La llegada de mi pequeña: mi reencuentro con la naturaleza

Hola amigas!

Después del nacimiento de Simone, en una conversación telefónica, mi hermano me comentó “estás estupenda; la llegada de la niña te la has tomado de una manera mucho más natural”. Y en esto creo que pasa como en el parto, que, como decía Blanca, la experiencia es un grado, y las inseguridades varias con las que te encuentras con el primer bebé, desaparecen en buena medida con el segundo. Si con Ulises no sabía ni como cogerlo y me llevé al hospital las fotocopias de la Liga de la Leche por si acaso eso de amamantar no era tan evidente, con Simone, te dejas llevar totalmente por tu confianza como buena madre (esta vez ya totalmente autoconvencida jj), te fías más de tu propia criatura, flotas con ella de nuevo y sí, efectivamente, todo resulta más natural y menos desconcertante.

Pero, además, añadiría algo que me choca mucho: mi reencuentro con la naturaleza. Sí. He sido (junto con Romina, diría yo) cuestionadora oficial de muchas nociones que se suelen etiquetar como naturales, cuando pienso que son culturales. Y, ¡ojo!, aviso a navegantes, voy a seguir siéndolo  Pero me veo a mí misma en estas semanas felices de cuidados a una recién nacida Simone como una gata ya madura (pero lo suficientemente joven para seguir procreando) cuidando a la prole, lamiéndoles y limpiándoles las patitas y el cuerpecito, alimentándoles con mi leche… Mi Simone, indefensa, apacible, recién llegada, con ese olor al que sólo puede oler un recién nacido (tan dulce, tan placentero), me lleva de nuevo a sentir que formo parte de la naturaleza, que tengo un instinto que me conduce a dejarlo todo por cuidarla a ella, que puedo renunciar a todo (a dormir, a vivir, a experimentar) excepto a ella primero, y a Ulises después. Porque él sigue siendo igual de indefenso pero menos.

A pesar de muchas cosas que he dicho y he pensado en este tiempo de reflexión de mi embarazo (o de antes, no sé) siento mi misión de madre como una bendición: dormir a mi pequeña está fuera de cuestión, me doy cuenta de que nadie podría hacerlo por mí (o al menos nadie que fuera a darse a sí mismo y a mi pequeña tanto placer y conexión). Me doy cuenta de que soy el mundo de Simone y que Simone me hace sentir el mundo con verdadera pasión, aunque sea mayormente entre las cuatro paredes de mi casa, pues ciertamente no salimos demasiado al mundo exterior.

Y cuando miro a Ulises y veo en el niño en que se ha convertido me entra mucho amor por los dos. Son dos estadios muy diferentes, pero muy hermosos. Y justo un Ulises crecidito me ha hecho mucho pensar en lo que de cultural tiene el cuidado y una Simone lo que de natural e instintivo tiene. No creo que sea paradójico: es la vida y lo que ellos me enseñan.

Al margen de este pensamiento que tenía muchas ganas de plasmar, contaros que las cosas por aquí van muy bien. Que yo me siento que sigo flotando con Simone, esta vez con permiso de Ulises y de papi. Estoy tranquila porque compartir tantas horas con Simone da mucha paz. También porque admito que soy una privilegiada: todavía papá está de baja paternal (tiene un mes) y se ha volcado en Ulises y en la casa (como siempre, todo lo referente a la alimentación, lo que incluye cocinar y comprar, es cosa suya). Encargarse tantas horas de Ulises, entreteniéndolo, jugando con él, llevándolo a muchos parques, etc. le hace perderse casi todo de Simone. Es su renuncia por lograr el equilibrio familiar y para que Ulises no sienta la “pérdida” de mamá. Con todo, intento estar lo que puedo con el peque. Si está en casa y papi está haciendo la comida juego con él: si la peque duerme, pues juego con él a solas; si está tetando, me tiro al suelo a darle teta o (lo admito) tiro de tele y dibujos animados, que comento con él.

