¿Los costes de la maternidad?

A mi me pasa que podría haber escrito muchos de los post anteriores ,....casi todos forman parte de mis propias vivencias....

Creo que estamos en consonancia, y creo que tiene mucho que ver la forma de pensar , la forma de sentir y la forma de ver las cosas, que nos lleva a todas a tener esa "maternidad instintiva" que es nuestro nexo de unión y que hace que todas nos encontremos aquí.....

Y parar un poquito y reflexionar sobre nuestra vida viene de maravilla.....

Gracias

mamadezoe escribió:cuidar de mi hija es un placer

Llevo muchos días dándole vueltas a esta frase:"cuidar es un placer". Vueltas y vueltas y más vueltas (sí Verito, mira lo que generas). Vueltas y vueltas y vueltas. Sí. Evidentemente cuidar para mí también es motivo de placer, de felicidad, de complicidad con mis hijos. No en vano he tenido dos y no descarto ampliar la familia.

¿Ahora bien?, ¿es un placer siempre?, ¿es un placer sin "peros"?, ¿es un placer siempre y en todo momento?, ¿cuando se presenta la falta de placer es suficiente con delegar?, ¿siempre es posible delegar?

Dejando al margen lo de la delegación que, siendo realistas, no siempre es posible, yo digo que, siendo una madre feliz y fuerte, no siempre soy capaz de encontrar el placer del cuidado. Sí. Creo que nunca he hecho nada tan a gusto. Pero la maternidad tiene momentos de gran tensión, de gran desgaste, de gran delirio, de profunda conmoción. Y, ojo, no hablo de momentos extremos como lo de Simone, hablo de la vida cotidiana más cotidiana.

En su momento ya hablé del "Perfecto mal día" en https://maternidadinstintiva.activoforo.com/t7933-queda-inaugurado-el-perfecto-mal-dia. Y ahí quise plasmar esos malos momentos que tenemos como madres, que se presentan y se presentarán (al menos con nenes pequeños, desconozco lo que me espera más adelante). Quise fotografiar esos malos tragos, esos llantos reprimidos o no, sacados a la luz o conteniéndose en la almohada.

Claro que es un placer, claro que tiene muchas cosas positivas la maternidad pero, al margen de lo laboral o de la vida en pareja que se suelen pensar como coste de la maternidad, está ese otro lado emocional que a veces se derrumba en medio de la presión del cuidado, en medio de esa hora del baño o de ir a dormir o de cenar, que se complica cuando hay varios hijos y pareces volverte loca literalmente cuando están cansados o agotados o tienen hambre o distintas necesidades (y todo eso forma parte también de la maternidad, no sólo el cuidado tranquilo, reposado y enternecedor). Me refiero, pues, a ese estrés que generan los hijos y que te sitúa al borde. Quien no lo haya vivido nunca me parece que, o bien no ha pasado muchas horas seguidas con su hijo -y no creo que 24 continuadas y un día tras otro, desde luego-, o bien tiene ayuda siempre disponible (pero no sólo del compañero sino otra mano más), o bien es fuerte-fuertísima psicológicamente hablando.

Yo ahora quiero, en este post, volver a reivindicar ese lado gris de la maternidad, ese que nos hace llorar amargamente porque nos suma en las contradicciones más absolutas: no es lo mismo odiar a tu jefe que a tu hijo (aunque sea por unos instantes); no es lo mismo querer desaparecer de una fiesta que querer desaparecer de tu maternidad. De la fiesta te vas a tu casa a llorar pero de tu maternidad no saldrás nunca. Es increíble porque la maternidad siempre parece darte una segunda oportunidad, pero, en contra, es algo de lo que sabes que no te podrás abstraer jamás.

¿Y qué decir de la soledad de la maternidad? Ese gran coste... Se puede paliar pero, ¿es o no un sentimiento frecuente y potente y que nos asalta a menudo? (me alegro sinceramente por quien nunca lo haya vivido).

