El nacimiento de Ezequiel
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El nacimiento de Ezequiel
PRÓLOGO
Yo llevaba mucho tiempo informándome sobre el tema del parto. Incluso antes de estar embarazada me gustaba pasar horas viendo videos y leyendo testimonios de mujeres que habían parido recientemente.
Me di cuenta de lo mucho que sufrían algunas de ellas en lo que debería ser la experiencia mas gratificante de sus vidas. Y no me refiero al dolor físico, si no al que viene de ciertos procedimientos hospitalarios tales como la tendencia a medicalizarlo excesivamente, la separación del bebé y su madre, la privación a que ésta sea protagonista en todo momento y un largo etc. Supe que cuando me llegara la hora, haría lo posible porque ni mi bebé ni yo pasáramos por eso.
Cuando estuve embarazada comencé a informarme sobre todos los procedimientos médicos que se siguen ahora en los hospitales. Siguiendo las recomendaciones de la OMS elaboré un plan de parto en el que pedía que se respetasen mis decisiones, en el que exigía intimidad y mucha dulzura. Lo que más me importaba era saber lo que me harían en cada momento, poder participar y que no me separasen de mi hijo bajo ningún concepto.
Envié este plan de parto a un par de hospitales para saber que opciones tenía. La verdad es que ambos me contestaron una carta en la que me explicaban su procedimiento a seguir, insinuando que eso era lo único que ellos podían ofrecerme y que no tenía ninguna garantía de que fuese a respetarse mi plan. Sabiendo esto, y teniendo en cuenta que yo descartaba desde un principio la posibilidad de parir en casa por diversas razones, elegí entre esos dos, el hospital que me quedaba mas cercano y que además era el que me correspondía: el Hospital Cantabria (HUMV).
Casualmente me hicieron llegar una carta de bienvenida del servicio de ginecología y obstetricia de dicho hospital (que habían editado muy recientemente) en la que me explicaban su propósito de mejorar la asistencia al parto y respetar su fisiología al máximo posible...lo que me tranquilizó bastante. Me decidí a tener a mi bebé en dicho hospital confiando en esto y en que un par de conocidos que trabajan allí pudiesen “ayudarme”.Resultó que como suele ocurrir, las cosas no suceden como las planeamos pero a pesar de ello, todo se resolvió perfectamente y todo fue como tenía que ser.
En resumen, mi parto fue un parto difícil aunque maravilloso (lo relato completamente más abajo). Desde que rompí aguas hasta que nació Ezequiel pasaron 23 horas. Fue un parto muy respetado e íntimo aunque necesariamente medicalizado. Y digo “necesariamente” porque mi dinámica de contracciones no era efectiva y mis picos de dolor eran tan altos que se me frenaba el efecto de mi propia oxitocina. Me estanqué en 3 cm de dilatación y con un sufrimiento tal que tuvieron que ayudarme con un gotero de oxitocina artificial porque ya llevaba muchas horas con la bolsa de aguas rota y había riesgo de infección.
Lo cierto es que en esos momentos solo deseaba que todo saliera bien y pasara rápido, ya no me importaba necesitar oxitocina o epidural, ya había hecho todo lo que estaba en mi mano. Desde el momento que me pusieron la epidural, todo fue fantástico y rapidísimo: al no sentir dolor pude relajarme e incluso dormirme...lo que me llevó a dilatar completamente en una hora. Los momentos previos y el periodo del expulsivo fueron todo felicidad y optimismo. El hecho de tener que empujar con todas mi fuerzas me hacia sentirme viva y heroína de mi propia aventura. Agarré al bebé y lo arrimé a mi pecho con el instinto y la decisión de una verdadera madre en la naturaleza mas salvaje. Después hubo tiempo para todo. Padre, madre e hijo estuvimos juntos todo el tiempo que quisimos, alumbré espontáneamente y el cordón umbilical no fue cortado hasta mucho tiempo después de que dejase de latir...y todo en la mas absoluta intimidad (solo estábamos nosotros y la matrona, y una enfermera muy silenciosa y discreta que pasaba desapercibida). El ambiente fue muy familiar, hubo risas y un montón de bromas que anunciaban lo tranquilo que se había quedado el entorno después de que naciera el que sería el último bebé de esa noche.