Pero he descubierto una faceta de Ulises bastante escondida hasta el momento: la paciencia. Siempre inquieto e impaciente, con su hermana y conmigo tiene una paciencia enorme. Con tranquilidad, mira y espera a que le haya cambiado el pañal a su hermana, o a que la vista, o que le de besos. No tiene celos, o al menos no los suficientes como para ponernos las cosas difíciles a todos. Adora a su hermana, le hace mil caricias (que yo superviso pero permito con un placer inmenso de ver sus demostraciones de amor), le da muchos besos, y me reclama insistente que le dé teta a ritmo de unos tremendos chillos de ¡teta, teta!!! señalándola a ella. Aunque al principio me pidió teta para él, yo creo que a día de hoy, está prácticamente destetado y me da la sensación de que considera que la teta es para alimentar a su hermana y que él no la necesita ya. Aunque, en esto, no voy a ser muy optimista porque cualquier día cambia de opinión. Y digo optimista porque a mí personalmente no me gusta seguir dándole teta y sigo sintiendo el agitamiento tetil, aunque no tanto si le doy teta –cosa que tampoco ha ocurrido tantas veces- como si me toca el pezón. Por descontado, nada de eso ocurre con Simone, como bien me habíais dicho.

Si hay momentos en los que se cansa, me pide que lleve a Simone a la cuna y, en la medida que puedo, le hago caso. Paso muchas horas con Simone y, entonces, cuando él está en casa, suelo priorizarle. Hay margen porque, de momento, ella duerme muchas horas (aunque interruptus, claro). Considero que este mes, al dormir tantas horas la bebé, es como un periodo de readaptación familiar.

Las noches son un poco caos para los papis, aunque más para mí. Sabes en que cama te echas pero nunca en la que te vas a levantar. Tenemos dos camas, la nuestra de 1.35 y la de Ulises de 0.80. Y, según va la noche, vamos cambiando de cama jjj. Es divertido y caótico. Mi objetivo suele ser que el llanto de Simone no despierte a Ulises. Y el de Ulises es despertarse junto con mamá, porque creo que al pasar tantas horas sin mí me reclama tanto para dormirse como para estar dormido. Así que vamos haciendo malabares de cama a cama. A veces nos encontramos los cuatro durmiendo en la “grande”, otras tres, otras dos, otras ¡uno!. Incluso, por un rato esta noche he dormido con los dos críos en la pequeña…

Lo más importante, creo yo, es que no hay ideas preconcebidas (bueno, sí, que mataríamos por una cama de dos metros y todos a la comuna jjjjj) y que vamos cambiando según va la noche.

Sé que seguiré siendo una afortunada. Cuando retome el trabajo papi sólo lo hará dos días a la semana y solo unas horitas que las hará coincidir con la hora de la siesta. Y en julio, de dos días, pasará a uno. Y ya en agosto, vacaciones. Y en septiembre, Ulises irá al colegio. Así que sé que todo será más fácil.

Los momentos estelares de Ulises con su hermana son cuando sonríe de oreja a oreja y la ve (aunque se levante de mala leche siempre tiene una caricia, un ¡ohhhh! de admiración para ella), los susodichos ¡teta, teta! para que le de teta, y la reivindicación de que haga el favor de meterla en la cama grande y no en la cuna cuando duermo la siesta con él. ¿Adorable, no?

De momento estamos bien. Duermo poco y tengo menos tiempo todavía para mí, pero sí muchas ganas. Estoy más que feliz con la nueva situación, me siento muy equilibrada y muy a gusto en la nueva familia. Y lo mejor es que… sigo flotando…

Besos!!

PD: Ahí van dos fotos que me gustan mucho de Ulises con su hermana una vez en casa, después del hospital. Esa mirada curiosa me trae loquita. Ahora ya ha dejado de ser una mirada curiosa para ser una mirada de amor y admiración. El pobre en la foto lleva la naricita morada porque se cayó un par de días antes.

¡Qué lindo Nuri!!

Ya sabes, como estás preparada, a por el tercero !!!

Besos!!

Ay Nuria!!!!! QUÉ GUSTO LEERTE........ Especialmente hoy (es que no veas cómo de revuelto está el patio).

Qué gusto oir buenas noticias, buenas vibraciones, amor, amor, amor....

Como siempre te digo, y a pesar de pecar de poco original... NO PODÍA SER DE OTRA MANERA...

Tú marcas, sin duda, el ritmo que se vive en tu casa. Y has sabido poner todo el orden (dentro de ese caos) y equilibrio que la nueva familia de 4 miembros necesitaba...

