Cuando el bebé no llega...
3 participantes
Página 1 de 1.
Cuando el bebé no llega...
Hace ya tiempo que quería abrir este post.
Desde antes de concebir a Camino.
Y aunque ahora, parece que estos pensamientos que me rondan, pueden parecer escritos desde la barrera, sigo manteniéndome firme en el planteamiento lo que ahora voy a contar.
Muchas ya sabéis la larga tarea que ha supuesto concebir a Camino. Y ahora, echando la vista atrás, evaluando el proceso, y valorando los riesgos, veo que el camino recorrido ha sido ligero y tranquilo, comparado con las opciones que estabamos dispuestos a tomar si la peque no se hubiera instalado en mi como por arte de magia: FIVs, donación de semen, biopsias testiculares, congelación de embriones...
Bueno, comienzo.
Cuando J y yo nos planteamos la búsqueda, repletos de ilusión, ganas y esperanzas, desconocíamos gran parte de este mundo en el que íbamos a adentrarnos; pensabamos que tendríamos la dicha de concebir a nuestra pulguita en un plazo de tiempo corto.
Sin embargo, los ciclos iban pasando, los meses se iban, los tratamientos pesaban física y emocionalmente, y nuestro sueño no anidaba. La esperanza empezó a mermar, y yo comencé a plantearme que quizás la maternidad ya no sería un capítulo en nuestras vidas, sobre todo cuando acudimos al Centro de Reproducción Humana de nuestra comunidad autónoma, un centro con buenas referencias y buenos resultados; allí nos dijeron que no habían logrado resultado positivo en ningún solo caso de varón con esterilidad secundaria a la lesión medular o paraplejia.
A pesar de que no había nada perdido, por que aún había que intentar la FIV, y como último recurso, la donación de semen, yo ya atisbaba un proceso largo y costoso, estresante que amenazaba nuestro equilibrio emocional, a nivel individual y como pareja.
Entonces, surgió el planteamiento, de que hasta ahora, Jesús y yo habíamos sido felices en nuestra mutua compañía, nos habíamos sentido completos sin necesidad de hijos, habíamos soñado cosas, proyectos en los que no era necesario tener hijos, Jesús y yo ya formábamos un equipo y buscar algo, que podría no llegar nunca podía suponer el deterioro de este equipo; quiero decir, que estabamos proyectándo toda nuestra energía en el camino de la maternidad/paternidad, como si nuestro equipo no tuviera otra alternativa para nutrirse, como si no hubiera más experiencias ni futuro para nosotros, y me daba miedo, de hallarnos en el fracaso de nuestro sueño perdiendo la perspectiva de pareja que habíamos construido cuando el deseo de concebir un hijo no se había ni planteado siquiera...
A pesar de que la vida ha querido regalarnos este bebé que está por llegar, sigo pensando que un hijo es una opción, por mucho que se desee, por mucho que se sueñe. Cuando conocí a Jesús, me enamoró la fluidez de nuestra comunicación, la conexión de nuestras ideas, el feeling de nuestras miradas, la complicidad de nuestros pensamientos, la sintonía en cuanto a la forma de ver el mundo... no me fijé en sus dotes para la reproducción, es más era consciente de los motivos que me unían a él y que el tema maternidad/paternidad era un campo donde había que sopesar muchas cosas que no estaban claras...
Y los hijos son un precioso préstamo de la vida que te gratifican a la vez que te prueban, y que, pasado un tiempo, toman sus propias vidas y se van... quedándonos de nuevo nosotros mismos.
¡¡¡Un saludo!!!
Desde antes de concebir a Camino.
Y aunque ahora, parece que estos pensamientos que me rondan, pueden parecer escritos desde la barrera, sigo manteniéndome firme en el planteamiento lo que ahora voy a contar.
Muchas ya sabéis la larga tarea que ha supuesto concebir a Camino. Y ahora, echando la vista atrás, evaluando el proceso, y valorando los riesgos, veo que el camino recorrido ha sido ligero y tranquilo, comparado con las opciones que estabamos dispuestos a tomar si la peque no se hubiera instalado en mi como por arte de magia: FIVs, donación de semen, biopsias testiculares, congelación de embriones...
Bueno, comienzo.
Cuando J y yo nos planteamos la búsqueda, repletos de ilusión, ganas y esperanzas, desconocíamos gran parte de este mundo en el que íbamos a adentrarnos; pensabamos que tendríamos la dicha de concebir a nuestra pulguita en un plazo de tiempo corto.
Sin embargo, los ciclos iban pasando, los meses se iban, los tratamientos pesaban física y emocionalmente, y nuestro sueño no anidaba. La esperanza empezó a mermar, y yo comencé a plantearme que quizás la maternidad ya no sería un capítulo en nuestras vidas, sobre todo cuando acudimos al Centro de Reproducción Humana de nuestra comunidad autónoma, un centro con buenas referencias y buenos resultados; allí nos dijeron que no habían logrado resultado positivo en ningún solo caso de varón con esterilidad secundaria a la lesión medular o paraplejia.
