Acompañar el sueño...

Bruno duerme habitualmente en su cama, con idas y venidas -muchas venidas de madrugada:D-, pero oficialmente en su cama y si sigue de largo toda la noche, ahí amanece. Sin embargo, me sigue necesitando para dormirse y hace un tiempo vengo pensando que ese momento es muy valioso. Me ha suscitado estas reflexiones el espacio de comunicación que se genera a la hora de dormir:


Hace unos días, a raíz de una de sus tantas confesiones nocturnas, pensaba en cuánto más limitado sería mi acceso al universo emocional de Bruno si no lo acompañara para dormir. Aún cuando parezca saltar de euforia, cuando se ría a carcajadas e interrumpa con mil preguntas la lectura de cada noche, una vez que se apaga la luz, ocurre una mutación extraña. Seguramente hace rato que no tiene miedo a la oscuridad, pero con la oscuridad, aparecen los miedos. Como si necesitara no ser mirado para atreverse a contar sus angustias. La oscuridad y el silencio de la noche ofrecen el espacio y la pausa necesarios para recordar las tristezas, y bastante seguido, también para decirlas. ¿Con qué herramientas acompañaría una angustia que ignoro? Porque sospecho que aparecería igual –de allí, seguramente, el tradicional “reflexionar con la almohada”-, pero si me retirara junto con la luz, mi hijo tendría que tragarse los miedos solo.


¿Alguien más vive así el momento de dormir?

Besos!

Qué bonita reflexión Romina...

Nosotros también acompañamos el sueño de HH. Antes, siempre con un cuento. Ahora yo ya no. Su padre sigue leyéndole un cuento pero yo, tristemente, ya no tengo tiempo. Suerte si puedo dormir con él porque Oliver no me reclama así que, siempre que Oli nos lo permite, nos acostamos juntos y apagamos la luz directamente.

A veces sí me ha contado alguna cosa que le preocupa, algún rollo del colegio o con algún amiguito.. pero normalmente utilizamos ese tiempo para decirnos lo mucho que nos queremos. Una y otra vez. Me llena de piropos (qué guapa eres mamá, eres preciosa, te quiero mucho... HH es muy dulzaina jejej) y de abrazos.

Alguna vez le he propuesto dormir solo pero no quiere. Nos necesita. Y ahí nos tiene.

besos

Por acá muchas saben que tengo 2 peques, uno de 5 y otro de 7.
El menor duerme solito en el camarote de abajo  pero apegado a la cama matrimonial!!! y el mayor de 7 duerme a mi lado (papá no puede dormir con nosotros porque ronca y nos despierta a todos, así que duerme en una pieza aparte).

Créeme que también e pensado mas de una vez lo que comentas, de hecho, sobre todo el mayor conversa muchas cosas que no dice en el día, cosas muy importantes y ahí estoy para escucharlo, pienso en esos peques que al apagar la luz quedan solos ...

Siempre les repito que ellos cuando sean grandes tienen que acompañar a sus hijos por la noche al dormir y escuchar lo importante que les dirán.

buenísimo el tema 
cariños...

Comparto que es muy bonita reflexión y muy necesaria como defensa de los momentos valiosos que ofrecen la calma, la compañía, la maternidad. Yo no veo que mi hijo tenga este tipo de angustias. Pero, al igual que dice Laura, encontramos en estos momentos un lugar de conexión. Las más de las veces me acabo durmiendo con él. Muchas veces él cae rendido pronto luego tampoco hay mucho espacio para la confesión. Pero la oportunidad está ahí, la oportunidad para dar y recibir, para conversar, para reír. A veces, también he de decirlo, para enfadarme porque se hace muy tarde en relación a la hora de levantarse y sus necesidades de sueño. Una prisa la que me entra que me estresa un poco pero es porque quiero que duerma las horas que él necesita.

Siempre me ha parecido que el acompañar el sueño de nuestros hijos es una oportunidad que nos damos a nosotras mismas para compartir un momento que es muy valioso para ellos y muy necesitado de compañía y de no saberse solos. Ya llegará el momento en que quieran intimidad y será un espacio vetado. Como tantas otras veces desde que soy madre ese acompañamiento me brinda a MÍ muchas más cosas de las que cedo: no lo hago por ellos, sino por mí (aunque a veces quisieras desaparecer...).

También decir que en el caso de papá le ha brindado una oportunidad excelente de que Simone y él hagan  unos lazos fuertísimos, que no se dan en el caso de Ulises. Con la cantidad de horas que paso yo con la pequeña se me hace muy difícil que esos lazos se dieran así si Simone durmiera sola.