Me encanta oir que sigues enamoradísima de tu pequeña. Me encanta saber que Ulises adora a su hermana por encima de todo, y ha sabido entender la situación y acomodarse a ella sin gran duelo. Me alegra infinito saber que ambos papis estáis disfrutando al 100% de vuestros cachorros, aunque ahora toque hacerlo, en parte, por separado (ya habrá tiempo más adelante para cambiar, y que papi esté con Simone más mientras tú estás más con Ulises).

Me alegro de que "reconozcas", en parte, el lado "natural", instintivo, salvaje, animal, de la crianza de la recién nacida. Cierto es que se va diluyendo en el ambiente con el paso del tiempo, y el poso cultural y aprendido va tomando posiciones, pero en el nacimiento y etapas posteriores, algo queda. Procura que te dure. Esa etapa se va y no vuelve...

Por último, me encantan las fotos de Ulises con Simone. Qué ternura... Sin duda, no hace nada más que devolver una pequeña parte de lo que él mismo ha recibido...

Felicidades. Enhorabuena. Me encanta oirte que sigues flotando. NO PODÍA SER DE OTRA MANERA.

Un abrazo enorme para los 4. Pero especialmente para ti, supermamá....

Que bello es leerte Nuria, me emocionas.....Es maravillosa esa sensacion verdad? Y solo las mujeres podemos sentirlo, cuanto amor!

Las fotos, esas fotos...dios, no puedo describir la mirada de Ulises mirando esa cosita indefensa, tanto como él.

Enhorabuena corazon.

PD: Que bueno que hayas publicado esto hoy.

Que bonito Nuria, nuevamente gracias por compartir con todas nosotras estos momentos.

Estoy contigo que al criar un hijo, sobretodo los primeros meses te encuentras con tu lado más animal, yo tambien he tenido esa sensación dando pecho a mi niña, cuidandola por las noches, acunándola para que se duerma.
Ahora que va creciendo (ya son casi 8 meses) siento que eso se va diluyendo un poco; probablemente es necesario, su padre cada vez va asumiendo más funciones que al principio me era imposible pensar en ceder...el dormirla a veces, el darle de comer sus papillas, el estar con ella toda una mañana (¡y yo lejos!!!). Mi niña sigue siendo mi cachorro, pero empieza a tener más independencia de mamá y mamá de ella.

Que bien que eres consciente de cuanto estás disfrutando este momento!!
Un beso
Bárbara

Ay Nuri que emocionante tu relato y has sido capaz de trasladarme casi dos años antes cuando nacio mi pequeña, siempre que leo a Blanca y ahora tambien a ti, me entran tremendas ganas de tener otro hijo, porque como ambas demuestran con su experiencia, la capacidad de amar se multiplica.

Gracias por compartirlo, me alegro que hayas aprendido a "delegar" en tu marido todo lo de la casa , y a disfrutar de estos momentos.

Ahora tu relato al blog, ya! que quiero ir a Disney!! :-)

un abrazo fuerte!

Nuria, me encanta cómo estás viviendo la maternidad por segunda vez, y cómo lo relatas.
Todo ese equilibrio que se lee, transmite tanta paz, tanta armonía. Ya habría querido yo vivirlo así, sin la presión del entorno, sin tantas visitas, sin tener que complacer...

Sigue regalándonos esos hermosos relatos.

Un abrazo para ti y tu cachorros.

Nuri! Moría de ganas por leer este post, lo que mas me ha gustado no te voy a negar es ese reencuentro con lo natural e instintiva gracias a la pequeña Simone! Estoy totalmente de acuerdo que con Ulises las cosas son diferentes, el ya es un niño de dos años. Me ha encantado esta frase: "Son dos estadios muy diferentes, pero muy hermosos."

Yo sabía que tu campeón te iba a sorprender, no me animaba a afirmarlo antes pero me alegro mucho que sea un nene paciente y es que no hay nada como el ejemplo para inculcarle valores! Te acuerdas de los kilos de paciencia que comprabas a diario???? Y además de paciente, cariñoso! Si parece que me cuentas un sueño del que no desearía despertar!

Me has arrancado unas cuantas sonrisas con el "colecho caótico" que están practicando los cuatro y un urra por ese papi que ha hecho todo para que tu periodo de postparto sea lo que es!

Los momentos estelares de Ulises con su hermana son cuando sonríe de oreja a oreja y la ve (aunque se levante de mala leche siempre tiene una caricia, un ¡ohhhh! de admiración para ella), los susodichos ¡teta, teta! para que le de teta, y la reivindicación de que haga el favor de meterla en la cama grande y no en la cuna cuando duermo la siesta con él. ¿Adorable, no?

