Mi nena no quiere hacer caca en el water

Hola guapas!! Como estais?? Cuánto tiempo?? Reconozco que estoy un poco desaparecida pero no dejo de leeros aunque no participe mucho, por falta de tiempo o por otros motivos, la cuestión es que siento no implicarme mucho.
Bueno, el tema es que estoy un pelín desesperada con la caca de mi nena, dicho así jejej.
A ver os cuento, en mayo del año pasado le quitamos el pañal a mi nena que tenía 2 años y medio, en dos días exactamente, controló el pipi, muy rápido, era un viernes cuando le quitamos el pañal y el domingo ya nos decía que tenía pipí, la llevábamos al orinal hacía y todo perfecto, luego pasó a hacerlo en el water y muy bien. Entonces claro en esa época aún hacía la siesta y le poníamos pañal tanto para la siesta como por la noche. Que ocurría? que la caca la hacía en el pañal o al mediodía o por la noche, nosotros le decíamos que tenía que hacerla en el orinal o water y ella lo debía escuchar pero ella la seguía haciendo en el pañal, nunca en el water u orinal, salvo en 2 ocasiones creo recordar que hizo en el orinal porque no aguantaba más e iba un poco floja.
Luego en diciembre para Papá Noel le quitamos el chupete, fue muy bien, no lo volvió a pedir la verdad, pero claro la niña al final se dormía pero tardaba muchísimo y nos vimos medio obligados a suprimirle la siesta, de este modo a las 20 h ya está ko y por otro lado también nos permite a nosotros cenar con tranquilidad y bueno también ya tenía 3 años cuando le quitamos la siesta. En definitiva, que la niña no quiere de ninguna de las maneras hacer caca ni en el water ni en el orinal, el turno del mediodía ya no lo tiene, sólo le queda el turno de la noche para hacerlo en el pañal y claro se queda dormida enseguida con lo que o lo hace por la mañana o esta todo el santo día aguantándose la caca. Pegando saltitos, cruzando las piernas...
Ella entiende perfectamente que hay que hacerlo en el water, incluso nos ha visto a nosotros pero nada. En el cole hizo una vez en el water y le hicieron poco más que una fiesta y muy bien pero no ha vuelto a hacer, se lo hace encima. Pero es que lo bueno es que ella lo dice abiertamente, dice: la caca en el water no, encima si. Vamos que ella por voluntad propia no quiere de ninguna de las maneras hacerlo en el water u orinal.
El problema es que dentro de 2 meses hará un año exactamente que le quitamos el pañal y el día a día se hace un poco duro con el temita porque nos hemos de ir a un sitio u otro y ella o pegando saltitos o retorciéndose y estamos cansaditos ya.
También he probado a decirle que le pongo el pañal para que haga la caca aunque no toque pero es que la aguanta todo el día y ya me sabe mal verla retorciéndose pero no quiere, me dice pañal no, encima. Y encima le decimos que no que se ensucian las braguitas y bla, bla, bla...
Después de todo el rollo que os he soltado, me gustaría saber si alguna mamá ha pasado por una situación similar y que soluciones llevó a cabo o si me podeis ayudar de la forma que sea.

Muchas gracias a todas y un beso fuerte

Hola, a nosotras no nos ha pasado, pero recuerdo que la hija de Grethel, Andrea, hacia caca en el pañal hasta pasados los tres añitos, espero que ella pueda contarte su experiencia.

Pienso, porque lo que nos ha pasado con la nena, que se debe a algún susto que ha tenido, y que no has identificado. Un tiempo, mi hija no quería sentarse en el bacín porque una vez papá la sentó en la cama, y se derramo toda, con todo el contenido encima, se asusto, disgusto y el resultado fue: “no bicin, mejor mayo” (no bacín, mejor en el baño), costo un poco convencerla, pero poco a poquito y con mucho cariño logramos que volviera a confiar en el bacín, ahora hace en los dos, aunque la caca la hace mejor en el bacín, pienso que es mas cómodo, y seguro para ella. Y aunque suene mal, nosotros tenemos uno en el auto, y lo llevamos a donde vamos; si bien la nena estando fuera de casa prefiere hacerlo en el baño, lo hace, pero si se trata de caca, le ofrezco mejor su bacín, y ella acepta. Supongo que se concentra mejor.