Decir también que dormir a mis hijos (en el caso de Simone lo hace el padre pero yo sé que ella está acompañada) forma tan parte de la m(p)aternidad en casa que no me puedo cuestionar el no hacerlo. Y, como bien dices, Romina, te brinda momentos únicos de intimidad que hay que saber valorar. En tu caso es cierto que de no estar con él en esos momentos no tendrías conocimiento de parte de su ser y personalidad. Ya están bastantes horas en el cole (donde no tenemos acceso), luego hay que aprovechar bien el tiempo estando con ellos y acompañándolos en las facetas en las que sí tenemos acceso antes de que se nos hagan mayores y se encierren en su habitación...

Para mí la palabra clave me parece  "acompañar". Siento que yo acompaño a Simone en su deambulación por la ciudad. A veces hago como que no estoy, ella explora pero con la seguridad que le brinda saber que estoy allí. Ella hace y deshace y yo estoy allí acompañando.

La maternidad es un viaje en la que los acompañamos y nos acompañan. Ellos también nos liberan de nuestros miedos. Y si no echemos la vista atrás y nos encontraremos a mujeres más temerosas, al menos en la parte emocional. Seguramente...

Besos!

Romi! Que lindo verlo desde esa óptica!

Mi niña no tiene miedos nocturnos, es como mami, le teme a miedos más "reales". Pero igual hasta ahora la mayoría de las noches me requiere a mi para dormir. (Yo los duermo a los dos, primero a ella, porque como no hace ya siesta, está más cansada que el bebé) Y sí, es un momento nuestro, solo de las dos, a veces aprovecha para contarme cositas del día, me consta que a esa hora está mas dispuesta al diálogo sin la preguntadera de mi parte. Hay noches en que ella me cuenta a mi un cuento, otras en que yo se lo cuento, otras, en que al no estar tan cansada pide ver las estrellas o la luna desde la ventana, ha habido noches en que desde nuestra cama hemos visto fuegos pirotécnicos antes de dormir y otras, en que simlemente me ha dicho; "Te quiero mami, chángame" y ha quedado frita en menos de un minuto.

Con el bebé el sueño todavía no es todo magia, hay días en que le cuesta mucho conciliar el sueño y pasamos recostados una hora y talvez un poco más dando vueltas, pero incluso en él veo en sus ojitos, felicidad, creo que de tenerme enterita para él A veces se recuesta sobre mi cuerpo, a veces pide una y otra vez el pecho, y otras en cambio se da la vuelta y se duerme solo boca abajo.

En ambos casos, (aunque no voy a negar que mas de una vez se me ha pasado que va siendo hora de que papi ayude) creo que ese momento, el de caer en los brazos de Morfeo es mío y de mis hijos (por separado) y que disfruto mucho, mucho, ser yo quien los acompaña, porque estos pajaritos crecen cada día y estoy segurísima que al igual que otros hitos, un día preferirán ese momento nocturno para meditar, para reflexionar solos, para acompañarse ellos mismos, hasta que llegue el momento en que nuevamente les toque compartir la ida a dormir con alguien más Y a mi, pues a mi, me quedará el recuerdo, el olorcito de sus pequeños cuerpos buscando guarida en el mío y esa sensación de paz con que caen rendidos al no sentirse solos!

Besitos!!!

Yo siempre he intentado ver la hora del sueño como una oportunidad de estar con ellos y sacarle la parte positiva. Pero a veces, uff, cuando tardan en dormir y pienso en todo lo que tengo por hacer, me estreso. Intento despejar la mente de agobios y cosas negativas, porque sobre todo Kai lo nota, y entonces es peor, tarda más...

Últimamente es a mi a la que quieren para dormir, y a veces eso me agobia, porque necesito hacer cosas en casa, o ducharme o descansar un poco, y ellos se resisten al sueño.

Intento disfrutar del momento con los dos, cantarles, contarles cuentos, que Paula me cuente cosas, y darles muchos besos y recordarles que les quiero mucho. Pero por ejemplo hoy, que ayer se durmieron a las 23.30h, lo veo un poco más estresante

Zoe sigue durmiendo pegada al lado de mi cama, y aunque creo que es bueno que pudiera dormir en su cuarto antes de la llegada del hermanito debo confesar que yo tambien me "resisto" a perderla de mi lado . En la semana estamos las dos solas y me resulta raro que ambas estemos separadas en dos cuartos cuando podríamos dormir tan a gusto juntas, como lo hacemos.

A ella le encanta dormir a mi lado, y para mi la sensación de protegerla aun mientras duerme, y sentirla a mi lado, me da un inmenso placer que me resisto a perder. El padre aun no se queja pero ya se esta viendo venir el panorama de los cuatro en nuestro cuarto y parece no estar por la labor .