En "Las horas", maravillosa película, una de sus protagonistas abandona a su hijo y su familia y se va a rehacer su vida. Entonces, que ni por asomo sabía lo que era tener ni desear un hijo, me conmovió mucho. ¿Qué tiene la maternidad?, ¿qué cosas tan brillantes y tan oscuras oculta?

A mí, en realidad, estos aspectos emocionales me parecen el gran coste de la maternidad. Bien. Es una opción, una elección, pero la presión cotidiana del día a día nos hace olvidar, en algunos momentos cumbre, que el cuidado es un placer.

Saborear los placeres de la maternidad es una faceta -única, inigualable- de la misma. Pero en mi opinión el reto está en aguantar la presión y aprender de sus partes no tan brillantes (que a veces se ocultan) y que nos ponen a prueba cotidianamente sin tregua y sin piedad.

Besos!

Nuria, suscribo cada una de tus palabras...

La soledad, esa gran compañera de la maternidad...

Me acuerdo muchas veces de aquella frase que leí una vez en facebook: "quiero dimitir como madre" (seguro que la recuerdas) Me pareció fuerte en su momento pero encierra una gran verdad, algo que yo muchas veces, secretamente, también he pensado.

Cuidar de nuestros hijos es un placer. Pero, quién nos cuida a nosotras??? No siempre tenemos la suerte, como tú bien dices, de tener cerca alguien que nos eche una mano. Y, cuando el cansancio o el sueño apremia, la falta de paciencia es el peor enemigo.

Pues eso, una pena no tenernos de vecinas...

Cuidar de mi hija es un placer, pero.... cuando no hay injerencias externas que se dedican a quejarse y decirme lo mal que lo hago, cuando no tengo una vecina tocándome en las paredes, cuando no hay problemas continuos en el colegio...

Yo he tenido y tengo muchos de esos malos días perfectos, días me gustaría meterme en la cama y desaparecer para todo el mundo incluso de mi.

Nuri: Lo bueno de pensar es que (aún) es gratis y es el mejor ejercicio que nos podemos regalar diariamente, así que, aunque no ejercites tu cuerpo como te gustaría, tu mente está para correr una súper marathon

Bromas aparte, hoy leí tus palabras en el móvil y tuve tiempo de reflexionar antes de llegar al trabajo, desde donde escribo ahora.

Cuidar a nuestros hijos es un placer. ¿Siempre? NO.
En mi humilde opininión no puede ser un placer siempre, porque simplemente el placer "eterno" no existe o al menos yo no lo he encontrado.

Hacer el amor con la persona que amas es un placer. ¿Siempre? NO.

Quién nunca no haya querido que se le acerquen en un determinado momento, se haya hecho la dormida o haya puesto una excusa porque simplemente no le apetecía hacer el amor, que levante la mano porque la quiero conocer (y de paso me cuente el secreto).
Asumimos esto como una realidad, como una verdad, y no nos sentimos mal por decirle que no a la persona que amamos y sin embargo, sí nos sentimos culpables por no querer hacer algo que creemos que nos "corresponde" como madre.

¿Por qué? la verdad no podría dar una respuesta certera porque no la tengo, pero creo que el principal "problema" es que nos vendieron una maternidad en la que la madre corre por el campo con el cabello suelto, sonriente, en libertad, mientras sus hijos sonrientes de dientes blancos corren a su lado, acompañándola, todos inmensamente felices. Mucho sol, mucha luz, como si la maternidad no tuviera sus lados oscuros (que sí los tiene, y muchos).

Me gustó la frase "como madre , dimito" y para ser sincera, muchas veces me he sentido con ganas de buscar en google el Instituto Nacional de Seguridad Maternal, y averiguar los tramites para darme de baja. Abandonar el barco, cerrar la puerta y desaparecer. Y lo acepto. Y lo digo en voz alta, y muchas veces hasta lo grito.

