, Nos lo dijo la maestra como con miedo a la reacción de él (que no parece estar muy estable emocionalmente en estos momentos) y nos apresuramos a hablar con la Directora, quien nos dijo que le parecía de lo más normal, que fuéramos juntas, que lo que no podía hacer sin autorización (pero sí con mi autorización escrita) era presentarse Sara a solas, que le parecía genial que ella se implicara y que hablaría con la maestra para tranquilizarla y decirle que no pasaba nada. Yo le dije que a mí me parecería genial que Bonifacio fuera con su novia a las reuniones, ya que ella también vive en casa con mis hijas, y es bueno que sepa en qué van flojas y en qué destacan, qué se puede hacer para mejorar su rendimiento académico o si deberían intentar modificar su conducta si es que algo va mal...
Pero ella no hace nada de esto, se dedica a hacer sus labores de casa y lo que es implicarse como lo que hace Sara...ni de lejos. Porque ser madre o madrastra es más que tener la casa limpia y servir un plato de comida caliente. de todos modos, contra esa chica, a la que llamaremos Alicia (no le puedo poner un nombre feo, como a Bonifacio, porque me cae bien) no tengo nada, hasta donde yo sé (a lo mejor me pone a parir todos los días en la intimidad, pero no tengo pruebas de ello.
Sara trabaja toda la noche y cuando sale quiere estar con nosotras, disfrutar de nuestra compañía, acompañarme a llevar o recoger las niñas de clase... no echarse a dormir 6 horas y que la dejemos en paz.
Sheyla, cuando nos hemos sentado 3 horas con ella (porque le cuesta exteriorizar, al revés que a Ariadna, que desnuda su alma en 2 segundos) y con cariño le hemos ido preguntando qué le sucede, se ha abierto... es más, un día que se animó a hablar y desahogarse lo hizo curiosamente con Sara, no conmigo... las dos estuvieron mucho rato en la habitación y Sheyla le contó todo lo que le pasaba en ese momento por la cabeza...
No queremos ser 3 + 1... esta fórmula la tuve varios años pero porque ese 1 hacía sus propios planes, buscaba su propio espacio, sus propias ¿¿obligaciones?? (hacer un surco de tomates que no podía esperar media hora más) y, por qué no decirlo, su propia vida...
Aquí ya bastantes momentos Sara y yo estamos separadas por el trabajo y las nenas y nosotras separadas por custodias, colegios y trabajo como para hacer planes por separado. Y si ya tenemos en cuenta que entre semana las rutinas escolares nos impiden disfrutar del tiempo libre y en fin de semana yo ya trabajo hasta los domingos... pues cuando coincidimos las cuatro sin obligaciones aprovechamos a hacer algo juntas.
Yo tuve una mamá que no era helicóptera, era carcelera, con hora de llegada super puntual marcada e inamovible, alguien que leía mis diarios personales, que hablaba con todos mis amigos para sonsacarles información de todo lo que yo hacía o dejaba de hacer o con quien estaba....)
Cuando están en la otra cosa lo único que hago es llamarlas para hablar 2-3 minutos, darles las buenas noches, preguntarles qué tal día han tenido y si están bien de salud... eso de control tiene más bien poco. Y cuando están aquí me gusta que tengan intimidad a la hora de ducharse, de vestirse, de estar en su habitación tranquilas y sin agobios...
Justamente lo que me falta es poner más control... tal vez si revisara periódicamente el móvil de Sheyla podría haberme dado cuenta que llevaba semanas malmetiendo, ofendiéndonos, haciendo muchísimo daño a nuestro honor, etc. Pero no tengo el PIN y ella apaga el móvil en cuanto entra por casa. Se lo habré revisado 5 veces en todo este tiempo que lo tiene y justamente a raíz de lo que sucedió.
Chicas, me encantaría seguir, pero no tengo ni tiempo de releer mi mensaje, corregirlo, etc. Y Sara tiene que dormir para irse a trabajar esta próxima noche así que no le puede echar una ojeada. Salgo hacia el trabajo en menos 20 minutos y aún estoy por duchar y ponerme el uniforme. En otro momento prosigo que me han quedado cositas por citar y por comentar.
Gracias por vuestra implicación. Un saludo.