El tema wáter debes descartarlo por el momento, y comenzar a amigar a tu nena con el orinal (quizás comprarle uno de su agrado, más cómodo, con más colores), conversar con ella, averiguar que causa su temor, y apoyarla incondicionalmente. Yo sé que es cansado, que agobia, que molesta, pero si respetas sus tiempos, y le das tu apoyo y seguridad vencerá el obstáculo.

Bueno, si bien hace un año le has quitado el pañal, el proceso de maduración de los niños no se basa en el tiempo que ha transcurrido despues de la última fecha trascendente, sino en su estado de seguridad, traduciendo, nuestros tiempos y los de ellos son totalmente distintos.

Un beso, y lamento no ser de más ayuda.

Hola:

A nosotros nos pasó lo mismo; complicado con un tema de estreñimiento recurrente, complicado a su vez con miedo a defecar. Tardó más de seis meses en animarse al váter.

Al principio no se quería ni sentar, luego se sentaba obligado a intentarlo, pero solo fingía que apretaba, y al final lo conseguimos a base de sobornarle. Una vez lo hizo un par de veces, vio que le costaba menos y ya no hubo que convencerlo más.

Lo he contado por ahí en otro post, en esto de la caca nos ha funcionado un calendario dibujado con él, marcar los días "D" con dibujitos y premiar según las veces semanales. A lo mejor puedes hacer algo así con tu hija, con las veces que se anime a probar en el vater.

Besos.

Hola de nuevo! Me equivoque al poner el Post, lo puse en educación 0-3 años y lo tendría que haber puesto en 3-6 años porque tiene más de 3 pero bueno.
Agradeceros las respuestas porque de cada una puedo sacar alguna idea.
Es cierto, que no hay que desesperarse y tener más paciencia, intento darle todo el cariño y a ella no le muestro que me tiene el temita hasta más arriba pero bueno siempre se puede mejorar. Por otra parte, lo que me comentáis del planing para caca con dibujitos y refuerzos semanales me parece muy buena idea, mirare de hacerlo a ver que tal...ayer hubo una novedad, se empezaba a hacer caca encima y entonces fui rápida le bajé los leotardos y la llevé al vater cogiéndola yo en vez de ponerla en la taza y así hizo!!! Increíble!! No me lo podía creer... Y vino papá también, le hicimos una fiesta, aplausos, besos en fin si la he de coger yo hasta que se le vaya el miedo pues lo haré, no se me había ocurrido antes la verdad. Ya veremos como son los siguientes episodios caquiles jeje.
Un beso y gracias por la ayuda

Hola Emmita,

Yo también ando algo desaparecida en combate... A veces nos distanciamos pero ahí seguimos, de alguna manera.

Esto que cuentas me pasa con Irene. Creo que hay algún post por ahí (hace tanto que no escribo que ya no sé si lo conté pero creo que sí). Irene cumplió los 3 años el 13 de febrero. El pañal lo quitamos el verano pasado y efectivamente, después de un par de semanas de andar detrás de ella con el mocho de la fregona todo fue bien y ya no hubo más escapes. Al poco tambien dejó de dormir con pañales y a día de hoy es algo totalmente superado.

En cuanto a la caca todo se torció. Sufrió una fisura que nos dió muchos dolores de cabeza, sobre todo a ella, pobrecita mía. Con tal de que hiciera caca, cuando empezó a hacerlo sin miedo después de lo de la fisura se lo dejaba hacer encima pues ni pañal quería. Después otra vez en el pañal. En el váter es NO, NO y NO. No quiere, tiene miedo.

Yo tengo en el calendario los dibujitos porque cada día nos sentamos un rato, todos los días a la misma hora siguiendo la recomendación del pediatra. Pero no la hace. Si alguna vez tiene ganas me pide pañal. Ella también nos ha visto a todos hacer, en la guardería es la única niña que no lo hace en el váter o sea que a sus compañeros también los ve hacerlo. Lo del calendario ya no lo hacemos porque el trato era si sale caca, carita contenta, si no sale, carita trsite y si una semana conseguimos 3 caritas contentas, un regalo. Evidentemente y siendo todas las caras trsites temo que esto se convierta en una frustración más que en un estímulo.