Adorable! Hermoso! Empático! BELLOOOO!!!!!

Y las fotos más de lo mismo! Gracias Nuri por compartir estos momentos y contagiarnos con toda tu felicidad y optimismo!!!!

Besos!!!!

Leyéndote, esto de la maternidad parece chupao!!!
Es verdad todo lo que dices, yo lo vivo parecido... Aunque hemos pasado momentos "animados" ahora gozamos de una época tranquila.
Son preciosas las fotos, qué curioso que Ulises muestre tanta paciencia.
Todavía te queda por descubrir el momento en que Simone busque a su hermano por encima de todo, cuando empiece a reír a carcajadas sólo por el hecho de verle corretear cerca de ella. A mí eso me enternece profundamente.
La llegada de un nuevo ser a la familia produce un cambio en la percepción del paso del tiempo,me alegra comprobar que sigues flotando!
Un beso fuerte

Que emoción tan linda leerte Nuria! No pensé que la tranquilidad y paz que una logra a determinada edad de los peques puede continuar aún con el nacimiento del hermanito/a. De todas maneras, como bien decís, tu marido es una gran ayuda, se merece un gran aplauzo! jjejejej
Ojalá que continúe todo de la misma manera, o que mejore aún más.
Muchos besos!!!

Me ha encantado leerte Nuria!!! así dan ganas de ponerse a tener mas niños

Es increible la conexión que narras con Simone, definitivamente estabias echas para conoceros.

Me alegra que todo os vaya tan bien.

Un besico

Por favor!!! Qué bien escribe esta mujer!!!

Te emocionas solo de leerla!!

Preciosas fotos, bonito relato. Enhorabuena!

Nuria, que bonito, que bueno poder leer una historia tan tierna, dulce, y entrañable.
Gracias por compartir con nosotras todas esas sensaciones y sentimientos, tu nuevo dia a dia. Gracias por este maravilloso relato de la doble maternidad.

Preciosas fotos, que describen en un par de imagenes, la felicidad, la empatia,el cariño....

Nuria, ha sido maravilloso leerte, con las ganas que tengo ya de buscar al segundo tus palabras me vienen como agua de mayo, aunque yo no lo tendré tan fácil como tú, pero aun así ha sido estupendo poder leerte tan feliz y enamorada de tus tres personas más importantes.

Gracias por disfrutarlo y gracias por compartirlo con nosotras.

Besitos lácteos.

Hola Nuria,

Me ha encantado leerte, qué decirte??

Me alegra saber que te has reencontrado con tu parte salvaje (no estoy segura si alguna vez la perdiste...) Yo estaba segura de que tu instinto estaría presente en cuanto tuvieras a Simone en los brazos.

En cuanto a Ulises, me le imagino, qué gracioso, pendiente de la hermanita, deseando dormir la siesta en la cama, con ella, y no en la cuna. No podía ser de otra manera!!! Los niños criados en colecho deben ver como algo raro ese mueble con patas y ruedas y que un bebé pueda dormir en él. ¿cómo? si él siempre durmió con papá y mamá? Pues su hermanita también!! Creo que Ulises está dando a Simone lo que ha recibido.

Por cierto, suena bien eso de andar de cama en cama... jjajaja

Enhorabuena por todo!!

besos
L.

Hola, Nuria:

Qué bonito lo que has contado, sonáis como la viva imagen de la alegría. Me alegro un montón de lo que cuentas de Ulises, cómo ha incorporado a su hermana a su vida y a la de la casa. Y del anarco-colecho, para qué más.

Sois la prueba viviente de que lo mejor es dejarse llevar, ver lo que la vida a trayendo y no hacer demasiadas previsiones:
-1. tantas veces no se cumplen
-2. suele salir mejor de la otra manera

Qué suerte que el papá vaya a poder estar con vosotros tanto tiempo. A mi chico le pasó con Manuel, y si hubiese margen de decisión, intentaríamos cuadrarlo para que el segundo naciese en la misma fecha, porque fue una gozada (dado nuestro exitazo en la búsqueda del segundo hermano, ahora no nos vamos a poner exquisitos en una minucia así).

Un beso, Nuria, que sigáis así. Sois una preciosidad.