A pesar de que no había nada perdido, por que aún había que intentar la FIV, y como último recurso, la donación de semen, yo ya atisbaba un proceso largo y costoso, estresante que amenazaba nuestro equilibrio emocional, a nivel individual y como pareja.
Entonces, surgió el planteamiento, de que hasta ahora, Jesús y yo habíamos sido felices en nuestra mutua compañía, nos habíamos sentido completos sin necesidad de hijos, habíamos soñado cosas, proyectos en los que no era necesario tener hijos, Jesús y yo ya formábamos un equipo y buscar algo, que podría no llegar nunca podía suponer el deterioro de este equipo; quiero decir, que estabamos proyectándo toda nuestra energía en el camino de la maternidad/paternidad, como si nuestro equipo no tuviera otra alternativa para nutrirse, como si no hubiera más experiencias ni futuro para nosotros, y me daba miedo, de hallarnos en el fracaso de nuestro sueño perdiendo la perspectiva de pareja que habíamos construido cuando el deseo de concebir un hijo no se había ni planteado siquiera...
A pesar de que la vida ha querido regalarnos este bebé que está por llegar, sigo pensando que un hijo es una opción, por mucho que se desee, por mucho que se sueñe. Cuando conocí a Jesús, me enamoró la fluidez de nuestra comunicación, la conexión de nuestras ideas, el feeling de nuestras miradas, la complicidad de nuestros pensamientos, la sintonía en cuanto a la forma de ver el mundo... no me fijé en sus dotes para la reproducción, es más era consciente de los motivos que me unían a él y que el tema maternidad/paternidad era un campo donde había que sopesar muchas cosas que no estaban claras...
Y los hijos son un precioso préstamo de la vida que te gratifican a la vez que te prueban, y que, pasado un tiempo, toman sus propias vidas y se van... quedándonos de nuevo nosotros mismos.
¡¡¡Un saludo!!!
septentrionis- Nivel 2
- Cantidad de envíos : 860
Fecha de nacimiento : 24/07/1980
Ciudad : Montehermoso
Edad : 44
Puntos : 4927
Fecha de inscripción : 11/02/2014
Re: Cuando el bebé no llega...
Cuanta razón tienes en todo lo que has dicho!
Me has emocionado!!
Es verdad que a veces nos centramos tanto en una meta, en un objetivo, que quizás tarda en llegar y nos frustra. Y al final repercute en la relación de pareja, de una manera u otra.
La obsesión tampoco es buena..
Me has emocionado!!
Es verdad que a veces nos centramos tanto en una meta, en un objetivo, que quizás tarda en llegar y nos frustra. Y al final repercute en la relación de pareja, de una manera u otra.
La obsesión tampoco es buena..
Lunita83- Nivel 0
- Cantidad de envíos : 51
Fecha de nacimiento : 30/12/1983
Ciudad : Mallorca
Edad : 40
Puntos : 3767
Fecha de inscripción : 29/09/2014
Re: Cuando el bebé no llega...
Tienes mucha razón en lo que planteas, a veces la obsesión y el desespero por algo nos hace olvidarnos de otras cosas ademas de que debemos vivir el día a día disfrutar de nuestra pareja y de ese amor tan maravilloso, me gusto mucho tu comentario al final de que los hijos son un préstamo y que cuando crecen hacen su vida y uno solo vuelve a quedar con su pareja nuevamente por eso es primordial darle a la pareja el valor y el puesto que se merecen para que siempre prevalezca la unión entre ambos, muchas personas no lo ven así y quieren colocar primero a los hijos por eso tristemente existen tantos divorcios y separaciones.
Así que te apoyo en lo que comentas tienes toda la razón, nosotros (mi esposo y yo) estamos completamente entregados y encomendados a Dios a que sera en cualquier momento solo el sabrá darnos la alegría de ser padres.!
Lunita arriba el animo seguimos en nuestra anhelada búsqueda de ese positivo con toda la fe y las ganas de que pronto llegara.!!
Así que te apoyo en lo que comentas tienes toda la razón, nosotros (mi esposo y yo) estamos completamente entregados y encomendados a Dios a que sera en cualquier momento solo el sabrá darnos la alegría de ser padres.!
Lunita arriba el animo seguimos en nuestra anhelada búsqueda de ese positivo con toda la fe y las ganas de que pronto llegara.!!
Dey_29- Nivel 0
- Cantidad de envíos : 25
Fecha de nacimiento : 01/06/1985
Ciudad : Venezuela
Edad : 39
Puntos : 3737
Fecha de inscripción : 30/09/2014
Temas similares
» el bebé que no llega..........
» Carta al bebe que no llega
» Me nace instinto materno y planteamientos que me surgen
» Hacer deporte cuando buscas bebé
» cuando el bebé rechaza un pecho.
» Carta al bebe que no llega
» Me nace instinto materno y planteamientos que me surgen
» Hacer deporte cuando buscas bebé
» cuando el bebé rechaza un pecho.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.