Si no puedes con el enemigo....

por ti Ximena,yo hoy me he acostado a las 6,30 de la mañana ,pasaba de irme a la cama con los niños mal,por lo menos que descanse mi marido, que el pobre se va a las 6 de la mañana y está volviendo cerca de las 9 de la noche, y baña a los niños,guarda ropa,hace la cena y todo lo que puede,yo al menos estoy en casa y puedo descansar si ellos descansan...

Espero que mi optimismo dure...

Tu optimismo durará claro que sí. Es la mejor forma de enfocar las cosas. Hace mucho que aprovecho los despertares de Ulises para mirármelo y pensar bueno... así me tomo un descanso en mi tesis cada dos por tres. Sí, hay noches malas pero he aprendido a vivir así. Las malas son las menos y tienen más que ver con mi grado de optimismo que con el número de despertares. Cuando te empeñas en decir "vaa, Ulises, otra vez???", "qué rabia, con lo que yo tengo que hacer" y tu cabeza empezar a hervir malo... la noche se convierte en una mala noche, encima le transmites el mal rollo y se despierta más.

La única herramienta para que un bebé que se despierta mucho duerma mejor probablemente es la de tomárselo mejor porque las demás escasamente funcionan. ¿El destete? Puede que sí, puede que no. ¿El colecho? Puede que sí, puede que no. ¿Las cenas copiosas? Puede que sí, puede que no. Pero lo que no falla nunca es tomárselo con calma, con mucha calma y hacer lo posible por positivizar y disfrutar del momento.

Llegará un día en que se acabarán los despertares y la teta y dejaremos de estar tan cerquita. Será bueno, será diferente. No nos amarguemos con nuestros bebés despertones. Pasará. Y ese día quizá echemos de menos los despertares, no por éstos, sino porque nuestros nenes habrán crecido y ya no nos necesitarán tanto.

Besos!

Claro, ximena, tu optimismo durará, aunque haya días de recaída (normales, por otra parte)

Yo también me he acostumbrado a los despertares de Héctor. El otro día, haciendo autoanálisis de la situación me di cuenta de que ya no me importa perderme una serie de TV o no hacer tal o cual cosa. Me he acostumbrado a vivir con calma. Cuando se despierta, dejo lo que estoy haciendo y voy a atenderle. Un poco de teta, suelte de pezón y me vuelvo a marchar sigilosamente, a esperar la próxima!

Y coincido contigo. ¿qué tal duerme? y yo también contesto: Muy bien! Porque duerme genial, entre papá y mamá.

besos
Laura