Es una niña para lo que quiere...porque para enviar vídeos, montajes, fotos, hablar mal de mí y de Sara por whattsapp tiene más mala leche que un adulto...y piensa como un adulto, porque si fuera una niña no se le ocurrirían estas cosas ni las llevaría a cabo...macedonia escribió:me pongo "de parte" de Sheila porque es una niña y vosotras, las adultas. Sí, es una niña con 12 años.Y en una edad muy muy difícil, donde ni estás aquí ni allí, ni eres una niña ni eres una adulta. No puedes tomar tus propias decisiones aunque te gustaría hacerlo, no te gusta el mundo en que vives, todo te parece injusto, te haces tantas preguntas y apenas ninguna tienen respuesta, etc etc...
Te aseguro que tiene bastante libertad de decisión en algunos aspectos: elegir su ropa, decidir qué podemos hacer en el tiempo libre que pasamos con ella (y le damos ideas: siempre estamos pensando cómo distraerla, qué hacer que no le aburra ni le parezca infantil), elegir si una tarde que yo trabajo se queda aquí en casa o se va con sus amigas...
Y tanto niños como adultos sufrimos eso que dices de que no nos gusta el mundo en que vivimos y que todo nos parece injusto.
Pues justo se enfada más con quienes más tiempo pasa con ellas, porque Bonifacio delega muchísimo en su madre...macedonia escribió:Decis que el cambio de Sheila ha sido a partir de que le encomiendas ciertas tareas y responsabilidades en casa. Yo pienso que es la tecla perfecta para rebelarse porque a nadie le gusta que le manden. Y ella saca todo su enfado. Porque, no me cabe ninguna duda de que Sheila está enfadada con Ainhoa. No con Bonifacio, sino con Ainhoa y Sara. Y mucho me temo que más con Sara...
Mirad, el sábado pasado lo tuve libre porque me debían horas en la empresa (sino sabéis que trabajo sí o sí), tanto Sara como yo no andábamos en nuestro mejor momento de salud y de energía, pero preparamos una bolsita con almuerzo y merienda y nos fuimos a Castellón.
Les pusimos por el camino en coche (una hora) música que las distrajera y nos dedicamos a hacer (lo pudisteis leer por facebook ese día) "la ruta de las tiendas"... seleccionamos todas aquellas tiendas donde una chiquilla de 12 años pero con cuerpo y altura de mujer pudiera encontrar ropa de su gusto (jamás le hemos hecho llevar algo que no le guste), de su estilo, juvenil, sin mirar el precio o la marca. Por eso mi comentario en FB fue que era la primera vez que yo hacía la ruta de Bershka, Mango, H & M, Stradivarius... Acabamos rendidas pero ella se compró algunas prendas que le encantaron. A la peque justamente no le compramos nada porque un día ya le habíamos cogido cositas que necesitaba como vaqueros y micropolares (sin que viniera, porque conocemos su gusto y acertamos) y la peque no se quejó, sino que con toda su santa paciencia, comprensión y empatía hizo como nosotras que somos las adultas: pensar en su hermana, que es la que está en una edad más complicada para comprarse ropa, que cambia de talla cada dos por tres y hasta le ayudaba buscando por las perchas cositas que le pudieran gustar. No escuchamos ningún quejido en boca de Ariadna...
En cambio, Sheyla se queja en cuando dedicamos 5 minutos a buscar algo para Ariadna, Sara o para mí... porque si no es algo que le interese, no tiene el respeto o la empatía necesaria...
Después nos las llevamos a comer a un buffet libre italiano que les gusta y estuvimos ahí todo el rato que necesitaron. Al acabar quedamos con una mami de este foro que también estaba de compras por ahí. Ese día iba sin los nenes pero otras veces los lleva y mis hijas juegan con ellos y apuramos al máximo el tiempo de esparcimiento con ellos para que se distraigan y disfruten.
Con esto os quiero decir que pensamos mucho en sus necesidades, en cómo se siente una adolescente, en que quiere gustar y sentirse integrada con sus compañeros de instituto (y nos guste más o nos guste menos, a esa edad la ropa les resulta importantísima). Pensamos en un plan que no fuera infantil (no nos fuimos a un parque de bolas a que disfrutara Ariadna, por ejemplo). No creáis ni por un momento que le imponemos planes que le disgustan o que pretenden fastidiarle un día libre.
