Bebés, todo por aprender

Hola de nuevo!
Hace un tiempo que quería compartir con vosotras algo que, según aprendo, voy uniedo como piezas de un puzzle intentando entender, mínimamente cómo funciona la mente.

Lo primero, advierto que no soy profesional del tema, lo que voy a decir es desde mi experiencia como mamá, y de algunas cosas que he leído sobre esto.

Tal y como sabemos, los seres humanos, desde que caminamos en dos patas y las caderas de las mujeres se angostaron, nacemos con un cerebro mínimamente desarrollado. Apenas la tercera parte de lo que tendremos en la edad adulta. De aqui que seamos tan dependientes de nuestro cuidador para la supervivencia, de aqui también que la LM sea tan rica en grasas, fundamental para nuestro desarrollo cerebral, y no llena de proteinas, que es lo necesario para que el ternero camine al poco tiempo de nacer.

Durante nuestro primer año de vida, el crecimiento del cerebro (así como del resto del cuerpo) es abismal, hacia el final de los 12 meses, hemos duplicado el tamaño del mismo, faltando solo otro tercio para tener un cerebro de adulto.

El por eso que en la primera infancia hay TODO por hacer. Esas líneas que se tracen en nuestro cerebro nos acompañarán de por vida.

Imaginemos un gran arcilla, lisa al nacer. El bebé llora buscando a mamá y no recibe una respuesta, se traza una línea. Luego buscamos alimento, y no lo recibimos, la linea se engruesa, más adelante, hacemos una rabieta, y obtenemos atención (al fin!)... y así, en nuestra vida adulta nos relacionaremos con el mundo, como nos hemos relacionado con mamá. Buscaremos desde la carencia, pensando en que somos "poca cosa" que no nos merecemos más, que podemos esperar, y que determinados actos si funcionan para obtener atención. Luego habrá otras miles que se trazan durante nuestro desarrollo.

¿Una gran responsabilidad la de ser madre? pues si, tremenda.. pero ¿no es maravilloso también?

Es por esto que si una vez no acudes al llanto de tu bebé, si un dia un adulto no fue empático con tu niño... tu niño no se "traumará", sino, es la repetición de la carencia lo que nos marca (o de la no-carencia). ¿Hay vuelta atrás? por supuesto que si, la terapia, entre otras cosas, traza un nuevo camino en la psiquis, desde la empatía y el entendimiento.

¿Os hace sentido lo que digo?
Un abrazo!

Hola!!

Para mí si que tiene mucho sentido lo que dices, está claro que lo que vemos en casa, el trato que recibimos, las actitudes que nos muestran son condicionantes claros de nuestra personalidad en el futuro. Me explicaré, yo creo que todos nacemos con un temperamento, una forma de ser, pero nuestras experiencias a lo largo de la vida (y sobre todo en la infancia) son las que definitivamente nos hacen forjarnos la personalidad.

Como tu dices el papel de las madres es muy importante por todas las repercusiones que pueden conllevarle al niño en su presente y su futuro, pero también hay que agregar el papel que ejercen sobre los niños los educadores/maestros/profesores. Son personas (bueno, somos... jejeje) que también deberían tener esto claro y ser conscientes de lo que sus acciones pueden repercutir en sus alumnos.

Era sólo un pequeño apunte, y es que los docentes en ocasiones tanto pueden ejercer un papel perjudicial cuando actuan de determinadas maneras o simplemente porque su filosofía de vida (por así decirlo) dista mucho de la de la familia, pueden darse "conflictos de intereses" por parte del niño que le hagan sentir como fuera de lugar, inseguro. En otras ocasiones también pueden ejercer un papel muy importante en los casos en que los niños en casa no tengan un apego o sensación de seguridad suficiente, otorgandoles la tranquilidad que necesitan, el claro convencimiento de que estan seguros.

Un beso!

Ximena, lo que comentas, tiene TODO el sentido del mundo y yo cada vez, me doy mas cuenta de ello mientras trabajo en mi terapia personal.

Cuanto mas rasco mi alma, sobre todo del pasado, mas cuenta me doy de las pautas aprendidas en mi infancia y que, desgraciadamente, repito con mis hijos. La diferencia es que ahora puedo verlas y desaprenderlas.

Cuando tuve a Paula y a Miguel, recuerdo momentos en los que me sentia terriblemente mal por cosas que hacia, aprendidas en mi infancia, como obligarles a comer o dejarles dormir solos, pero, como era lo "normal", lo hacia, si no, se me tachaba de madre permisiva y asi los niños, se maleducarian.

Con la terapia, me he dado cuenta que nunca es tarde y siempre podemos aprender lo correcto, como los abuelitos que jamas fueron a la escuela y aprenden a leer y escribir con 70 años...pues algo asi.

Si queremos, podemos..nuestro instinto nos guia.

Edito para decir que, con Alba, no he seguido lo aprendido negativamente en mi infancia, a ella no la he obligado a comer, no la he obligado a aprender con los cubiertos y otras cosas mas y, con el tiempo, ella sola come de todo y ademas, ya usa los cubiertos. Es decir, respetando los tiempos de mi hija y siguiendo lo que me dictaba mi corazon, ha tenido el mismo "efecto" que con los mayores.

Besos

Edito para decir que, con Alba, no he seguido lo aprendido negativamente en mi infancia, a ella no la he obligado a comer, no la he obligado a aprender con los cubiertos y otras cosas mas y, con el tiempo, ella sola come de todo y ademas, ya usa los cubiertos. Es decir, respetando los tiempos de mi hija y siguiendo lo que me dictaba mi corazon, ha tenido el mismo "efecto" que con los mayores.

Aqui me identifico al 100% contigo Angy. La crianza con Valeria ha sido muy distinta a la de Tomás, y es que me considero una convencida de este tipo de crianza. Yo soy de las que no ha repetido el modelo qu eha recibido. Y creo que no hay nadie más fanático que el convencido.

Y Hellen, gracias por agregar lo de los educadores, es un matiz tremendamente importante.

Un beso y mil gracias por vuestros comentarios