Iniciando cambios a la hora de dormir

Hola guapísima, sólo dispongo de dos minutitos, pero por algún lugar del foro (no sé si el de que somos mujeres además de madres o dónde fue) estuve explicando cómo hemos hecho que las peques pasen de dormirse a las 22.30-23.00, con algún despertar ocasional, con compañía, etc. a que a las 22.00 se duerman, solas pero seguras (van recibiendo una visita cada 5-10 minutos, aunque a veces, como ayer, a la primera las encontramos dormidas) y lo hagan del tirón hasta las 8.00.

Es lo que yo he llamado el Método Eva, porque es ella la que lo ha llevado a cabo , la que me ha ayudado en el poquitín de destete que le quedaba a Alexia, ha logrado que concilien el sueño tranquilas, que duerman una hora o una hora y media más cada día, que yo no acabe nerviosa, agobiada o metida en una cama de 90 cm. de ancho con dos niñas hasta que se durmieran.

Ya iremos hablando, dándote consejos y echándote una mano para que con Bruno las cosas mejoren, gane en autonomía, pero sintiéndose seguro y acompañado. Un besazo.

Hola, ya estoy de nuevo por aquí.

La forma de dormir de Bruno últimamente era en nuestra cama, con compañía de papá y mamá, y lo pasaba una vez dormido. Algunas tardaba mucho en dormirse y me dormía yo también, otras me ponía de un pésimo humor ese tiempo que vivía como "perdido", y muchas veces lo hemos pagado con reacciones muy malas de mi parte.

Llega un momento, cuando el peque tiene cierta edad, o cuando llevamos ya una temporada muy larga con esa implicación y dedicación de tiempo y esfuerzo y comenzamos a acabar hartas, que es el momento de iniciar el cambio.

A veces es mejor una madre que dedique 15 ó 30 minutos menos de tiempo pero que esté de mejor humor y más cariñosa que una madre que esté a tiempo exclusivo y acabe perdiendo los nervios, gritando o diciendo algo que en realidad no siente (o que si lo siente en ese momento, es mejor no verbalizarlo en voz alta). Es bueno aprender a delegar en la pareja y comenzar a buscar ratitos para nosotras mismas.

Y sí, Romina, lo cierto es que acabamos viviendo ese momento como perdido. Es frustrante estar 45 minutos sentada o acostada o dando teta o cantando una nana o lo que sea al lado de tu hijo, que por fin se duerma, que parezca que tiene el sueño profundo...y que cuando por fin te levantas, no pasen ni 10 minutos (a veces ni 1) y de pronto se vuelvan a despertar y reclamarte. O, incluso, aunque no lo hagan, tienes la sensación de que es demasiado tiempo, acabas agobiada, tensa y con sentimientos encontrados.

Él me insiste en que me acueste a su lado pero le digo que prefiero acompañarlo sentada -para mí es más cómodo, sé que no me dormiré allí y me asegura algo de independencia una vez que él se duerme-. El desafío es lograr que le pierda el miedo a su habitación. Se ve que como las pesadillas que mas recuerda lo han sorprendido allí, no la siente como un lugar seguro. Ayer me decía que me acostara a su lado porque "así me protege todo". Y aunque se resiste un poco, no ha llorado y aprovechando que está cansado, es fácil que se duerma. En el despertar que tuvo fue fácil repetir lo mismo, sentarme a su lado y volvió a dormise casi de inmediato.

Me parece buena manera de empezar. Hay que conseguir que comience a ver la habitación como un sitio seguro y confortable. Dale un toque de luz tenue (una lámpara "testigo"), quita aquellos elementos que le puedan asustar, hazle compañía hasta que se relaje y luego dile "Bruno, cariño, me voy a tomar un vasito de leche" y te ausentas 3 minutitos.

Más tarde, vuelve a "escaparte" diciendo que vas al baño y a decirle dos cositas a papá...y tardas 5 minutitos...Siempre antes de irte dale un besito, dile que le quieres mucho y por supuesto si te llama antes de lo que piensas volver, porque quiere algo, acude. No pretendemos estivillizar a ningún peque Ni de lejos. Sólo es cuestión de ir consiguiendo que poquito a poquito se vaya acostumbrando a estar un ratito más solo, a no necesitarte tooodo el tiempo, a que esto lo haga sintiéndose tranquilo.

Con el transcurrir de los días, hay que ir probando a espaciar las visitas y reducir la estancia, en función de los avances que veas en él, felicitándole por sus logros, por su madurez...

