vida social a los tres años

Hace un tiempo les comentaba en otro pos que las docentes del jardín veían algunos "signos de alarma" en la personalidad de Bruno, presuntamente relacionados con su modo de vincularse con los pares .

Ayer, en el enésimo cumpleaños en un salón infantil, estas reflexiones y dudas reaparecían. Entramos a un salón que nos recibió con una "música" ensordecedora. No se podía ni hablar, literalmente. Bruno, que tenía muchas ganas de ir al cumpleaños de su amigo, apenas entró quería irse. Me costó mucho entusiasmarlo, máxime que a mí también me parecía espantoso el contexto. Sin margen para el juego libre y los tiempos individuales, la animadora agotaba su voz llevando -o tratando de llevar- a los chicos de un lado al otro.

Al fin llegó un remanso cuando bajaron a otro sector de juegos en el que había, entre otras cosas, una canchita de fútbol. Bruno fue de los pocos que eligió ese espacio de juego –ahora la sorprendida soy yo, si en el país futbolero los pibes no quieren jugar al fútbol, algo raro hay-. Otros padres/madres me comentaban con sorpresa “le gusta el fútbol” porque en un rato que yo me aparté a trabajar –sí, me llevé la compu al cumple porque tengo que terminar un trabajo para el lunes- hacía “goles” y los festejaba con ellos. Luego otra vez ruido, gritos, “música”. Otra vez, Bruno resistiendo a participar de esas actividades. Otra vez, yo incómoda y fastidiada, en un tiempo y un espacio que me parecían tortuosos, máxime teniendo la obligación de disimularlo.

Ahora pregunto, ¿tan “anormal” es el disgusto por los altos decibeles y los gritos, por un ritmo de actividades regladas en que hay que correr y gritar sin ton ni son, sin poder detenerse a disfrutar de ninguna? La animadora instaba a los chicos a subir al pelotero y cuando habían logrado acceder ya tenían que salir. Me da la extraña sensación de que pocos disfrutan realmente con esas actividades. Algunos parecen seguir instrucciones como ovejitas mansas, sin saber bien a dónde van ni para qué, otros hacen la suya pero en
medio del malón, y otros como Bruno y otra nena del cumple, se niegan a sumarse a lo que no les gusta.

Vuelvo a los cumpleaños –a esta forma de festejarlos- porque constituyen el espacio experimental donde yo puedo ver a Bruno en sus relaciones con pares, y porque han constituido objeto de pregunta en relación a estas inquietudes. Pero en otros contextos menos hostiles, él juega muy feliz con otros chicos. Estas fiestas sobreexcitadas y concentradas en el tiempo, me saben al preludio de una adolescencia de ruido, alcohol y otras yerbas, a ese caos bolichero donde no hay lugar para el diálogo, para conocer al otro, ¿a eso llaman socialización?

En fin, pienso, medito, temo estar muy cerrada y que realmente haya un problema, y a su vez creo que sumarse a todo sin capacidad de crítica, sería más preocupante.

Besos

Me he acordado de que el año pasado por navidades llevé a Analía a un sitio que se llama el Palacio de los Niños y Analía tras analizar las actividades decidió ir a un sitio dónde sólo había sillitas y colores.
Otra vez la llevaron mis padres a ver a los Reyes Magos y a Pocoyó y dónde quiso ir Analía.... a lavarse las manos al baño.
Nosotros hemos llevado a Analía a cantidad de sitios en los que supuestamente se tenía que divertir y... salir corriendo.
Mira, yo creo que Analía ahora es cuando está sociabilizando, en plan de buscar a otros niños para jugar y decir es "mi amigo".
Yo me siento como Bruno, si entro a una cafeteria y hay gente dando voces me da gana de salir corriendo.
Después está que cada uno tiene su carácter y no sé por qué la gente piensa que los niños no pueden tenerlo.

