El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
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El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Hola chicas otra ves yo, les cuento que Andresito sigue sin subir un gramo, el medico me ha recetado Trimetabol jarabe, darle dos veces al dia para que suba de peso, pero no se ustedes le han dado a sus hijos o no, ¿no es muy pequeño Andresito de 9 meses para tomarlo?
Raton@- Nivel 2
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Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Hola. Voy a parar ya con el PC, que se me está resintiendo el cuello y mi marido me está echando la bronca por no descansar esta zona que tengo afectada. Pero no quería dejar de responderte:
¿Sabes que ese tratamiento se usa en culturismo y fitness? Lee esto:
http://es.fitness.com/forum/suplementos/experiencia-con-trimetabol-31606.html
Y mira esto:
http://www.paraelbebe.net/alimentacion/2007/05/estimulantes-del-apetito/comment-page-1/
http://www.elmundo.es/magazine/num179/textos/nino1.html
Y el texto más importante, la opinión extensa de Carlos González sobre los estimulantes del apetito (podrías imprimírsela al pediatra de tu hijo):
Existen en el mercado dos tipos de estimulantes del apetito: los que funcionan y los que no.
1. Los que no funcionan son combinaciones más o menos fantasiosas de vitaminas y cosas raras, habitualmente con un nombre impactante que hace referencia al metabolismo, al crecimiento, al dinamismo, a las transfusiones o a algo por el estilo. Son el equivalente moderno de aquel «Tónico Curalotodo del Doctor McFulano» que venden los charlatanes en las películas del Oeste (de hecho, algunos también llevan alcohol). En general, en dosis pequeñas y durante periodos cortos son bastante inocuos; pero no siempre están exentos de peligro. Siempre puede haber una alergia a alguno de sus componentes o a sus excipientes y colorantes, y se han descrito efectos tóxicos de algunas plantas «estimulantes», como el ginseng. Además, algunas vitaminas y minerales pueden ser tóxicos si se consumen en exceso.
Casi todos los médicos están de acuerdo en que estos «tónicos» son absolutamente inútiles, pero muchos los recetan como placebo. Un placebo (en latín 'complaceré') es un falso medicamento que se da al paciente para que esté contento. A veces, dar una receta «y que se calle» es más fácil y rápido que explicarle al paciente la verdad. También es cierto que algunos pacientes exigen un medicamento sea como sea, y a veces el médico tiene que rendirse y recetar un placebo inofensivo por temor a que el paciente se compre por su cuenta un medicamento más peligroso (en España, por desgracia, es muy fácil conseguir medicamentos sin receta). Por cierto, si quiere que no le manden placebos, en ésta o en otras situaciones, es buena idea decírselo al médico desde el primer momento, y recordárselo de vez en cuando: «No me gusta darle medicamentos al niño sin necesidad; si usted cree que lo que tiene se le curará solo, no hace falta que le recete nada». Muchos pediatras responderán con una amplia sonrisa de alivio.
2. Los que sí funcionan son harina de otro costal. Casi todos contienen ciproheptadina (mezclada con diversas vitaminas para distinguir unas marcas de otras).
Es preciso tener en cuenta que las «ganas de comer» no están en el estómago, como el amor no está en el corazón. El apetito está en (o está controlado por) el cerebro. La ciproheptadina (y algún pariente, como la dihexazina) actúa sobre el centro cerebral del apetito, lo mismo que las pastillas para dormir actúan sobre el cerebro. La ciproheptadina es, en realidad, un psicofármaco; y sus principales efectos secundarios van en este sentido: somnolencia (un efecto frecuente, que puede afectar al rendimiento escolar), sequedad de boca, dolor de cabeza, náuseas; y más raramente, crisis hipertensivas, agitación, confusión o alucinaciones, y disminución de la secreción de hormona de crecimiento (¡bajito y gordo, para redondear el éxito del tratamiento!). La intoxicación (si el niño pilla el frasco y decide tomárselo todo) puede producir sueño profundo, debilidad e incoordinación muscular, convulsiones y fiebre.
