Sara se desvela por las noches

Blanca,
Sin leer todo el post y sin leer esa pedazo de respuesta tan larga (lo siento, voy escasa de tiempo ) y sin siquiera volver a leer la respuesta que te ofrecí el otro día, te voy a dar una respuesta alternativa para tus problemas de sueño con Sara. Te advierto que puede que no te vaya a gustar y me baso en mi propia experiencia y carácter, osea que puede que a tí no te sirva de nada de nada

Para los despertares de los nenes a mí sólo me funcionan dos cosas:
1) Colechar.
2) Pasarle el testigo a papá. Esto último no siempre funciona, claro. Con Simone, sí. Con Ulises me ha funcionado intermitentemente. Ahora estamos en el periodo de ¡papá nooooooooooooooooooooooooooooo!! Aun en el caso de que admita papá, no quiero decir que el nene (en este caso Sara) no se vaya a despertar, sino que tú dormirás mejor jjj

Pero firmemente creo que no hay soluciones mágicas para los despertares, sean más o menos tranquilos o bestias. Los de Simone son más tranquilitos pero si duerme sola son y muchos. Los de Sara, para tu desgracia, son más moviditos a juzgar por los chillos (también es más mayor). Por ejemplo destetar es una solución que muchas veces se propone. Pero mis hijos están destetados y se siguen despertando, incluso Ulises con 3 años. Alguna noche puede dormir de tirón, pero lo normal es que se siga despertado dos ó tres veces. Eso sí, el despertar es mucho más "light".

Te quiero decir que si no hay solución mágica, ¿por qué no adaptarse a los despertares? Osea, asumirlos. Sí, asumirlos como parte de su propio desarrollo, al igual que asumimos las rabietas o las pocas ganas de comer de algunos (no en tu caso, claro). Asumirlo quiere decir no desesperarse, no contar el número de despertares, no calibrar los decibelios de los lloros y gritos (desde luego, pasar de los vecinos olímpicamente). Asumirlo quiere decir no contar el número de horas que dormimos, el número de veces que nos hemos levantado de la cama (en el caso de que no coleches). Y tienes (tenemos) algo muuuuuy a nuestro favor. Saber que es una etapa que pasa, que el viaje puede ser desesperante para aquellos que lo alargan dependiendo tanto del carácter del nene como de nuestra propia actitud ante esto. Si lo vemos como un problema estamos jod****. Pero sí, pasa. Estoy segura de que pasa. Vivamos con tranquilidad este periodo pues. Nuestra amiga Verito una vez me dijo que a la mañana de una mala noche no nos centremos en ¡uy, qué mala noche, qué pocas horas he dormido! Ese tipo de pensamientos nos carga, nos machaca, nos deprime, nos angustia y no hace sino aumentar el cansancio. Yo siempre lo he practicado (recuerda que escribí la tesis de noche) y los resultados son magníficos. Una se tiene que levantar de la cama de un salto, con alegría y sin pensar en las horas que hemos dormido o en la calidad del sueño (y ya sabes que yo dormía tres o cuatro horas y ahora duermo una media de cuatro, aunque luego cae una siestecita que tú probablemente no tengas la oportunidad de echar -pero probablemente duermas más que yo por la noche-)

Me puedes mandar al carajo Blanca pero te puedo prometer que es el mejor consejo que te puedo ofrecer.

Besos!

PD: He escrito esto sin haber leído tampoco tu última actualización, pero creo que pega, ahora que la he leído. Cariños!