Romina, entonces Marco tambien tiene un problema. Nunca he conseguido que se quede en este tipo de celebraciones, ni siquiera en su propio cumple, que decidi celebrarselo en uno de estos sitios. Asi que este año se lo celebrare tipo meriendita, a ver donde encuentro una cafeteria o algo similar, sin estruendos ni animadores. A Marco le agobian las aglomeraciones, los ruidos fuertes. No me preocupa, en su cumple quiero que disfrute y voy a respetar que no quiera ir a estos salones. Hoy tiene un cumple, iremos, si quiere quedarse, bien, si no bye, bye!. Un besito.

Otra que debe tener un grave problema porque Victoria tampoco consiente de agobios y ruidos fuertes.

Si se celebra un cumpleaños en un parque de bolas ella sólo está en las camas elásticas y sólo si hay como máximo tres niños contándola a ella, no le gusta el parque de bolas como tal, ni los toboganes, ni el resto de actividades, sólo las camas elásticas, porque saltar es lo que le gusta y punto pelota.

Este finde han sido las fiestas del barrio y toleró el ruido de la verbena y la música en directo tan sólo el viernes por la noche, porque el sábado y el domingo ya estaba cansada de la música tan fuerte y asustada con tantos cohetes y petardos. Apenas disfrutamos de las fiestas y el lunes comenzó las clases en el cole agotada de "tanta vida social".

Me parece que a los niños como los nuestros: "tranquilos por naturaleza" les gustan las cosas más light y disfrutan más con actividades menos "colectivas". Victoria por ejemplo ayer ni quiso bajar al parque, estaba cansada y prefería quedarse en casa, ¿que hacer ante algo así?, pues respetar sus preferencias y sentimientos y no "obligarla" a ir al parque aunque sea eso lo que hacen todos los niños, ella es más tranquila y no le gusta tanto ese tipo de actividades tan movidas y eso tenemos que respetarlo.

Pero de ahí a que la gente dude de la capacidad de socialización de los niños, o que incluso salten señales de alarma diciendo que nuestros niños no son "normales", jolines, que todos no estamos cortados con la misma tijera, que cada uno tiene sus preferencias y ¿que tiene de malo que muestren sus preferencias desde la primera infancia?, vamos, digo yo que eso demuestra su grado de inteligencia, independencia y amor propio, que son niños, no autómatas sociales, uffff. . Todos no tienen por qué hacerlo todo y todos igual, que en las diferencias está la belleza, ufff, que filosófica me estoy poniendo

Entonces tengo 3 gravisimos problemas en casa jeje a nis niños les gusta jugar con la bici, ccolorear, alas mas grande redactar cuentos, ella tiene n amigas, y les gusta ir a fiestas de cumpleaños , jeje pero donde no haya animadores, o musica estruendosa, los tres nos dicen a su papa vamonos no nos gusta todo el ruido y no se puede jugar, ellos son mas calmados, les gustan los lugares mas tranquilos, y se relacionan bien con los demas niños, y si esto le sumamos que a papi y mami tan poco les gusta mucho los lugares ruidosos.

Cada niño sabe lo que le gusta para divertirse y realcionarse con los demas niños, mis hijos tienen 3 años (niño), 5 años (niña) y 8 años (niña).

Hola chicas gracias por compartir sus experiencias. En definitiva no es tan extraño lo que siente Bruno. Ahora me pregunto si son tantos los niños que se sienten incómodos frente a estas situaciones, por qué las repetimos como un ritual obligado.

Otro punto es que en gran medida los juegos del jardín repiten esta lógica "festiva". Hace un tiempo Alejandro Dolina decía algo que comparto, que la escuela, para los niños de clase media, se había convertido en un eterno cumpleaños, y hoy lo veo más literal que nunca. Un día de la semana pasada llegué con Bruno al jardín y nos recibió una música a volumen que dificultaba el diálogo de despedida con el y de saludo con la maestra. En medio de eso Bruno que queria huir...

