Maravillosa Experiencia en el nuevo colegio.

Una barbaridad, había días de cole que tal como íbamos eran durísimos.

Por lo menso ahora fuera de algún mal momento aislado, hay muchas cosas que han pasado a segundo plano. Ya no grita tanto por todo, por ejemplo.

Ahora poco a poco, a ver si el año que viene va mejor en el cole.

Analía también ha mejorado bastante desde que está sin cole.

Eso es una demostración más de que están en un colegio poco adecuado para ellos.

Si el colegio respondiese a sus necesidades, no pasaría eso.

Besitos

Aliera

Contaros que la experiencia en el nuevo colegio de V. está siendo maravillosa, esta ya es la tercera semana y a mi me parece increíble, lo que ha cambiado la vivencia del colegio para ella.

Todos los días va saltando al colegio y super animada, en estas tres semanas no la he visto ni una sola vez preguntar con ansiedad si tenía que voler al cole, entra contenta y sale más contenta todavía, y yo casi no lo creo del todo.

El día antes de empezar, la pobre estaba agobiadísima, todo lo que me decía era que no quería cole, que no iba a saber hacer las cosas y que se iba a aburrir mucho como en el otro cole.

Pero resulta que ese primer día, llegamos al cole, y ya para empezar a la pobre se le abrieron los ojos como platos, porque todos los profes de infantil los estaban esperando disfrazados de magos, brujas, duendes y hadas, casi se le salen los ojos de la órbitas.

Le costó un poquito despedirse, pero entro contenta, y salío alucinada.

El segundo día, preguntó si había cole, pero se levantó y desayunó bastante contenta, solo quería saber si iban a poder ver el patio, porque el primer día fueron solo un ratito, y no salieron claro.

El segundo día, y sin yo haberle dicho nada a la profe, como es nueva este año había un profe esperándola a ella y otra niña, que se las llevó de la mano para adentro, y se fué muy tranquila. Salió encantada, y le comenté a la profe si podría ser que pudiese hablar con ella, más que nada porque conociese ciertas cosas, por si la cria se le alteraba en clase sin motivo, que el año anterior había sido bastante duro.

Me dijo que ningún problema y lo cuadramos para ese mismo Jueves a medio día, ya que yo tenía esa semana libre para que ella hiciese una adaptación mejor.

Le conté muy resumidamente lo que había pasado, y los problemas que habíamos tenido, las pesadillas recurrentes, el terror que pasaba la cria y lo que había estado pasando en el cole por lo que nosotros sabíamos, y que había acabado el curso con ciertas manías, como que no quería pintar (le habían regañado mucho cuando se salía y o no hacía la actividad bien), o se enfadaba y aribillaba el trabajo.

Y bueno, que si le pasaba algo de esto, que por favor hablase con nosotros, para que viéramos la manera de solucionarlo. Ella me dijo que por supuesto, que en cualquier momento que viera algo raro nos iba a llamar inmediatamente, que era muy importante que los niños fueran contentos al cole, sobre todo a esas edades.

De hecho antes de que se lo comentara, ya me preguntó ella si controlábamos mucho que la niña no se manchara, porque se ponía muy nerviosa cuando se manchaba, a lo que le dije que no, que eso me temía que venía de serie con ella, que nunca le había gustado mancharse ni estar sucia, desde que era un bebé. Y me dijo que no me preocupara, que el primer día la pilló desprevenida y le costó un poco convencerla de que no pasaba nada, pero que se fué a lavar las manos con ella y no puso mayor problema.

Otra cosa curiosa, en solo cuatro días de cole, la niña ya pintaba y coloreaba, de hecho me contó que le habían dado un aplauso en clase ese día porque había hecho muy bien el dibujo, y que la habían felicitado y colgado el dibujo. Esta es mi niña, la que no pintaba, la que si pintaba acababa enfadándose y destrozando el dibujo, la que solo utilizaba para pintar el color negro y tonos oscuros en general.

Todavía tengo por ahí montones de dibujos con trazos de ira en colores como negro y rojo, y luego atravesados por encima con un boligrafo.

La profe me dijo, que no me preocupara en absoluto. Que la niña era encantadora y que ella la veía relacionarse bastante bien. Que obviamente unos niños eran más abierto que otros, y que el resto aprenderían a relacioarse allí, que para eso estaba la educación intantil, para enseñarles a relacionarse a resolver sus pequeños conflictos y autonomía en general.

Me preguntó si había algo que nos preocupara especialmente o que la niña manifestara preocupación y le conté que llevaba toda la semana que no me dejaba mandarle un babybel porque tenía miedo de no darlo abierto bien, y que la profe no le iba a ayudar. (Yo le conté que efectivamente la profe del año pasado muchas veces no se los abría y si se le rompía la cascara o no la daba sacado la pobre se quedaba sin comerselo.