HA NACIDO MI ANGELITO 9 de Febrero 09 (40+4)
"....Para entonces ya estábamos muy impacientes por verte. Los días se pasaban lentísimos y ya no quedaba nada por preparar. Todo estaba listo y yo estaba atenta a cada cosa anormal que me ocurría. El día 5 de febrero salí de cuentas y tu aún no habías llegado...¿Sería yo una de esas mujeres que se les retrasa tanto el parto que tienen que provocárselo? En realidad no...
Semanas antes yo había empezado a expulsar el tapón mucoso... y mis contracciones se hacían cada vez mas frecuentes, incluso un día había sentido ya contracciones dolorosas (que dolor mas dulce...)
La noche del día 8 de febrero papá y yo estábamos viendo la televisión, tu no parabas quieto ni un instante, parecías una centrifugadora a toda máquina. Yo lo interpreté como un intento tuyo de romperme la bolsa de aguas, y mira por donde... así fue. Cuando nos metimos en la cama empecé a sentir contracciones y algunas ya dolían un poquito más. Decidí dormirme pensando que si estaba de parto me despertaría en mitad de la noche por el dolor, pero antes de que pudiese cerrar los ojos sentí que salía mucho flujo, me levanté de un brinco y le dije a papi "creo que he roto aguas" (eran las 12.30). No estaba segura porque no había sido mucha cantidad, así que esperamos un rato antes de decidir que hacer. A la media hora comencé a echar mucho líquido amniótico, era evidente, íbamos a conocer a nuestro pitufín, ¡que felicidad!, papá y yo nos abrazamos... Llamé a mi madre y se lo conté. Empezamos a organizar la casa, la maleta y nos dimos una duchita. Las contracciones cada vez me dolían mas. A las 4.30 de la madrugada entrábamos en urgencias. Me hicieron un tacto y me dijeron que solo había dilatado 1 cm y que el cuello del útero solo estaba borrado al 80%, pero que como ya había roto aguas me quedaba ingresada.
Me llevaron a una habitación para dilatar y me dieron una pelota de esas grandes para hacer ejercicios y que fuese más rápido. Las contracciones pararon y pude dormir unas horas...a la mañana siguiente volvieron a mirarme, solo estaba dilatada de 3 cm , las cosas habían avanzado poco, y las contracciones me dolían mucho. Me estanqué ahí unas cuantas horas... los dolores ya no me dejaban ni respirar, venían cada 5 minutos pero eran muy intensos. Pedí por favor que me bajaran a partos y me pusieran la epidural pero me dijeron que tenia que aguantar una hora más así porque si me anestesiaban con tan poca dilatación el parto podría retrasarse. Así lo hice, esperé todo lo bien que pude hasta que me bajaron a partos, para entonces el dolor era indescriptible, sinceramente creí que yo no aguantaría ni una contracción más de esa manera. Tenia ganas de vomitar, de desmayarme, ¡quería que me abriesen y te sacaran ya! estaba a punto de tirar la toalla...¡que desesperación!
Entonces me pusieron la epidural. Costó que me hiciese efecto, y al principio solo se me durmió un lado del cuerpo. Cuando consiguieron dormirme ambos, vi la luz...que gloria madre mía no sentir dolor...