A veces los niños interpelan a los adultos desde un lugar molesto. en algún punto parece más fácil tenerlos sobreexcitados, gritando, saltando, que escuchar sus preguntas dificiles, dialogar con ellos, estar a la altura de lo que piden. Son tantas las veces que les negamos lo que necesitan y a cambio les damos otra cosa, que me entristece. Sobre todo cuando hay tan poca autocrítica y reflexión sobre nuestra práctica.

en fin, divagaciones sueltas.

Besos!

Muy buen tema, me alegra que se trate aqui.

Os dejo un fragmento de un texto que leí de Laura Gutman sobre los cumpleaños:

Ya no podemos siquiera imaginar un festejo tan sagrado como el propio nacimeinto dentro de un circuito de intercambio, diálogo, diversión, calma, alegría e intimidad. Posiblemente el exceso de apego nos amedrenta, de modo que preferimos llenarnos de ruido para no escuchar siquiera los sentimientos que afloran con naturalidad. De igual modo, los niños aprenden a vincularse a través de la mediación del ruido y con cierta distancia afectiva, compensando los vacío emocionales con cualuqier sustanci aque puedan incorporar para calmar el hambre y la necesidad de contacto y mirada maternales.

El otro día colgué en FB una entrevista a Pilar Sordo donde decía algo así como; "los niños de hoy en día no toleran pasar un fin de semana sin hacer nada, simplemente quedándose en casa y jugando a las cartas o cocinando un bizcocho, siempre tienen que haber panoramas". Personalmente creo que los que no toleran un fin de semana en casa con los hijos, jugando y cocinando con ellos, somos los padres, y preferimos llevarlos a estos lugares donde los llenan de actividades ensordecedoras, y al final de la jornada están agotados (no me extraña) y así caen fritos y encima no molestan.

Personalmente, me siento (y creo que todas deberíamos) orgullosa de que mis hijos también salgan corriendo de estos sitios. Preparar un bizcocho y jugar a las cartas son de nuestras actividades favoritas de fin de semana.

En España algunos cumples también son así, y es de las cosas que más me ha impresionado en Suiza, esos sitios no existen, y los cumpleaños se celebran haciendo una barbacoa en el lago, o en un parque.

Un abrazo

Hola chicas:

Romi, que bueno que te animaste a abrir un post porque ya en otros, había notado tu preocupación...

En mi caso, como ya creo haberlo comentado, mi hija es todavía muy introvertida, juega feliz de la vida con su primo Felipe, con su prima Aby y una amiguita delparque que se llama Camila. Con cada uno en tiempos diferentes, si es que hay muchos niños, prefiere, la compañía de mami o papi. Acá las fiestas son parecidas a las que cuenta Romina si la haces en un salón prediseñado para esto, por eso, yo prefiero -aunque mucho mas candsado- dedicarme a planificar la fiesta de mi hija considerando todos los detalles. tratando de escoger actividades para pequeñitos y sobre todo, invitando a niños de edades similares a mi hija, por ejemplo se cambia todo eso del baile de sillas por un cuento contado con títeres y otras actividades en donde niños participan en equipo con uno de sus padres...

Me ha sonado a Savannah, el hecho de que Bruno ni bien llegue por las mismas quiera irse. El otro día lo hice, porque en una fiesta de una niña de dos años, la que amenizaba quería que TODOS los niños participacen en TODOS los juegos, Savannah que había visto un regalo de ollitas participó en el primero y quiso su premio, pero la otra no le dio ni un chupete como consuelo y mi hija terminó llorando Que iras, la verdad... Cuando salía el acompañante me ofrecía su tarjeta con los teléfonos, pues le dije, que la chica no era nada empática con los niños y que ni loca la contrataría y nos fuimos...

Romina escribio: Algunos parecen seguir instrucciones como ovejitas mansas, sin saber bien a dónde van ni para qué, otros hacen la suya pero en medio del malón, y otros como Bruno y otra nena del cumple, se niegan a sumarse a lo que no les gusta.

