Niños de alta demanda

Yo hablaría de los maridos de alta demanda, que en una hora te llaman 27 veces... pero a los que luego molesta que los niños llamen a su madre la mitad de veces en el doble de tiempo...

Pero, bueno, centrándome en el tema de los bebés y niños de alta demanda, os enviaré un mensaje de ánimo y esperanza...Mis hijas durante mucho tiempo fueron de alta demanda y yo encima era de alta oferta, porque les prestaba más atenciones de las que me pedían. A veces esto era maravilloso, disfrutaba mucho de ese vínculo, era gratificante...Pero en otros momentos me sentía agotada física y psíquicamente porque no descansaba lo suficiente de día y de noche y no reservaba apenas momentos para mí y mis necesidades.

Pero las aguas han vuelto a su cauce, ellas son unas niñas muy independientes en bastantes aspectos, saben distraerse solas, Yaiza es capaz de cuidar a su hermana y darle de desayunar para que yo pueda dormir un rato (ahora que ya puedo confiar en ella y sé relajarme). No me necesitan para conciliar el sueño y la peque cada vez duerme más noches del tirón y si se despierta es una sola vez. Cada día me demuestran que me necesitan menos, lo cual por una parte me reconforta pero por otra parte también me da una cierta nostalgia.

A mí antes me costaba separarme de ellas, por poco que fuera, tenía la sensación de que había cosas que sólo podía ofrecerles yo, y ellas tenían pues la lógica mamitis de muchos niños. Pero hace tiempo que las tres estamos estirando de forma visible ese segundo cordón umbilical que queda de por vida una vez que cortan el primero, y podemos separarnos, podemos estar las unas sin las otras, yo cada vez me preocupo más por mí y por lo que yo necesito, estoy empezando a retomar mi afición por la lectura y a sacar un rato para hacer deporte o dormir más por la mañana. Y me siento bien.

Sé que habrá momentos en que os sintáis mal, cansadas, agobiadas, dubitativas...Pensando que les estáis malacostumbrando o que nunca serán personas que sepan valerse por sí mismas...Pues no, yo creo que les estamos aportando seguridad, que les estamos sentando las bases para una futura autonomía y que nunca se da demasiado cariño y atención a un niño...

Acostumbramos a "catalogar" y "encajar" a nuestros hijos dentro de adjetivos o grupos, quizas para sentirnos mejor nosotros mismos,

A veces si que los etiquetamos, pero yo creo que otras veces simplemente nos limitamos a decir los adjetivos que corresponden a su personalidad...Es decir, yo puedo decir "mi hija es mimosa" y eso no entra dentro del concepto de catalogación, simplemente explico cómo es.

Algunos niños necesitan mucho más contacto físico, más succión no nutritiva, de día y de noche. Forma parte de su personalidad en ese momento o bien forma parte de su desarrollo...En realidad, es normal que sean así, porque eso antropológicamente les asegura la supervivencia, el confort, la seguridad...Pero en un mundo acelerado como el de ahora, en donde se quiere enseñar a los niños a ser independientes y poco necesitdos de atenciones, muchas veces nos sentimos extrañas e incomprendidas cuando vemos que nuestros hijos reclaman tanta dedicación y nos dejan tan poco tiempo para nosotras.

Hay bebés que no pueden estar 20 segundos tumbados en una cuna o dentro de un parque o sentados en un sofá mientras vamos al baño...¡¡cuántas mamis hemos hecho nuestras necesidades con los niños sentados sobre nosotras!! O hemos cocinado con ellos en brazos. O hemos necesitado 20 minutos para que, una vez dormidos, consiguiéramos levantarnos de la cama sin que se despertaran...que parece que estemos pasando una película a velocidad superlenta, con movimientos acrobáticos, porque el sueño de ellos es ultramegaligero. Mamis que hemos deseado poder desenroscarnos la teta o poder comer en 3 veces y no en 18.

Igual que todos los adultos no son iguales, los niños tampoco. Los hay que, independientemente de su crianza, son más tranquilos, se distraen con facilidad, necesitan poco para dormirse...y otros son más inquietos, precisan mucho contacto físico y parece que les hayamos llenado la cuna con pinchos, porque se despiertan como un resorte al acercarles a ella...

Sean como sean, yo creo que hay que darles lo que necesitan y entregarnos al máximo, ofrecer atenciones hasta donde estemos dispuestas...porque de pequeños es cuando realmente nos necesitan...y tienen toda una vida por delante para madurar e independizarse...