El agotamiento en las madres

Así me siento


https://asociacionitaca.wordpress.com/2010/02/01/el-agotamiento-de-las-madres/

Bufff, acabo de leer ese artículo, parece que hablara de mí. A veces suelto tales cosas por la boca que una vez en frío, pienso que por momentos estoy loca. A veces me siento muy lejos de mis hijos y efectivamente no siento afecto, los veo como sacos de problemas que me lastran hacia abajo. Pienso que estaba mucho mejor antes de tenerlos y esto es muy triste, la verdad.
Otros momentos, sin embargo, pienso que son lo mejor del mundo. Y por supuesto, si les pasara algo, me moriría.Pero es que hay momentos en los que no puedo más.

El artículo llegó hace unos días a mí y me pareció muy bueno. Es muy difícil contener sin contención, sin espacios de recambio.

Aprovecha las horas de cole para reponerte, un abrazo, Romina

Kaixo,

El artículo me ha parecido muy bueno. Conozco muchas personas al borde del burn-out maternal. Pero sigo pensando que a veces llegamos (o llegan) a ese punto porque nos han hecho creer:

- Que la responsabilidad de la maternidad y la responsabilidad de la paternidad son responsabilidades distintas. Es más, que la paternidad es una responsabilidad subordinada a la maternidad y que ésta es la que le da el contenido y supervisa que se desarrolla según sus instrucciones.

- Que la responsabilidad del cuidado de los hijos va inevitablemente unido a la responsabilidad del cuidado de la casa. Si podemos separar y distinguir como actividades distintas el cuidado de los hijos de nuestra profesión, de nuestra formación, de nuestro ocio,... ¿por qué de la casa no?

El día que nos demos cuenta de que la crianza es algo en equipo, responsabilidad de ambos progenitores por igual; el día que nos demos cuenta de que la casa es responsabilidad de todas las personas que la habitan; ese día aprenderemos a disfrutar de la maternidad sin llegar a quemarnos.

No sé, yo también me canso algunos días y se me cierran los ojos antes de que me llegue la cabeza a la almohada; pero es un cansancio placentero, como cuando se ha subido a una montaña: te duele todo el cuerpo, pero la sensación de estar haciendo algo increíble no te la puede quitar nadie y te metes a dormir sonriendo.

Sé que no soy mi madre, no voy a llegar a todo lo que ella llegaba, criando a cuatro hijos cuando no había lavadoras, ni pañales desechables, ni lavavajillas, ni microondas,... Pero también sé que no me importa, que no es imprescindible llegar a todo y vivir en ese frenesí. Tampoco mi pareja es como mi padre o el suyo, con la idea del reparto de roles de la generación anterior; así que cuento con la red de seguridad de que mis responsabilidades con mi hija son solo la mitad. Y un hijo sobrepasa en muchos momentos, pero medio... es fácil de llevar , yo diría que llego a 3/4 largos de hija sin quemarme, con lo mismo que aporte mi pareja vamos sobrados en más de la mitad para no ahogarla ni ahogarnos el uno al otro, aunque nos amenacemos con echarnos a los corcones en más de una ocasión .

Tenemos que aprender a pedir ayuda, tenemos que aprender a saber cuáles son nuestras responsabilidades y cuáles se pueden/se deben repartir, tenemos que aprender a reclamar que cada cuál intente ocuparse de lo suyo, tenemos que aprender a no sentirnos culpables si no llegamos a algo, tenemos que aprender a que nos importe más disfrutar de cómo crecen nuestros hijos que el polvo que se acumula debajo de los sofás, tenemos que aprender a que nos resbalen los juicios del resto y a no flagelarnos nosotras mismas.

Tenemos que aprender a pedir ayuda, tenemos que aprender a saber cuáles son nuestras responsabilidades y cuáles se pueden/se deben repartir, tenemos que aprender a reclamar que cada cuál intente ocuparse de lo suyo, tenemos que aprender a no sentirnos culpables si no llegamos a algo, tenemos que aprender a que nos importe más disfrutar de cómo crecen nuestros hijos que el polvo que se acumula debajo de los sofás, tenemos que aprender a que nos resbalen los juicios del resto y a no flagelarnos nosotras mismas.

No puedo estar más de acuerdo.

Quiero remarcar algo; muchas veces, sentimos que nuestras madres lo hacían todo bien, no se equivocaban ni se quejaban, y no creo que eso sea así, seguroq ue para ellas también existieron momentos difíciles. Es de esto de lo que hablo cuando digo que hay que desarticular ese discurso materno, y a su vez, lo importante que es que no se lo trasmitamos a nuestros hijos, porque hoy, como hijos que somos, idealizamos a nuestras madres.

Os dejo este post que me pareció también muy interesante
http://lamamademateo.blogspot.com.es/2013/04/burn-out-maternal.html

Y tampoco creo que el trabajo, huir de casa unas horas al dia sea la solución. Cuando yo trabajaba al 100% tenía esa horrible sensación de "no llegar a nada" mi casa estaba hecha un desastre, los niños me querían al 200% por las tardes (y como culparle, si eran pequeños!!) y en el trabajo estaba agotada, y mi vida matrimonial ¿que era eso?. Creo que ahora estando en casa me siento mucho más tranquila, es cierto que los niños están mas grandes.

