pataleta en el jardin

Hola a todas
El dia lunes lleve a mi peque a una clase de estimulacion temprana , esta clase dura 1 hora y son maximo 7 niños de aprox. 18 meses, todos los niños ya eran estudiantes asiduos.
En lo que es motricidad ,desarrollo, mi peque con 17 meses estaba bien, pero en concentracionnnnnnnnn: quedarse sentadito en el piso ( 5 min) mientras la profesora explica colores, formas,.... mi enano se levantaba, iba a derecha, izquierda, q juguete hay aqui, ohhhh aqui hay otro juguete, q hay atras.... y conversando con la nena del costado boom boom bomm baba ba bobo.
No sé como  esas mamas lograban q sus nenes esten quietos, la profesora me decia: sra acompañe a su hijo a sentarse,sra. siente al peque.
Bueno en esta primera clase coincidio q era la despedida de una niña q se iba a Canada, comió torta,tomó jugo y cuando estuvo satisfecho, bueno a jugar con lo q hay, osea restos de torta, al impedirselo, bueno se preparó ,lloró, se tiró hacia atras, se tiró al piso, gritó, hizo tal laberinto,.. El hace esos espectaculos pero solo lo habia hecho en casa, para disculparlo pienso q pudo ser mucho dulce,l a hora de dormir,la emoción del primer dia, o la dura verdad es un malcriado por quererlo tanto y esto trae otro problema, el papá quiere imponer disciplina.
Cuando mi enano empieza su pataleta en casa ,el papá se lo lleva a su cuarto por ejm y trata de calmarlo, hablandole, abrazandolo, poniendolo en su alfombrita, pero nada, el peque grita más y más. No intervengo para no desautorizarlo, pero no sé ,hay q reconocer q el papá no puede contenerlo y el enano mientras trata de safarse, me mira con su carita y un par de lagrimones cayendo por sus cachetotes.
Ya hemos acordado q no estaré cuando él lo contenga la proxima vez.
Para calmarlo yo lo abrazo, le canto y al final termina mamando. Mi esposo no puede.
Cuando  sus parejas les ayudan con esto ¿cómo hacen? ¿cómo un hombre calma a otro hombrecito? ¿algún consejo?.
gracias

Hola,

como te dice Romina, tu peque es aún muy chiquitín para las rutinas escolares y si además era la primera vez que iba, es normal que estuviera excitado con tanto que explorar.

Las pataletas también son normales a su edad, no hace falta que lo disculpes   : si tenía sueño y estaba excitado por estar en un lugar nuevo, lo raro sería que no hubiera pasado nada, ¿no te parece? Cuando mis bajitos están alterados yo procuro calmarlos yo siempre que puedo porque ambos se calman más fácilmente conmigo que con su papá.

Un abrazo.

Hola,

si el nene no termina de estar a gusto con el papá, hacéis bien en no volverlo a llevar. Para ser sincera, si se tratara de alguno de mis peques, yo no hubiera asistido nuevamente si mis hijos reaccionaran como lo hace el tuyo; para mí es evidente que tu nene no está a gusto en ese lugar. Y mejor me ahorro lo que pienso respecto a lo que te comentan las organizadoras sobre no dejarle explotar sus nuevas habilidades; lo que te cuenta Yulamay (mamadeConstantino) de la organizadora de taller que le dijo a los papás de una nena que dejaran que recorriera, entrara y saliera de la sala a sus anchas, me parece la actitud correcta en alguien que trate con nenes de estas edades.