Yo me he sentado con ella, a su lado, diciéndole que no pasa nada, que no tenga miedo, que no pasa nada, que hay que hacerlo ahí y que es mejor, la he abrazado, la he besado, le he intentado dar todo el cariño y toda la confianza y sólo he conseguido que llore más. Le compramos una tapa de wc de princesas y una banqueta más alta para que pueda hacer presión con los pies, le cambiamos la dieta y le damos fibra todos los días, bebe mucha agua... Todo, todo lo que me han recomendado lo hemos hecho pero ella sólo quiere hacerlo en el pañal.

En mi caso, tengo opiniones de la gente para todos los gustos; desde que nos toma el pelo y que hay que ser intransigentes sentándola a hacer aunque sea sí o sí, es decir, DE AHI NO TE LEVANTAS HASTA QUE NO LA HAGAS! hasta que tenga paciencia que ya querrá hacerlo sola. No hace falta que diga que me estoy decantando por la última opción aunque a veces, lo digo en serio, llego a dudar de si lo estoy haciendo bien y si no será más conveniente azuzarla más, en un acose y derribo hasta que entienda que no pasa nada por hacerlo en el vc.

Vamos a ver qué pasa este verano, porque en septiembre empieza el cole y allí no son tan cuidadosos, tienen muchos más niños y esperan que los esfínteres esten controlados.

En fin, que sé que es un consuelo absurdo, pero no eres la única... A veces pasa que la caca se convierte en algo más difícil de solucionar.

P.D. A Irene la vió la pedagoga de la escoleta y nos dijo que inventásemos juegos, que la estimulásemos con premios, que le contásemos cuentos inventados y relacionados con el tema, pero nada de eso ha funcionado hasta ahora. De momento, actualmente, yo la siento todos los días pero cuando me pide el pañal se lo pongo y santas pascuas. Este tema me tiene, sieceramente, muy agotada.

Saludos,
Elena.

A propósito de este hilo, y dado que hoy justamente hablé con alguien acerca de este tema sobre el "problema" de Irene y recibí una respuesta que merece un post a parte, rebusqué este artículo de la Gutman que había leído hace mucho y que me ha venido muy bien releer.

Me reafirmo en lo siguiente:

- No voy a presionar a Irene NUNCA más para que haga, haga, haga caca en el Wc. Simplemente le preguntaré una sola vez si quiere hacerlo allí y si es NO le pondré el pañal sin una queja más.

-No pienso volver a contarle a nadie esto, a nadie me refiero del entorno cercano y que no está predispuesto a comprender lo que pasa.

-Me voy a anotar ciertas frases de este texto en mi libreta para tenerlas bien a mano para cuando me hagan falta.

En fin, aquí lo dejo.

Un abrazo, Elena.


Esfínteres: control y autoritarismo
Si estuviéramos en una isla desierta con nuestros niños, y contempláramos al bebé humano, con la misma celeridad con la que observamos a los animales, constataríamos que el control de esfínteres real se produce mucho más tardíamente de lo que nuestra sociedad occidental tiene ganas de esperar. Lamentablemente, en lugar de examinar cuidadosamente cómo suceden las cosas, elaboramos teorías que luego pretendemos imponer esperando que funcionen.

Hemos impuesto a los niños el control de esfínteres alrededor de los dos años de edad, con lo que este tema se ha convertido en todo un problema. Si observáramos sin prejuicios el proceso natural, estaríamos ante la evidencia de que los niños humanos la realizan después de los tres años, algunos después de los tres años y medio, o incluso después de los cuatro años. ¡Qué importa!

Sin embargo los adultos -sin pedir permiso a los niños- ¡Les sacamos los pañales mucho antes! Esto significa que les arrebatamos el sostén, la contención, la seguridad, el contacto, el olor, agregándoles la exigencia de una habilidad para la cual no están aún maduros. Que el niño nombre “pis” o caca” no significa que cuente con la madurez neurobiológica para controlar dicha función.

Sacar los pañales porque “llegó el verano”, decidir que ya tiene dos años y tiene que aprender, responde a la incomprensión de la especificidad del niño pequeño y de la evolución esperable de su crecimiento. Cabe preguntarnos porqué los adultos estamos tan ansiosos y preocupados por la adquisición de esta habilidad, que como otros aspectos en el desarrollo normal de los niños, llegará a su debido tiempo, es decir cuando el niño esté maduro.

Controlar esfínteres no se aprende por repetición, como leer y escribir. Se adquiere naturalmente cuando se está listo, como la marcha o el lenguaje verbal.