En fin, que da para hablar mucho de el tema.
Un abrazo

Hola, intento reponerme en las horas que mis hijos mayores van al cole, pero mientras tanto tengo una tercera hija de dos años conmigo, suuuuuuuuuuuuuuuuper demandante. A mí no me pesa tanto el esfuerzo físico que supone la crianza de los hijos como el hecho de tener que sobrellevarlo prácticamente sola. Si el cuerpo me pide echarme un rato al sofa en vez de pasar la aspiradora lo hago sin ninguna culpa ( solo faltaba) Mi marido no tiene horario, es autónomo y no puedo contar con él para nada, ni les lleva al pediatra, ni me ayuda a hacer compras....ni está para "quitármelos de encima" un poquito. Supongo que han sido 3 hijos muy seguidos y el hecho de estar siempre sola, no ayuda.
Luego el hecho de que se juntan más cosillas, ahora uno de ellos anda fatal con el lenguaje (supongo que sabéis a quien le toca llevarle a logopedia) y otras cosas que ahora no vienen a cuento.
En fín, que a veces me siento muy culpable por decir y/o pensar algunas cosas y en éste artículo me vi tan identificada que al menos veo que no soy la única con esos sentimientos.

A mí lo que más me agota son las variables que no manejo: la salud de Alberto, su trabajo, Analía, su mundo, y su relación con el resto del mundo.
Es muy cansado.
Por ejemplo hoy apenas dormí, si ya yo de por mí duermo poco, con las reocupaciones menos, controlando si Alberto salía al baño y luego el día hay que rendirlo.

Me encanta Maternidad Instintiva.....nos enriquecemos con la diversidad de puntos de vista, experiencias y opiniones
En casa somos tres, Diago, nuestro hijo de 11 meses, mi esposo Alejandro y yo.

Ale es cirujano, trabaja en dos hospitales y tiene poco tiempo libre, y yo odontóloga, tengo el consultorio en casa y trabajo 2 o 3 horas diarias, 4 veces a la semana, desde que Diago cumplió 7 meses.
Los primeros seis meses fueron difíciles, nos costó muchísimo lograr lactancia exclusiva, pero lo logramos!!! fue toda una experiencia de vida muy agotadora por cierto, pero la superamos como dicen las chicas, compartiendo responsabilidades, sobre todo priorizando a las personas y no a las cosas materiales o a las tareas de rutina.

Las personas que integramos las familias, nuestra salud física y emocional, nuestra felicidad, son prioridad, personas y no bienes materiales.... el tratar de aplicar a diario estas ideas nos ayuda a dar importancia a lo verdaderamente importante.... el resto puede esperar, los padres somos humanos no superhéroes de película, y hacemos a diario lo mejor que podemos con mucho amor....seguro que no es todo lo que la sociedad actual nos exige, pero es necesario poner límite a estas exigencias para no caer en el burn-out....

se despertó mi enano, hablando de prioridades!!!!jajaja!!!!...el tema está super interesante y muy buenos los artículos...continuaré más tarde

vaya que pasa. Creo que no tenemos que juzgarnos por ello.

Yo lo que siento cuando tengo que enfrentar sola la jornada con mi bebé, pues mi marido se va a sesión de fotos por más de doce horas, es que en ciertos momentos, me siento triste, profundamente triste, porque estoy realmente limitada. Si bien asumo de entrada que el día es entero de mi hijo, a veces pasa por mi mente todo lo que hacía sin él.

Es paradójico, porque antes de tener a Bruno yo lo soñaba todas las noches, y es tal y como lo soñé, podría decir que él emprendió la campaña para nacer, y lo logró, y si bien cuando nació y vi que era tal y como lo soñé, no paraba de llorar de felicidad, pues cada vez que me agoto, porque le respeto todas sus necesidades en todo sentido, me da esta tristeza.

Y sí que me pregunto qué haría yo en ese momento si él no estuviera aquí.

Pero luego concluyo que mi vida actual, que es tanto mejor que lo que era antes, no existiría. Así de grande. Sin Bruno yo no tendría esta vida, con todo lo bueno que tiene. Así que mi agotamiento es el precio que pago por construir lo que quiero vivir, y su tiempo como bebé le durará tan poco, que también en los cambios que tiene hoy me voy sintiendo rara, descubriendo que a lo mejor puedo tener un par de minutos para mi.

Pero ya saben, tenemos un juez interno tan severo, que hasta en sentirse triste y agotada requiere de estos espacios para saber que no es nada extraño el derrumbarse a veces, y no sentirnos tan mal por ello.

Adoro a mi hijo, pero ¿por qué todas tenemos que poner aquí que amamos a nuestros hijos después de confesar que por momentos nos ponemos mal? Imagino que a todo mundo le pasa.