Este invierno asistí con mis bajitos a un taller de cuentacuentos: mi bajito menor aún no había cumplido los 18 meses, si no recuerdo mal y el bajito mayor tenía 4 por aquel entonces. Al principio estábamos muy poquitos (4 nenes, creo) y todo empezó muy bien pero según llegaron más niños, la cosa se torció: pasada la curiosidad de los primeros minutos, la atención comenzó a decaer (ella no era tampoco la más adecuada para este taller, en mi opinión). Mi bajito menor, acabó por soltar un par de frases en su lengua, que a la señora le debieron molestar e inmediatamente, tras un par de miradas suspicaces, nos invitó a salir.    Le agradecí la invitación sonriendo y me negé. Ella insistió y yo volví a negarme porque el peque estaba a gusto sentado en mi regazo, con unos juguetes que yo había llevado y el problema era suyo, no mío. Todavía me invitó a salir un par de veces más y me negé ya más seria (estoy segura de que hasta en la ópera se habrían disgustado menos, porque os aseguro que la "molestia" no era tal, sino falta de recursos por su parte para llevar adelante la actividad con niños como espectadores). Al final acabamos por salir motu propio cuando ya el peque estaba aburrido y necesitaba estirar las piernas y seguir explorando a sus anchas. Le susurré a mi bajito mayor que estábamos por el pasillo y la galería y salimos.

Volví varias veces a mirar cómo estaba el bajito mayor y en la segunda me lo encontré tumbado bocabajo con la cabeza entre los brazos (nos habíamos sentado sobre el suelo); bastante sorprendida, seguí con el bajito menor. Cuando al terminar la actividad, nos acercamos, me encontré al bajito mayor serio y disgustado, aunque no me dijo nada. La cuentacuentos se acercó y le devolvió un juguetito que el niño tenía en la mano cuando yo me fui y que le había quitado "porque molestaba".   Ya habiendo recogido las chaquetas y demás, mientras salíamos se acercó a charlar conmigo simpatiquísima (yo era la única mamá que me había quedado durante parte de la sesión, los demás salieron) y acariciando la cabeza al bajito mayor. Él levantó la cabeza y la miró con una expresión que yo conozco bien. Si fuera mayor y viera más la tele, mi hijo probablemente le hubiera dicho a la señora que se fuera a tomar fanta.

Pregunté a mi bajito, cuando ella se había ido, qué había ocurrido y me dijo que estaba jugando y se lo había quitado. Tras haber visto cómo se portó conmigo y con mi bajito menor (cuando me senté en el suelo, antes de comenzar la actividad, con el resto de los niños y no en las sillas para mamás, le faltó el tiempo para invitarme a sentarme en la silla para que estuviera cómoda e insistió aún, y de qué manera, varias veces a pesar de que le dije que no, que si me hacía falta ya me levantaría) y su incapacidad para llevar la actividad a cabo sin los niños prestándole atención absoluta, no dudo de que mi hijo mayor me decía la verdad, que no la molestó, sólo se aburría (y mi bajito mayor adora que le cuenten cuentos). Mi hermana, que también ha hecho cursos de cuentacuentos, alucinaba cuando le conté cómo había llevado a cabo la actividad esta mujer.

Como es una actividad que los organizadores suelen llevar a cabo de forma esporádica y que, además, reconozco que siempre me lo pienso varias veces cuando se trata de negarle a alguien la posibilidad de ganarse sus alubias, y más aún en estos tiempos de crisis, no dije nada, aunque ganas no me faltaron. Eso sí, las veces que lo organicen, ya puede volver a hacer propaganda entre sus amistades para lograr el cupo mínimo necesario para que se celebre, porque con mis niños no ha de contar.

En cambio, en otras actividades a las que hemos asistido, los monitores han sido estupendos, muy acostumbrados a tratar con niños y a llevarlos con mucha mano izquierda. En un concierto al que asistimos -que ni siquiera era específicamente para niños-, nos invitaron a sentarnos en el suelo (había incluso una mamá tumbada amamantando a una nena de unos dos años), sonreían al ver a los peques deambulando a sus anchas y les permitían tocar los instrumentos que no eran susceptibles de ser estropeados, no se molestaron cuando alimentamos a los peques... Los bajitos lo pasaron en grande.  

En fin, perdón por el tocho y por el desahogo, que lo que cuentas me lo ha recordado, pero a mí me parece que tu peque está perfectamente estimulado en su casita y aprende bastante más que en el taller, pero seguro que eso ya lo sabes tú mejor que nadie.  

Un abrazo.