Ahora bien, si no estamos dispuestas a rendirnos ante la sabiduría del tiempo interno de cada niño, las mamás lucharemos contra los pis que se escapan, las bombachas y calzoncillos mojados, las sábanas y colchones al sol, los pantalones interminables para lavar, mientras acumulamos rencor, hastío y mal humor en la medida que creamos que nuestros hijos “deberían haber ya aprendido”. En cambio, si dejamos a los niños en paz, después de los tres años, o cerca de los cuatro años, (sin olvidar que cada niño es diferente) simplemente un día estará en condiciones de reconocer, retener, esperar, ir al baño, sin más trauma y sin más vueltas que lo que es: controlar con autonomía los esfínteres.

A mi consultorio llegaron durante años niños con problemas de enuresis de 5, 6, 7, 8 años e incluso de mayor edad. La mayoría de ellos, se hacen pis sólo de noche, mientras duermen. Invariablemente les han sacado los pañales alrededor de los dos años. Los casos de enuresis son muy frecuentes, pero habitualmente no nos enteramos porque de eso no se habla. Total quedan como secretos de familia. He comprobado que cuando las mamás aceptan mi sugerencia de volver a ponerles pañales (caras de horror), los niños los usan el mismo lapso de tiempo que hubiesen necesitado desde el momento en que se los sacaron hasta que hubiesen podido controlar esfínteres naturalmente. Como si recuperaran exactamente el mismo tiempo que les fue quitado. Y luego, sencillamente se acaba el “problema”. Hay padres que opinan que “es contradictorio volver a poner un pañal una vez que se tomó la decisión de sacarlo”. En realidad en la vida probamos, y damos marcha atrás si es necesario y saludable. Simplemente diremos: “creí que estabas listo para controlar los esfínteres, pero obviamente me equivoqué. Te voy a poner el pañal para que estés cómodo, y cuando seas un poco mayor, estarás en mejores condiciones para lograrlo”. Es sólo sentido común. Se alivian las tensiones y finalmente el control de esfínteres se encausa.

Los niños -frente a la demanda de los adultos- hacen grandes esfuerzos para controlar sus esfínteres, pero ante cualquier dificultad emocional -por pequeña que sea- se derrumba el esfuerzo desmesurado y se escapa el pis. Luego vienen las interpretaciones: “me tomó el tiempo”, “me lo hace a propósito”, “él sabe controlar pero no quiere”.

Entiendo la presión social que sufrimos las mamás. Hay jardines de infantes que no aceptan niños en salas de tres años con pañales. Hay pediatras, psicólogos, y otros profesionales de la salud, además de suegras, vecinas y amigos bienintencionados que opinan y se escandalizan. Pero es posible sortearla con un poquito de imaginación: los pañales son descartables, baratos y anatómicos, lo que les permite a los niños ir a jugar, ir a un cumpleaños, al jardín, sin tener que pasar por la humillación de mojarse en todos lados. Hay quienes no quieren ir al jardín a causa de la probabilidad de hacerse pis. Otros se vuelven tímidos, otros especialmente agresivos mojando cuanta alfombra encuentran a su paso.

Por otra parte, hacer “pis” no es lo mismo que desprenderse de la “caca”. Muchos niños que controlan perfectamente el pis, piden el pañal para hacer caca. Es importante que les ofrezcamos lo que están pidiendo, porque nadie pide lo que no necesita. ¿Cuál es el motivo para negárselo?
Yo espero humildemente que alguna vez nos demos cuenta del grado de violencia que ejercemos contra los niños, envueltos en exigencias que no pueden satisfacer y que se transforman luego en otros síntomas (angustias, terrores nocturnos, llantos desmedidos, enfermedades, falta de interés) que hemos generado los adultos sin darnos cuenta.

Acompañar a nuestros hijos es aceptar los procesos reales de maduración y crecimiento.
Y si sentimos rechazo por algún aspecto, entonces preguntémosnos qué nos pasa a nosotros con nuestros excrementos, nuestros genitales y nuestras zonas bajas que nos producen tanto enojo. Dejémoslos crecer en paz. Alguna vez, cuando sea el momento adecuado controlarán sus esfínteres naturalmente, así como una vez pudieron reptar, gatear, caminar, saltar, trepar y ser hábiles con sus manos. No hay nada que modificar, salvo nuestra propia visión.

Laura Gutman

Felicitaciones por tu decisión!!!

Lo de Gutman ya lo había leído pero lo tendré en cuenta cuando llegué nuestro momento!!