Pude leer (aunque no al detalle) ambos artículos... y yo tambien me senti identificada!

Puedo decirles que no soy fanatica de la limpieza, pero el tema de la casa también me estresa. Como que una para ser buena madre deberia tener todo impecable, porque los niños juegan en el piso, por ej... Yo no llego a todo!

Ni ahora (que trabajo) ni antes (que no trabajé hasta que Zeki cumplio 2 años y medio!)

Eran distintos tipos de cansancio, diferentes estados de agotamiento, pero estaba agotada igual! Antes y ahora!

Actualmente mi trabajo es muy desgastante, muchas horas, mal remunerado y sin reconocimiento de mis empleadores... al contrario.... cuando pensaa pedir un aumento me llaman para informarme que no estan conformes conmigo! Y todo eso, al llegar a casa, con un niño cansado y hambriento, y los platos por lavar antes de poder cocinar... se va sumando todo y al final una explota!

Es muy cierto lo que dice Jaiza, para las mamis que trabajamos es bien complicado el tema. La sociedad en general debería hacer un cambio de 180° grados y priorizar la familia, que es la base de la sociedad.

Actualmente las mujeres son explotadas igual que los hombres. Trabajan 8 y más horas diarias dejando a sus niños a cuidado de extraños, que por bien calificados que estén no son "mamá". Como dijo el pediatra Carlos Gonzalez, en una conferencia que brindó aquí en Asunción: a las empresas, esta generación les entregó las madres, además de los padres que ya eran explotados... en 50 años más qué les entregaremos, a nuestros abuelos para que sigan aportando porque con lo que ganan mamá y papá no alcanza???

Hoy me sentí profundamente triste, porque estamos igual. Mi marido trabaja mucho y aún no logra aumentar a otro cliente más su empresa. Un cliente es todo lo que hace falta para equilibrar las cosas. Yo estoy agotada todo el día con mi gordo, y a veces además hago cosas de la casa, no siempre me doy abasto. Cocinar, cuidar a Bruno, seguirlo en sus necesidades, lavar la ropa, lavar los platos... y mi marido llega y a las doce de la noche o una de la mañana, baja la basura, limpia el piso, lava lo que no pude lavar yo.

Agotados, y encima no nos alcanza. Quiero aportar yo algo también, pero aún mi bebé me necesita mucho y no quiero traicionar la crianza respetuosa que hemos trabajado tanto, cada minuto de cada hora, de cada día en estos catorce meses.

Entonces estoy atrapada entre continuar así, pero con la angustia acompañándonos como sombra, o ganar unos cuantos pesos y que mi bebé empiece a acumular recuerdos de soledad. Yo no puedo acudir a mis padres porque no comparten esta crianza y no estoy dispuesta a que le hagan a mi hijo todo lo que no le he hecho yo, como dejarlo llorando, pues mis padres no van a respetar mi deseo, ya han demostrado que no lo pretenden hacer. Tampoco voy a acudir a una guardería, porque ya sé cómo los dejan y no los tratan con amor, y es abandonarlo antes de que tenga que ir a la escuela.

Así que vaya, no tengo tiempo ni para pensar en nada y encima esta sociedad exige, porque las cosas cuestan más y más y más, y tener un nivel de vida mínimo decente es un gran sacrificio...

Animo Leticia!!!

Te cuento una anécdota que justo viene al caso: igual que muchas mamis, desde que nació Diago, no aporto a la casa ni lo mínimo comparado con lo que ganaba antes en el consultorio, y ya hace un año.
Nuestra casa, aunque nos mudamos hace dos años, aún está en construcción, y no creo podamos terminarla pronto, pero ya tiene lo básico y necesario para vivir....ni hablar de muebles, falta de todo un poco, jeje...
El otro día mi marido se puso a dar vueltas con la bicicleta adentro de la sala comedor a las 8 de la noche, con Diago atrás (tiene una sillita especial para niños) pues estaba aburridísimo y ya no sabíamos a que jugar con él. Y nos reímos tanto los tres!!!!me dice mi esposo: veamos el lado bueno, aunque no podemos invitar a nadie, pues no hay ni donde sentarse en esta sala, literalmente ningún mueble!! si estaba amoblada no podíamos pasear con Diago en la bici aca adentro y divertirnos tanto!!!!jejeje!!!!! y es cierto...."muchas veces menos es más"

Es super importante el tiempo que les dedicamos, cierto que no podemos hacer muchas otras cosas...pero teniendo en cuenta que nuestros peques están super sanitos, seamos felices y a agradecer a Dios lo que nos da, no pensar en lo que nos falta, hay muchos casos que veo frecuentemente en el hospital, que ni pueden disfrutar su niñez debido a enfermedades de todo tipo ....alguien reclama teta!!!!!

muchas gracias por tus palabras Muri

nosotros tampoco tenemos sala, así que puedes ver en tu casa lo mismo. Mucho espacio para el bebé. Y lo ha aprovechado.

besos