Mis reflexiones con la almohada.

Almudena,
Esta reflexión te ha salido del alma, se nota. Gracias por compartirla.

¿Por qué no cambias de reto? No es que el que te has propuesto no sea uno bueno (¡es uno de los mejores!), es que quizá la perspectiva no sea la mejor. Quizá el reto de "quiero ser la mejor madre del mundo" es una losa más que un estímulo, habida cuenta además de tus horarios de trabajo, tan dificilísimos de compatibilizar con una crianza como la que, seguramente, aspiras. ¿Por qué el reto que tienes cada mañana no es más simple y de menos responsabilidad? Por ejemplo, hoy voy a vivir tranquila, hoy voy a ser feliz, hoy voy a fijarme en los pequeños detalles. Tampoco creo que tengamos que tener siempre un mismo reto, pues se puede convertir, fácilmente, en obsesión.

Yo defiendo siempre una idea que casi, casi estoy convencida de que es equivocada. No aspiro a que nadie la comparta pero es mi sentir más profundo. Uno de mis lemas (y papá se horroriza por lo que no suelo compartir la idea con él) es: yo no educo a mi hijo, yo comparto mi vida con él. Pienso que el concepto de "educarle" me hace sentir tan pequeña ante una responsabilidad tan grande que me siento atenazada. Así que siempre pienso que no lo educo, sino que lo disfruto, lo quiero, lo siento, juego con él, lo huelo, lo vivo y así la vida me fluye con él. Y en esa fluidez le enseño muchas cosas que seguro que otros llaman educación: las diferencias entre el orden y el desorden, entre ser feliz y infeliz, cómo se escoba o se pone el fregaplatos y un sinfín de cosas de la vida cotidiana; tratando además que de los pequeños detalles de la vida cotidiana se extraiga una idea más general, una especie de hallazgo que seguramente yo hago en medio de la tormenta que a veces es la maternidad. Pero no tengo como como objetivo el de "educar" sino el de convivir placenteramente (que muchos leen como miedo al conflicto y a decir que "no", osea que el niño haga lo que le de la gana, cosa con la que no estoy de acuerdo, claro). Lo cierto es que a mí me funciona y creo que es lo importante para mí.

Sí, seguro que las mayores ataduras están en tí, aun cuando, sin duda alguna, tenemos condicionantes sociales que nos coartan y nos imponen ritmos y actitudes no deseadas. Yo este verano decidí no depilarme las piernas (y soy mega peluda) para ir a la piscina o ponerme faldas (no me puse pantalones en todo el verano). Me dije, ¿qué es lo que quieres?, si te molesta enormemente tener que depilarme ¿quién te impide lo contrario? La respuesta era YO.

Así con todo Almudena. La introspección como la que has hecho en este post creo que es el camino. Es el camino hacia encontrar tu propio camino. Y en ese camino, incluso sin proponértelo serás la mejor madre del mundo, porque una madre tiene una condición necesaria aunque no suficiente para que le resulte bien la crianza: ser feliz en ella.

Besos!

Almudena,
Esta reflexión te ha salido del alma, se nota. Gracias por compartirla.

¿Por qué no cambias de reto? No es que el que te has propuesto no sea uno bueno (¡es uno de los mejores!), es que quizá la perspectiva no sea la mejor. Quizá el reto de "quiero ser la mejor madre del mundo" es una losa más que un estímulo, habida cuenta además de tus horarios de trabajo, tan dificilísimos de compatibilizar con una crianza como la que, seguramente, aspiras. ¿Por qué el reto que tienes cada mañana no es más simple y de menos responsabilidad? Por ejemplo, hoy voy a vivir tranquila, hoy voy a ser feliz, hoy voy a fijarme en los pequeños detalles. Tampoco creo que tengamos que tener siempre un mismo reto, pues se puede convertir, fácilmente, en obsesión.

