Ni habla ni obedece a los 18 meses

Almudena,

ante todo te envío un abrazo de oso porque entiendo que lo estarás pasando muy mal. Cualquiera de las opiniones que te han dado, las podría haber escrito yo hace tiempo -de hecho, lo hice   pensando en que cada nene tiene un ritmo distinto-; ahora, sin embargo, te animaría a que contactaras cuanto antes con un centro de atención temprana (lo siento, no sé cómo se llaman en tu comunidad ni el proceso para que te deriven) o un neuropediatra. Quizá no ocurra nada o no sea nada grave, y en ese caso te quedarás tranquila, pero si a tu peque le pasa algo, ganarás un tiempo precioso que tendrá importantes repercusiones en la evolución posterior de tu bebé.

Por favor, no dejes de contarnos. Quedo pendiente de vuestra evolución.

Un abrazo enorme y mucho, muchísimo ánimo.

Almudena,

te paso algunos links por si te pudieran servir (no estoy afirmando que a tu niño le pase, que yo ni soy especialista ni he visto al niño, lo único que digo es que algunos signos que cuentas que muestra tu niño son preocupantes y, en mi opinión, ameritan una visita al especialista ya sea para descartar o si así lo estiman, para tratar):

http://www.crianzanatural.com/art/art192.html

http://autismodiario.org/2012/07/24/signos-tempranos-en-ninos-con-autismo/

http://www.pediatriaintegral.es/numeros-anteriores/publicacion-2012-12/los-trastornos-del-espectro-autista/

http://www.autismonavarra.com/

Échale un vistazo al último enlace, que además contiene muchos materiales para estimular y mira también el enlace al blog que hay en la página en la que la presidenta de la asociación cuenta la historia de su hijo Mario. Te dejo también el enlace al blog de la mamá de Erik, un nene con autismo, que también tiene materiales:

http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com.es/

Hay algunas mamás por aquí también cuyos peques tienen autismo, ojalá entren y te cuenten. Yo empecé a leer sobre TEA cuando a los nenes de una compañera forera le diagnosticaron autismo. Te dejo un link al post en que lo cuenta para que veas que, en el peor de los casos, hay un futuro con el que puedes soñar:

https://maternidadinstintiva.activoforo.com/t13137-por-fin-veo-la-luz-al-final-del-tunel#151012

Para lo que necesites, por aquí estamos.

Un abrazo enorme y todo el ánimo del mundo.

Hola,

yo llevo tiempo leyendo un foro sobre estimulación temprana y allí he aprendido mucho, no ya sobre muchos tipos de dificultades, sino sobre la vida también. Aún admitiendo que quizá mi mirada esté deformada por haber leído demasiado y asumiendo también que, obviamente, cada niño es un mundo y lleva su propio ritmo de desarrollo, sigo pensando que, ante la duda, siempre al especialista.

No os podéis imaginar la de casos que he leído en que sólo la mamá estaba preocupada y absolutamente nadie más del entorno había detectado nada: ni pediatras, ni personal de guardería o colegio, ni resto de familiares... De entre los casos que más me han impactado, uno de un niño que a los 12 años acaba de ser diagnosticado como TEA, autismo de alto funcionamiento. Los papás llevaban 6 largos años acudiendo a especialista tras especialista sin que nadie, aparte de ellos, hubiera detectado nada. No había grandes signos de nada, sólo pequeñas cositas que se iban sumando día tras día, año tras año...; la mamá cuenta que, aún con el diagnóstico del CSMIJ, la psicóloga del cole tiene dudas.

Otra mamá con un nene cuya única dificultad estaba en la comida y sólo desde ahí lograron ponerle nombre a lo que al niño le pasaba: transtorno de integración sensorial.

Hay otra mamá que tiene tres nenes: sus dos mayores hablaron muy tardíamente. Ella cuenta que, en el caso del mayor, esperar hasta los tres años le salió bien porque sólo tenía un retraso simple del lenguaje; en el caso del mediano, no, porque el niño padece un transtorno específico del lenguaje y, a día de hoy, aunque el peque ha avanzado mucho, todavía se pregunta si una intervención más temprana le hubiera evitado a su hijo las grandes dificultades con las que su hijo ha tropezado y tropieza aún cada día.

Por contar una historia que "acaba bien", la de una mamá preocupada porque su hija da saltitos, pequeños gritos y aletea. LLevaba años angustiada y debatiéndose entre llevarla al especialista y arriesgarse a una etiqueta que no corresponde, y llevarla para, en su caso, proporcionarle la terapia que necesitaría; el mes pasado la llevó a valorar y, según la profesional que la ha atendido, no hay nada grave salvo sospecha de que tiene altas capacidades.