Por supuesto, estos efectos secundarios graves son muy raros; no los explicamos para que se asuste si alguna vez le ha dado uno de estos jarabes a su hijo (si le contásemos todos los posibles efectos secundarios de medicamentos tan habituales como la amoxicilina o el paracetamol, también se llevaría un buen susto). Siempre que se toma un medicamento se está asumiendo un riesgo; lo importante es que, cuando uno está enfermo y necesita tratarse, el riesgo es muy inferior al beneficio. El problema de los estimulantes del apetito es que los niños que lo toman ni están enfermos ni necesitan tratamiento; el beneficio es nulo, y cualquier riesgo, por pequeño y remoto que sea, resulta inadmisible.
Pero, sin duda, el mayor peligro de la ciproheptadina es, precisamente, que sí funciona: el niño come más. Más de lo que necesita, más de lo que le conviene. Por suerte, el efecto desaparece tan pronto como se deja de tomar el medicamento, y la mayoría de los niños vuelven a perder en pocos días el peso que habían ganado (si habían ganado algo). Este «efecto rebote» suele demostrar a la familia que el medicamento es inútil, y lo dejan de usar. Pero algunas caen en la tentación de seguir usándolo de forma continuada, durante meses e incluso años. ¿Qué efecto puede tener sobre un niño el comer más de la cuenta durante meses o años, y además hacer menos ejercicio físico debido a la somnolencia? Nada bueno, seguro.
También se han usado hierbas y diversos productos «naturales» para hacer comer a los niños. Todos ellos, por muy «naturales» que sean, pueden clasificarse en uno de los dos grupos anteriores: los que funcionan y los que no (el problema es que a veces no tenemos datos suficientes para distinguirlos). Si no funcionan, ¿para qué perder el tiempo y el dinero? Y si funcionan, sus peligros serán similares a los de la ciproheptadina. Primero, porque si de verdad aumentan el apetito, probablemente actúan sobre el cerebro. Segundo, porque no se puede hacer que un niño coma más de lo necesario sin que, a la larga, eso perjudique su salud.
Afortunadamente, parece que ya han pasado de moda las quinas y otras bebidas alcohólicas que se usaban hace unos años para abrir el apetito. Ni que decir tiene que nunca debe darse alcohol a un niño.
En definitiva, los estimulantes del apetito son inútiles cuando no funcionan y peligrosos cuando funcionan, su efecto es pasajero y tienen efecto rebote. No se han de usar jamás.
¿Sabes que ese tratamiento se usa en culturismo y fitness? Lee esto:
http://es.fitness.com/forum/suplementos/experiencia-con-trimetabol-31606.html
Y mira esto:
http://www.paraelbebe.net/alimentacion/2007/05/estimulantes-del-apetito/comment-page-1/
http://www.elmundo.es/magazine/num179/textos/nino1.html
Y el texto más importante, la opinión extensa de Carlos González sobre los estimulantes del apetito (podrías imprimírsela al pediatra de tu hijo):
Existen en el mercado dos tipos de estimulantes del apetito: los que funcionan y los que no.
1. Los que no funcionan son combinaciones más o menos fantasiosas de vitaminas y cosas raras, habitualmente con un nombre impactante que hace referencia al metabolismo, al crecimiento, al dinamismo, a las transfusiones o a algo por el estilo. Son el equivalente moderno de aquel «Tónico Curalotodo del Doctor McFulano» que venden los charlatanes en las películas del Oeste (de hecho, algunos también llevan alcohol). En general, en dosis pequeñas y durante periodos cortos son bastante inocuos; pero no siempre están exentos de peligro. Siempre puede haber una alergia a alguno de sus componentes o a sus excipientes y colorantes, y se han descrito efectos tóxicos de algunas plantas «estimulantes», como el ginseng. Además, algunas vitaminas y minerales pueden ser tóxicos si se consumen en exceso.