Me pusieron oxitocina para acelerar un poco el parto, las contracciones que tenia ahora eran mucho mas frecuentes, aunque menos intensas, y como no sentía nada conseguí dormirme. Una hora y media después me hicieron otro tacto ¡y había dilatado casi completamente! estaba en 9 cm. Cuando oí a la ginecóloga decir "esta casi completa" casi me echo a llorar. Que alegría sentir que ya llegabas y que todo iba a salir bien... di la mano a tu papi y ambos nos dimos cuenta de que todo había merecido la pena. Me explicaron que solo faltaba que bajases un poco en el canal del parto, en media hora me dijeron que estaba lista para empujar y que en un cuarto de hora me pasarían al paritorio.
Llegué a los pujos con las piernas totalmente dormidas. Me dijeron que tenias la cabeza bastante grandecita y yo la pelvis bastante estrecha, no sabían si tendrían que hacerme una cesárea, pero me dijeron que íbamos a intentarlo vaginal. Ya estaba tumbada en el paritorio y lista para empujar, la matrona me decía cuando debía hacerlo y cuando debía descansar y coger aire. Fue increíble porque te expulsé en 4 contracciones, en cada contracción hacia 3 pujos y descansaba, así que en 10 minutos te tenia fuera. Olga, la matrona, fue estupenda y Álvaro también, ambos me motivaban muchísimo diciéndome que la cabecita ya estaba casi fuera, y que yo lo estaba haciendo muy bien. Cuando salió la cabeza y casi todo tu cuerpecito me dijeron que me incorporase. Pude agarrarte y terminar de sacarte con mis propias manos, te arrimé a mi pecho y empecé a llorar de emoción. (eran las 23.20 del día 9 de febrero). Estabas tan calentito...embadurnado en esa grasita tan suave...
Tu olor no se me puede olvidar, que olor tan tibio...a vida nueva. La matrona sabía lo mal que lo había pasado y me dejó estar contigo todo el tiempo que quise. Pude disfrutar de ese contacto piel con piel tan importante durante el alumbramiento de la placenta y mientras me cosían (necesité una pequeña episiotomía). Esos fueron los minutos mas felices de toda mi vida, te contemplé ensimismada, contemplé todo tu cuerpecito intentando entender como había podido crear algo tan bello y tan perfecto y haberlo tenido en mi interior...tan cerquita. Entonces me sentí orgullosa de mi y de ti...y me sentí en paz. Fue muy íntimo, solo estuvimos la matrona, tu papi, tu y yo.
Tu y yo estábamos manchaditos de sangre. Me enseñaron la placenta; era enorme, y también me dijeron que el cordón umbilical era de los mas largos que habían visto. Cuando me sentí preparada para separarme de ti, te llevaron a pesar: 3, 970 Kg.!!!!! menudo ternerito... Mediste 52,5 cm y en los dos test de Apgar sacaste una puntuación de 9 sobre 10.Álvaro corrió a decir a nuestros familiares, que estaban bastante preocupados, que ya habías nacido, y después te sacó para que te viesen, creo que todos lloraron de emoción. Estabas enorme, enorme, sano y precioso.
La matrona me felicitó y me dijo muy sinceramente que nunca había visto a una chica que hubiese empujado tan bien y eficazmente como yo. Después de 23 duras horas de parto, y con las piernas totalmente dormidas había conseguido expulsar a un bebe de 4 kilos y una cabeza bastante grandecita en 10 minutos!!!Entre las enfermeras, las matronas y las gines me llamaban << la leona >>. En 20 minutos ya estabas enganchado a mi pecho, succionando como un loco...Todo había salido bien, todo había pasado, y el último periodo del parto había sido muy rápido.Cada vez que lo recuerdo me echo a llorar, y deseo pasar por ello de nuevo, o trasladarme al pasado para volver a sentirlo.
