Me da mucho miedo el momento del parto

Hola guapetona. Analicemos un poco el caso más a fondo:

* ¿En tu casa, desde que eras pequeña, se ha tratado con naturalidad el tema del cuerpo humano, la desnudez, la sexualidad, etc. o son temas tabús? ¿Veías a tus padres desnudos cuando salían de la ducha o se vestían o ellos cerraban la puerta y no permitían algo así? ¿Te enteraste de lo que era la regla, las relaciones sexuales, los métodos anticonceptivos por educación recibida en casa o a través de tus amigas?

* ¿De pequeña tuviste que estar ingresada o someterte frecuentemente a análisis e intervenciones menores?

* ¿Los primeros encuentros íntimos con tus parejas fueron traumáticos?

* ¿En la actualidad evitas que tu marido te vea sin ropa, sientes dolor en las relaciones, no tienes confianza para decirle lo que te gusta y lo que no? ¿O en este aspecto va todo bien, sin problema alguno?

* ¿Tu madre te ha explicado la historia de sus partos y la sensación transmitida ha sido negativa, como que fue algo horroroso?

* ¿Aparte de todo esto tú ves algo que puedas considerar un desencadenante de tus miedos y vergüenza ante la desnudez y tu aprensión hacia la sangre?

Una vez hecho el interrogatorio te comento:

El parto es un proceso natural que todos los animales mamíferos llevamos a cabo mediante el esfuerzo materno-filial (los bebés también ponen mucho de su parte). Para poder dilatar 10 cm. el cuello del útero y para poder pasar una criatura por todo el canal del parto es normal sentir dolor. Pero el dolor es algo que sentimos en muchas más ocasiones: nos hacemos un esguince, nos duelen las muelas, nos viene la regla, nos contracturamos la espalda, vamos estreñidas y no veas tú las lágrimas que cuesta evacuar, nos muerde un perro...yo qué sé, hay mil situaciones que desde el momento del nacimiento nos causan dolor.

Algunas las podemos evitar, otras no. Y algunas podríamos evitarlas, como traer un hijo al mundo, pero es taaaanto el beneficio, el regalo, la explosión de felicidad que sentimos, que dejamos de sentir dolor en cuanto nos lo enseñan y nos lo ponen sobre nuestro cuerpo. Y en ese momento pensamos "ha valido la pena". Por muy malo que haya sido el parto, no hay duda de que el esfuerzo ha tenido su recompensa.

Yo di a luz por primera vez a una semana de cumplir 22 años. Era joven, aunque con las ideas muy claras y unas ganas tremendas de ser madre. Las clases de preparación al parto me ayudaron mucho para aprender a conocer mi cuerpo, la manera efectiva de empujar y el momento idóneo para hacerlo, a saber respirar adecuadamente, a aprender a fortalecer el suelo pélvico y a nivel psicológico y físico fui bastante preparada.

Sí, sentí dolor, porque ni me ofrecieron la epidural ni a mí se me pasó por la cabeza pedirla, pero yo sólo me concentraba en pensar que cada contracción significaba que mi hija estaba más cerca de llegar a mis brazos. Que ese dolor valía la pena. Que quien tiene un cólico nefrítico pasa el mismo o más dolor y no sirve para nada, porque luego no te dan algo maravilloso en compensación. No perdí energía gritando ni llorando ni diciéndole a mi marido que no me volvería a tocar. Sabía que tenía que reservar todas mis fuerzas para dar a luz a mi pequeña.

El segundo parto fue peor, no hice clases de preparación al parto porque trabajé hasta tres semanas antes de dar a luz y no me iba bien asistir (ahora me arrepiento de no haberme organizado mejor), aparte de que creí que lo sabía todo ya (pero no, en cuatro años hay cosas que se olvidan) y se me fue todo el dolor a los riñones. No podía empujar y esta vez sí que grité y lloré, no pude evitarlo y me pareció sano exteriorizar esos sentimientos que me presionaban por salir. Me ofrecieron tres veces la epidural, pero cabezota que es una, dije que no. Y al final, cuando me llevaron al potro, en unos cuantos empujones y con mucha ilusión y ganas, vi y sentí cómo nacía mi pequeña. En cuanto estuvo fuera, sentí de una manera muy intensa una especie de placer, de relax, de alivio...(las endorfinas estaban jugando plenamente su papel) y una ausencia total de dolor. Era increible. Y volví a sentir que había valido la pena.

Aprovecho a contarte que en las clases a las que asistí hace años para la preparación al parto había una mujer muy aprensiva, que tenía pánico (en palabras de ella) a dar a luz. Unos meses después de esto, coincidimos y me dijo "no fue para tanto...ahora, en cambio, sí que lo estoy pasando mal porque la niña llora mucho, come poco, duerme apenas..." y luego se reía diciendo algo así como "tanto agobiarme por el parto, que son unas horas, y lo difícil es la crianza, que son décadas de dedicación diaria, con muchos problemas"

Otra cosilla más: tienes que pedirle a tu madre que confíe más en ti y que se muestre más positiva. Si ella ya te dice que no te ve capaz, no te transmite seguridad y autoestima. Vale, tal vez eres aprensiva y en este momento tienes miedo, pero eso no significa que no logres superar esa aprensión y que llegado el momento estés tan emocionada por ver la cara a tu bebé, que poco te importe sentir dolor, que de todos modos es algo evitable, porque para algo está la epidural o el entonox.

