Lucas pega a otros niños (a veces)

Hoy he pasado un mal rato en el parque con Lucas, he salido con mi amiga y su niño de 15 meses y medio, estaban los dos niños juntos cuando de repente veo que Lucas le da un empujón al niño de mi amiga y éste se cae al suelo golpeándose la cabeza contra el suelo; el niño de mi amiga el pobre se ha puesto ha llorar como un desconsolado y yo he regañado a Lucas diciéndole que eso no se hace y que le había hecho pupa al nene, le he regañado varias veces y él a empezado a hacer pucheros, se ha acercado al niño de mi amiga y le ha dado un beso.

Pero claro, el mal rato ya me lo he llevado, he notado como las madres que había a mi lado me miraban con una cara... me ha dado una vergüenza horrible que Lucas hiciera eso, hasta le he pedido disculpas a mi amiga por lo que había hecho Lucas.

Chicas ¿que hago en estos casos cuando Lucas pegue a otros niños? me da mucho miedo no saber educarlo bien, no saber llegar a él y hacerle comprender las cosas... No quiero equivocarme con mi hijo, quiero ser una buena madre para él, pero cuando veo que él hace estas cosas, pienso que algo estoy haciendo mal, en algo estoy fallando.

Otra cosa que hace muy a menudo es que cada vez que se le regaña por algo ó se le dice que "no" a algo, enseguida te señala con el dedo y dice "tonto" así con mirada desafiante ¿que le pasa? ¿será la etapa de los dos años? es que no lo sé...

Chicas ¿que opináis vosotras?

Hola Carmen, entiendo que te sientas mal por eso, siempre buscamos en nosotras mismas las razones del comportamiento de nuestros hijos y algunas veces acertamos, pero otras no tanto.

El comportamiento de Lucas no es raro, todavía a esa edad juegan solos aunque estén rodeados de otros niños, lo que se llama "juego en paralelo" y además, sus recursos lingüísticos son escasos como para dirimir un conflicto de otro modo. Bruno y mi sobrino entablan pequeñas discusiones bizantinas del tipo "pero yo digo que es x" "pero yo digo que es y"; y ahí empiezan "sí", "no", "sí", "no", y así... que también pueden resultar exasperantes.

Los recursos lingüísticos ya los tienen -Bruno tres y mi sobrino cinco años- pero reflexiono ahora mientras escribo, que los últimos que se adquieren son los emocionales. Ponerse en lugar del otro, entender sus razones, respetar la diversidad. Los pequeños no conciben un mundo diferente al que los rodea, como anécdota te cuento que Bruno planea en su futuro, tener nuestro auto, nuestra casa y que sus hijitos duerman en nuestra cama . Pregunta por qué otra niña no tiene perro en su casa, o por qué mis padres en su departamento no tienen garage.

Es un aprendizaje que lleva tiempo convivir con lo diferente, y para Lucas el camino recién empieza. Entonces el motivo de enojo puede ser cualquiera: que use un juguete de un modo que no le parece apropiado, que no se entiendan "hablando" y obviamente, que le quieran quitar un juguete. Se trata simplemente de insistir, cuidando mucho algo que solemos hacer los adultos que es siempre dejar "mal parado" a nuestro hijo y culparlo de la pelea en todos los casos. Se ve una y otra vez que más que mediar entre los niños, los padres y madres esperan que el que ceda siempre sea el hijo suyo, cuando si con diez años sigue haciendo lo mismo, pensarán que es el "tonto" de la clase. En casos de conflicto entre mi hijo y otro niño yo intento no regañarlo -debe ser muy feo sentir que tu mamá se pone del lado del otro- e incorporar al otro niño al juego. Semanas atrás en el consultorio de la pediatra, se encontró con un compañero de jardín y los dos querían el mismo juguete. Dejarlos solos hubiera terminado en tironeos, llantos y berrinches. en casos como ese que he visto cientos, el impulso más habitual de padres y madres es "daselo" o algo que me causa cierta gracias tragicómica "compartí" -compartir en imperativo se me hace un absurdo total-. Entonces, me senté y los acomodé para que pudieran tirarse el camión el uno al otro, y jugar juntos. Pasa mucho tiempo antes que los niños puedan jugar entre ellos, interactuar de verdad, sin intervención de adultos. Y la clave sea, tal vez, ofrecerles herramientas para esa interacción, fomentar el refuerzo positivo -celebrar cuando logran hacer algo en conjunto, etc.-

Ni Lucas se comporta de manera extraña ni tú estás haciendo las cosas mal. Sí claro, que puedes hacer algunas cosas que tiendan a minimizar esos malos ratos. Espero te haya sido útil mi comentario, un abrazo, Romina

Hola Mari Carmen!

Pues yo creo que a la edad de tu pequeño, es muy fácil que el se frustre rápidamente. Puede ser que incluso el otro niño no haya hecho nada, pero que Lucas haya percibido alguna atención o palabra del resto de adultos hacia el nene y eso le haya causado molestia.

Como te ha dicho Romina, ellos a esa edad, no tienen recursos para expresarlo y por eso tienden a empujar, golpear o morder, son impulsos.

Mi niña que tiene 30 meses, todavía no maneja bien esa frustración y a veces le empuja a mi sobrino de 22 meses o viceversa.

Que hacer? No se si te sirva, pero siempre que puedas recuérdale que el pegar, empujar o morder no es bueno, que le causa pupa a los otros nenes y así. No pienso que a la primera lo entenderá, pero siempre es bueno que se lo vayamos diciendo hasta que se convenzan.

Ya en una situación como la que pasaste, es fundamental que con palabras cariñosas le hagas sentir que lo que hizo no estuvo bien, con una vez es suficiente, no es bueno que el se sienta terriblemnte mal por lo que ha pasado, pues no lo ha hecho por maldad, ha sido solo un impulso. De lo que he leido, no es bueno en insistirles que se disculpen, porque así lo aprenderían a hacerlo sin sentirlo (hipócritamente), creo que lo que tu has hecho es genial, pedirle disculpas a la madre de parte de Lucas y si hace falta al nene también.

En casos extremos donde un nene pega mucho, recomiendan que se lo separe del lugar y se lo lleve a otro donde no haya niños, muchas veces, lo que piden es atención en exclusiva. Cada niño tiene su ritmo de madurez, por ejemplo mi sobri es mucho mas sociable que mi niña, comparte mucho con otros niños, en cambio mi niña hasta la fecha requiere mas contacto con personas adultas, disfruta mucho todavía de juegos con papá y mamá. Después de todo lo que he pasado, se que el día en que ella se sienta lista para jugar con otros nenes llegará cuando ella esté lista, no antes.

Animo y no te sientas mal. Tu no tienes la culpa, es que incluso ni Lucas la tiene. Es penoso recibir las miradas que comentas del resto, pero pienso que como adultos no debemos perder el norte y olvidarnos que Lucas a penas tiene 26 meses.

Pues Analía si fue bastante pegona.De hecho tuvimos muchos problemas en una de las guarderias con los padres de una niña a la que la mía cogía por banda.
Hablando cn la cuidadora me comentó que las iba a separar porque ella creía que iban a 2 velocidades, que Analía tenía mucha energía y la otra era muy tranquila;que una no sabía decir que la dejara en paz y la otra no sabía pedirle más ritmo.