A pesar de haber insistido con firmeza en que quería que mi parto fuera grabado, tu padre, entre los nervios, la emoción y el cansancio acumulado de noche y día... no pensó en mas que acompañarme, y asistir activamente al parto...y verlo todo y conocerte a través de sus ojos, y no a través de un objetivo. Y así fue que minutos después de que nacieras sacó la cámara y grabó esos momentos tan únicos e irrepetibles. Mientras tu estabas en mi pecho, y yo todavía estaba conociendo cada parte de ti...hipnotizada, memorizándolas como un mapa que nunca olvidaré, el me preguntó: -"¿Quieres decir algo Cayetana?", y yo no atiné a decir nada mas que una frase que me salía del alma; sonriente y con ese brillo en los ojos que ya no voy a perder...dije: -"Que soy muy feliz"-
En el tiempo que transcurrió en el paritorio, justo antes de que me pasaran a observación...te di un millón de besos, te agradecí todo, y te quise, en silencio, mas de lo que nunca antes lo había hecho.
No podía dejar de recordar ese instante tan intenso, en el que sentí que me rompía de ansias y de amor por darte paso a la vida y en el que habría hecho lo que fuera por ayudarte a llegar. Ese segundo mágico en que por primera vez respiraste tu solo y dejaste de ser yo.
Recuerdo que me miré la que antes había sido una tripa enorme, redonda y tersa y ya no estaba. Volvía a estar deshabitada... sentí tu ausencia y una melancolía que me llevó irremediablemente a buscarte otra vez con la mirada y confirmar que seguías encima de mí. Respiro profundamente...te siento y el gozo me inunda, el tiempo se ha detenido. Viva la vida.
Todo se había iniciado aquel momento 9 meses atrás, aquel momento tan bello que ahora se colmaba de significado y todo su proceso culminaba en ti, en mi y en ese preciso instante...”
Ezequiel te quiero. Me has hecho tan feliz...
Yo llevaba mucho tiempo informándome sobre el tema del parto. Incluso antes de estar embarazada me gustaba pasar horas viendo videos y leyendo testimonios de mujeres que habían parido recientemente.
Me di cuenta de lo mucho que sufrían algunas de ellas en lo que debería ser la experiencia mas gratificante de sus vidas. Y no me refiero al dolor físico, si no al que viene de ciertos procedimientos hospitalarios tales como la tendencia a medicalizarlo excesivamente, la separación del bebé y su madre, la privación a que ésta sea protagonista en todo momento y un largo etc. Supe que cuando me llegara la hora, haría lo posible porque ni mi bebé ni yo pasáramos por eso.
Cuando estuve embarazada comencé a informarme sobre todos los procedimientos médicos que se siguen ahora en los hospitales. Siguiendo las recomendaciones de la OMS elaboré un plan de parto en el que pedía que se respetasen mis decisiones, en el que exigía intimidad y mucha dulzura. Lo que más me importaba era saber lo que me harían en cada momento, poder participar y que no me separasen de mi hijo bajo ningún concepto.
Envié este plan de parto a un par de hospitales para saber que opciones tenía. La verdad es que ambos me contestaron una carta en la que me explicaban su procedimiento a seguir, insinuando que eso era lo único que ellos podían ofrecerme y que no tenía ninguna garantía de que fuese a respetarse mi plan. Sabiendo esto, y teniendo en cuenta que yo descartaba desde un principio la posibilidad de parir en casa por diversas razones, elegí entre esos dos, el hospital que me quedaba mas cercano y que además era el que me correspondía: el Hospital Cantabria (HUMV).
Casualmente me hicieron llegar una carta de bienvenida del servicio de ginecología y obstetricia de dicho hospital (que habían editado muy recientemente) en la que me explicaban su propósito de mejorar la asistencia al parto y respetar su fisiología al máximo posible...lo que me tranquilizó bastante. Me decidí a tener a mi bebé en dicho hospital confiando en esto y en que un par de conocidos que trabajan allí pudiesen “ayudarme”.Resultó que como suele ocurrir, las cosas no suceden como las planeamos pero a pesar de ello, todo se resolvió perfectamente y todo fue como tenía que ser.