Yo tengo mucha paciencia, muuucha, pero a veces, pequeñas tonterías como demorar en vestirse para ir al cole, hacen que me saquen de quicio, que me vuelva casi literalmente loca, grite, o deje emerger mi niña caprichosa y mimada que no entiende que las cosas no sean como ella quisiera o desearía.
Gracias a Dios siempre vuelvo a ser yo, pero no me arrepiento tampoco de esos arranques de "locura" porque también son parte de mi.

Steve Jobs dijo una vez que el mejor invento de la vida, es la muerte. Y es verdad, saber que hay un final es lo que nos hace disfrutar de lo que tenemos, o nos impulsa a hacer cosas que postergaríamos eternamente si nada nos indicara que el tiempo tiene un límite.

Son los contrastes lo que nos hacen disfrutar, las contradicciones, la variedad, cuidar a nuestros hijos es un placer, porque precisamente tenemos esos, contrastes. Disfrutamos más cuando se "portan bien", porque sabemos como son cuando se "portan mal", apreciamos una buena acción porque sabemos todo lo que tuvo que hacer para llegar hasta allí.

Si nuestros hijos fueran perfectos, no serían seres humanos, serian robots. Y si nosotras fuéramos siempre sonrientes y felices madres, lo único que necesitaríamos es que nos cambiaran las pilas de vez en cuando, porque de seguro no seríamos reales.

Yo creo que el "secreto" de la maternidad feliz, es aceptar que tendremos malos momentos porque son parte de la maternidad, ser indulgentes con nosotras mismas, no sentir culpa nunca, aceptar que cometeremos errores con nuestra mejor intención, que habrá días oscuros y tristes que serán recompensados por momentos superiores de alegría y por sobre todas las cosas, no perder nunca el entusiasmo por mejorar y siendo humildes... aceptar que nosotras también tenemos mucho que aprender.

Un abrazo

Yo creo que ya lo he dicho en varias ocasiones, "jamás me he sentido tan sola como cuando he sido madre", y ahora con dos el caos es ya total, y eso que tengo a mi marido en casa conmigo, que hace muchas tareas, que ayuda y apoya en muchas cosas, a pesar de tener dos niñas tengo la suerte de poder quedarme en la cama hasta las 9:30h o las 10h si lo necesito porque es Manolo el encargado de levantar y llevar a Victoria al cole, se encarga de todo, vestirla, desayuno y ya incluso se atreve hasta peinarla y hacerle las coletas en esos rizos tan complicados

Y a pesar de esa inmensa suerte, de ese descanso que provoca tener junto a mi casi durante las 24h del día al papi que cuida de la casa y de las niñas me siento sola, me siento agotada, hay días que mejor ni me levantaba de la cama porque cuando todo se pone de acuerdo para salir mal es que sale mal y punto, por mucho que yo me esfuerce.

En fin, ese coste físico, ese coste psicológico, ese coste emocional está siempre ahí, yo me puedo ir una noche a cenar con las amigas y por una o dos horas olvidarme de que tengo niñas, pero no puedo ni quiero escapar de eso, cuando llego a casa las niñas se rebelan, me hacen ver cuanto me han echado de menos y hay que compensar ese tiempo perdido.

Costes de la maternidad: salir sin niñas y tener luego que reparar el daño compensándolas con más horas de compañía para recuperar ese tiempo perdido, por tanto, tiempo para mi=cero

Me atrevo a una disgresión práctica en este post tan filosófico:

Sé que por la mañana ha agotado todo su glucógeno de reserva y está hipoglucémica, por lo que hasta que empiece a desayunar estará de mal humor...¡pero es que no hay manera de que empiece a comer y me desespera!

Almu, te cuento un "truco" al que recurro cuando tengo que levantar más temprano al Bruno -tengo la suerte de que no es todos los días-. Con su edad hace rato que toma la leche en taza, pero cuando está cansado, lo despierto con una leche tibia en un vasito con pico, lo brazo entre un improvisado sofá de almohadas, y le ofrezco la "leche de bebecito". Con sueño, de otro desayuno no habría forma, y una vez despabilado con el vaso de leche se le abre el apetito para algo más también. En el peor de los casos, al menos consumió un vaso de leche y puede ir comiendo galletas o fruta en el coche. Apunto que sólo una vez no funcionó, porque fue tan confortable que se volvió a dormir

Un abrazo!