Yo también fui así... y por eso no he querido que ella fuera como yo. Desde pequeña le he dado pie a que manifieste sus quejas, su disconformidad, a que hable alto y claro sin miedo, a que no hiciera las cosas a disgusto por querer agradar... pero también le he intentado explicar la diferencia entre la sumisión y respetar a los adultos. No quiero que sea sumisa, que agache la cabeza y acepte todo lo que le digamos, que acate las normas sin posibilidad de manifestarse... Claro que no. Pero sí que no olvide jamás que todos nos merecemos un respeto: los niños y los adultos.macedonia escribió:Me veo desde lejos intentado agradar a mi madre continuamente...y sinceramente no creo que eso me convirtiera en una adolescente mejor ni respetuosa con los mayores sino más bien en una adolescente dependiente y creyéndome sin ningún tipo de derechos. Una adolescente madre, una hija madre.
Sara al principio tampoco lo hacía pero al igual que desde un principio se ha implicado mucho (en una semana ya lo había hecho más que Bonifacio en 10 años), se ha encargado de cuidarlas cuando yo trabajaba, las ha atendido de día y de noche, les ha preparado las duchas, les ha lavado y planchado la ropa, ha jugado con ellas, les ha preparado la comida, a hacer los deberes y mil cosas más... también poco a poco se fue implicando en su educación.macedonia escribió:Tardamos mucho en convivir y, cuando lo hicimos, jamás me metí abiertamente en su educación, es decir, no la ordenaba "haz tu cama", "pon la mesa", "recoge el baño" y cosas así porque pensé que era algo que tenía que hacer su padre. Nunca acompañé a su padre a hablar con su tutora, por ejemplo, porque siempre me pareció que era un asunto de su madre y de su padre. Yo siempre me preocupé por ella desde la sombra. Sabía las notas que sacaba, las amigas que tenía, los problemas que la preocupaban, las veces que estaba enferma y lo que el médico la pudiese decir etc etc... pero en un segundo plano.
Básicamente porque yo venía con un modus operandi que era válido para la otra casa, pero que hubo que ir adaptándolo a ésta y porque me ayudó mucho a lograr algunas metas con yo anhelaba con ellas pero que no era capaz (y lo admito) por mí misma. Gracias a ella logré que fueran independientes, muuuy progresivamente, a la hora de dormir, que adoptaran una buena rutina para conciliar el sueño en la cama y no en el sofá y hacerlo a las 21.30-22.00 h y no a las 23.00... Porque empezaron a respetar que si voy al baño y cierro la puerta no deben de intentar entrar o aporrear la puerta... porque con mis antecedentes de gastritis no podía seguir teniendo comidas llenas de interrupciones y nervios...
Todo esto se lo fue inculcando a las nenas con mucho respeto, paciencia, cariño y con un proceso que ha durado meses para que fuera muy progresivo, sin dar un paso antes de haber conseguido el anterior.
Y del mismo modo ha intentado educar a la peque para que respete que su hermana mayor Sheyla a veces busque un momento de soledad en su habitación o que quiera ducharse sola por una cuestión de intimidad. Y Sara se adaptó de golpe, de un día para otro, a convivir con dos niñas, sin paños calientes...lo que fue un cambio muy fuerte para ella.
Yo durante años no me iba tranquila a trabajar a menos de que la abuela hiciera acto de presencia porque no me podía fiar de Bonifacio. Aquí desde el primer día Sara se implicó tanto con ellos, con sus necesidades de afecto-comida-abrigo-juego-estudios-descanso, etc. que yo respiré tranquila y supe que tendría a una gran aliada a mi lado y que las nenas comenzaban a saber lo que eran dos progenitores/ figuras paternas de verdad... es decir, no dos donde uno es protagonista y se implica y el otro tiene un papel de figurante y aparece muy pocas veces... Aquí en esta casa comenzaron a tener muchas más atenciones y las necesidades mejor cubiertas que antes...