Casi todos los médicos están de acuerdo en que estos «tónicos» son absolutamente inútiles, pero muchos los recetan como placebo. Un placebo (en latín 'complaceré') es un falso medicamento que se da al paciente para que esté contento. A veces, dar una receta «y que se calle» es más fácil y rápido que explicarle al paciente la verdad. También es cierto que algunos pacientes exigen un medicamento sea como sea, y a veces el médico tiene que rendirse y recetar un placebo inofensivo por temor a que el paciente se compre por su cuenta un medicamento más peligroso (en España, por desgracia, es muy fácil conseguir medicamentos sin receta). Por cierto, si quiere que no le manden placebos, en ésta o en otras situaciones, es buena idea decírselo al médico desde el primer momento, y recordárselo de vez en cuando: «No me gusta darle medicamentos al niño sin necesidad; si usted cree que lo que tiene se le curará solo, no hace falta que le recete nada». Muchos pediatras responderán con una amplia sonrisa de alivio.
2. Los que sí funcionan son harina de otro costal. Casi todos contienen ciproheptadina (mezclada con diversas vitaminas para distinguir unas marcas de otras).
Es preciso tener en cuenta que las «ganas de comer» no están en el estómago, como el amor no está en el corazón. El apetito está en (o está controlado por) el cerebro. La ciproheptadina (y algún pariente, como la dihexazina) actúa sobre el centro cerebral del apetito, lo mismo que las pastillas para dormir actúan sobre el cerebro. La ciproheptadina es, en realidad, un psicofármaco; y sus principales efectos secundarios van en este sentido: somnolencia (un efecto frecuente, que puede afectar al rendimiento escolar), sequedad de boca, dolor de cabeza, náuseas; y más raramente, crisis hipertensivas, agitación, confusión o alucinaciones, y disminución de la secreción de hormona de crecimiento (¡bajito y gordo, para redondear el éxito del tratamiento!). La intoxicación (si el niño pilla el frasco y decide tomárselo todo) puede producir sueño profundo, debilidad e incoordinación muscular, convulsiones y fiebre.
Por supuesto, estos efectos secundarios graves son muy raros; no los explicamos para que se asuste si alguna vez le ha dado uno de estos jarabes a su hijo (si le contásemos todos los posibles efectos secundarios de medicamentos tan habituales como la amoxicilina o el paracetamol, también se llevaría un buen susto). Siempre que se toma un medicamento se está asumiendo un riesgo; lo importante es que, cuando uno está enfermo y necesita tratarse, el riesgo es muy inferior al beneficio. El problema de los estimulantes del apetito es que los niños que lo toman ni están enfermos ni necesitan tratamiento; el beneficio es nulo, y cualquier riesgo, por pequeño y remoto que sea, resulta inadmisible.
Pero, sin duda, el mayor peligro de la ciproheptadina es, precisamente, que sí funciona: el niño come más. Más de lo que necesita, más de lo que le conviene. Por suerte, el efecto desaparece tan pronto como se deja de tomar el medicamento, y la mayoría de los niños vuelven a perder en pocos días el peso que habían ganado (si habían ganado algo). Este «efecto rebote» suele demostrar a la familia que el medicamento es inútil, y lo dejan de usar. Pero algunas caen en la tentación de seguir usándolo de forma continuada, durante meses e incluso años. ¿Qué efecto puede tener sobre un niño el comer más de la cuenta durante meses o años, y además hacer menos ejercicio físico debido a la somnolencia? Nada bueno, seguro.
También se han usado hierbas y diversos productos «naturales» para hacer comer a los niños. Todos ellos, por muy «naturales» que sean, pueden clasificarse en uno de los dos grupos anteriores: los que funcionan y los que no (el problema es que a veces no tenemos datos suficientes para distinguirlos). Si no funcionan, ¿para qué perder el tiempo y el dinero? Y si funcionan, sus peligros serán similares a los de la ciproheptadina. Primero, porque si de verdad aumentan el apetito, probablemente actúan sobre el cerebro. Segundo, porque no se puede hacer que un niño coma más de lo necesario sin que, a la larga, eso perjudique su salud.
Afortunadamente, parece que ya han pasado de moda las quinas y otras bebidas alcohólicas que se usaban hace unos años para abrir el apetito. Ni que decir tiene que nunca debe darse alcohol a un niño.