Cuando era pequeña, me daba mucha aprensión la sangre, sobre todo su color. Mi madre me decía que era genial que fuera de color rojo, porque si fuera transparente a lo mejor no nos enteraríamos de que nos estamos desangrando o de que tenemos una herida y los demás tampoco, para podernos ayudar. Que la sangre era algo bueno (me explicaba todas sus funciones) y que debíamos de confiar en los médicos, que nos curarían si lo necesitábamos.

Aún así, hasta la adolescencia, yo giraba la cabeza y a veces me desmayaba cuando me hacían análisis. Pero cuando fui mayor de edad me propuse a mí misma superar ese miedo y como tenía ganas de ayudar a los demás, quise ser donante de sangre. Mi mejor amigo me acompañó a la extracción, sorprendido, y le dije algo así como que mataría dos pájaros de un tiro: por una parte podría salvar la vida a alguien y por otra hacerme una terapia de choque.

Superé el momento de la donación aunque cuando me estaba tomando el bocadillo me dio el yuyu y me desmayé. Pero fue sólo esa vez, de los nervios y angustia que pasé durante los minutos que estuvieron sacándome sangre. Desde entonces he ido más de 20 veces a donar. Ahora incluso miro la aguja clavada y cuando me la quitan, sin ningún miedo. No me reconozco. Pero superé ese miedo. Igual que el de la sangre, ya no me desmayo o mareo al verla, sino que reacciono con tranquilidad.

Así que si yo superé esto, tú también puedes. Y de todos modos, en el parto no tienes por qué ver sangre, excepto una poca que llevará el bebé en su piel al nacer. Pero estarás taaaan embobada mirando sus ojitos, su boca, contando que tenga sus diez deditos en las manos y llorando de emoción, que no creo que te fijes en ese detalle

Bueno, por hoy ya te he hecho bastante psicoterapia aparte de contarte algunas experiencias, por si pueden resultarte útiles o reconfortantes. Ya verás cómo de aquí a que tengas que parir, te hacemos llegar tranquila y segura de ti misma al hospital. Eso sí, tendrás que poner de tu parte y confiar en nuestros consejos.

Un besote.

Muchas gracias chicas, no sabeis lo agradecida que estoy con vuestra ayuda, porque para mi es mucha...

Os cuento y hago el interrogatorio , pero de verdad que me ayudais mucho...

A ver, yo tengo miedo al dolor, a que no pueda soportar ese dolor tan fuerte, a que salga todo bien, que mi bebe este bien eso es lo que más me importa esta claro...el embarazo en si no me da miedo, me dara cosa cuando me quede los primeros meses el saber que va bien..

Ahora voy a por el interrogatorio jiji...

¿En tu casa, desde que eras pequeña, se ha tratado con naturalidad el tema del cuerpo humano, la desnudez, la sexualidad, etc. o son temas tabús? ¿Veías a tus padres desnudos cuando salían de la ducha o se vestían o ellos cerraban la puerta y no permitían algo así? ¿Te enteraste de lo que era la regla, las relaciones sexuales, los métodos anticonceptivos por educación recibida en casa o a través de tus amigas?

En mi casa siempre ha sido todo natural, yo he visto a mi madre ducharse miles de veces, ponernos el pijama juntas, etc, con mi padre en cierta medida también, como padres pues me explicaron todo el tema de la sexualidad etc , también el cole nos dieron charlas que ahí fue todo mejor explicado, claro, y más por profesionales. La regla mi madre me lo explico y lloro cuando me vino, me explico que ya era toda una mujer etc, por este tema no tengo ningún problema.

¿De pequeña tuviste que estar ingresada o someterte frecuentemente a análisis e intervenciones menores?

Gracias a Dios, nunca he tenido que estar ingresada y no me acuerdo de haberme hecho analisis ni nada, las vacunas sí, que ya me daban un miedo que me moria jaja

¿Los primeros encuentros íntimos con tus parejas fueron traumáticos?

Me acuerdo que mi marido me decia de hacer el amor y yo al principio le dije que no , pues yo era muy jovencita, tenia 15 años y no estaba preparada, pero mi marido me supo esperar y el día menos esperado le dije que estaba preparada y salió todo genial, la primera vez ya se sabe más torpes , que fue el dia que me dolio un poquitin pero luego nada como coser y cantar jiji

¿En la actualidad evitas que tu marido te vea sin ropa, sientes dolor en las relaciones, no tienes confianza para decirle lo que te gusta y lo que no? ¿O en este aspecto va todo bien, sin problema alguno?

