Mi hijo de 2 años ha dejado de comer paulatinamente

Hola Carla. Bienvenida al foro.

Por favor, cuando puedas preséntate en el foro correspondiente para que podamos conocerte mejor, saber cómo diste con nosotras, etc.

¿Conoces el libro "Mi niño no me come" del pediatra Dr. Carlos González? Te sería de gran ayuda. Fuera de España es más difícil conseguirlo, pero tal vez por internet puedas.

No soy partidaria de los estimulantes del apetito, te copio algunas cosas sobre ello:

•No hay ninguna evidencia científica que indique que los medicamentos usados comúnmente como estimulantes del apetito tengan algún efecto sobre éste, peor sobre la causa del mismo.

•Estimulantes del apetito, tónicos cerebrales y vitaminas, que casi siempre son inapropiados, a veces dañinos.

•Algunos de los medicamentos usados como estimulantes del apetito son sustancias que se utilizan para el tratamiento de algunas enfermedades, y cuyo efecto secundario o indeseable es el aumento del ape­tito y de peso.

•Otros efectos secundarios causados por estos medicamentos son: somnolencia, incapacidad de concentración, mareos, hipotensión, debilidad, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, dolores de cabeza, visión borrosa, irritabilidad, pesadillas, anorexia, sequedad de la boca, opresión del pecho y debilidad en las manos.

Como te he dicho más arriba, los fármacos orexígenos no existen, sino aquéllos que como efecto secundario pueden causar aumento del apetito. Los más utilizados son la ciproheptadina, la arginina, la domperidona y el acetato de megestrol. Su eficacia no está demostrada.

Dar medicamentos así a un niño puede interferir en su sistema nervioso, puede afectarle a nivel cerebral y tal vez le dé hambre, no sé...pero si se la da será de forma artificial y en cuanto dejes de administrárselo volverá a comer menos...

Yo el Pediasure sí que lo utilicé, porque mi hija pequeña además de comer muy poquito (más variado que tu nene pero en cantidades mínimas) empezó a mostrarse apática, baja de energía...y me preocupó que tuviera alguna carencia vitamínica. En botellitas le encantaba, el que se preparaba soluble en agua no. Casualidad o no se encontró pronto mucho mejor, volvió a ser la nena super inquieta, parlanchina y mega-hiper-ultra activa , ganó algo de peso y altura. Tampoco, de todos modos, creo que sea una solución, sino tal vez algo para dar durante un mes o así, asegurarnos que se recuperan un poco a nivel de vitaminas, minerales, etc. pero en realidad, ¿sabes qué te aconsejo?

Ponerte un poco seria con el tema de lo que le ofreces de comida. Una dieta a base de yogures, jalea, postres de bebé (¿de fruta?) y postres de leche lo que contiene es un exceso de proteínas, muy bajo nivel de vitaminas, pocos o nulos hidratos de carbono y es super desequilibrada. Mis dos hijas pasaron por laaargas rachas de comer poquísimo, pero al menos eran 2 macarrones, 3 trozos de carne, un sorbo de zumo de frutas y pistachos, además de pecho. Así que era una dieta más variada.

Aquí hay que tomar una determinación que consiste básicamente en mejorar esos hábitos alimenticios. Sería buena idea que vuestro peque se sentara en la mesa con vosotros, si quieres en una trona. En la bandeja de ésta le puedes colocar un platito de plástico con un personaje que le guste (¿Cars? ¿Mickey Mouse?) y en él ponerle por ejemplo una patata cocidita troceada o un cachito de muslo de pollo en cachitos...Deja que lo toque, a lo mejor no lo come, pero va experimentando. Mientras tanto, que os vea comer a vosotros, disfrutar con lo que coméis, decid en voz alta "mmmm, qué bueno" mostrándoos felices y relajados. Ante todo, las comidas en familia (que siempre que se pueda para mí son las ideales) han de transmitir eso: paz, sosiego, disfrute de lo que se come, comunicación (contaros las cositas que habéis hecho durante el día, lo que vais a hacer por la tarde...)

Ni el estimulante del apetito ni un complejo nutricional como el Pediasure le va a suplir esto...lo primero hasta le puede perjudicar, lo segundo no es nocivo pero tampoco es, como te he dicho, la solución, sino un parche mientras se arregla bien el problema.

De todos modos, el peso no es preocupante, sino adecuado a su edad...aunque esto lo digo sin saber con qué peso nació ni cuánto ha ido pesando los últimos meses.

Es importante que le observes a nivel vital y anímico: si juega, ríe, corre, salta, etc. buena señal. Si aparte sus mejillas y labios se ven sonrosaditos y si le bajas el párpado inferior y la rayita de abajo está rojita...genial. Otra cosa es que veas que está más paradito, tristón, paliduchillo, etc. En ese caso puede haber una anemia (pero que no se puede confirmar sin un análisis de sangre).

Yo creo que debes de reducirle progresivamente la ingesta de esos postres de bebé (ya no lo es) y ofrecerle otras cosas, que vaya sintiendo hambre e interés por otros alimentos (empieza por aquéllos que es más fácil que gusten a un niño, como es la patata, los macarrones, el pollo, el huevo, plátano, etc. No le pongas brócoli, espinacas o acelgas...al menos no por el momento).

Todo esto con mucha paciencia, ingenio, creatividad y cariño, pero a la vez con constancia, perseverancia, un poquito de firmeza...poco a poco, no esperes que se solucione el tema de un día para otro...

Cuéntanos los progresos. Un abrazo.