Yo defiendo siempre una idea que casi, casi estoy convencida de que es equivocada. No aspiro a que nadie la comparta pero es mi sentir más profundo. Uno de mis lemas (y papá se horroriza por lo que no suelo compartir la idea con él) es: yo no educo a mi hijo, yo comparto mi vida con él. Pienso que el concepto de "educarle" me hace sentir tan pequeña ante una responsabilidad tan grande que me siento atenazada. Así que siempre pienso que no lo educo, sino que lo disfruto, lo quiero, lo siento, juego con él, lo huelo, lo vivo y así la vida me fluye con él. Y en esa fluidez le enseño muchas cosas que seguro que otros llaman educación: las diferencias entre el orden y el desorden, entre ser feliz y infeliz, cómo se escoba o se pone el fregaplatos y un sinfín de cosas de la vida cotidiana; tratando además que de los pequeños detalles de la vida cotidiana se extraiga una idea más general, una especie de hallazgo que seguramente yo hago en medio de la tormenta que a veces es la maternidad. Pero no tengo como como objetivo el de "educar" sino el de convivir placenteramente (que muchos leen como miedo al conflicto y a decir que "no", osea que el niño haga lo que le de la gana, cosa con la que no estoy de acuerdo, claro). Lo cierto es que a mí me funciona y creo que es lo importante para mí.

Sí, seguro que las mayores ataduras están en tí, aun cuando, sin duda alguna, tenemos condicionantes sociales que nos coartan y nos imponen ritmos y actitudes no deseadas. Yo este verano decidí no depilarme las piernas (y soy mega peluda) para ir a la piscina o ponerme faldas (no me puse pantalones en todo el verano). Me dije, ¿qué es lo que quieres?, si te molesta enormemente tener que depilarme ¿quién te impide lo contrario? La respuesta era YO.

Así con todo Almudena. La introspección como la que has hecho en este post creo que es el camino. Es el camino hacia encontrar tu propio camino. Y en ese camino, incluso sin proponértelo serás la mejor madre del mundo, porque una madre tiene una condición necesaria aunque no suficiente para que le resulte bien la crianza: ser feliz en ella.

Besos!

Hola Almu!
Sin duda eres la mejor madre que pueda tener Inés, nadie la quiere como tú, nadie la conoce como tú, nadie desea más que tú su felicidad, nadie desea más que tú estar con ella... Porque tú e Inés estáis y estafareis unidas siempre por una maravillosa cadena de esas que no se ven!
Como madres, todas haremos cosas bien y cosas mal, es inevitable y sano al mismo tiempo.
Así que yo creo que tu objetivo, en realidad, ya lo has conseguido,. Leyéndote se ve cuánto amas a tu hija, no es eso lo mejor que ella puede tener?

Lo de no educar sino convivir con los hijos, es la esencia del libro que estoy leyendo y que me tiene maravillada. Nuria, una vez más, demuestra su inteligencia vital...
Esta noche, si te interesa te hago un resumen

Animo, como en todo, hay rachas más difíciles y otras más fáciles.
Un beso fuerte!

Almu, Nuria vaya ... me he quedado sin palabras!! me encanta lo que han escrito!!

Vaya si aprendo de ustedes!! sois grandes!! a la pucha.. yo de grande quiero ser como ustedes!!

Almu y Nuri, qué bellas palabras ambas. Me siento tan identificada con las dos, aún en las aparentes oposiciones.

La utopía es como el horizonte, sirve para caminar. Si está demasiado lejos y nos paraliza, hay que descartarla y cambiarla por otra. Pero si no es así, sin darnos cuenta la estamos alcanzando, y creo que tú Almu, vas por ese camino.

Un abrazo grande, Romina

Lo de no educar sino convivir con los hijos, es la esencia del libro que estoy leyendo y que me tiene maravillada.

Para las que no nos gusta leer libros de crianza ¡esperamos el resumen!!

conseguir que sepa luchar por su felicidad

ese es reto, lo demás es secundario, el cómo también, pero ¡ay! si fuésemos capaces de que aprendieran a luchar por su felicidad y ¡a conseguirla!!! Para ello también creo que hay otro factor importante: si queremos transmitir algo de manera eficiente, tenemos que ser el espejo... si somos felices transmitiremos felicidad y alegría de vivir. De todos modos, Almudena, desde que Ulises era pequeño siempre defendí en este foro que mi objetivo en esto es ser feliz al margen de los resultados. No puedo pretender que todo lo que pase por la vida de Ulises (hablo de él porque Simone es todavía tan pequeñita y sus necesidades tan básicas...) esté en mis manos. ¡Cómo voy a pensarlo si ya pasa 8 horas de su vida en el colegio!!. Luego, ante la incertidumbre de los "resultados" de mi acompañamiento y el "éxito" de lo que yo le pueda transmitir, tengo que vivir el día a día. No sé el mañana pero el hoy tiene que ser placentero, y si es placentero seremos más felices los dos: el nene o nena y la madre.

Besos!

Almu!

