El reloj del horno

Hola:

Nuestro horno tiene una función de reloj que es alarma pura y dura, no tiene ni que estar el horno encendido. La cocina y el salón forman un único espacio.

Ahora a veces le pongo a Manuel la alarma cuando pactamos 5 minutos, 10 minutos, etc de espera antes de hacer algo (lavarse los dientes, ir a la ducha, las típicas cosas para las que siempre piden "un ratito más"): él ve cómo lo pongo, y quedamos en que cuando suene el reloj, hay que hacer lo que sea que tengamos pendiente.

Conseguimos dos cosas: menos protestas por su parte, y que realmente sean x minutos (que yo a veces me despisto....). A veces pide más, pero como son cosas pactadas con promesas, se suele ceñir al tiempo extra sin rechistar mucho.

Os lo cuento por si os sirve.

Un beso:

Isabel

Los títulos de tus post son como para escribir un libro, me encantan! lo más gracioso es que pensé encontarrme con quizás qué cosas, y realmente el protagonista era... el reloj del horno!

Me lo apunto, siempre tenemos problemas con los tiempos en casa. En el parque solemos decir; cuando el sol se vaya del cesped, tienes que volver a casa (y eso suele funcionar). En casa, ponemos reloj de arena que tenemos de colores, pero claro, como es más juego, a veces "sin querer" se pierde el tiempo.

Un abrazo