mi hijo no obedece

Verónica,

tu hijo es muy pequeño aún y además, a la edad que tiene, los niños suelen pasar por una época en que todo es decir "no". Yo recuerdo hace años, cuando aún no tenía hijos, a una nena que yo conocía y a la que, previo consentimiento de su madre, siempre le daba algunas chuches cuando veía (snacks de maiz que en aquélla época me parecían sanísimos  y pan); recuerdo que, en una ocasión, me pilló con unos caramelos en el bolso y se los ofrecí. ¿Sabes lo que me respondió? "No"...  al tiempo que extendía la mano.

Como ves, no es que te esté retando ni nada parecido, es sólo que se está haciendo mayor y es el mismo crecimiento el que le hace decir que no a todo. Poquito a poco se van separando de nosotras, van madurando; es un proceso normal, no tomes sus negativas como algo personal porque no lo son.

Si además a todo esto añades que hace poquito ha llegado un nuevo habitante a la casa, es una situación difícil porque los bebés requieren mucha atención y, si estás sola con tus dos peques, es difícil prestarle toda la atención que él te demandará para comprobar que su nuev@ hermanit@ no le ha robado el cariño de sus padres.

Comentas también que el nene está todo el día en casa y eso es una bomba de relojería. Los niños pequeños necesitan mucha actividad física (mínimo tres horas diarias) y si además de estar en casa encerrado -que eso les suele hiperactivar-, mamá no puede prestarme atención porque está atendiendo al bebé o haciendo las tareas del hogar...   ¿No podrías sacarlo al parque diariamente al menos por la tarde para que se desfogara y estuviera más distraído? Yo creo sinceramente que las cosas mejorarían mucho para todos: para él porque estará más atento a otros estímulos y estará menos pendiente de ti, para ti porque te relajarás charlando con otras mamás -en la medida de lo posible, claro- y estarás más relajada... No sé si los abuelos u otro familiar o amiga cercana te podría echar una mano para atender, aunque sólo fuera un rato al peque.

Eso aparte, supongo que tú también estarás cansada y desbordada, porque dos nenes tan pequeños en casa y sin ayuda, es agotador.

En fin, que vuestra situación a mí me parece que es el caldo de cultivo ideal para que estéis a la greña todo el día. Te dejo algunos consejos que quizá te pudieran servir:

-Agáchate a su altura y mírale a la cara para lograr que te preste atención.

-Dile las cosas que quieres que haga de una en una con voz agradable, sin gritar ni amenazar, -y con confianza en que lo hará; no le digas que haga otra cosa hasta que termine con la primera. Explícale por qué quieres que lo haga: no hay nada que más fastidie a alguien, sea grande o pequeño, que el que le den órdenes sin explicar el por qué de las peticiones.

-Si sabes que lo que le estás pidiendo le cuesta, ayúdale tú.

-Procura darle alguna opción. No es lo mismo decirle "ven a vestirte" que "Hay que vestirse, ¿prefieres la camiseta azul o la roja?"; en esta última él tiene un cierto poder de decisión (no le des más de un par de opciones, aún es demasiado chiquito y se va a liar con más).

-No le digas "pórtate bien", pues no entenderá cómo quieres que se comporte. Dile "no grites, que es muy molesto", "no derrames el agua, podrías resbalarte y hacerte daño", "no golpees la puerta, el cristal podría romperse y cortarte"...

-No le digas nada negativo sobre sí mismo (eres malo, nunca obedeces, siempre te portas mal), no lo etiquetes -ni dejes que nadie lo haga- porque lo único que lograrás será minar su autoestima y que se comporte justamente de acuerdo a la etiqueta que tú misma o tu entorno le hayáis colgado.

-Procura dedicarle un ratito diario, cuando el papá esté en casa, por ejemplo, sólo a él. Préstale toda tu atención, juega con él, léele un cuento...

-Procura no perder la paciencia. Si sientes que la estás perdiendo, es el momento de un tiempo fuera para ti: ve a otro lugar y cuando estés calmada, regresa otra vez.

-Cambia la percepción que tienes ahora mismo del comportamiento de tu hijo y, probablemente, todo comenzará a mejorar.

En cuanto a la hiperactividad que comentas, con dos años la mayoría de niños son tremendamente activos; la hiperactividad se diagnostica mucho más tarde (lo digo por si no era sólo una forma de hablar) y, aún si fuera así, realmente, no es culpa suya...

Si nos cuentas más detalladamente las situaciones que desencadenan las crisis y cómo os comportáis él y tú, quizá podriamos aconsejarte mejor.

Un abrazo, mucha paciencia y aún más ánimo, que esta etapa es complicada.  

P.D.: Te recomiendo que leas, si te es posible, Cómo hablar para que sus hijos escuchen y cómo escuchar para que sus hijos hablen.