En resumen, mi parto fue un parto difícil aunque maravilloso (lo relato completamente más abajo). Desde que rompí aguas hasta que nació Ezequiel pasaron 23 horas. Fue un parto muy respetado e íntimo aunque necesariamente medicalizado. Y digo “necesariamente” porque mi dinámica de contracciones no era efectiva y mis picos de dolor eran tan altos que se me frenaba el efecto de mi propia oxitocina. Me estanqué en 3 cm de dilatación y con un sufrimiento tal que tuvieron que ayudarme con un gotero de oxitocina artificial porque ya llevaba muchas horas con la bolsa de aguas rota y había riesgo de infección.
Lo cierto es que en esos momentos solo deseaba que todo saliera bien y pasara rápido, ya no me importaba necesitar oxitocina o epidural, ya había hecho todo lo que estaba en mi mano. Desde el momento que me pusieron la epidural, todo fue fantástico y rapidísimo: al no sentir dolor pude relajarme e incluso dormirme...lo que me llevó a dilatar completamente en una hora. Los momentos previos y el periodo del expulsivo fueron todo felicidad y optimismo. El hecho de tener que empujar con todas mi fuerzas me hacia sentirme viva y heroína de mi propia aventura. Agarré al bebé y lo arrimé a mi pecho con el instinto y la decisión de una verdadera madre en la naturaleza mas salvaje. Después hubo tiempo para todo. Padre, madre e hijo estuvimos juntos todo el tiempo que quisimos, alumbré espontáneamente y el cordón umbilical no fue cortado hasta mucho tiempo después de que dejase de latir...y todo en la mas absoluta intimidad (solo estábamos nosotros y la matrona, y una enfermera muy silenciosa y discreta que pasaba desapercibida). El ambiente fue muy familiar, hubo risas y un montón de bromas que anunciaban lo tranquilo que se había quedado el entorno después de que naciera el que sería el último bebé de esa noche.
HA NACIDO MI ANGELITO 9 de Febrero 09 (40+4)
"....Para entonces ya estábamos muy impacientes por verte. Los días se pasaban lentísimos y ya no quedaba nada por preparar. Todo estaba listo y yo estaba atenta a cada cosa anormal que me ocurría. El día 5 de febrero salí de cuentas y tu aún no habías llegado...¿Sería yo una de esas mujeres que se les retrasa tanto el parto que tienen que provocárselo? En realidad no...
Semanas antes yo había empezado a expulsar el tapón mucoso... y mis contracciones se hacían cada vez mas frecuentes, incluso un día había sentido ya contracciones dolorosas (que dolor mas dulce...)
La noche del día 8 de febrero papá y yo estábamos viendo la televisión, tu no parabas quieto ni un instante, parecías una centrifugadora a toda máquina. Yo lo interpreté como un intento tuyo de romperme la bolsa de aguas, y mira por donde... así fue. Cuando nos metimos en la cama empecé a sentir contracciones y algunas ya dolían un poquito más. Decidí dormirme pensando que si estaba de parto me despertaría en mitad de la noche por el dolor, pero antes de que pudiese cerrar los ojos sentí que salía mucho flujo, me levanté de un brinco y le dije a papi "creo que he roto aguas" (eran las 12.30). No estaba segura porque no había sido mucha cantidad, así que esperamos un rato antes de decidir que hacer. A la media hora comencé a echar mucho líquido amniótico, era evidente, íbamos a conocer a nuestro pitufín, ¡que felicidad!, papá y yo nos abrazamos... Llamé a mi madre y se lo conté. Empezamos a organizar la casa, la maleta y nos dimos una duchita. Las contracciones cada vez me dolían mas. A las 4.30 de la madrugada entrábamos en urgencias. Me hicieron un tacto y me dijeron que solo había dilatado 1 cm y que el cuello del útero solo estaba borrado al 80%, pero que como ya había roto aguas me quedaba ingresada.
