4 años ¿crisis?

Mª Carmen,

nosotros llevamos en crisis desde poco después de los 3 años (ahora tiene 5 y estamos en franca mejoría -esto lo digo bajito, por si acaso, que la siguiente crisis está ya acechando  -). A mi pobre bajito mayor se le juntó todo: la llegada del hermanito, los desplantes familiares, esta fase desafiante, la entrada al cole, acoso por parte de un amiguito, aburrimiento en el cole, la consciencia de ser mortal... Y sí, se pasa mal y hay veces en que una se desespera y siente que se le agota la paciencia... pero, al igual que ocurre con las rabietas de los 2 años, no es más que otra fase a pasar. La única receta que nos ha funcionado ha sido la de mantener la calma, ignorar la rabieta -que no al niño-, tratar de ser empáticos pero firmes y convencernos a nosotros mismos de que esto, como todo, también pasará. Por si te sirve de consuelo, yo siempre me digo que la adolescencia será peor y me lo tomo como un entrenamiento.

Hace un par de semanas se tiró en plena calle, enfadado -no recuerdo por qué-, (esto lo ha hecho mucho, aunque llevamos una temporada mejor) un par de metros delante de mí. Vi a un par de señores mayores que lo miraban, perplejos, y después se miraban entre sí; como no es infrecuente que la gente piense que se ha caído, pensé "a ver qué me dicen esta vez": los dos señores se acercaron y  me dijeron que no se había caído, que se había tirado "¡y queriendo, eh! que-rien-do". Sonreí, asentí y les dí las gracias a los dos (buenos observadores).

Con lo de las palabrotas, lo que yo suelo hacer es si me dice algo a mí cuando se enfada, contestarle "¿Eso es lo que piensas de mí? ¡Qué pena!" Normalmente se disculpa inmediatamente y me dice que es broma, a lo que suelo decirle que eso no es ninguna broma, sino algo de muy mal gusto y que hiere a las personas. Alguna vez ha dicho también alguna palabrota en alguna otra situación; yo le digo, muy tranquila, que esas palabras sólo las dicen las personas maleducadas, y le pregunto si él quiere ser un niño maleducado (y no, no quiere   ). De todas maneras, es una batalla perdida si en el entorno las escucha y vosotros también las decís, porque él interiorizará que es normal por aquello de que los niños no hacen lo que se les dice, sino lo que ven hacer.

En cuanto a lo de querer seguir siendo un bebé para que le sigas acompañando en el sueño, yo sigo colechando con mi bajito mayor y con su hermano menor. Alguna vez hemos comentado que un día querrá dormir solo en su habitación y en su cama y él dice que no, que quiere seguir durmiendo con nosotros; yo siempre le digo que, mientras él quiera, seguiremos durmiendo juntos pero que, si algún día quiere, puede dormir solo (en mi opinión aún no está preparado y no es su tiempo, ya llegará).

En fin, que mucho ánimo, grandes dosis de empatía y paciencia y que, cuando estés a punto de desesperarte, recuerdes que no es más que una fase que, como todas, terminará por pasar.

Un fuerte abrazo.

Olvidé comentarte que la edad de tu hijo es la época escatológica por excelencia: caca, pedo, culo, pis... provocan una hilaridad incontenible (a saber por qué). Te dejo un link que lo explica muy bien:

http://www.mamapsicologainfantil.com/2013/06/caca-culo-pedo-pis-4-palabras-que-les.html

Copio un poquito por si más adelante el link deja de estar disponible y le sirve a alguien.


Caca, culo, pedo, pis, 4 palabras que hoy en día (igual que ayer cuando nosotros éramos niños) siguen provocando las mismas risas y carcajadas en nuestros retoños para colmo de todos los papás y mamás. Aunque creo que, como en todo, ellos también han avanzado y ampliado su vocabulario de palabras prohibidas como pene, vulva, tetas ... Y falta que estemos en compañía de alguien como los abuelos, un vecino o cualquier otro desconocido para que las suelten de una en una como recitando un verso de García Lorca o sencillamente a grito "pelao".