Para mi ser parte de la minoría es ser parte de la esperanza, cada vez nos conformamos mas con el sistema y desde mas pequeños, eso de pertenenecer al grupo de "ovejitas mansas" me mataría...

Romina escribió: Ahora me pregunto si son tantos los niños que se sienten incómodos frente a estas situaciones, por qué las repetimos como un ritual obligado.

Esto, a mi criterio se da porque vemos la infancia de una manera adultocentrista, o sea mientras mas lindo o "aniñado" como de dice por acá sea, mejor quedas con tus amistades, muy pocos (centros, padres, amenizadores) se ponen a ver si lo que hacen resulta bueno y divertido para los peques. Algo así como lo de las canciones "infantiles"...

Xime escribió: Los niños de hoy en día no toleran pasar un fin de semana sin hacer nada, simplemente quedándose en casa y jugando a las cartas o cocinando un bizcocho, siempre tienen que haber panoramas

Será que son los niños, o serán acaso los padres? Una amiga los lleva todos los domingos a un parque de recreación porque así sus hijos (5 y 2) la dejan un poco tranquila. Luego cuando esos niños crezcan, creene ustedes que pueden pensar en hacer algo por si solos, si cuando requirieron de juego en el piso con papi y mami no lo tuvieron?

A mi niña hay fines de semanas enteros en que solo la sacamos al parque, el resto del día nos la pasamos en el patio con los perros, en su cuartojugando a la comidita, pintando. Ahora estamos en el juego del "imaginate" en donde cada uno escojemos un caracter de una peli -bueno solo de enredados :$ - hacemos diálogos y ella nos corrige y nos dice "así no dice, dice así..."

Yo, como lo he comentado en otrsos posts fui de una generación de muy pocos juguetes, en muchas ocasiones sentí tal aburrimiento que me llevó a "imaginar" algo, hice casas en la terraza, escarbamos el jardín frontal, buscando lombrices. Mi hermana era experta en hacer pósimas" de bruja con jabón de lavar ropa. Y cada vez, aunque se hace mas dificil, quiero hacer que mi niña lo pruebe. Anoche se puso una "mascarilla" de pintura naranja de dedos en cara, brazos, pies y piernas (les debo una foto).

Porque me parece terrible que sin gastos, dinero, fiestas, juguetes, un niño no pueda ser feliz... Podríamos imaginar que tal se lo pasarán de jóvenes si sus padres por cualqueir cosa (pérdida del empleo) no les pueden dar algo material????

En fin...

Hola

no he tenido tiempo de leer todas las respuestas...

Romina, por lo que cuentas de Bruno, es igualito a Héctor. Hace un tiempo fuimos al cumpleaños del hijo de una amiga mía que se celebró en un parque de bolas. Desde el principio el jaleo era máximo. Entre la algarabía propia de un local lleno de niños y padres, se unía lo ensordecedor de la música, estridente.

Me costó bastante entusiasmar e integrar a Héctor y, cuando ya estaba medio animado, una voz en off dice: "empieza la discotecaaaaa" De repente, la sala se llenó de focos y la música sonó aún más fuerte. Música, por cierto, de temática poco infantil, es dcir, la misma música que yo hubiera escuchado a las 3 de la madrugada en cualquier discoteca

Ni qué decir tiene que Héctor se asustó! No sé quién de los dos se asustó más.... y nos fuimos de allí pitando para no volver!

No creo que sea el mejor lugar para los niños, ni el más tranquilo.... pero lo cierto es que los niños que allí había, o estaban muy acostumbrados a sitios así (el hijo de mi amiga ni se inmutó, pero es "cliente habitual") o tienen otro carácter, qué sé yo...

Yo, aún habitual de discotecas en mis tiempos mozos... , recuerdo que siempre me sentí fuera de lugar en sitios donde el ruido, los focos y la poca luz imperaban! jjjj Prefería los pubs a media luz, con poca gente, donde se podía hablar con el de al lado sin terminar afónica.

