Yaiza se ha desmayado en la consulta del dentista

Chicas, aún voy con el uniforme del trabajo y estoy KO, con unas ganas de pillar el sofá que no os imagináis, los nervios me han causado una especie de agotamiento y las horas que he estado fuera de casa se me han hecho eternas.

Os cuento que a Yaiza hoy le han extraído el colmillo donde tenía la gingivitis y ha aguantado estoicamente el trabajo del dentista, sin quejarse, ni moverse, ni nada de nada. Pero cuando hemos ido a pagar, se ha puesto como rígida, con los ojos hacia arriba, muuuy blanca y la hemos tenido que tumbar, dar aire, poner hielo en la frente, levantarle las piernas...

Ha tardado un buen rato en reaccionar, porque aunque parece que no ha acabado de perder la consciencia del todo (o, al menos, tenía los ojos abiertos, pero creo que no se enteraba de nada, porque ni pestañeaba) le ha costado hablar y ya no digamos ponerse en pie. La he tenido que bajar en brazos hasta la calle y mi marido nos ha venido a buscar con coche. Mientras él llegaba, los dos dentistas de la clínica, que habían acabado con ella su turno, se han quedado con nosotras en la acera, donde me he sentado con Yaiza en un banco.

Cuando hemos llegado a casa le hemos puesto el ventilador, luego ha pedido una toalla para taparse de cintura para abajo y después se ha dormido 10 minutos hasta que mi madre y mi suegro han llamado al timbre. Al despertarse ya volvía a tener su tono de piel normal en la cara (que ahora es bastante morenito, así que la palidez de un rato antes se notaba mucho) y ha empezado a hablar.

La tarde la ha pasado bien, pero yo no. La primera hora y pico he estado aceleradísima en el trabajo y luego me ha ido cogiendo un cierto bajón. Ha venido Cathy a comprar, me he puesto a hablar con ella y cuando me llamaban por el walkie es que no me veía ni con fuerzas de ir a la caja que me llamaban. A las 5 me han visto un poco apurada y me han propuesto relevarme del puesto de "patinadora (sin patines) suplente", pero he dicho que no, que podía aguantar. A las 5,30 finalmente ya no me iban las piernas, era como si hubiera corrido una maratón de 10 km., me notaba medio mareada y me han hecho entrar en caja central a que me diera el aire (allí estaban fresquitos, en la tienda hacía calor), a tomar alguna de las pastas que he llevado(a mediodía casi no he tomado nada con el ajetreo) y mi jefe me ha dicho que si quería que me fuera a la cafetería a tomar una coca cola o que llamara a casa. Pero les he dicho que no, que me dejaran reponerme 5-10 minutos y que me iba a la caja a pasar la última hora y cuarto que me quedaba de jornada.

Esto me ha pasado, entre otras cosas, por mantenerme tan tranquila y sosegada cuando le ha dado el jamacuco...me ha sucedido como a ella, que el yuyu me ha dado con efecto retardado.

No sé si Yaiza tiene deberes. Voy a mirarlo en la mochila y si - ojalá - es que no, me pongo el camisón y me espanzurro en el sofá. Me ha dicho una compañera que los años no me han perdonado ni el primer día de cumplirlos, jejeje.

Un besote.