PD: Prometo volver a filosofar.

Lo bueno de pensar es que (aún) es gratis

jja, la gran sonrisa que me has hecho sacar. Y, también, la gran patada que es para algunos: nos harán pagar por nuestra educación o nos la malvenderán, pondrán poner precio a nuestra casa, a nuestra sanidad a nuestros bienes materiales, pero nunca nos impondrán dejar de pensar... aunque en sí, la realidad es mucho más compleja y hay tienen elementos manipuladores de sobra para hacerlo... Pero ¡esto no es de este post! jjj

En realidad, estos nuevos elementos de la discusión que nos han surgido me llevan a la pregunta, la gran pregunta, sí, Romina, esta sí que es filosófica: ¿por qué nos convertimos en madres/padres?

Y el trailer de la peli que puso Ximena me parece muy acertado. Somos jóvenes, nos enamoramos, nos decidimos por una pareja y apostamos por ella y... decidimos ser padres. Todo ello en un estado de felicidad bastante razonable. Y nos embarcamos en la historia de la maternidad. Y no creo que todo sea porque "nos lo venden bonito". Tiene que haber algo más. ¿El instinto?, ¿el mamífero que llevamos dentro y nos incita a la procreación y a la familia?, ¿por qué fundamos una familia?, ¿por seguridad, por amor, por estabilidad?, ¿es una cuestión de imitación del modelo social más extendido?

Y, es más, tenemos un hijo, conocemos sus mieles, pero también sufrimos la destronación de mitos, la soledad, el cambio de tercio más absoluto y radical que ha pasado en tu vida; conocemos sus desmanes, sus esfuerzos, sus locuras; nos medio paraliza (aunque en esto hay variedad) la vida sexual, nos cambia las prioridades, nos paraliza planes y nos trae otros imprevistos, pone nuestra vida boca abajo vamos pero, sin embargo ¡repetimos!

¿Qué tiene la maternidad?, ¿qué tiene la familia?, ¿qué tipo de lazos emocionales tan fuertes nos aferra a ella?, ¿por qué, a pesar de los costes (o llamémosle como queramos) nos morimos por volver a tener un bebé en brazos?

No tengo respuesta. El corazón es muy potente imagino.

Besos!

Pues yo desde pequeña hasta hace unos 6 años era tipo Gárgamel... No llegaba a odiar a esos abominables pitufos azules, pero la verdad es que no despertaban en mí ni siquiera curiosidad!

Luego conocí a mi pareja, las cosas funcionaron muy bien entre nosotros y... Le pedí yo tener un bebé!!! Casi le da un patatús, por lo inesperado claro, a él le encantan los críos.

La razón?
Pues yo creo que es el instinto.
Recordando el anuncio de las cucarachas: Nacen, crecen, se reproducen y mueren.
Somos cucarachas? No, claro, pero como especie tenemos grabado el instinto de perpetuarnos.
Por qué no lo hacemos todos? La verdad es que conozco pocas mujeres que pasados los 35 años no tengan el deseo de ser madres y curiosamente sí conozco muchos hombres de esta edad que no lo desean.
El reloj biológico no es el mismo para ellos que para nosotras. Así que todo me hace sospechar que hay una cuestión de programación genética.

Y hablando esto con mi chico, cambié un poco mi opinión...
Yo decía que la maternidad es puro egoísmo, porque nadie en su sano juicio traería un niño a este mundo, pensaba que lo lógico era adoptar y equilibrar así un poco las cosas.
Pero él decía que no se trata de egoísmo ni de generosidad, que es una cuestión primaria, instintiva... (Bueno, esto hablando de embarazos deseados claro).

Hablando del lado oscuro, yo estoy viendo un poco "la luz" con mi hija mayor (casi cinco años). Sigue necesitándome claro, pero más para compartir momentos que para cuidarla.
Por eso estoy segura de que la maternidad cambia, supongo que las nuevas etapas tendrán también su lado oscuro, pero éste en el que físicamente estás agotada y casi te vuelves invisible os aseguro que no es eterno.