Quizás sea cuestión de carácter....

besos
L.

Otra que tiene a una hija no sociabilizada....o éso me dice la gente (vecinos y mamis del parque). Cuando llevamos a María a alguna "actividad infantil" se quiere ir nada mas llegar, no le gusta la música fuerte, ni los gritos....hemos ido a un par de teatros infantiles en los que solo gritaban y hacía moniguetas.....(palabro que quiere decir exceso de gesticulación)

Cuando cumplió 2 años, le hicimos una tarta e invitamos a los vecinos y dijimos "nunca mais en casa", casi nos rompen la tele, papis fumando en casa sin pedir permiso, etc.. Así que los 3 años se los celebramos en un establecimiento de bolas, es pequeñito, cerca de casa y dibujan, juegan, etc, pero todo está calculado y mi tesoro no entendía que tuviera que esperar a la tarta para abrir regalos.....

En fin, Bruno es muy parecido a nuestros retoños y te admiro: en un cumple con el ordenador currando

Nos vamos al parque, besos

Xime, es cierto lo que citas, afortunadamente Marco es muy casero, le encanta jugar en casa y ayudarme a cocinar magdalenas. Ayer fuimos al cumple, no quiso que me separara de el y estuve todo el cumple(2hr), alli en la piscina de pelotas. Definitivamente no le gustan estos cumples, asi que en Diciembre, para su cumple, merienda en sitio tranquilo con los niños que el quiera que vengan.
Y sobre la socializacion, me preocupa poco, yo se que Marco es un niño sociable y encantador, y ya el tiempo dira. Un saludo!

Pues yo tengo que decir que Analía odia estar en casa, y lo de cocinar sólo cuando era la novedad, ahora ya no quiere, lo de fregar los platos ya tampoco y jugar a las cartas no tiene paciencia para aprender.Por cierto, que había pensado en colgar post preguntando cuando enseñar a los niños juegos de mesa tipo parchis, oca.
Si a mi Analía me dijera que no quiere ir al parque le pondría el termómetro porque es señal de que está malajaja.

chese123 escribió:Por cierto, que había pensado en colgar post preguntando cuando enseñar a los niños juegos de mesa tipo parchis, oca.

Hola Mayra!

Mi esposo y yo somos de mucho juego de mesa,hay uno que creo que es de origen español, se llama "Los Colonos de Catán" y nos encanta... Ante la llegada de Savannah se han visto interrumpidas nuestras largas noches de juegos así que cuando cumplió dos, le compramos estos juegos para intentar:

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El de las abejas, no le gustó nadita, le aburre porque poner todos los palitos demora... Pero el del Pirata le encanta, claro que muchas veces ella da dos o tres turnos seguidos, y a diferencia de las instruccciones que dicen que al que le salta el pirata pierde, ella cree que es quien gana... No se si haya algo parecido por allá, seguramente si.

También ya jugamos jenga, bueno un poco atropellado porque ella siempre quiere quitar los palitos de mas abajo jjjj Le encanta ver caos y destrucción jjjj

También hay el juego Sorry, creo yo, que para la edad de Analía ya estaría oportuno, no es muy dificil y yo jugaba con mis hermanos hasta de viejos

Besitos! Y pues yo también, el día que Savannah no quiera ir al parque es porque esta enfermita

Hola Mayra, con Bruno hacemos juegos de mesa -o de piso- en base a un tema que a él le entusiasma mucho: los autos. Cuando cumplió tres años le regalaron una especie de juego de la oca pero con forma de pista y las fichas son autitos, toda artesanal, alguien que se dé maña con la costura podría hacerlo -no es mi caso-. También lo entusiasman los juegos de mesa que vienen con las revistas de Cars. Tal vez con un personaje o tema que a ella le guste puede lograr entusiasmarse.

en cuanto a la cocina, por ahora a Bruno le encanta! Y sabe muchísimo de repostería, otra cosa más para compartir con él, es hermoso.

Besos!