Mira, nosotras a las 9.30 de la noche subimos a las peques a la habitación, se la templamos con el radiadorcito, las arropamos con la mantita, les damos un besito, hablamos dos minutitos con ellas y les decimos que nos venimos abajo y en un rato sube Eva. ¿Por qué ella y yo no? Hoy se lo explicaba a Yaiza: si subo yo, se desvelan más, en especial Alexia. Si saben que va a subir Eva, se relajan antes. Y eso, ella sube al cabo de un rato, si siguen despiertas les pregunta si están bien de temperatura, si quieren agüita, las tapa, les hace dos mimitos y vuelve a bajar. E intenta tardar un rato más que antes. Si siempre es el mismo tiempo, parece que están pendientes de cuando subes y se mantienen despiertas.

Sería buena idea que en poquitos días Papá se involucre en esas compañías nocturnas y le diga "mamá está trabajando".

Ando medio adormiscada, que es tarde, no sé si me he explicado muy bien, ya nos irás contando cómo te va...Un abrazo y muchos besos.

Laura, me parece genial lo que estás haciendo, es adecuado a su edad, divertido, le relaja, le ayuda a no tener miedo y ver todo como un juego...

Lo que dice Nuria (gaia) de dejarles despiertitos en la habitación, decir que vamos a hacer algo y que si quieren algo, que llamen, es lo que más o menos empezamos a hacer aquí. Estuvimos aprovechando el hecho de que yo anduve enferma, con esto de los dolores en la fosa ilíaca derecha, la distensión abdominal, etc. para que Eva comenzara a hacerse cargo del momento de llevarlas a la cama. Ellas ya iban necesitando una segunda figura para esos momentos, porque durante años siempre he sido yo la que se ha encargado de esto.

Eva fue la que me dijo "no pasa porque estén despiertas en la cama, no hace falta que estés todo el rato junto a ellas" porque me veía tumbada en la cama con Alexia hasta que se dormía del todo y luego haciendo mimitos a Yaiza o dándole la mano hasta que se quedaba casi dormida. O sentada en el frío suelo o arrodillada delante de la cama. Me recordaba que la puerta estaba abierta, que tenían la lucecita anti-miedos, me decía que con 6 y 10 años ya iba siendo hora de que comenzaran a dormirse solas y ser capaces de estar en la habitación sin que fuera siempre acompañadas.

Y, como ayer conté, se van haciendo visitas periódicas hasta que se duermen, pero cada vez caen groguis antes, muchas veces a los 10-15 minutos de tumbarse ambas duermen plácidamente. ¡Y 10 horas del tirón! (que conste que no duermen más porque a las 8 como muy tarde las despierto para ir al cole, sino dormirían más). Yo creo que esta casa da sueño, jajaja, porque Eva antes dormía 3 horas, yo dormía unas 5 y ahora que estamos aquí,el día que no pasamos de 7 horas estamos fatal Y ha habido días que hemos estado solas y nos hemos despertado tras nueve horas y media durmiendo

Otra cosa que me he dado cuenta es que hay que buscar el momento idóneo para acostar a los niños. Yo antes prefería que se acostaran medio adormiscadas, para que no les costara tanto dormirse en la cama. Pero eso implicaba un mal hábito: estaban tumbadas en el sofá, tapaditas con una manta, viendo el Clan o el Disney Channel, hasta las 22.30 o más. A veces se quedaban ahí dormiditas, pero otras veces andaban super desveladas, riéndose de lo que veían en la tele, cantando, etc. Y cuando se acostaban, Alexia se dormía en 5 minutos (porque aún le daba teta y la succión la dejaba KO) pero a Yaiza le costaba, comenzaba a mostrarse inquieta, a manifestar miedos...

Romina, implica al papi, dile que si habéis quedado en que Bruno duerma en su habitación, no lo invite a ir a la vuestra. Que le haga un poco de compañía mientras tú trabajas, pero evitando desvelarlo, sólo dándole un rato la manita o acariciándole el cabello...Preguntadle, además, al niño que es lo que no le gusta de su habitación, qué le da miedo, por si podéis hacer alguna reforma decorativa. Mirad si podéis comprarle (si es que no tiene) una cortina, un edredón, sábanas, etc. con su personaje de dibujos favorito.

Vete contándonos los progresos. Un besazo.