Me llevaron a una habitación para dilatar y me dieron una pelota de esas grandes para hacer ejercicios y que fuese más rápido. Las contracciones pararon y pude dormir unas horas...a la mañana siguiente volvieron a mirarme, solo estaba dilatada de 3 cm , las cosas habían avanzado poco, y las contracciones me dolían mucho. Me estanqué ahí unas cuantas horas... los dolores ya no me dejaban ni respirar, venían cada 5 minutos pero eran muy intensos. Pedí por favor que me bajaran a partos y me pusieran la epidural pero me dijeron que tenia que aguantar una hora más así porque si me anestesiaban con tan poca dilatación el parto podría retrasarse. Así lo hice, esperé todo lo bien que pude hasta que me bajaron a partos, para entonces el dolor era indescriptible, sinceramente creí que yo no aguantaría ni una contracción más de esa manera. Tenia ganas de vomitar, de desmayarme, ¡quería que me abriesen y te sacaran ya! estaba a punto de tirar la toalla...¡que desesperación!
Entonces me pusieron la epidural. Costó que me hiciese efecto, y al principio solo se me durmió un lado del cuerpo. Cuando consiguieron dormirme ambos, vi la luz...que gloria madre mía no sentir dolor...
Me pusieron oxitocina para acelerar un poco el parto, las contracciones que tenia ahora eran mucho mas frecuentes, aunque menos intensas, y como no sentía nada conseguí dormirme. Una hora y media después me hicieron otro tacto ¡y había dilatado casi completamente! estaba en 9 cm. Cuando oí a la ginecóloga decir "esta casi completa" casi me echo a llorar. Que alegría sentir que ya llegabas y que todo iba a salir bien... di la mano a tu papi y ambos nos dimos cuenta de que todo había merecido la pena. Me explicaron que solo faltaba que bajases un poco en el canal del parto, en media hora me dijeron que estaba lista para empujar y que en un cuarto de hora me pasarían al paritorio.
Llegué a los pujos con las piernas totalmente dormidas. Me dijeron que tenias la cabeza bastante grandecita y yo la pelvis bastante estrecha, no sabían si tendrían que hacerme una cesárea, pero me dijeron que íbamos a intentarlo vaginal. Ya estaba tumbada en el paritorio y lista para empujar, la matrona me decía cuando debía hacerlo y cuando debía descansar y coger aire. Fue increíble porque te expulsé en 4 contracciones, en cada contracción hacia 3 pujos y descansaba, así que en 10 minutos te tenia fuera. Olga, la matrona, fue estupenda y Álvaro también, ambos me motivaban muchísimo diciéndome que la cabecita ya estaba casi fuera, y que yo lo estaba haciendo muy bien. Cuando salió la cabeza y casi todo tu cuerpecito me dijeron que me incorporase. Pude agarrarte y terminar de sacarte con mis propias manos, te arrimé a mi pecho y empecé a llorar de emoción. (eran las 23.20 del día 9 de febrero). Estabas tan calentito...embadurnado en esa grasita tan suave...
Tu olor no se me puede olvidar, que olor tan tibio...a vida nueva. La matrona sabía lo mal que lo había pasado y me dejó estar contigo todo el tiempo que quise. Pude disfrutar de ese contacto piel con piel tan importante durante el alumbramiento de la placenta y mientras me cosían (necesité una pequeña episiotomía). Esos fueron los minutos mas felices de toda mi vida, te contemplé ensimismada, contemplé todo tu cuerpecito intentando entender como había podido crear algo tan bello y tan perfecto y haberlo tenido en mi interior...tan cerquita. Entonces me sentí orgullosa de mi y de ti...y me sentí en paz. Fue muy íntimo, solo estuvimos la matrona, tu papi, tu y yo.