En fin, muy interesante leeros... Voy a ver si esta enana "me suelta" y me permite ducharme, que ya va siendo hora!

Besos a todas.
Pd. Almu, entiendo lo que cuentas del despertar de Inés.
Las 7! Es muy pronto, no? Es normal que esté cansada.
A mí ya me cuesta levantarla a las ocho...
He negociado la toma matinal de Inés y con el entusiasmo de la Navidad, le he comprado un calendario de esos de chocolate. Cuando la levanto me meto en su cama diez minutos con el iPad para ver dos capítulos de Pepa Pig mientras se come su chocolatina. Luego se levanta de buen humor, se ha empezado a vestir sola y consigo que desayune una fruta. La leche no le gusta nada.
No sé si ñe estaré creando una adicción al dulce, yo ya no aguantaba más tanto tándem. No sé cuánto nos durará, pero de momento funciona! Compartimos mimos, cine y dulce al llevarnos!

Nuria este post me ha hecho pensar tanto .... tantísimo !!

Hace días desde que lo leí me dan vueltas ideas y mas ideas.

Cris escribió:"jamás me he sentido tan sola como cuando he sido madre"

Vaya... siento exactamente lo mismo. Y este sentimiento es uno de los que me da vuelta. El fin de semana me fui a lo de mi madre aprovechando que mi marido tenia trabajo en esa zona y estuve sola (con Constantino) mucho tiempo y realmente me sentí solaaaaa.. pero esa soledad que no esta buena. Mi madre no estaba se había ido a la playa a descansar (plan que tenia desde hacia días, no es que se fue y me dejo sola), mi hermano que vive pegado se fue a lo de sus suegros a respirar aire puro y lejos del calor urbano, mis amigas estaban en otras actividades y casi ni las vi.

Y vaya si extrañe tener una tribu!!! Usualmente me gusta estar a solas con mi hijo porque lo disfruto mucho y me apaño bastante bien ademas de que es un niño relativamente tranquilo. Pero este fin de semana pasado me sentí sola, por momentos desbordada.

Supongo que mi niña interior esta precisando mimos y lucha por salir al exterior.

También sentí la falta de un circulo de crianza, mujeres que como yo se comprometan con sus hijos y hablemos un mismo lenguaje. Mas allá de existir MI tener contacto con madres de carne y hueso es útil. Pero aquí en mi país esto de los grupos de crianza no existe prácticamente.

Odisea escribió:¿por qué nos convertimos en madres/padres?

Cuando estaba esperando el positivo muchas veces a lo largo de los dos años pensé en esto. Por qué quiero ser madre?

Una vez alguien me dijo me ilusiona saber que mi vida se prolongara en mi hij@, quiero tener colgados de la nevera los dibujos que me hagan mis hijos (el típico mamá, papá y yo).

Y muchas mas pero nunca he encontrado una respuesta lo suficientemente fuerte como para dar ese paso. Supongo que no la hay o al menos hay tantas como personas deseosas de ser padres.

Siempre pensé que es el instinto lo que nos mueve a ser padres.. vamos puro reloj biológico y preservación de la especie.

Yolanda escribió:Así que todo me hace sospechar que hay una cuestión de programación genética.

Estoy contigo pura programación genética.

Leí un libro (no recuerdo el nombre upss...) que hablaba de si existe realmente estas ganas locas, viscerales por ser madre o si es una imposición social. Pues llegas a determinada edad y si no tienes un hijo te miran raro. Ya sabemos la historia, y para cuando te toca? se te va a pasar el arroz, que tu prima con tu edad ya tenia 3 hijos, que quiero ser abuelo, etc.

Volviendo a lo del instinto creo que es también por un poco de egoísmo, mas bien creo que hay mucho de egoísmo.