Me dijo que eso le parecía desmesurado, que ella también los alentaban a ser autónomos, pero por Dios, que esos quesitos eran complicados de abrir para ellos, que bastante es si medio lo abría sola, que el resto ya le ayudaba ella.

Como yo le meto varias cosas en la mochila y la niña toma poco, me preguntó que le ofrecían primero, y le comenté que le metía bocadillo porque quería que empezara a comerlos pero que por si no había manera la metíamos unas galletas y un zumo, pero que lo que la niña quisiera, que no era de comer mucho a media mañana y que me daba igual si se lo acababa o no, que la cosa es que si tenía hambre se saciara un poco y ya.

Y que respecto a las tareas, que no sabía a que estábamos acostumbrados, pero que ella no pensaba darle excesiva importancia a si se sabían los números y las letras, que todos salían de infantil sabíendolas, que era más importante que aprendieran a relacionarse y a tener una imagen positiva de si mismos.

Estuvimos hablando de que trabajaban por rincones, que fomentaban que tomasen la inciativa y que bueno, que lógicamente se procuraba mantener un orden, pero que los niños se solían sentir cómodos, que lo primordial era que ellos se sientieran bien, que sino dificilmente iban a hacer las actividades.

Os juro que casi me levanto y le doy un beso.

Alucinaba cuando le conté que nos había llegado a decir la profe del año pasado que la niña tenía un problema muy serio de adaptación y que no era normal y estaba por debajo de la media de los demás. Y que ni nosotros ni la pedagoga privada que habíamos pagado estábamos de acuerdo. Que de hecho nos preocupaba, que la niña había empezado el cole ya sabiendo las letras y números y que la única preocupación era que poco más había aprendido en todo el curso, pero que teníamos la impresión de que era porque no se sentía cómoda.

Ella me dijo que posiblemente. Me preguntó cuando y como había aprendido las letras y los números, le conté que en casa sola y con un juguete, que por eso yo sabía que la niña tenía capacidad, pero que ante todo era cabezota y que si no estaba cómoda se negaba a todo.

Respuesta que me dió, que lógico, que si la niña iba con miedo al colegio, la situación de estres que tenía que haber vivido todo el año era tremenda.

Que nos nos preocupáramos en absoluto, que por lo que ella había visto, la niña era encantadora y perfectamente normal, que si no le llego a contar eso, no se habría ni imaginado lo que había pasado la cría.

Que huyeramos de las etiquetas, que ese año iba a ir todo mucho mejor, que la niña se había adaptado estupendamente al ritmo de la clase, y que lo único que ella si nos pedía era que si notábamos el más mínimo sintoma de estress en la niña o alguna situación de entorno que la alterase, que se lo comunicáramos para tenerla más controlada.

Que ella si notaba cualquier cosa que íbamos a ser los primeros en saberlo.

Lo dicho, le hubiera dado un gran abrazo, y desde entonces cada día mi hija va más contenta al cole.

Si vierais su cara cuando descubrió que además en el patio había un parque infantil con arenero, tobogán tunel y casita, estaba alucinada.

El otro día se levantó ella sola de la cama y se presentó en la cocina a meterle prisa a su padre, no fuera que llegaran tarde al cole.

Si, la verdad es que es un gran alivio ver que la niña va contenta al cole.

De hecho una de las cosas que me dijo la profesora fué. "Pues con todo lo que ha pasado, el primer día de cole debías de estar tu más nerviosa que la niña". Y le dije, que no se hacía una idea, que casi me da algo.

De hecho cuando salí del cole se me caían la lagrimas de la tensión.

La pena es que el año que viene cambia de profe, pero bueno, ya conociendo este año a la niña, seguro que no hay problema. Ya solo nos queda superar otro pequeño reto, la jornada de tarde.

Ya os contaré el martes.

Por cierto, me alegro de que te alivie el ver la mejoría. ¿Como va el tuyo este año? ¿Seguiis igual??.

Besitos

Aliera.

Me alegro por V. de verdad, me alegro mucho, es que en infantil sólo deberían ir a pasarlo bien y no a sufrir estrés  

Me alegro muchísimo Aliera!! me alegro de verdad. Me he emocionado según iba leyendo todo lo que has contado. Que un niño vaya contento al cole es un éxito. Es lo propio, vamos!!!

besos!!!

Me alegro muchooooooooooo.

Kaixo,

Me uno a la alegría general. 

Espero que algún día este tipo de relatos no nos sorprendan en plan "Qué maravilla de profesora, qué maja", sino que sea lo habitual ¿no deberían ser así siempre los centros escolares?.

Un besote y enhorabuena por el cambio.

Ojalá que sí, y que en un futuro todas la profes se impliquen de esa manera con los niños, estoy segura de que habría mucho menos fracaso escolar si así fuera.

Y menos mal que ya es un paso que haya centros que empiecen a aplicar este tipo de metodologías, ojalá no tarden en coger ejemplo muchos más.

Desde luego, nosotros, si todo sigue como hasta ahora vamos a estar encantados.

Besitos

Aliera.