Tu y yo estábamos manchaditos de sangre. Me enseñaron la placenta; era enorme, y también me dijeron que el cordón umbilical era de los mas largos que habían visto. Cuando me sentí preparada para separarme de ti, te llevaron a pesar: 3, 970 Kg.!!!!! menudo ternerito... Mediste 52,5 cm y en los dos test de Apgar sacaste una puntuación de 9 sobre 10.Álvaro corrió a decir a nuestros familiares, que estaban bastante preocupados, que ya habías nacido, y después te sacó para que te viesen, creo que todos lloraron de emoción. Estabas enorme, enorme, sano y precioso.
La matrona me felicitó y me dijo muy sinceramente que nunca había visto a una chica que hubiese empujado tan bien y eficazmente como yo. Después de 23 duras horas de parto, y con las piernas totalmente dormidas había conseguido expulsar a un bebe de 4 kilos y una cabeza bastante grandecita en 10 minutos!!!Entre las enfermeras, las matronas y las gines me llamaban << la leona >>. En 20 minutos ya estabas enganchado a mi pecho, succionando como un loco...Todo había salido bien, todo había pasado, y el último periodo del parto había sido muy rápido.Cada vez que lo recuerdo me echo a llorar, y deseo pasar por ello de nuevo, o trasladarme al pasado para volver a sentirlo.
A pesar de haber insistido con firmeza en que quería que mi parto fuera grabado, tu padre, entre los nervios, la emoción y el cansancio acumulado de noche y día... no pensó en mas que acompañarme, y asistir activamente al parto...y verlo todo y conocerte a través de sus ojos, y no a través de un objetivo. Y así fue que minutos después de que nacieras sacó la cámara y grabó esos momentos tan únicos e irrepetibles. Mientras tu estabas en mi pecho, y yo todavía estaba conociendo cada parte de ti...hipnotizada, memorizándolas como un mapa que nunca olvidaré, el me preguntó: -"¿Quieres decir algo Cayetana?", y yo no atiné a decir nada mas que una frase que me salía del alma; sonriente y con ese brillo en los ojos que ya no voy a perder...dije: -"Que soy muy feliz"-
En el tiempo que transcurrió en el paritorio, justo antes de que me pasaran a observación...te di un millón de besos, te agradecí todo, y te quise, en silencio, mas de lo que nunca antes lo había hecho.
No podía dejar de recordar ese instante tan intenso, en el que sentí que me rompía de ansias y de amor por darte paso a la vida y en el que habría hecho lo que fuera por ayudarte a llegar. Ese segundo mágico en que por primera vez respiraste tu solo y dejaste de ser yo.
Recuerdo que me miré la que antes había sido una tripa enorme, redonda y tersa y ya no estaba. Volvía a estar deshabitada... sentí tu ausencia y una melancolía que me llevó irremediablemente a buscarte otra vez con la mirada y confirmar que seguías encima de mí. Respiro profundamente...te siento y el gozo me inunda, el tiempo se ha detenido. Viva la vida.
Todo se había iniciado aquel momento 9 meses atrás, aquel momento tan bello que ahora se colmaba de significado y todo su proceso culminaba en ti, en mi y en ese preciso instante...”
Ezequiel te quiero. Me has hecho tan feliz...
Invitado- Invitado
Re: El nacimiento de Ezequiel
Felicidades Cayetana por ese hermoso bebé y por compartir tu parto.
Qué bonito es leer los partos de otras mamás porque es como si además de vivir su momento más feliz, vives de nuevo los tuyos propios.
Muy lindas también las fotos.
Ah! si puedes, deja tu presentación en el foro correspondiente y así nos conocemos mejor.
Muchos besos y enhorabuena de nuevo por tu nene.
Qué bonito es leer los partos de otras mamás porque es como si además de vivir su momento más feliz, vives de nuevo los tuyos propios.
Muy lindas también las fotos.
Ah! si puedes, deja tu presentación en el foro correspondiente y así nos conocemos mejor.
Muchos besos y enhorabuena de nuevo por tu nene.