Mi decisión de ser madre fue como la de muchas, hasta los 30 no tenia nada de ganas ni me lo planteaba (y ya estaba con Alfredo) pero un día comencé a sentir las ganas. No se, me quería ver embarazada!! Alfredo no estaba para nada convencido, necesitaba pensarlo mucho mas, reflexionar al respecto.

Y mientras tanto yo iba madurando la idea hasta que a ambos nos vinieron unas ganas locas de ser padres.

Mis costes de la maternidad van variando día a día, depende de mi estado anímico y del cansancio que venga arrastrando.

Estos días vengo sufriendo el cansancio y si tengo que hablar de un coste pues el no poder dormir a pata suelta me mata!! Hay veces que deseo tener la cama para mi solita!!

Pero hubiera sido madre si me hubieran contando esta parte de la película?

Sí, sin lugar a dudas es el cansancio mas bonito jaja.. andar con las sabanas pegadas al cuerpo, ver la cama y desearla!! Ahora no se si repetiría la historia, en este momento no me veo con dos niños ni ahí!! Si me gustaría pero es un amor platónico el que tengo ahora con un posible segundo.

Lo que peor llevo es el cansancio. Ahora Constantino duerme su siesta y yo por supuesto tengo miles de cosas que hacer (el almuerzo, ordenar la casa minimamente, dormir con él) pero el cuerpo no me deja y aquí estoy mis energías solo me permiten teclear.

Bueno a ver si me pongo las pilas ...

Me olvidaba el otro día me encontré con esto:

http://nuestromundodepadres.blogspot.com.es/2012/12/algun-dia-volvere-ser-la-misma-ahora.html

Yulamay, qué bonito el link que has dejado....

Gracias!!!

Yulamay , me gustó mucho el enlace que pusiste, en especial estas partes:
“- No puedes ser la misma que antes, ahora tienes un bebé y eso ha cambiado tu vida para siempre. Podrás vivir en otro país, en otra casa, tener otro trabajo, otra pareja, pero tu hijo siempre será tu hijo. Y por tanto, nunca volverás a ser la misma, serás mejor, mucho mejor que antes. “
Una conocida que no tiene hijos, (ni va a tenerlos, porque no puede), un día opinó sobre que “ al esposo no hay que descuidarlo por los hijos, ya que los hijos se irán ”, precisamente yo le dije ,” los hijos siempre serán nuestros hijos aunque hagan sus vidas, al igual que nosotros siempre seremos hijos de nuestros padres, (especialmente si nos sabemos amados de nuestros progenitores, y nos criaron siendo personas agradecidos). Claro esto lo sé ahora que soy madre.
Y
“Ahora, aunque no lo creas, eres mejor que antes de ser mamá. Eres más valiente, más fuerte, más decidida, más segura de tí misma, más capaz, más mujer y mejor persona...¡Míralo así! Después de todo esto, ¿realmente quieres volver a ser la misma?”
Añadiría en mi caso, más , más paciente y cariñosa, con los niños y las personas en general.

Y algo que agregar al tema, de costos de la maternidad, desde la perspectiva de una madre que trabaja y deja a su hijo de lunes a viernes 12 y media diarias, con una niñera.
Diría que un coste importante es la preocupación diaria sobre el cuido de mi niño, de cómo se sentirá él, si me estará extrañando, (tiene dos años, y los cuidan desde los cinco meses, pero aún llora cuando lo dejo todos los días), si lo alimentan bien, si el perro de la niñera le hizo algún daño, (ya lo mordió una vez, y tuve que callarme porque no tengo otra niñera), cuando se ha enfermadado y lo he tenido que dejar.
Por lo menos para mí, este es un gran coste emocional, antes no lo tenía, no me preocupaba desde esta perspectiva por ninguna otra persona.

Yo quería ser madre por el amor. Queríe conocer esa clase de amor puro e incondicional.

Pero si algo he aprendido es que puedes querer mucho a tus hijos, pero ellos te quieren infinitamente mas a ti (al menos en estos primeros años), su vida depende de ti, quieren estar todo el tiempo contigo. DAndome cuenta de esto yo intento merecerme su amor también.