En cuanto a si, ante la duda de algo incierto, merece la pena esperar, rotundamente no: no ya sólo porque si no hay nada te evitas semanas, meses o años de angustia, sino porque existe evidencia científica que muestra que cuanto antes se intervenga, mejor es el pronóstico. Hay un último caso que os quiero contar en el que una mamá detectaba cosas muy sutiles en su nene pequeño: entre psicólogo que no lo veía claro y otras historias, el diagnóstico provisional (TEA) no llegó hasta pasados los tres años, en el que ya pasaron a terapia específica. Hoy día, el nene ha avanzado tanto que su madre cuenta que ni siquiera lo hubiera soñado. Hace poco le volvieron a pasar los test específicos de detección: la mamá pensaba que, dados los grandes avances, los pasaría sin problemas pero no, lo tardío de la terapia específica pesa demasiado. A día de hoy el niño está diagnosticado de TEA, síndrome de asperger. Sin embargo, los casos que más tempranamente se han detectado y atendido, la mayoría pasan sin problemas los test como si no tuvieran el transtorno (que es de por vida porque "no se cura", aún cuando pasen los test). Así que sí, sí perdemos un tiempo valiosísimo esperando tres meses, 6 meses o un par de años por si no fuera nada, porque el pronóstico es infinitamente mejor cuanto más pronto se atiende. Y a este nene del que he hablado, nadie de su entorno le ha notado nunca nada.

Desde cuando yo empecé a leer sobre el tema hasta ahora hay muchísima más información disponible pero las mamás cuentan que hay todavía demasiado personal médico o educativo que, ante las dudas de la mamá, por desconocimiento -porque según los especialistas, se pueden detectar signos en niños de pocos meses de vida-, opta por tranquilizar pensando que se trata sólo de mamás primerizas u obsesionadas, así que si alguien me pregunta, yo optaría por recomendar siempre acudir a un especialista y, si aún así tienes dudas, solicitar una segunda y hasta una tercera opinión. Si lo que comenta Almudena que le pasa a su hijo, lo detectara yo en alguno de los míos, yo estaría ya presionando a su pediatra para que me diera el volante para el especialista o el centro de atención temprana o acudiendo a un profesional privado por mi cuenta, porque si efectivamente le pasara algo, el tiempo perdido no se lograría recuperar nunca.

Almudena, te mando un abrazo enorme y todo mi cariño y te pido perdón por ser tan franca porque entiendo que mi intervención te removerá mucho por dentro, pero no puedo dejar de decirlo tal y como lo siento y tal y como le respondería a mi hermana si me contara algo parecido. Ojalá que lo de tu pequeño Pablo no sea nada.

Un abrazo a todas.

Almudena, ya sólo esa sensación de que algo le pasa a tu hijo sería bastante, pero si además tienes un familiar con autismo, con más razón... De corazón, que lo de Pablo no sea nada.

Sandra, es que Almudena cuenta que cree que Pablo no entiende, que como bien apuntas puede ser un problema de oído también, pero por lo que yo sé (que no es demasiado), en los centros de atención temprana, también descartan problemas físicos como ése -al menos, en los que hacen las cosas bien- y no suelen dar un diagnóstico a tan temprana edad, sino que suele ser algo provisional y la terapia se enfoca a paliar las dificultades que muestre el niño. El diagnóstico definitivo suele ser más tardío tras observar la evolución del niño durante un tiempo considerable.

Y sí, tienes razón, hay tantos tipos de TEA como personas que lo padecen, y por ello la importancia de acudir tempranamente, pues además hay niños que aparentemente se desarrollan como los niños normotípicos. Que existe el riesgo de un mal diagnóstico, pues sí, porque cualquier profesional es humano pero además cuando se trata de temas como de los que hablamos en que no existen pruebas físicas específicas para detectar, la experiencia y el sexto sentido del profesional que te atiende me parece fundamental. En fin, que sí, que tienes razón, que el riesgo del diagnóstico erróneo existe, qué duda cabe (me ha tocado sufrirlo personalmente en mi entorno familiar -en un caso, un familiar incluso acabó en el hospital tras un intento de suicidio- y profesionalmente también lo he visto), pero no intentar nada por esa razón, como madre, no termino de verlo.

Un fuerte abrazo a ambas.

Almudena,

me alegro mucho de que esté todo en marcha. Como dice Sandra, espero que al final todo se quede en mera anécdota.

Un fuerte abrazo y ya nos contarás la semana que viene.