En definitiva, los estimulantes del apetito son inútiles cuando no funcionan y peligrosos cuando funcionan, su efecto es pasajero y tienen efecto rebote. No se han de usar jamás.
Última edición por Désirée Sanz el Vie 21 Nov 2008, 19:35, editado 2 veces
Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Hola Desi, la verdad ando super desesperada , pues desde hace un par de semanas Andres no me come, solo recibe dos o tres cucharitas de comida y aprieta la boca y no come mas, pega los gritos y llantos, yo aprovecho a meterle la cuchara cuando grita, pero lo unico que consigo es que la escupa, termina embarrado de comida hasta los ojos el pelo la ropa y yo de paso, me agobvia mucho, perdio 300 gramos de peso, y le mandaron hacerce analisis de los cuales salio super normales, muy sano, el medico me dice que le quite dos o tres tomas de leche,asi estara mas ahmbriento y comera, pues el no me quiere comer, pero el pecho me lo recibe bien,si gue mamando 7 veces al dia, el solo me busca y pide teta lo mismo que el pan, pero la comida no la quiere probar, no se que pasaria si le quito dos o tres toma de pecho, pues hoy le quite una y solo me perseguia por toda la casa llorando por teta, pero igual sin la toma de pecho, no quizo almorzar
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Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
hola, yo noy médico pero si tu niño lo único que toma es teta...también se la vas a quitar?? entonces sí que perdería peso..sigue dándole teta que eso le alimenta y poco a poco sigue intentando darle comida pero sin obligarle...sino lo pasas mal tú y él...y lo del jarabe ...no me parece bien dar estimulantes a los niños..ellos saben cuánto y cuándo deben comer..ellos mismos se regulan..y tampoco creo que sea bueno rendirle de hambre...si en los análisis todo ha salido ok?? por qué tanto lío?? yo creo que el niño está bien...dentro de lo normal...leí en tus mensajes anteriores el peso que había ido ganando y estaba muy bien...cada niño tiene su ritmo de crecimiento y si en la familia..sois delgaditos o de una talla "normal" él no tiene por qué ser gordo ni nada de eso..bueno...a ver qué te dice el médico del documento de carlos gonzález sobre los estimulantes del apetito que te ha mandado desi..
besos
besos
Invitado- Invitado
Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Hola. Antes te he dado mi extensa opinión sobre el tema, porque hoy justo me he releído varios capítulos del libro MI NIÑO NO ME COME (¿lo tienes?)...pero no sé qué le pasa a mi pc, que me va fatal. Se me bloquea constantemente, no se me abre el explorer hasta que no hago varios intentos...Y el mensaje que te he escrito no he podido enviarlo.
En cuanto pueda (ya casi será mañana) intento recordar lo que te decía en ese mensaje y te lo vuelvo a decir.
Sobre todo, no le fuerces a comer, no le metas la comida en la boca aprovechando que la abre para gritar. Ponte en su lugar.
Un abrazo.
En cuanto pueda (ya casi será mañana) intento recordar lo que te decía en ese mensaje y te lo vuelvo a decir.
Sobre todo, no le fuerces a comer, no le metas la comida en la boca aprovechando que la abre para gritar. Ponte en su lugar.
Un abrazo.
Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Te contesto rápido que me reclama la peque
Si el médico te ha dicho que el niño está sano no hay que darle más vueltas. Si tu hijo rechaza la comida es que aun no está preparado. La alimentación complementaria en sus inicios, tal y cómo dice Carlos González tiene una función más de empezar a conocer alimentos,texturas que lo que es alimentar.De momento tiene el pecho,más adelante,cuando esté preparado ya comerá.
Decirte que mi hija a su edad no comía absolutamente nada de AC,la rechazaba por completo y hasta los 12 meses no empezó a comer algo(una o dos cucharaditas).No fue hasta los dieciocho meses aproximadamente cuando empezó a comer más.
Sobre todo no le obligues,y menos hagas eso de meterle la cuchara;así lo único que conseguirás es que le coja manía a la comida y le sometes a una situación de estrés en la que cada vez que vea la cuchara la va a rechazar por sistema y eso si puede ser un problema para el día en que esté preparado a aceptar nuevos alimentos.