Pero Macedonia, del mismo modo que Sara ha hecho de segunda madre a nivel afectivo, nutritivo, etc. también ha estado en su derecho y ha sido lógico que fuera adoptando el papel de educadora...tanto para ayudarme a mí (que he de admitir que me volví muuuuy blanda tras la separación y perdí las riendas) como para que las nenas tuvieran un referente, una figura adulta que supiera quererlas a la vez que les marcaba ciertos límites necesarios.
Cuando formas una nueva familia, es normal que los roles de cada uno se reconfiguren un poco y que todos (niños y adultos) tengamos que amoldarnos a los cambios.
Con respecto a las reuniones del cole, a la primera de Sheyla tras la separación yo fui con Bonifacio pero ya nos dimos cuenta que no era buena idea porque él ya tenía formada otra familia, con su novia y yo ya tenía formada la mía... y él le podía dar la razón a la maestra pero al salir por la puerta hacer lo que le diera la real gana que básicamente era no atribuirle importancia a la necesidad de organización de las tardes de Sheyla... él quería que sólo jugara, jugara y jugara y que luego por la noche, ya cansada, se apañara con los deberes... cuando lo normal era que tuviera hora y media o dos horas de juego, luego estudiara, se le ayudara con lo que fuera necesario y después pudiera ducharse, cenar y acostarse a una hora decente.
Él y yo no coincidíamos en muchas cosas y no tenía sentido ir juntos, aparte de que precisamente no me apetecía porque lo normal era ir con la persona con la que yo convivía y que atendía a mis hijas no sólo en mi ausencia, sino también en mi presencia.
Ahora es curioso: cuando sabe que hemos ido a una reunión trimestral (él era pasotilla y con ir una vez al año le parecía bastante) con la maestra de Ariadna o el profe de Sheyla, se apresura a pedir él una reunión. Sino, ni se acuerda...
Algunas sabéis, porque lo conté por FB, que le dijo a la maestra de la peque, que se oponía a que Sara me acompañara a las reuniones, Nos lo dijo la maestra como con miedo a la reacción de él (que no parece estar muy estable emocionalmente en estos momentos) y nos apresuramos a hablar con la Directora, quien nos dijo que le parecía de lo más normal, que fuéramos juntas, que lo que no podía hacer sin autorización (pero sí con mi autorización escrita) era presentarse Sara a solas, que le parecía genial que ella se implicara y que hablaría con la maestra para tranquilizarla y decirle que no pasaba nada. Yo le dije que a mí me parecería genial que Bonifacio fuera con su novia a las reuniones, ya que ella también vive en casa con mis hijas, y es bueno que sepa en qué van flojas y en qué destacan, qué se puede hacer para mejorar su rendimiento académico o si deberían intentar modificar su conducta si es que algo va mal...
Pero ella no hace nada de esto, se dedica a hacer sus labores de casa y lo que es implicarse como lo que hace Sara...ni de lejos. Porque ser madre o madrastra es más que tener la casa limpia y servir un plato de comida caliente. de todos modos, contra esa chica, a la que llamaremos Alicia (no le puedo poner un nombre feo, como a Bonifacio, porque me cae bien) no tengo nada, hasta donde yo sé (a lo mejor me pone a parir todos los días en la intimidad, pero no tengo pruebas de ello.
En otras familias puede que funcione, pero aquí somos un equipo desde el primer día, queremos ser una piña y hacer todo lo que podamos juntas.macedonia escribió:Se me ocurre, Ainhoa, que reserves, en la medida de lo posible, salidas a tres, tus hijas y tú. Estoy segura de que a Sheila le encantará la idea de tenerte sólo para ella. Puedes aprovechar un día que Sara trabaje para que no parezca que la dejáis sola adrede (máxime si ella no tiene plan familiar cerca) Incluso planear una excursión a otro pueblecito, otro sitio cercano (no digo que te vayas a 100 km. aunque sería ideal, si pudieras, planear una escapada a solas con tus niñas) Creo que podría ser un buen momento para hablar, para desnudarse emocionalmente, compartir inquietudes, etc...
Sara trabaja toda la noche y cuando sale quiere estar con nosotras, disfrutar de nuestra compañía, acompañarme a llevar o recoger las niñas de clase... no echarse a dormir 6 horas y que la dejemos en paz.
