Fue el único que lloró en examen de admisión

Pero...a ver...¡¡tu hijo sólo tiene 6 años!! Es un niño, no un adulto maduro o ni tan siquiera un niño mayor con autonomía acorde a su edad, con seguridad en sí mismo... no tiene absolutamente nada de raro que llore si algo le asusta o si no entiende por qué te tienes que quedar fuera y no a su lado mientras hace ese examen de admisión. No creo que estéis haciendo nada mal, sólo que cada niño tiene su propia personalidad la cual, de todos modos, va evolucionando con el paso del tiempo.

Lo que no entiendo es que a esa edad tenga que presentarse a un examen de admisión para acceder a un colegio. ¿Debo entender que es un centro escolar privado, elitista y con pocas plazas? Mi hija mayor tiene 12 años y jamás ha hecho un examen de ese tipo, ha ido al colegio que he querido y punto. Pero bueno, es un colegio público con bastantes plazas.

Las comparaciones son odiosas, no pretendáis que tu hijo sea igual que todos los demás. Dicen que "quien nada contra corriente recoge más peces" y a lo mejor ese colegio no es el pez que necesita tu hijo...porque la sensibilidad, el apego con los padres, etc. no son defectos...lo primero es algo positivo, lo segundo es algo lógico a su edad. Si no lo aceptan por el hecho de que haya salido llorando del aula en lugar de valorar el examen (que es lo que ha ido a hacer) puede que ese colegio no vaya a ser el ideal para el niño, porque no va a comprender sus emociones y no va a respetarle como persona.

Ya nos irás contando qué sucede. Un abrazo.

C.,

yo te digo exactamente lo mismo que Désirée. Mi hijo mayor (5 años ahora) comenzó en el cole el curso pasado con 4 años. No quería ir, lo pasaba mal. Cuando le fui a contar a su profesora que lo acosaban, todo era decir que lo que ocurría era que el niño tenía problemas de adaptación (por no decirme que era una primípara añosa sobreprotectora) y ésa era la razón por la que no quería ir al cole. Hoy día, la última vez que hablé con ella, me dijo que había cambiado radicalmente, lo que me hace pensar que el radical cambio en la forma de tratarlo a él en el cole (y obviamente, los esfuerzos para parar el acoso) ha tenido mucho que ver con cómo se encuentra el niño, no cómo lo trato yo -que no ha cambiado-.

No temas, a partir de los 3 años el niño inicia un proceso de separación progresiva de su figura de apego primario (normalmente, su madre), que culmina alrededor de los 6 -y hasta que cumplen los 7, siguen teniendo 6, ¿verdad?-, además de que también hay que tener en cuenta la diferencia de carácter y el distinto ritmo de desarrollo de cada niño (cuestiones todas ellas que se les suelen olvidar no poco frecuentemente tanto a maestras como a psicólogos y orientadores). Y, bueno, las hijas de Désirée son mayores y ya ves...   ¿qué mejor ejemplo?

En cuanto al cole, si al final no lo aceptan, no será porque a tu hijo le pase nada ni vosotros estéis haciendo nada mal, será sólo que ése no era el colegio adecuado para él. Si hay otro colegio que también tenga un trato respetuoso con el niño, el énfasis en el arte y la cultura lo podéis poner vosotros con actividades para el niño -si quiere- y para toda la familia. Quiero decir que entiendo que prefieras un determinado colegio para tu hijo, pero siempre que los niños reciben un trato adecuado y respetuoso, con otro centro escolar también puedes estar contenta: no son pocos los casos en que los p/madres se lamentan de que no les han dado plaza en un cole y, más adelante, se congratulan de haberla obtenido en otro o de no haberla obtenido en el primero.

Por aquí tanto en los colegios públicos como en los concertados (privados con financiación en parte pública), para la adjudicación de las plazas se sigue un criterio objetivo. Entre los padres que solicitaron una plaza en el colegio A como primera opción -se pueden poner varios-, se atiende a la distancia al domicilio o el trabajo de los padres, hermanos en el centro, discapacidad en el niños, etc (a cada criterio le corresponde un número determinado de puntos) y el colegio puede otorgar un punto también; y entre dos niños con el mismo número de puntos, hay criterios para determinar el desempate. A grosso modo es el sistema que se sigue aquí.

Un abrazo y ánimo, y no dudes que lo estáis haciendo muy bien con A.

Suerte, C., y no dejes de contarnos qué tal os va. Procura ir tranquila, que estos peques se contagian de nuestro estado de ánimo, aunque hoy supongo que irá más tranquilo porque ya conoce el lugar. ¿Le has contado en qué consisten las pruebas?

Un abrazo.