He estado leyéndote pero con apenas tiempo para contestar... De todas maneras desde fuera te digo que yo muchas veces me he sentido así... el tiempo, el tiempo, en mi caso han habido días que a pesar de que estoy con ellos toda la tarde no lo estoy; sí, llego cansada, sin ganas ni de almorzar, solo de echarme al sofá y aunque me pongo al piso con los dos no estoy con ellos, así que no te mortifiques mucho por eso, se de muchos otros casos en que niños a pesar de estar con mama todo el día no lo están...

Y sobre lo de romper cadenas, pues coincido plenamente contigo, no es que mis padres hayan sido malos ni mucho menos pero así como ellos actuaron en algún momento conmigo, alguien actuó así o pero con ellos y todos esos rezagos los heredamos y repetimos patrones de generación en generación. Creo yo porque es como cuando en la escuela a los nenes de jardín les quitan la colación los de primero, los de jardín solo esperan a llegar a primero para hacerlo también, debe darnos alguna satisfacción (aunque fugaz) el hacerlo. Aquí lo importante es la conciencia, otras de las palabras que me encanta en esto de la maternidad, tú lo pones claro, tu sabes que cuando tus padres te lo hacían a ti, no te gustaba o no lo entendías, ese es el primer paso a dar y tu lo has dado

De ahí, que nos queda? Pues seguir creciendo, seguir mejorando y seguir aprendiendo, siendo conscientes de que mientras menos veces lo repitamos mejor para nosotras y mejor para nuestros hijos, para mi es una de las más grandes satisfacciones haber llegado aquí: lactancia, colecho, respeto. En temas de crianza, me he descubierto como una mujer muy paciente, cuando siempre creí que ser impaciente era un defecto muy mío.

Coincido con las chicas en que no tenemos que ponernos metas muy grandes, porque si no el no cumplirlas nos agobian, en cambio si, metas muy puntuales, por ejemplo. "hoy no voy a gritar a nadie" (bueno si lo requiero lo haré muy fuerte pero en mi mente ) Recuerda que cada paso firme es un paso hacia adelante, y como la escalerita que publicaste el otro día en fb, es un escalón más arriba

Muchos ánimos y disfruta mucho de la vida, de Inés, de tu profesión, de las lecturas en el tren, de tu empleo , de tu marido, de la luna, de las estrellas, de todo A caso no es con el ejemplo que se “educa” mejor a los hijos

Un abrazo!

Vaya que me han dejado pensando!!, y me alegra que lo hicieran!! , muy pocas veces me he planteando metas de maternidad, solo que "debo" pasar tiempo con los dos, muchas veces la peque me consume el tiempo y muy poco o nada me queda para el mayor, o si planteo una actividad con los dos, alguno de ellos reuye al juego y claro me quedo defraudada, cuando deberia pensar que cada uno tiene sus gustos y no puedo obligar a ninguno a jugar algo que no les guste, ahora pensare en una meta cada dia, me quedo defraudada cuando los veo llorar por que desarmaron un rompecabezas, y con mucha tranquilidad les digo que "tu puedes armarlo vamos!!, te ayudo un poquin", pero aun siguen llorando y no se como calmarlos!! necesito muuuuucha paciencia!!! pero muuuuuuuuuuuuuuucha!!!, asi que esa sera mi meta, respirar y tratar de conseguir esa paciencia que muchas veces quiere abandonarme, y ahora recuerdo un dicho "Si pides a Dios paciencia, no te pondra sacos de paciencia delante tuyo, sino que te pondra situaciones en donde tendras que ser paciente". Me encantaria conocer las metas que tienen ustedes! un abrazo!

Que bonita reflexión ¡y que cierta Almudena! me gusta mucho, gracias por compartirla.

Demás está decirte, que -como a todas- os sugiero que leais el discurso materno... hay tanto de esto!

Yo creo honestamente que mi meta siempre ha sido ser la mejor mamá que mis hijos puedan tener.... y fallo a cada momento, pero soy lo mejor de mi, la mejor versión de Ximena la que puedo entregar. Se que fui la mejor versión de mi la noche que dejé llorando a Valeria para que "aprendiera a dormir", yo lloraba del otro lado, pero lo hacía porque era lo mejor, era por su bien. Ese "por su bien" ha cambiado muchísimo, y afortunadamente nos queda un largo camino por recorrer de la mano, con lo que seguirá cambiando, no me cabe duda.

Un abrazo muy fuerte, gracias de nuevo
PD te dejo este post que me gusta mucho http://www.lauragutman.com.ar/newsletter/laura_gutman_mayo09.html

Hola de nuevo!