No se como lo haces,pero siempreconsigues emocionarme con tus palabras. Felicidades Nuria,me alegra saber que lo llevas tan bien. Tan serena, tan feliz. Como debe ser.
Un beso enorme familia.

Gracias chicas, vosotras sí que sois preciosas

Se me olvidó comentaros que la llegada de la hermanita le ha impulsado las muestras de afectividad a mi peque. Si antes no daba besos, ahora nos los da a los tres, aunque, sobre todo a ella.

Espero que estas notas optimistas y positivas del embarazo, del parto y de la ampliación de la familia compensen mi total desaparición del foro en este tiempo y también den ánimos a aquellas que estáis embarazadas o lo estáis buscando. Vuestra vida está a punto de cambiar pero para bien. La ampliación de la familia, sin duda, es una ampliación del amor.

Y sí, hay momentos más difíciles que otros, pero con nenes pequeños siempre hay momentos difíciles, de estrés, de cansancio o de nervios. A mí, desde luego, no me parece que hayan aumentado (de momento). Con Ulises siempre ha habido momentos caóticos. Pero es bueno relativizarlos y positivizarlos. Es la mejor manera de superarlos sin agobios.

Y, a propósito, que echando un vistazo por el foro así por encima me habéis dado mucha alegría: felicidades a Litzy, a Sandra y a Atenea (que no sólo va y se reengancha al foro sino que lo hace con todas las de la ley, con un embarazo bajo el brazo: Atenea, te he echado mucho de menos!!!) (perdón si me dejo a alguien). Espero, cuando alcance algo de mi espacio, seguir vuestros embarazos y compartir vuestras andanzas.

Besos y mil gracias por vuestras palabras tan bonitas hacia mí y mi familia!!

Nuria que bello relato.

Me encanta como describes ese "reencuentro", porque en definitiva, conforme a lo que dices de "siempre he(mos, jaja) pensado tal cosa" y ahora con mi niña... Es que los hijos vienen a romper los esquemas, si les damos la oportunidad de hacerlo. Si estamos lo suficientemente abiertos para aprender todo lo que están dispuestos a enseñarnos.

Lo más bello de todo es que también vienen a transformar la vida de los hermanos. Ulises, más demostrativo que nunca, ha despertado su lado más sensible frente a esa criatura mucho más pequeña que él. Supongo que para los niños, acostumbrados a verse rodeados de gente mayor, que hay que mirar hacia arriba para verle el rostro, tener contacto cercano con un bebé pequeño debe ser una experiencia motivadora. Y recuerdo gratamente también los post de Blanca sobre el nacimiento de Sara y la reacción de Alba. Así que ahora los mayores militan por el derecho de sus hermanos a ser amamantados, qué genial!

Es hermoso leerte, y muy tentador.

Te mando un abrazo enorme y gracias por compartir esta experiencia, Romina

Qué maravilla!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Es que los hijos vienen a romper los esquemas, si les damos la oportunidad de hacerlo. Si estamos lo suficientemente abiertos para aprender todo lo que están dispuestos a enseñarnos.

A mí es una de las cosas que más me ha cautivado de la maternidad, que una cabeza cuadrada como yo, siempre con todo organizado, con todo listo y preparado para hacer las cosas a mí modo, para organizar mi tiempo sin improvisar, ha tenido que improvisar cien por cien, olvidarse de ideas preconcebidas y volver a empezar. Ser flexible es la mejor manera (o la única) de disfrutar de la ma(pa)ternidad. Quien pretende hacer exactamente lo mismo que antes o no se adapta a lo que viene según lo que viene o se pierde algo o no disfruta de la nueva etapa.

Atenea, Blanca escribió uno de esos post que merecen ser enmarcados y tenidos en cuenta sobre los hermanos según su experiencia reciente (https://maternidadinstintiva.activoforo.com/t9742-los-celos-entre-hermanos). Puedes echarle un ojo y ¡abrir otro si te apetece más diversidad! Seguro que salen cosas interesantes.

Besos!

Que las fotos!
Es el reflejo de la historia de amor que acaba de nacer entre ellos.

¿te dije ya que me encanta leerte?? Tus palabras son refrescantes nuria, una se transporta leyendo tus experiencias! no tengo tiempo para escribirte largo y tendido, pero queria que sepas que te sigo paso a paso! me encantan tus post!!