El dormir es un momento tan intimo y preciado, cuando nos entregamos totalmente a merced de las circunstancias, nos liberamos y confiamos en que estamos seguros y protegidos.

Ofrecerles a nuestros hijos la seguridad que les da nuestra compañía para que se duerman con tranquilidad, la verdad no tiene precio por eso es muy cierto lo que dices Romi.

Un abrazo

Ps: Mariflower, y sí muchas veces es estresante, comparto contigo, muchas veces los desearíamos autónomos, que supieran entender que nosotras necesitamos o queremos un respiro, y sin embargo lo seguimos haciendo (Altruismo maternal? )

Qué lindo compartir estas experiencias con ustedes. Ahora voy sin tiempo, sólo una aclaración:

Lay Eliza escribió:Mi niña no tiene miedos nocturnos, es como mami, le teme a miedos más "reales".

A los miedos a los que me refería eran los del día a día, que muchas veces no se anima a contar en medio de la actividad normal, pero a la noche, él se abre más, por un lado le vienen "malos" recuerdos de experiencias que no le han gustado, y por otro es capaz de contar y compartir sus emociones y temores.

Beoss!

Entonces son los mismos

El momento antes de dormir con alba siempre ha sido el de las confesiones nocturnas. No necesariamente miedos, pero sí inquietudes o preocupaciones. De lo mejor del día, sin duda. El momento de confesiones menos intervenidas o condicionadas. Cuando habla con más transparencia y se expone de forma más íntima.
Simplemente, delicioso.
Irrepetible.

Nosotros no hemos tenido noches asi, ambos son de dormir inmediatamente, lo que si nos da para hablar es cuando despiertan, por lo general ellos despiertan super temprano, asi que ahi tapaditos y acurrucaditos, cuentan algunas veces lo que se soñaron o lo que les paso el dia anterior,

Mas que todo recuerdo de noches asi con mi mami, mi papa solia viajarse, y todos volabamos a ver quien se agarra la cama de mama para acompañarla, y se daban conversaciones muy interesantes, recuerdo que fue ahi donde mi mami me hablo de la pubertad jajaja, parece que la ausencia de luz hace renacer tu niño interior.

En casa, papi y mami, decidimos cuando nació la peque, que yo acompañaría a la enana y papi a M. Tuvo qué ser así porque ambos iban a dormir a la misma hora y, yo a los dos a la vez imposible.a M. Le cuento su cuento o jugamos y luego papi lo duerme y se queda allí toda la noche,acompañándole.
Ahora que nos hemos ido unos días fuera y disponíamos de una cama gigante, dormimos los cuatro juntos, que gozada.

Para nosotros acompañar el sueño, es lo más normal del mundo. Primero lo hicimos por una cuestión práctica, para descansar mejor. Ahora lo hacemos porque nos gusta. Porque no queremos que los peques tengan miedo, saben que si sueñan o pasa algo, estamos muy cerquita. Acompañando.

Además, yo prometí, que M. Nunca más volvería a dormir sólo, que bastantes noches tuvo que dormir sin mamá en el hospital. Espero que sea el quien decida cuando quiere dormir sin papa o mamá.

Besos.

Alfonsina tu reflexion me parece BRILLANTE!!!!

A las chicas no las lei porque no tengo tiempo, pero quiero decirte algo que me has hecho pensar y quisera compartirlo con vosotras.

Yo nunca coleche con mis padres, claro esta. Pues resulta que durante anios, muchos anios, me costaba mucho dormirme porque sufria de bronquitis asmatica y no lo sabia ni yo, ni mis padres (ambos fumadores). Muchas veces pasaba la noche en vela sin poder cerrar un ojo porque simplemente no podia respirar. Desarrolle tecnicas para poder dormir sentada, con varios almohadones, los brazos hacia arriba para abrir la caja toraxica ( no lo sabia tecnicamente era una nena, pero sabia q si estiraba los brazos podia respirar algo), respirando bocanadas cortitas para no ahogarme, siempre panza arriba para respirar algo, en fin,,,,. Tenia mucho miedo de morirme por no poder respirar, porque realmente me faltaba el aire. Pero como mi madre se enfadaba mucho cuando enfermabamos, pues mira, no se lo dije jamas (hasta que se lo dijo mi maestra cuando yo tenia 14 anios).

No quisiera yo que mi hija se encuentre en la situacion que me encontre yo, enferma, en un hogar totalmente inapropriado para mi condicion de asmatica (se me diagnostico recien a los 19 anios), con miedo a morir pero con mas miedo a despertar a mi mama y que se enoje.

Cuantos errores se han cometido y se cometen, seguramente con buenas intenciones en otros estilos de crianza. Dios me libre y me guarde de repetir ese horrible modelo.