"Caca, culo, pedo, pis", "eres una caca", "¡la mama tiene vulva, la mama tiene vulva!" entre otras, son palabras o frases que durante una temporada convivirán con nosotros. Entre los 3 y 5 años ocurren varias cosas que produce que tanto niños como niñas sientan especial interés por determinadas palabras.

•La primera de ellas es la ampliación de su vocabulario, a los tres años se produce en los niños un incremento rápido y progresivo de su vocabulario, cada día aprenden más palabras y su lenguaje se hace mucho más comprensible. El uso del lenguaje es cada vez mayor y lo utilizan para comunicarse con los demás pero también cuando están solo jugando con sus juguetes.
•El segundo motivo que podemos destacar es el gran interés que sienten durante esta etapa por su cuerpo en general y sus genitales en particular,
•y por último, debemos referir la reacción del adulto ante estas palabras. Es decir, nuestros hijos ponen a prueba nuestras reacciones. ¿Qué pasa si digo esto? ¿Mamá se enfadará?¿Me hará más caso? ¿Se reirá conmigo? ...

Cuando nos encontremos en esta situación lo mejor es no hacer demasiado caso al tema, no quiero decir que no debamos educar en el respeto y los buenos modales, evidentemente que sí. Pero en este caso la lucha será infructuosa, cuanto más intentemos evitar que digan "caca, pedo, culo o pis" más ganas tendrán de decirlo!

A esta edad todo lo escatológico les produce una risa espantosa, una diversión propia de este momento vital, donde nuestra mejor aliada será la ignorancia, dejar de darle importancia y dejar pasar sin más, ni caras raras ni prohibiciones constantes. Incluso podemos unirnos a sus risas para que el poder de decir palabras prohibidas deje de surtir efecto.

De todos modos debemos ser conscientes que ésta es una etapa más dentro del desarrollo normal de la infancia por lo que no deberíamos preocuparnos tanto, aunque ciertamente hay momentos que nos pueden poner en un compromiso o sacarnos de quicio.

Además, tal y como he apuntado en párrafos anteriores, es una etapa de gran interés por su cuerpo y el de los demás que puede incluso ir acompañada por un exhibicionismo espontáneo de sus genitales y de una risa generalizada por todo aquello que tiene que ver con caca, culo, pedo, pis. Les causa tanta diversión que incluso algunos se pueden pasar todo el día hablando sólo de pedos y culos o relacionándolo todo con este tema. Otros, según su temperamento, pueden pasar por esta fase de forma más discreta

Un abrazo y mucho ánimo.

Alfonsina escribió:Con respecto a lo de "seguir siendo bebé", creo que reafirma lo que ustedes mismos le están proponiendo: ya eres grande y es hora de dejar ciertos privilegios. Si el crecimiento se plantea como pérdida, es lógico que no lo viva con entusiasmo. Piensa además, que el chupete, el pañal, son artilugios que nosotros les ponemos a los niños y suele ser un poco complicado el querer quitarlos a nuestra conveniencia o imposición social.

Romina, me parece de lo más acertado, completamente de acuerdo. Por cierto, que yo también excluía de las palabrotas a los términos escatológicos.

Con respecto al pañal, iba a poner un post sobre ese tema con información que recabé el otro día en el urólogo (vi la información y la pedí, aunque no era el motivo de la consulta), pero por si te sirve, Mª Carmen, entre los 3 y los 4,5 años, "la mayoría de los niños adquieren la continencia urinaria nocturna y dejan de necesitar pañal para dormir. No mojan la cama." A los 4 años, "el niño controla voluntariamente la vegija, siendo capaz de retrasar la micción y de hacerlo en el momento y lugar adecuado. También es capaz de iniciar y parar el flujo de orina y decidir la evacuación, independientemente del nivel de llenado de la vegija." Y en un cuadro especial, "Si el niño sigue mojando la cama a una edad en la que ya no debería hacerlo -POR ENCIMA DE LOS 5 AÑOS (siento las mayúsculas, lo estoy transcribiendo literal, aunque el urólogo me dijo que ellos consideran enuresis por encima de los 6 años, de hecho en el folleto pone que a los 7 años entre el 6 y el 10% aún sigue mojando la cama)- es el momento de considerar la posible existencia de un problema de control vesical: ENURESIS"

Un abrazo a todas.