Charla de Rosa Jové

Hola a todas. Primero os copio el cuento con el que Rosa empezó la charla, y después os comento lo que me pareció a mí.

Hace poco me contaron una historia:

Había una vez un lobo jardinero que se dedicaba a cuidar un pequeño bosque. Un día oyó acercarse a una niña con una caperuza roja que cruzaba el bosque pisando la hierba y arrancando sus flores. Preguntada a dónde iba, le dijo que a ver a su abuelita, que estaba enferma. Para evitar males mayores, la desvió por un camino algo más largo, pero asfaltado, que bordeaba el bosque.
Al poco se da cuenta de que ha debido de coger unas flores urticantes y, cruzando el bosque por el camino más rápido, llega a casa de la abuela.

La abuela, en cuanto lo ve, se encierra en el armario y mientras el lobo trata de convencerla para que salga oye acercarse a la niña.

-¿Qué hago? Le he pegado un susto de muerte a la abuela y ahora voy a causarle un disgusto a la niña si no la ve.

Recoge el gorro de la abuela, se lo pone y piensa: "Me hago pasar por la abuela y, después de que la niña se vaya, intento calmar a la pobre mujer".

La niña se acerca a la cama y nota ciertos cambios morfológicos que va preguntando, hasta que al final se da cuenta del engaño y sale corriendo. El lobo va detrás para intentar calmarla. Por el bosque merodeaba un cazador que había seguido el rastro de los gritos y al ver a un lobo no se lo piensa dos veces y dispara. El cazador contento, la niña contenta y la abuela también.

Los lobos no se explican cómo ha llegado esta historia tan diferente hasta nuestros días...Pero nosotros sí podemos hacerlo porque sabemos que quien escribe la historia simpre la cuenta a su manera: el héroe de un bando es un enemigo o traidor para el contrario.

El texto lo he copiado del libro de Rosa Jové, pero os aseguro que contándolo ella es mucho más divertido: hace una voz diferente para cada uno de los personajes del cuento, añade muchos más comentarios para describir la situación...

Después de esa introducción sigue hablando de que los libros que tratan sobre niños los escribimos los adultos para los adultos. Os iré contando lo que mejor recuerdo, quizás no muy ordenadamente, pero os aconsejo leeros el libro e ir a alguna de sus conferencias si alguna vez tenéis la oportunidad. ¡Os aseguro que no os arrepentiréis!

Las rabietas fuertes llegar a partir de los dos años, pero son beneficiosas. Eso quiere decir que nuestro hijo está creciendo, descubriendo sus necesidades, gustos y preferencias, y quiere darlos a conocer. Está en nuestras manos saber lidiar con ellas, entender a los niños y no dejar que nos supere la situación.

Los niños ya saben dormir, lo que pasa es que a veces no duermen cuando los padres quieren.
Para que el desarrollo del niño sea armónico hay que protegerlo, respetarlo y comprenderlo.

Protegerlo (de 0 a 6 meses) porque cuando un niño nace es totalmente vulnerable y necesita que se recreen las condiciones que tenía cuando estaba en el útero.

Respetarlo (de 7 a 24 meses). Cada niño tiene su ritmo, así que hay que respetarlo. No tiene sentido quitale el pañal a los dos años si no está preparado, o pretender que ande al año porque el vecino también lo hizo,... Cada uno lo hará cuando esté preparado, sólo hay que seguir su ritmo.

Comprenderlo (de 2 a 4 años), aunque a veces no aceptemos sus actos. Es también el período de las rabietas. Empieza a ser autónomo, a querer hacer cosas por sí solo, muchas veces diferentes de las que nosotros queremos, pero no nos está tomando el pelo ni lo hace a propósito.

Los métodos de adiestramiento para enseñar a dormir dejan secuelas importantes a corto, medio y largo plazo: trastornos de ansiedad, depresiones, indefensión aprendida, trastornos del apego, trauma por estrés agudo y síndrome de estrés postraumático.

El colecho es beneficioso tanto para la madre como para el hijo. Ayuda a que el regreso al sueño tras un despertar sea más rápido, y al bebé a sincronizarse con la madre y a pasar de un estadio a otro del sueño con más facilidad.

Las rabietas. Lo mejor es prevenirlas y evitarlas al máximo, pero en caso de que surja una se pueden seguir tres pasos: 1º comprender al niño, 2º educarle y explicarle qué es lo que se espera de él y 3º dejarle elegir sus propias soluciones.

También ha hablado sobre las rutinas y ha dicho que ella, como madre y persona de la calle, no las comparte, pero como científica dice que no se ha encontrado ningún estudio que diga que las rutinas son perjudiciales. Así que cada uno haga lo que quiera, que si le van bien las utilice, pero que sino, no son necesarias.

Es muy clara y sincera, y cuando le preguntaron sobre la edad adecuada para llevar un niño a la guardería dijo que ella considera que la peor edad está entre los 7 y los 18 meses (por la angustia de la separación), pero que ella llevó a sus dos hijos a la guardería a los dos años. Que todo depende de las circunstancias de cada familia

La charla empezó a las 17:30 en punto, y como a las 19:00 teníamos que dejar la sala porque había otra conferencia nos dijo que nos podíamos pasar a la sala de al lado a seguir con las preguntas. Allí nos siguió atendiendo y firmando libros. En ningún momento demostró tener prisa o querer "despacharnos" deprisa y corriendo. Fue amable, correcta y simpática en todo momento. Además de muy guapa.

Es madre de dos niños y miembro fundador del grupo de psicólogos de emergencias y catástrofes de Cataluña. Ha intervenido en las inundaciones de Biescas o los atentados del 11-M. También habla la lengua de signos, y en la conferencia había una intérprete para las personas sordas que habían acudido a la charla.

Se organizó un servicio de guardería para atender a los niños y que los padres pudieran disfrutar de la conferencia.

El único "problema" que encontré es que la sala se quedó pequeña, y muchos tuvieron que estar de pie, pero seguro que les mereció la pena.

Pues bueno, esto es todo lo que os puedo contar ahora mismo. Supongo que con el paso de los días, y cuando me lea el libro, me vendrán más cosas a la memoria. Vuelvo a decir que me encantó, y que os recomiendo que leáis el libro.

Muchos besos a todas.