Alfonsina escribió:Sé que todavía le tiene miedo a su habitación, es un trance a superar y no tengo claro en qué momento lo adquirió. Ya hubo una temporada en que yo me acostaba con él para que se durmiera, y lo asustaban mucho los ronquidos del papá que se oían del otro lado. es extraño que no le asustaran cuando lo tiene al lado, aunque así sabe claramente de dónde vienen. También, como decía antes, intuyo que el hecho de que las pesadillas lo hayan sorprendido casi siempre en su habitación, puede que haga que la relacione con cosas tenebrosas. Hoy mientras ibamos me dice, "dame la linterna para ver si hay animales". Así que por ahora no funciona lo que comentas, Blanca, de que con la compañía basta. Demuestra temor aún a mi lado, si está en su habitación. yo trato de transmitirle seguridad pero es una situación que le da miedo.

Romina, sobre los 3-4 años los peques suelen desarrollar muchos miedos y uno típico suele ser a la oscuridad. A mi bajito mayor le pasa y sigue durmiendo con nosotros, pero ahora cuando se duerme y se queda solo pide una luz; a veces, incluso pide luz cuando estoy aún con él. Por si te sirven, te dejo un par de enlaces:


http://www.psicologoinfantil.com/trasotros.htm

Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que, al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas. De forma general, se puede señalar que:

- en los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e inesperados.

- alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos,...

- hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas. En estos primeros meses, sólo la presencia de la madre calmará la angustia desencadenada.

- alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a los animales, a elementos de la naturaleza (truenos,...),...

- hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...)

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco sobreproteger al niño cuando aparezca el miedo, pues ello le llevaría a pensar que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Lo más conveniente es:

- hablar con el niño

- concretar su miedo

- enseñarle a dar el valor real que éste puede tener

- así como maneras de disminuir su ansiedad cuando esté próxima la situación desencadenante.


http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=80

Miedo a la oscuridad

Uno de cada tres niños tiene miedo de la oscuridad. Desaparece alrededor de los 9 años. El miedo a la oscuridad muchas veces se asocia a las pesadillas que tienen lugar durante la noche, y que son de contenido desagradable o amenazador para el niño: alguien lo persigue y está solo sin saber qué hacer, corre pero no lo suficientemente deprisa, se cae por un precipicio, etc. Las pesadillas acostumbran a aparecer entre los 3 y los 6 años. La mayoría de los niños supera el miedo a la oscuridad, pero en algunos casos persiste durante largo tiempo. Durante esta edad es importante potenciar a través de cuentos, canciones y juegos, el contacto agradable y positivo con la oscuridad.

Se deben evitar las películas y cuentos infantiles que relacionen a los malos con la oscuridad, las amenazas de castigos en el "cuarto oscuro" y las bromas desagradables. Por el contrario, es bueno practicar juegos divertidos en la oscuridad (la gallinita ciega, sombras chinescas, regalos escondidos en la oscuridad, el escondite, etc.), enseñar al niño el encanto de la noche, de las estrellas y de la ciudad iluminada, acostumbrar al niño a dormir a oscuras y, si tuviera pesadillas, intentar consolarlo con la luz apagada (para evitar que relacione oscuridad con pesadillas y luz con consuelo). A veces, un piloto luminoso puede ser útil para evitar la oscuridad total y poderse levantar de la cama si es necesario.

Emociones que vencen al miedo

Existen emociones contrarias al miedo que resultan ser los mejores aliados para luchar contra él: nos referimos a la alegría, la seguridad, el humor, el enfado, la rabia o la risa. Enseñar a nuestro hijo a enfrentarse a sus miedos de la mano de alguna de estas emociones, resulta muy eficaz. Si nuestro hijo tiene miedo a la oscuridad, podemos enseñarle a contraponer otra emoción ante ese miedo. Por ejemplo, sentir rabia hacia el objeto que teme puede ayudarle a enfrentarse a él. Entrar en una habitación oscura sintiendo rabia o risa tonta, enfadarse con la oscuridad y con los personajes que imagina o burlarse de ella, son actitudes inteligentes. Incluso podemos teatralizarlo e inventar una historia: que Juan entra en una habitación acompañado de un poderoso guerrero que se llama Ira o Risa, capaz de vencer al Miedo porque es mucho más fuerte. Estas historias ayudarán a nuestro hijo a superar sus miedos y a sentirse de lo más aliviado si consigue reírse dentro de una habitación a oscuras.

También es importante ayudar al niño a crear frases o imágenes mentales de valentía y coraje que le ayuden a enfrentarse a la situación que teme. Es muy diferente entrar en un cuarto oscuro pensando "me van a atacar" o "me voy a encontrar monstruos malos", que pensar "soy muy valiente y puedo hacerlo muy bien" y "soy capaz de quedarme a oscuras". Los primeros mensajes hacen que el miedo cada vez sea mayor, llegando incluso a paralizar. En cambio los segundos ayudan a mantener el miedo a raya y pueden ayudar a disminuirlo.



Un abrazo.