Sheyla, cuando nos hemos sentado 3 horas con ella (porque le cuesta exteriorizar, al revés que a Ariadna, que desnuda su alma en 2 segundos) y con cariño le hemos ido preguntando qué le sucede, se ha abierto... es más, un día que se animó a hablar y desahogarse lo hizo curiosamente con Sara, no conmigo... las dos estuvieron mucho rato en la habitación y Sheyla le contó todo lo que le pasaba en ese momento por la cabeza...
No queremos ser 3 + 1... esta fórmula la tuve varios años pero porque ese 1 hacía sus propios planes, buscaba su propio espacio, sus propias ¿¿obligaciones?? (hacer un surco de tomates que no podía esperar media hora más) y, por qué no decirlo, su propia vida...
Aquí ya bastantes momentos Sara y yo estamos separadas por el trabajo y las nenas y nosotras separadas por custodias, colegios y trabajo como para hacer planes por separado. Y si ya tenemos en cuenta que entre semana las rutinas escolares nos impiden disfrutar del tiempo libre y en fin de semana yo ya trabajo hasta los domingos... pues cuando coincidimos las cuatro sin obligaciones aprovechamos a hacer algo juntas.
Yo lo usaba mucho con mi madre y con otras personas...pero con una hija a la que cuando no tenía whattsapp yo le enviaba un sms de 5-6 líneas me decía que no lo había leído porque era muy largo... pues se complica la situación. El tema es que sólo lee algo si le resulta interesante (llámese libro de Violetta o revista de moda) y que su madre le escriba algo, por desgracia, le interesa poco.macedonia escribió:Me gusta también la idea de la carta, como te aconsejan las compañeras. Es algo que funciona. Mi marido y su hija lo han utilizado también en momentos de crisis.
Una retirada de privilegios es necesaria a esa edad (tus hijos son pequeños y no es algo tan viable, así que es normal que te extrañen estos métodos) para que aprenda a valorar las cosas y entender que el mundo no gira a su alrededor o puede hacer lo que le da la real gana.macedonia escribió:En cuanto a los castigos... no sé, no estoy muy de acuerdo. Antes agotaría todas las posibilidades (carta, tiempo en exclusiva, terapia con un psicólogo aunque ya he leido que no entra en tus planes) porque creo que con el castigo, como diría nuestra amiga Ximena, se mata el síntoma, pero no la enfermedad.
Nada más lejos de la realidad.dineb escribió:Con respecto a las llamadas, no serás la mamá tipo helicóptero? que quiere pasar sobre su hija y "controlar" todos los días lo que hace y no hace? ojo que ella lo puede ver así.
Yo tuve una mamá que no era helicóptera, era carcelera, con hora de llegada super puntual marcada e inamovible, alguien que leía mis diarios personales, que hablaba con todos mis amigos para sonsacarles información de todo lo que yo hacía o dejaba de hacer o con quien estaba....)
Cuando están en la otra cosa lo único que hago es llamarlas para hablar 2-3 minutos, darles las buenas noches, preguntarles qué tal día han tenido y si están bien de salud... eso de control tiene más bien poco. Y cuando están aquí me gusta que tengan intimidad a la hora de ducharse, de vestirse, de estar en su habitación tranquilas y sin agobios...
Justamente lo que me falta es poner más control... tal vez si revisara periódicamente el móvil de Sheyla podría haberme dado cuenta que llevaba semanas malmetiendo, ofendiéndonos, haciendo muchísimo daño a nuestro honor, etc. Pero no tengo el PIN y ella apaga el móvil en cuanto entra por casa. Se lo habré revisado 5 veces en todo este tiempo que lo tiene y justamente a raíz de lo que sucedió.
Chicas, me encantaría seguir, pero no tengo ni tiempo de releer mi mensaje, corregirlo, etc. Y Sara tiene que dormir para irse a trabajar esta próxima noche así que no le puede echar una ojeada. Salgo hacia el trabajo en menos 20 minutos y aún estoy por duchar y ponerme el uniforme. En otro momento prosigo que me han quedado cositas por citar y por comentar.
Gracias por vuestra implicación. Un saludo.