Invitado- Invitado
Re: El nacimiento de Ezequiel
Hola Cayetana!
Zorionak por tu ternerito y gracias por lo bien que nos has transmitido tan bonito momento. Tanto es así, que no he podido evitar emocionarme, porque como dice silvia (guayacón) es imposible no trasladarnos a nuestras propias experiencias y recordar aquellos momentos tan intensos y felices.
Espero que estas tres semanas que han pasado desde entonces hayan ido bien. De todas formas, ya sabes que puedes compartir aquí todas tus inquietudes, siempre viene bien saber que una no está sola en "esto"...
Un muxu enorme para los 3 y enhorabuena!
Ah... preciosas las fotos!
Zorionak por tu ternerito y gracias por lo bien que nos has transmitido tan bonito momento. Tanto es así, que no he podido evitar emocionarme, porque como dice silvia (guayacón) es imposible no trasladarnos a nuestras propias experiencias y recordar aquellos momentos tan intensos y felices.
Espero que estas tres semanas que han pasado desde entonces hayan ido bien. De todas formas, ya sabes que puedes compartir aquí todas tus inquietudes, siempre viene bien saber que una no está sola en "esto"...
Un muxu enorme para los 3 y enhorabuena!
Ah... preciosas las fotos!
Invitado- Invitado
Re: El nacimiento de Ezequiel
Muchas gracias por compartir tu parto con nosotras. Te felicito por tu peque. Hay que ver como te cambian la vida.
Besos de leche
Besos de leche
Re: El nacimiento de Ezequiel
Uff, cuantos recuerdos! Se me han caido los lagrimones! Di a luz sólo 17 horas antes que tú a un gordito que nos ha robado el corazón.
Gracias por compartir tu experiencia
Un beso grande a esa preciosa familia!
Gracias por compartir tu experiencia
Un beso grande a esa preciosa familia!
Invitado- Invitado
Muchas gracias a todas!!
Me alegro de que os guste y os haga revivir ese momento tan especial.
Un beso
Un beso
Invitado- Invitado
Re: El nacimiento de Ezequiel
Enhorabuena por tu nene, y a tí muchas felicidades leona!!
Invitado- Invitado
Re: El nacimiento de Ezequiel
Enhorabuena por tu bebe!!!!
Y me admira ver que alguien tan joven (tienes 19 años, no?) tenga las ideas tan claras.
Has redactado tu experiencia de una forma muy bonita.
Te deseo todo lo mejor en esta nueva aventura de ser mama y aquí tienes a todas esta mamis para ayudarte en lo que podamos.
Un saludo
Y me admira ver que alguien tan joven (tienes 19 años, no?) tenga las ideas tan claras.
Has redactado tu experiencia de una forma muy bonita.
Te deseo todo lo mejor en esta nueva aventura de ser mama y aquí tienes a todas esta mamis para ayudarte en lo que podamos.
Un saludo
Invitado- Invitado
Hola Mafran
Muchas gracias. Sí, tengo 19 años y quería ser mamá desde los 16-17.
Tenía las cosas muy claras. Yo siempre he sentido que no me divertía hacer las mismas cosas que la gente de mi edad (salir de fiesta, etc.). Lo que yo mas deseaba era tener una casa y formar una familia.
A los 18 me quedé embarazada y realicé mi sueño...estoy disfrutando muchísimo de mi maternidad.
Me alegra teneros ahí, a vosotras que ya sois mas expertas en este tema.
Un besazo a todas.
Tenía las cosas muy claras. Yo siempre he sentido que no me divertía hacer las mismas cosas que la gente de mi edad (salir de fiesta, etc.). Lo que yo mas deseaba era tener una casa y formar una familia.
A los 18 me quedé embarazada y realicé mi sueño...estoy disfrutando muchísimo de mi maternidad.
Me alegra teneros ahí, a vosotras que ya sois mas expertas en este tema.
Un besazo a todas.
Invitado- Invitado
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