Pues como dije antes el libro que estoy leyendo trata precisamente de eso, de aprender a comunicarse, a convivir.
Cuando tenemos hijos está claro quién debe de educar a quien y sin embargo... Cuánto aprendemos de nuestros peques a diario!

El libro ("Cómo hablar para que tus hijos te escuchen y cómo escuchar para que tus hijos te hablen"), da consejos muy prácticos que funcionan
Funcionan hasta con la peque de dos años, ahorra tiempo, evita discusiones y te invita a reflexionar sobre el uso del lenguaje.

Sería pretencioso resumirlo en cinco líneas, pero voy a contaros lo que a mí me ha descubierto y desde luego recomiendo su lectura a aquellas que sufran negaciones continuas, rabietas, gritos o salidas de tono (entiéndase por parte de los hijos o incluso de una misma ).

1) Escuchar cómo se siente el niño (ayudarle a expresar lo que siente)
2) Decirle a él cómo te sientes tú (paso fundamental que yo no hacía)
3) buscar una o varias soluciones los dos juntos. (os sorprenderéis de la lógica y la imaginación de vuestros peques). Si no se le ocurre a él darle a escoger.
Fácil, no?
Pues no lo es tanto, quiero decir que no es lo primero que sale.

Ayer mi hija de cuatro años estaba viendo la tele y nosotros queríamos ir al parque.
Primer planteamiento:
- ponte las zapatillas que nos vamos
- la niña no contesta (seguramente no nos ha oído)
- Inés, las zapatillas
- más de lo mismo
- a lo mejor es que prefieres quedarte en casa toda la tarde...
- ni se inmuta
- nosotros nos vamos, tú sabrás lo que haces
¿Qué creéis que pasó?

Segundo planteamiento:
- Sé que te apetece ver la tele, pero a nosotros nos gustaría salir al parque antes de que se hiciera de noche. Te pones las zapatillas sola o te las pongo yo?
Para mi asombro, Inés se levantó del sofá y se las puso sola.

Otro descubrimiento:
No obligar, no ordenar, no juzgar...
1) describe lo que ves
2) explica lo que ocurre
3) recuerda sucintamente lo que esperas
4) idea un plan imaginativo

Eficacia comprobada:
A mi hija mayor le encanta coger en brazos a la peque, cosa por cierto que no es recíproca.

Primer planteamiento:
Te he dicho mil veces que no la cojas, déjala en paz, no sé cómo decírtelo. Si lo vuelves a hacer te quedas sin...

Segundo planteamiento:
- veo una niña cogiendo a otra.
- es peligroso coger a un pequeño porque os podéis caer y haceros daño. Me pongo nerviosa cuando os veo así.
- déjala en el suelo.
- tengo una idea: ahora cada una coge en brazos a su muñeco, o mejor, me cogéis a mí!

Curioso: los niños a veces están en su mundo y no nos están escuchando, aunque no nos lo podamos creer.
Decidle a vuestros hijos que os repitan qué habéis dicho en un momento importante para vosotras, a ver cuántos pueden hacerlo. La mía no siempre


Hoy llegaba a casa muy tarde del parque (refunfuñando porque no me habían hecho caso y me había costado mucho sacarlas del parque). Estaba pensando decirles que el próximo día no íbamos a ir al parque.
En vez de eso les he dicho que era tarde,que yo estaba cansada y que necesitaba su ayuda. Inés debería encargarse de coger los pijamas y Clara de abrir el grifo del agua. Las dos han ido rápidamente a cumplir su objetivo, se han desnudado y se han metido en el baño sin rechistar

Bueno, menudo ladrillo, yo creo que compensa leerse el libro... Sigo perdiendo la paciencia (aunque mucho menos) y me equivoco, pero poco a poco voy corrigiendo mi lenguaje y eso me satisface enormemente!

Un beso y gracias por haber aguantado el tocho. Ah, y gracias a Ximena por la recomendación.