Última edición por Mom of a Teenager el Sáb 07 Dic 2013, 17:38, editado 1 vez
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Chicas, no olvidemos que Ainhoa ha abierto este post en gran parte como desahogo. Parece que decir que tu hijo te decepciona/enfada/desconcierta está mal visto por nosotras mismas...pero a todas nos ha pasado o pasará en algún momento. Creemos en la empatía, y por eso la aplicamos en nuestra crianza. Es evidente que no todos los niños empatizan igual con sus pares o con los adultos. Yo creo que, como dicen los catalanes ''d'on no n'hi ha no raja''. Vamos, que de donde no hay no se puede sacar. Pero si Sheila exige intimidad y respeto es porque conoce el significado de tales conceptos. Exige pero no da.
No tiene 3,4 o 5 años. Tiene edad suficiente para saber qué significa respetar. Y no estoy diciendo que respete a su madre por ser su madre, que también, sino porque como persona lo merece. Igual que seguro que respeta a sus amig@s, debe respetar a su hermana , a Ainhoa y a Sara. Debe ganarse el respeto que ella exige.
Está bien empatizar con los niños, pero eso no está reñido con empatizar con los adultos.
Sheila es probable que no haya asumido bien que su vida haya cambiado. Sé de ''niños'' de 20 que han criticado a su padre por separarse (habiendo esperado a que fuesen mayores de edad para no perjudicarles) porque iban a tener que vender el chalé con piscina. Sabiendo la mala vida que él había llevado junto a su ex-mujer. A veces hay que asumir que no todo en nuestros hijos es bueno, mal que nos pese. Mi hermano lleva ya 11 meses sin visitar ni llamar a mis padres, y sin llevarles a su nieto... Eso es su decisión, pero no forma parte de lo que mis padres le inculcaron. Y podemos decir que tiene 35 años, pero con 15 apuntaba maneras y ninguno supimos/quisimos verlo. Porque, por muy enfadada que esté Sheila, conociendo a Ainhoa, seguro que le ha ofrecido mil oportunidades para expresarse, y Sheila ha decidido que no le va a dar ese gusto a su madre. Quiere seguir de víctima y tener la sarten por el mango. Sabe lo que le duele a su madre y lo hace a conciencia. Y dañar porque estás dolido es una opción. Y no la más constructiva.
No tiene 3,4 o 5 años. Tiene edad suficiente para saber qué significa respetar. Y no estoy diciendo que respete a su madre por ser su madre, que también, sino porque como persona lo merece. Igual que seguro que respeta a sus amig@s, debe respetar a su hermana , a Ainhoa y a Sara. Debe ganarse el respeto que ella exige.
Está bien empatizar con los niños, pero eso no está reñido con empatizar con los adultos.
Sheila es probable que no haya asumido bien que su vida haya cambiado. Sé de ''niños'' de 20 que han criticado a su padre por separarse (habiendo esperado a que fuesen mayores de edad para no perjudicarles) porque iban a tener que vender el chalé con piscina. Sabiendo la mala vida que él había llevado junto a su ex-mujer. A veces hay que asumir que no todo en nuestros hijos es bueno, mal que nos pese. Mi hermano lleva ya 11 meses sin visitar ni llamar a mis padres, y sin llevarles a su nieto... Eso es su decisión, pero no forma parte de lo que mis padres le inculcaron. Y podemos decir que tiene 35 años, pero con 15 apuntaba maneras y ninguno supimos/quisimos verlo. Porque, por muy enfadada que esté Sheila, conociendo a Ainhoa, seguro que le ha ofrecido mil oportunidades para expresarse, y Sheila ha decidido que no le va a dar ese gusto a su madre. Quiere seguir de víctima y tener la sarten por el mango. Sabe lo que le duele a su madre y lo hace a conciencia. Y dañar porque estás dolido es una opción. Y no la más constructiva.
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Ainhoa, tenía escrita la respuesta y no la había enviado. No te he leído. Lo haré ahndra.
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Sobre esto decirte que, al menos en mi caso, nunca me he sentido de otra manera que formando equipo y piña con mi marido por mucho que hayamos hecho planes por separado. Pienso que las personas también necesitan independencia y hacer cosas por separado según las necesidadesd de cada uno/a. Es posible que tus hijas necesiten pasar tiempo a solas contigo, igual que tú necesitas pasar tiempo a solas con Sara. Sara y tú habéis hecho viajes, escapadas, etc donde las niñas no tenían hueco. Por qué no hacer lo mismo con las niñas?En otras familias puede que funcione, pero aquí somos un equipo desde el primer día, queremos ser una piña y hacer todo lo que podamos juntas.