En este aspecto todo perfectisimo!! Me encanta que me vea sin ropa, nos duchamos juntos muchas veces, etc, todo genial:)

¿Tu madre te ha explicado la historia de sus partos y la sensación transmitida ha sido negativa, como que fue algo horroroso?

Mi madre siempre me ha dicho que vale la pena pasar ese dolor para luego tener esa gran recompensa, es más me ha explicado los partos de ella, pues no fueron malos del todo, y me dice siempre que con la epidural no duele y tal, es más, me ha dicho que si quiero el día que me quede que fueramos al ginecologo que ella fue, que es muy majo y hay mucha confianza ya que nos tuvo a mi hermana y a mi, y mi tia a mis dos primas etc.. creo que es una buena opción.. y bueno en resumidas cuentas mi madre siempre me dice que vale la pena y que no me preocupe, pero ella siempre me dice que como soy de esta manera que no me ve, que soy muy quejica y muy aprensiva...

¿Aparte de todo esto tú ves algo que puedas considerar un desencadenante de tus miedos y vergüenza ante la desnudez y tu aprensión hacia la sangre?

Pues en principio no veo nada, es que nos e porque me pasa, vergüenza a la desnudez no tengo, el problema es que soy muy nerviosa y ya te digo en la ultima citologia lo pase muy mal y avergonzada que salí, me dije "como voy a parir si una simple citologia me duele!!" pero bueno tengo mucho deseo de ser mami y ya hemos empezado a buscar porque me puede el deseo de ser mamá, espero que te haya servido esto que te escrito

¡Gracias por preocuparte guapa! no sabes cuanto lo agradezco, porque necesito alguien que me entienda y poco a poco pueda ir quitandome el miedo..

Ais no sabeis lo agradecida que estoy de verdad

Hola de nuevo.

Bueno, verás que he editado un poco tu mensaje para quitar algunas abreviaturas tipo SMS y para convertir mis preguntas en "citaciones" (más info en el foro de dudas técnicas y en el apartado de normas). Así se lee mejor

Pues nada, me he quedado sorprendida con las respuestas, yo creía que iba a encontrar el quid de la cuestión, el origen de todo...pero no, no es así.

Bueno, mi hija mayor también es bastante aprensiva para el tema de la sangre o todo lo que tenga que ver con el interior del cuerpo humano. Hace cosa de un par de meses se mareó en clase y casi perdió el conocimiento porque hablaban de venas, arterias, circulación sanguínea y donaciones y tuve que ir a atenderla. Tardó casi una hora en reanimarse del todo Y en casa no hemos hecho nada para que sea así, siempre le decimos que no tema ir al médico y tiene suerte de que rara vez está enferma y que hace años que no le sacan sangre.

Entonces párate a pensar qué sientes antes de entrar a hacerte una citología. ¿Miedo a que te hagan daño? Intenta hacer un poco de introspección.

Ya hablaremos.

Entiendo perfectamente lo que dices de la vergüenza. Cada año me moría para las revisiones del ginecólogo (y también me dolían), recuerdo que una vez hasta salí llorando.

En los eco-cardio lo mismo, no soportaban ni que me vieran los pechos (y ahora me paso el día con la teti fuera XD). Con las ecografias transvaginales, que sí, son otro terrible engorro, pasa una cosa: ¡es a tu bebé! Puede que estés muerta de vergüenza pero en el momento que se aparece tu cosina en el monitor todo cambia. Además, no solo lo miras tú, también el gine y tu marido, por lo que no debes tener vergüenza pues nadie te mira ahí.

Después, creo que a base de tactos se va gran parte de la vergüenza, aunque en mi caso, no los llevé muy bien.

Sobre el miedo al parto no puedo ayudarte mucho, pués es algo que nunca me preocupó, y a la sangre y a que me pinchen agujas estoy bastante acostumbrada. Aún así deja que te diga una cosa: el cuerpo no tiene memoria del dolor a no ser que éste sea un dolor constante y duradero en el tiempo. Es decir, que no podrás recordar cuanto te dolió, y menos si la recompensa ha sido tu bebé. Yo tengo dos hermanas mayores y uno pequeño. Todos fuimos partos programados (con oxitocina), y a mi madre nunca le ofrecieron la epidural. De esos partos, creo que la única que salió sin instrumental fuí yo, y aún así, ella siguió teniendo hijos...¿si realmente fuera tan terrible el momento del parto, repetiríamos?

Yo creo que debes autoconvencerte de que todo irá bien, y puesto que el parto ha de llegar, preocúpate más de disfrutar cada fase de ese momento tan mágico que es el embarazo.

Yo tuve un parto de 20 horas hace tres meses y medio, y ya estoy pensando en repetir!!! (eso sí, teniendo en cuenta que la epidural me la pusieron justo antes de parir, tengo claro que la próxima vez la negaré).

Un abrazo!!