Ya llegan las fiestas!!!!

Quima,

nosotros desde hace un par de años lo llevamos bastante mejor. Cuando yo era peque, el grueso de los regalos nos los traía el Olentzero, el carbonero vasco que trae regalos a los niños, y ya para Reyes llegaban los libros, ropa, paragüas, mochila, etc. En la familia del papá de los bajitos sólo hacen regalos a los niños, y los solían entregar en Nochevieja, que es cuando se reunía la familia materna del papá de los bajitos; en la rama paterna no hacen regalos, aunque sí se reúnen (nos reunimos) para celebrar las fiestas.

Nosotros llevamos un par de años más "tranquilos" con el tema regalos: entre la crisis, que ya los niños "no son novedad" y que en Nochevieja ya no nos reunimos, el número de juguetes es sustancialmente menor, afortunadamente. En casa suelo repartir los regalos entre Olentzero y Reyes, aunque cuando el bajito mayor tenía sólo un año acabamos entregándole su tan ansiada moto a principios del mes de diciembre por aquello de que cuanto antes la disfrutara, eso que se llevaba -y es que por aquel entonces todavía no era muy consciente de lo que suponían las Navidades-, y cada vez intento poner menos regalos porque lo cierto es que al final, por poco que te parezca que pones, acaban por olvidarse hasta de qué han recibido.  

En Nochebuena, mi suegra suele pasar a entregarles uno o dos regalos a cada uno de los bajitos -o vamos a su casa- y me suele dar dinero para que les compre lo que quiera, que yo suelo guardar o bien para su hucha o bien para comprar ropa y zapatos cuando los necesiten. Ya el día de Navidad, juegan la mitad de la mañana con lo que les hayan traído en casa y hacia mediodía vamos a casa de mi madre y reciben sus regalos allí.

Mi hermano les entrega sus regalos cuando viene -que puede ser Navidad, Fin de Año, Reyes o cualquier otro fin de semana antes o después de fiestas-. Mi hermana se niega a comprarles juguetes, consciente del atracón de regalos que suelen tener por estas fechas, aunque sí quiere hacerles algo y ropa o similares no le parece bien, por lo que le sugerí que hiciera alguna salida con el bajito mayor: algo así como un regalo-"experiencia", que no siempre coincide con las fechas navideñas y que el año pasado fue una visita a las salinas de Añana -y este año tengo en mente que podría ser que los lleve al Parque Infantil de Navidad-.

En Reyes juegan con lo que les hayan traído en casa -un único regalo y libros- y después pasamos a casa de mi madre a recoger lo que han dejado allí los Reyes: en teoría, sólo libros pero, en el último momento, mi madre siempre cambia de opinión y acaba por comprarles algún juguete más y hasta DVD de dibujos...  ¡y que viva el consumismo!  

¿Cómo lo llevan los bajitos? El año pasado el peque tenía justo 14 meses por estas fechas y miraba, alucinando, cómo se abría paquete tras paquete. El bajito mayor, en cambio, con sus 4 añazos era plenamente consciente de lo que iba a pasar y esperaba ilusionado, ya desde muchos días antes, el momento de abrir los regalos; eso sí, a cada regalo, el anterior era olvidado y para cuando volvió al cole y contaron qué les habían traído a cada uno, sólo recordaba, de entre todos, uno o dos de ellos de los de Reyes, relegados ya a la cotidianidad los regalos recibidos al principio de las fiestas. Curiosamente, cuando abrieron los regalos, el bajito mayor se dedicó a jugar con los regalos del peque, y el peque, con los del mayor, pero ambos igual de felices...   

Si ya el año pasado en casa limitamos mucho el número de regalos, estas Navidades aún más y voy a tratar, a medida que vayan creciendo, de limitarlos a uno por niño y fecha (Olentzero y Reyes) y además un libro a cada uno y un regalo común para ambos y/o para la familia (dvd, juego de mesa...) -esto en nuestra casa, en el resto, ya me he resignado a que va a ser imposible ponerse de acuerdo-. Y es que ahora que los dos tienen edades un tanto diferentes (aunque ya comparten juegos), el número de juguetes que invaden el salón -y el resto de la casa- es excesivo y nos traen por el camino de la amargura. Antes trataba de rotar juguetes, ahora el día que a mis bajitos se les ocurre, los sacan todos y el salón se convierte en impenetrable "zona de guerra".  En fin, en nada son preadolescentes y espero que los regalos sean menos -aunque fijo que serán más caros- y los "problemas", otros, supongo...

Un abrazo y que disfrutes mucho de las "primeras" fiestas navideñas de tu peque.