Primera excursión de Alexia...

Hola chicas. Mañana es la primera excursión de Alexia. Saldrán desde el cole hasta una montaña que hay a unos 6 km. de aquí (pero como es cuesta arriba, por unas curvas y a bastante altura me da la sensación de que se va a 50 km. ) donde hay una ermita y mucha vegetación. Almorzarán y comerán allí y no vendrán hasta las 5 de la tarde. Platarán arbolitos, realizarán actividades...

Evidentemente, el hecho de que tenga 3 años, vaya a pasar buena parte del día fuera, no coma en casa (cuando nunca la he dejado en el comedor) y tenga que ir por primera vez en autobús (en donde sospecho que no habrá cinturones, no sé si por ley se obliga a los transportes escolares a llevar y utilizarlos)...pues me da un pelín de angustia. Otra cosa que me preocupa es su siesta. No la hace todos los días, pero el día que la necesita, que no se quede sin ella.

El problema es que hoy ha llovido a rachas y la predicción para mañana es similar, así que ya veremos si al final van o no. Ya os contaré cómo ambas superamos este día...y su consecuente separación...

Pues nada, chicas...al final quien me ha hecho sufrir ha sido Yaiza en vez de Alexia. Anoche no lograba dormirse (ella, que en cuanto ve en el reloj que son las 10 cierra los ojos y no los abre hasta las 7.30-8.00) Me tumbé con ella en su cama, pero seguía sin dormirse. Le pregunté si estaba nerviosa por algo y me dijo que no quería ir hoy a la ermita. No había manera de que me dijera un motivo claro, sólo insistía en que no quería ir, que no, que no. Finalmente, allá a las 12 de la noche cayó dormida, tras decirle muchas veces que dejara su mente en blanco. Y esta mañana, a las 7.30 ya estaba despierta...y seguía erre que erre que no iba. He desayunado con Alexia (Yaiza no ha querido tomar nada), he vestido a la peque, me he arreglado yo, he preparado los bocadillos...pero ella seguía diciendo que no iba. He llamado a mi suegra (que vive aquí al lado) para ver si me podía ayudar. Se ha puesto a vestirla, mientras Yaiza lloraba desesperada. Le hemos dicho que lleva días haciendo planes sobre la excursión y que ha de ser responsable con sus decisiones. Que si desde un principio hubiera dicho que no, pues no hubiera ido. Y que además sabíamos que se lo iba a pasar genial, como todos los años.

Ha habido un momento en el que, sin exagerar, parecía la niña del exorcista. Pataleaba, lloraba, gritaba...mi marido ha aparecido en escena, enfadado, y le ha dicho que parara ya...y ella seguía cada vez poniéndose peor. Y al final él le ha dado un tortazo...uffff...Yo me he ido a otra habitación llorando, intentando calmarme también. Tentada a que se quedara en casa (pero una vez ya no fue a una excursión porque dijo que no quería,. luego se aburrió en casa, y se mostró arrepentida de no ir cuando al día siguiente se enteró de todo lo que habían hecho).

Yo he tenido también un momento de enfado con ella, porque ni hacía ni dejaba hacer. Poco más llegamos tarde al cole por su culpa. Pero me hacía pasar del enfado al disgusto, del disgusto a la ansiedad...¡¡es que tendríais que haberla visto!! A ratos ponía la excusa de que no quería ir porque quería estar conmigo, agarrándose a mi cuello como si no me fuera a ver nunca más...Y eso me extraña, porque ella es bastante independiente (ya os he contado lo de su próxima escapada a Andorra sin mí y como el año pasado se fue 5 días de vacaciones con sus abuelos, por decisión de ella).

Lo que hemos hecho es que mi suegra se ha parado en un supermercado de camino a comprarle una botella de agua y me ha dicho que yo fuera llevando a la otra. Me he tenido que poner gafas de sol para que no se me viera la cara que hacía. Aunque igual se notaba. He estado esperando a que Alexia entrara en clase (salían más tarde de excursión) y entonces me he ido al edificio de Primaria a ver cómo Yaiza salía del cole en dirección a la parada de autobuses. Mi suegra estaba dentro, en la fila de los niños, hablando con un maestro y una monitora, que se habían acercado a ver por qué lloraba Yaiza. El maestro se ha intercambiado el número de móvil con mi suegra. Así nosotras podemos llamarle si sufrimos por la niña y él nos llamaría si siguiera llorando y angustiada, para que fuéramos a buscarla.

Cuando ha salido la fila hacia la parada de autobuses, la hemos visto pasar, con los ojos tapados por la visera, y visiblemente desganada, al lado de una compañera. No nos ha visto. Pero hemos ido detrás de los niños y antes de subir al autobús nos hemos acercado a darle un beso y a que yo me despidiera (no me gusta que los niños se vayan o irme yo, sin despedirme...prefiero que lloren, si es que lo necesitan, pero decirles adiós)...y ya no parecía la misma. Estaba más calmada, le ha preguntado a su abuela qué día se van a Andorra, para contárselo a la amiguita que tenía al lado y ha subido tranquila al autobús.

La conozco, sé que este berrinche lo voy a sufrir yo todo el día, mientras que ella a estas horas ya lo ha olvidado y va a pasárselo en grande. Esto es lo que nos fastidia...estos cambios de humor y de ánimo que tiene...y también lo que nos preocupa...porque ya os he contado en alguna ocasión todos los antecedentes de problemas de salud mental que hay en la familia, sobre todo el heredado por línea directa por su papá y su abuela, que consiste justamente en problemas de ánimo inestable. Y estas reacciones desmesuradas y de un polo a otro no sé si forman parte de su personalidad (es una niña "veleta" y punto) o es el aviso de unos posibles síntomas más complejos que pueden darse en un futuro próximo...uffff...

Respecto a Alexia, va a la excursión encantada de la vida. Después de que el autobús de Yaiza se ha ido, hemos vuelto al cole, al edificio de Infantil, a esperar a que salieran los de P-3, P-4 y P-5. A las 9.50 han salido por la puerta, por parejas, Alexia de la manita de su mejor amiga, toda sonriente. Los papás les hemos seguido por la acera hasta la parada de autobuses. Ella no paraba de girarse, reírse y sacarnos la lengua. Los han subido al autobús (donde no había cinturones ¡¡Muy mal!!) y les hemos visto irse.

Hasta las 7.20 ó 7.30 de la tarde no las veré a las dos. Hoy va a ser el primer día en que comeremos los dos solos, tranquilos, sin niñas, sin jaleo...lo que se agradece, porque vamos a acabar con una úlcera de todas las comidas y las cenas que nos dan, super estresantes. E intentaré hacer una siesta, porque esta noche apenas he descansado.

Ya os contaré qué tal...