Me ha encantado leeros y lo necesitaba; ademas hoy me ha cogido mas tranquila y relajada, mi pequeño ha hecho un año ahora y me puede el yo maternal pero llevo unos dias quejandome un poco porque estoy agotadisima, trabajo por las mañanas y veo como mis compañeras van a las rebajas: cambian de ropa, yo no tento tiempo y sigo con la ropa de antes del embarazo: nada nuevo pero aun asi como me visto practicamente a oscuras para no despertar al pequeño como que paso de todo de que me pongo o como voy : el otro dia no me fije y llevaba el jersey todo lleno de papilla: jajaj si estoy hecha una descuidada pero soy feliz y la sonrisa no me falta cada dia aunque no duerma: no hecho siesta y no se que es dormir mas de 2 horas seguidas, pero mi sonrisa hay esta porque estoy feliz y llego al trabajo todos los dias contenta y con ganas de terminar mi jornada para llegar corriendo a casa a ver a mi niño y "liberar a los abuelos" ( mis padres que le cuidan por la mañana) no salgo ni a tomarme algo con mis compis porque lo que quiero es ver a mi hijo y no perderme nada de sus nuevos descubrimientos. Tengo la espalda hecha polvo, mi marido al que tengo abandonado me regalo un masaje de espalda y spa que por fin disfrute este viernes pasado reconozco que me ha venido fenomenal para relajarme eso si me fui porque deje al peque dormido y sabia que 2 o 3 horitas me aguantaba dormido... El otro dia pensaba que tenia ganas de escaparme al cine con mi marido una par de horitas en sesion de la siesta del peque pero finalmente buscamos un taller de musica para disfrutar con el enano: estos momento o los vivimos ahora con el o los perdemos , la sesion del cine puede venir de despues. De momento mi yo maternal esta fuerte, pero hay momento que sale el yo no maternal en plan no me ocupo nada de mi.. cuando esto muy muy agotada, me pasa como le pasaba a desi pero se queda tan frio el desayuno y la comida que al final ni como : y sigo con la teta a veces pienso que tengo que cuidar mucho mi alimentacion precisamente por eso pero mi hijo esta sano y feliz y yo tambien. No renuncio a esto por nada del mundo.

Todas esas sensaciones la he vivido durante los ultimos siete años de mi vida, comenzaron cuando nacio mi hija. Yo he tenido que renunciar, posponer, abandonar todo por ella. Sin embargo creo que de alguna manera me ha ayudado a ser mejor persona y sobretodo a aprender a priorizar y conciliar. Algunas del foro saben que soy licenciada en Derecho, mi meta era ser abogada, profesión complatamente incompatible con la maternidad por lo menos en España es asi. He tenido que cambiar de planes para poder pasar tiempo con mi hija y trabajar a la vez, todo por ella.

Ahora en este momento he vuelto a re-descubrirme como persona, esa otra persona que hay en mi más alla del Yo Mama, he vuelto a poner las cosas en orden, he perdido el miedo, me he vuelto mucho más segura. He re-descubierto mis motivaciones: la pintura, la música, la lectura, el placer de las pequeñas cosas. He sacado tiempo para mi sin descuidar a la peque, prescindiendo de todo lo que nos consume el tiempo, aquello que no es necesario. Disfruto del paseo hasta el colegio, charlamos animadamente de sus inquietudes, de sus preocupaciones, sus alegrias y tristezas. Eso me satisface y me llena. Me he dado cuenta que ambas fasetas son compatibles, cosa que antes parecia impensable, era todo muy caótico porque no tenia ni estabilidad laboral ni emocional, estaba frustrada. Ahora soy feliz y eso ella lo nota.

Son renuncias o pequeñas inversiones que en el futuro se convierten en ganancias. No se si será que ya casi tengo 35 años, me siento muy bien, incluso hasta creo que esa seguridad se nota y los demás se comportan de otra manera conmigo.

Siento que creci a la vez que lo hace mi hija. ¡Soy feliz!

