Ya han pasado siete años

Hoy hace siete años que la banda terrorista ETA puso un coche bomba en la calle que separa mi casa, del cuartel de la guardia civil de Santa Pola ( 4-agosto-2002) y mató a Silvia Martínez (una niña de seis años que jugaba en el salón de su casa) y a Cecilio ( un jubilado que esperaba el autobús a Torrevieja); hoy hace siete años y todavía llevo las imágenes en mi mente y en mi corazón; era desolador ver aquella imagen y era terriblemente aterrador pensar en que por muy poco (ese día no estubimos casi en casa) a nosotros también nos podía haber pasado algo; mi marido y y lo recordamos con mucha tristeza, ya que hubo varios heridos, entre ellos algunos vecinos.
Sólo quería contarlo y hacer así un pequeño homenaje a esa niña que no tenía culpa de nada, y a esa madre, que no sé de donde saca fuerzas para celebrar cada año, en la plaza que tenemos en frente de casa, el homenaje de la muerte de su hija.
Silvia, Santa Pola no te olvidará nunca.
LIBERTAD PARA TODOS LOS ESPAÑOLES YA!!!!

Siento mucho lo que pasó con esa niña, me has conmovido en el alma. No hay palabras ni forma de compensar o consolar a unos padres que han perdido un hijo, y mucho menos de esa forma.

Que horror, son cosas que jamas se olvidan. Hasta cuando esos infelices seguiran haciendo daño, como tantas otras organizaciones que hay por ahi.

Tanta irracionalidad es muy triste, y me imagino para los que les toca tan de cerca, lo doloroso que será ver vidas destrozadas de ese modo, un abrazo, Romina

Aprovecho para unirme a tu homenaje.

y de paso, recordar también los recientes atentados en Burgos y Mallorca. Aunque vivo en Madrid, y nací en Bilbao, toda mi familia es de burgos y allí pasé la mayor parte de mi infancia y juventud. La bomba en la casa cuartel de Burgos tenía intenciones de lo más sanguinarias: había 41 niños durmiendo. Y para más inri, uno de los guardias civiles asesinados al día siguiente en Mallorca era de Burgos. De una familia muy conocida, además. Aunque es un daño ínfimo, comparado con los daños personales, ha afectado las casas de mucha gente que conozco (sin ir más lejos, la onda expansiva de la bomba reventó la puerta del garaje de la casa de mis abuelos).

Por otra parte, como nacida en Bilbao, tengo una enorme simpatía por los vascos y todo lo vasco. Y la gran mayoría de los vascos, poco o nada tienen que ver con la panda de asesinos que se esconden bajo las siglas de ETA...

Me encantaría poder vivir el fin de ETA. Pero la verdad, y siendo realista, lo veo poco cercano y poco probable... un loco tiene tantas oportunidades de hacer daño.....

Me uno a este homenaje a Silvia y a todas las víctimas inocentes de ETA....

Como Blanca me gustaría ver el fin de esta situación sin sentido y absurda... aunque siendo realista es difícil y complicado.

Un abrazo.

Silvia.