No se trata de ser 3+1 ni de ir poniendo etiquetas. Se trata de ser lo que requiera cada momento. Habrá momentos en que el cuerpo o las necesidades os hagan/apetezcan ser 2, otras 3, otras 4, otras 1...
No me extrañan esos métodos. He convivido con una adolescente que, a pesar de todo, nunca fue castigada aunque ganas no quedaron... Y he visto niños de 5, 4, 3 años con retirada de privilegios.Una retirada de privilegios es necesaria a esa edad (tus hijos son pequeños y no es algo tan viable, así que es normal que te extrañen estos métodos) para que aprenda a valorar las cosas y entender que el mundo no gira a su alrededor o puede hacer lo que le da la real gana.
Creo que Sehila está demandando atención, igual que HH la demanda a veces cuando grita, se enfada, se porta mal, etc... Siempre me viene a la memoria la frase de Rosa Jové, quiéreme cuando menos lo merezca que será cuando más lo necesite. Esta frase es estrapolabe a todo el mundo, independientemente de la edad. Y cuando esto sucede hay que rediblar esfuerzos, como diría Alfonsina
mucha suerte, mucho ánimo!!!!!!
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
hola Ainhoa y Sara....
puede que no llegue a ponerme del todo en vuestros zapatos porque me faltan "años de madre".
pero como puedo opinar, ahi voy.
Mis padres se separaron cuando yo tenia 17 años, mayorcita ya. pero evidentemente, yo me comencé a medio-rebelar. Digo"medio" proque nunca fui muy rebeldona y mi madre siempre fue bastante "Sargento" asique nada...
Una vez me peleé con ella y me dijo "pues te vas a casa de tu padre con toda su familia". OF COURSE le dije que me iba volando... pero volando volvía la día siguiente porque aquello era horroroso!!!!
con esto quiero decir: ¿y si evaluáis la opción de que "viva" con el padre, más allá de los días de visita? Yo sé que os puede entrar miedito pero... ¿no? vosotras podríais estar tranquilas, descansar un poco de toda la situación y seguramente refrescaros las maneras y métodos para acercaros a ella.
y seguramente ella pueda apreciar bien dónde le preparan la ropa, dónde come calentito, dónde la atienden y acompañan con los deberes, las pupas y todo eso...
no sé, es una idea...
besos y fuerza!!!!!!!!!!!!
puede que no llegue a ponerme del todo en vuestros zapatos porque me faltan "años de madre".
pero como puedo opinar, ahi voy.
Mis padres se separaron cuando yo tenia 17 años, mayorcita ya. pero evidentemente, yo me comencé a medio-rebelar. Digo"medio" proque nunca fui muy rebeldona y mi madre siempre fue bastante "Sargento" asique nada...
Una vez me peleé con ella y me dijo "pues te vas a casa de tu padre con toda su familia". OF COURSE le dije que me iba volando... pero volando volvía la día siguiente porque aquello era horroroso!!!!
con esto quiero decir: ¿y si evaluáis la opción de que "viva" con el padre, más allá de los días de visita? Yo sé que os puede entrar miedito pero... ¿no? vosotras podríais estar tranquilas, descansar un poco de toda la situación y seguramente refrescaros las maneras y métodos para acercaros a ella.
y seguramente ella pueda apreciar bien dónde le preparan la ropa, dónde come calentito, dónde la atienden y acompañan con los deberes, las pupas y todo eso...
no sé, es una idea...
besos y fuerza!!!!!!!!!!!!
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Re: Mi hija adolescente tiene una conducta preocupante
Hola chicas...acabo de llegar a casa... Voy a ver si me pongo el pijama, entro en calor que estoy congeladita, pienso si pongo algo de cena al fuego que vengo hambrienta del trabajo y me pongo a comentar el tema... que me he ido con tela que cortar y creo que ahora se me han sumado más metros en el telar En un rato estoy con vosotras pero no esperéis que logre publicar el mensaje antes de medianoche...
Un abrazote.
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