Un beso
Si el médico te ha dicho que el niño está sano no hay que darle más vueltas. Si tu hijo rechaza la comida es que aun no está preparado. La alimentación complementaria en sus inicios, tal y cómo dice Carlos González tiene una función más de empezar a conocer alimentos,texturas que lo que es alimentar.De momento tiene el pecho,más adelante,cuando esté preparado ya comerá.
Decirte que mi hija a su edad no comía absolutamente nada de AC,la rechazaba por completo y hasta los 12 meses no empezó a comer algo(una o dos cucharaditas).No fue hasta los dieciocho meses aproximadamente cuando empezó a comer más.
Sobre todo no le obligues,y menos hagas eso de meterle la cuchara;así lo único que conseguirás es que le coja manía a la comida y le sometes a una situación de estrés en la que cada vez que vea la cuchara la va a rechazar por sistema y eso si puede ser un problema para el día en que esté preparado a aceptar nuevos alimentos.
Un beso
Invitado- Invitado
Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Bueno, no he querido irme a la cama sin responder un poco a lo que dices (qué lástima que el mensaje que te iba a enviar antes se haya bloqueado, porque me había quedado bastante completo).
Mis dos hijas han pasado por muchas rachas de entetamiento (siendo más mayores que Andresito) y eso no ha afectado a su salud ni a su desarrollo psicomotor ni a su estado de ánimo ni a su crecimiento ni a su actividad...En absoluto.
Si no tienes el libro MI NIÑO NO ME COME, dímelo.
Un abrazo.
Creo que el niño te está dejando muy claro que no quiere esa comida. NO LE FUERCES A COMER, es contraproducente.solo recibe dos o tres cucharitas de comida y aprieta la boca y no come mas, pega los gritos y llantos, yo aprovecho a meterle la cuchara cuando grita, pero lo unico que consigo es que la escupa, termina embarrado de comida hasta los ojos el pelo la ropa y yo de paso
¿En cuánto tiempo? ¿Cuánto pesa y mide ahora?perdio 300 gramos de peso
Esto es una buena señal...no parece que haya anemia ni infecciones.le mandaron hacerse analisis de los cuales salio super normales, muy sano
Pues si quiere 95% teta...dásela. La leche materna alimenta mucho, más de lo que creemos. Si necesitara las papillas, las aceptaría. Yo no sólo no te diría lo que te ha aconsejado el pediatra de quitarle 2 ó 3 tomas de pecho sino que, ya que no acepta bien la AC, le intentaría dar 2-3 tomas MÁS de pecho y así te aseguras de que no le falte alimento.el no me quiere comer, pero el pecho me lo recibe bien,si gue mamando 7 veces al dia, el solo me busca y pide teta lo mismo que el pan, pero la comida no la quiere probar
Mis dos hijas han pasado por muchas rachas de entetamiento (siendo más mayores que Andresito) y eso no ha afectado a su salud ni a su desarrollo psicomotor ni a su estado de ánimo ni a su crecimiento ni a su actividad...En absoluto.
Si no tienes el libro MI NIÑO NO ME COME, dímelo.
Un abrazo.
Re: El Trimetabol es bueno o no? Qué efectos secundarios tiene?
Hola chicas, la verdad Andres me sigue sin comer, o bueno como tres cucharas y ya no quiere mas, me siento mala madres impotente pues no se que mas puedo hacer, aparte de que tiene bajo peso, seguro seguira perdiendo mas por no querer comer, no se que me pueden aconsejar, pues la verdad me siento muy mal y el la pasa muy creo yo, me imagino que el me ve como una bruja mala que le quiere hacer comer a las malas sin el querer comer, pero no se me preocupa que llegue a su primer añitos con menos de 7 kilos, el mide 73cm de largo este mes pasado no crecio nada pero habia logrado subir a 7500. claro perdio 300 en una semana que no probe medio bocado a 7215, y me tiene mal de los nervios, mi suegra dice que este niño esta flacucho y su nietito de 2 años muy sano porque pesa 18 kilos, no se que mas hacer
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