Todo esto,Almu, sólo para que veas que todas nos proponemos ser las mejores madres del mundo, pero para mí lo importante es disfrutar del momento.
Compartir mi vida con ellas, escuchándonos, jugando,aprendiendo, amándonos, creciendo todos día a día en todos los aspectos.
Si esto fuera sencillo no habría miles y miles de libro hablando de crianza!
Un beso fuerte y ánimo con tu princesa




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Gracias por el resumen Yolanda. La verdad es que yo siempre estoy ensayando ese tipo de cosas (prueba y error) aunque no sabía que había un libro que te daba ejemplos prácticos

Acabo de leer una cosa que aunque siento que no tiene nada que ver intuyo que es algo que podemos poner en práctica con nuestros hijos. No sé, me ha sugerido lo que decía Yolanda. Es esto:
"Es la historia de una persona ciega que pide dinero con el cartel «Soy ciega, ayúdame». Un publicitario se acerca, cambia el texto y la gente comienza a dar más dinero. En el nuevo mensaje se lee: «Hoy es primavera y no puedo verla»."

Con esto quiero decir que me da que muchas veces hablamos con los críos de una manera un tanto seca porque tenemos prisa, porque estamos desganados, porque se nos ha acabado la paciencia, porque tenemos mal día y muchas cosas pendientes que hacer o qué sé yo. Parece que no nos hacen caso, además. Y los ejemplos de Yolanda son los ejemplos de cómo con el mismo objetivo pero mal o bien planteado lo consigues o no. Tenemos que saber qué es lo importante para ellos y ofrecerles algo a cambio... El publicitario llegó a la sensibilidad de los viandantes. Nosotras debemos llegar al corazón de nuestros hijos...

Besos!

Para romper las cadenas el primer paso es darse cuenta de que llevamos cadenas, que no es fácil, y tu eso ya lo has hecho.

Para mí, como senderista que soy, lo importante no es llegar a la meta, aunque la meta está ahí, es un reto y te motiva, lo importante es el camino que haces, lo que consciente o inconscientemente recorres y disfrutas. Cada árbol que te cruzas, cada obstáculo que sorteas, cada rio que atraviesas, las conversaciones con tus compañeros de viaje, es lo que hace que el camino sea una experiencia maravillosa.

Como tu bien dices, el camino más largo empieza con el primer paso y eso me recuerda lo que yo suelo pensar en los momentos de mayor debilidad, solamente en el siguiente paso. Puede que no me vea capaz de llegar a mi meta, pero si me veo capaz de dar un paso más, y después de ese otro, y otro y otro mas… Y creo que eso, es lo que tan sabiamente ha descubierto Nuria, a vivir en el aquí y el ahora..

Yo también creo que llevamos cadena, pero no creo que debas ser tan dura contigo misma, pues muchas ni siquiera son nuestras, algunas se han trasmitido de generación en generación desde tiempos ancestrales, tanto que es muy difícil verlas. ¿Cómo sabe el pez que está en el agua si siempre ha estado ahí, si el agua es lo único que conoce? Tu ya te has dado cuenta de esto, créeme, es un gran paso.

Para mí es muy importante estar bien yo, superar mis carencias, actuar desde mi consciencia desde mi convicción y no desde presiones externas. Este no es un camino fácil, sobro todo cuando tienes detrás un, montón de sombras, pero alguien dijo una vez que la sombra es tan grande como la luz que hay detrás, o algo así-. Creo que estando bien yo, resolviéndome, es la mejor manera de no trasmitir cargas a mis hijos

Hola chicas, es bellísimo todo lo que han aportado, no tengo tiempo de estar a la altura en este momento. Sólo les dejo el link del corto al que se refiere Nuria, "Historia de un letrero":
https://www.youtube.com/watch?v=G8E09HOHqx8

Besos!

Tengo pendiente continuar este post con algunas ideas que me han resultado muy sugerentes. También, cómo no, por alusión.

A ver si mañana estoy más cuerda porque hoy no doy para más.

Besos!

Tengo muchas ganas de contestar este post, pero no encuentro el momento ideal, donde plasmar mis ideas sin interrupciones.

Mientras, Almu, he de decir que me ha parecido interesante tu post. No me había planteado muchas cosas qué viéndolas desde otro punto se ven, sienten y entienden distinto.

Trataré de regresar.

Besos.

Como muchas veces habrán notado , a mí me encanta compartir cuentos e historias, y aquí les dejo un cuento para reflexionar de Jorge Bucay, que me viene como anillo al dedo hoy, que estoy falta de tiempo.

"Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces?. ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: “Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?”

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.

Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía…

Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.

Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE.

Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.

Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…

Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad… condicionados por el recuerdo de «no puedo»… Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón…"

JORGE BUCAY


Un abrazo y prometo regresar!

Mamadezoe me encantan tus cuentos. Algunos los conozco por mi profesor de yoga, que también es muy aficionado a contarnos historias, pero tu siempre encuentras el momento adecuado para contarlos.