He estado viendo la serie " La maternidad segun Roxi", ya que no puedo dormir, intento divertirme. Casi podria afirmar lo mismo que la protagonista en algunas ocasiones. ¡El 4º capitulo es buenisimo!

Kaixo,

Muy interesante el post, llevo leyéndolo y reflexionando desde que empezó. Y cuando saco un ratito para escribir, ya hay nuevas aportaciones y vuelvo a leer y a reflexionar y...

En fin, no quiero quedarme sin participar. En parte porque creo que mis yos van por otro lado. Yo me considero una madre instintiva, que cría desde el apego, pero no he renunciado a todo por mi hija.

He adaptado cosas. Sigo trabajando (bueno, ahora estoy de ERE, pero eso va de la mano de la crisis y no del tener hijos), sigo estudiando, sigo teniendo el tipo de ocio que me gusta.

Con el trabajo, ha cambiado que he aprendido a aprovechar mejor las horas de oficina para no retrasar mis salidas. Ahora mi tiempo tiene más valor que antes, más valor que la entrega de un informe, que el llegar a todo. Nos hemos vuelto más organizados y más pendientes de nuestras agendas. A nivel de pareja nos ha servido para ser más conscientes de dónde anda cada uno en cada momento, que hasta nacer nuestra hija siempre hemos sido muy independientes.

Con la formación, he adaptado mis horas de estudio a las siestas, a turnarme con mi pareja quien se tira en la alfombra a hacer castillos de bloques, a incluir a mi peque en el estudio dándole hojas para que dibuje mientras yo redacto. Mi ritmo va algo más lento... pero va.

Con el ocio, lo hago con el horario y las capacidades de mi peque. Sigo yendo a conciertos, acústicos (la peque disfrutó como una loca de la presentación del último disco de Barricada) o al aire libre para mantener distancia y no tener los altavoces pegados (nos vienen genial las fiestas de las ikastolas que tienen un horario estupendo, grupos que nos gustan y espacio suficiente). Podemos ir a exposiciones, hablando con ella, jugando para que no se aburra. Podemos ir al monte (mis expectativas montañeras las bajo de montaña a senderismo suave mi actual pareja antes de tener hijos... así que la peque sólo ha matizado el asegurar que el clima sea el adecuado sin arriesgarnos a chaparrones).

Vamos que como decía RosaMa, sólo hemos hecho adaptaciones de nuestra vida, pero sin cambiarla tan radicalmente como para hablar de costes. La mujer de un amigo me preguntaba cuando la peque era un bebé si la vida cambiaba tan radicalmente como decían al tener un hijo. Yo me paré a pensarlo y mi respuesta fue que no, no más que otras cosas. Creo que mi vida la han cambiado más las parejas que he tenido, la edad, la hipoteca, la crisis,...

La pareja, la intimidad de la pareja mejor dicho cambia... sí, claro. También cambia de cuando no tenemos pareja a cuando la tenemos y no se debate tanto sobre ello. Me encantó una reflexión de CG sobre el tema de cómo se defiende ahora el que la pareja tenga momentos para ella y deje a los peques con la abuela para irse de cena romántica, y no coleche para tener intimidad en la cama. CG decía que cuando empieza su vida en pareja, nadie le dice que salga de vez en cuando a ligar por ahí, para mantener vivo su yo-sin-pareja.

Mi vida de pareja cambia, porque ya no somos una pareja, somos un trío... y ahora hay ratos que son sólo míos, ratos que son sólo de mi peque (y nosotros los disfrutamos espiándola, como decía Bicanico), ratos que son sólo de mi pareja, ratos de la peque conmigo, ratos de la peque con su aita, ratos de pareja y ratos de trío. Pero sigue habiendo todos los ratos.

Bueno, creo que el post ya es muy largo. Así que en otro de "mis ratos" sigo para hablar de que creo que a veces confundimos entre lo que es ser madre y ser ama de casa, y sobre el espacio que en ambos espacios les dejamos/cogen los padres.