No se si fuiste tu o el quien contó uno de una familia pobre, que lo único que tenia era una vaca. He intentado buscarlo pero no lo encuentro, pues no se como se llama ¿lo conoces?

Raquel:

El cuento de La vaca (original) es del Dr. Camilo Cruz, si quieres puedo enviarte el libro en formato pdf al correo, y tambien encuentras muchas versiones adaptadas con el mismo mensaje en internet, aquí te dejo una versión que viene a ser el resumen (y la historia en la que se basa el libro) http://www.diarioinca.com/2011/12/resumen-la-vaca-camilo-cruz.html


Perdón por el off topic!!

Qué tema más interesante has iniciado y qué forma más precisa de nombrarlo: las cadenas que nos atan. Sí es verdad que tendemos a echarle la culpa a los demás, a la sociedad, al mundo, al capitalismo, al consumismo, a lo que sea. Y no digo que todas estas cosas no tengan parte de responsabilidad. Pero si hay algo que debemos aprender a controlar, a (re)conducir, a envalentonar son nuestros sentimientos, nuestro cuerpo, nuestro yo.

En cuanto a la depilación ya me pegué años yendo a nadar sin depilar en invierno. Llegó un momento que me planté: si tengo la obligación de depilarme, no voy a la piscina a hacer algo que me gusta y que me viene bien. ¿Me podía permitir ese lujo? Nunca jamás he oído un comentario, un mal gesto. Supongo que habrá quién habrá pensando lo que sea... Pero, no, no me ha condicionado jamás mi relación con los demás. Pero...me faltaba el puntillo de liberarme del todo y hacerlo en verano. Decir que para mí no es algo baladí. No soy alguien que tenga cuatro pelillos y rubios. No. Ya lo he dicho en muchos otros posts desperdigados. Nací con un problema a erradicar y me pegué media vida para hacerlo sin éxito. Sin embargo yo, en mi infancia no consideraba que tenía un problema: me lo crearon a base de repetirlo y de insistir en ello. Años de batalla infructuosa me costó. Y al final me quedé con el lema de Corporación Dermoestética (esos que modelan nuestro cuerpo a base de infringirnos normas corporales, que es la base de su negocio, y que vamos los demás y lo confundimos con estética, o peor, con moral): "lo último en depilación es olvidarse de ella", dice el anuncio para vendar la depilación láser y supuestamente definitiva. Pues bien, eso mismo he hecho ¡les he hecho caso! pero sin gastarme un duro Y en verano-invierno-primavera y otoño. Vualá, bye-bye. No voy a decir que mi estado mental llega a tal punto que me gustan mis pelos, pero he aprendido a convivir con ellos. Una vez más, mi pareja primero, y mis hijos después me han ayudado. Mi razonamiento principal ha sido "la salud de Simone no está en mi mano, pero ¡depilarme o no sí!". Así que ya tengo bastante con aquello que no puedo controlar, voy a controlar lo que está en mi mano. Por otro lado también estaba el tema de mis hijos: ¿cómo le restaré importancia a la naturaleza peludita -de ambos- si yo no hago más que luchar con mis propios pelos? No me lo puedo permitir. Luego que yo ellos decidan, pero de mí no saldrá...

Perdona este rollo que acabo de meter. La moraleja es que sí tenemos margen de maniobra, poder de elección, aunque a veces nos pensemos que es imposible, que no cabe nada más. Sí cabe. Lo tenemos en nuestro interior. Es necesario cambiar de perspectiva cuando algo no nos funciona o no estamos satisfechos. No vaya a ser que nos ocurra como al elefante, que de la costumbre ya no se pare a pensar en ninguna alternativa y simplemente se deje llevar por su vida cotidiana conocida. Arriesguemos, rebelémonos y estemos alertas... Una amiga siempre me dice cuando llego a su casa: "de lo que hay puedes coger lo quieras, de lo que no, no".

Miremos en nuestras despensas olvidadas de sentimientos perdidos, de capacidad olvidadas, seguro que hay algo por lo que podemos luchar y cambiar algo (un detalle o algo importante) de nuestra vida que no nos convence.

Tus reflexiones en tu almohada serán fructíferas y encontrarás el camino para mejorar lo que no te convence actualmente de tu vida. Es un trabajo de autointrospección, claro que sí, no podemos echar siempre balones fuera. Algo estará en nuestras manos para poder cambiar. El cambio empieza en nosotros.

Besos!