Por fin nació Nicolás!!!!!

Hola Chicas:

Vengo con la noticia de que Nicolás llegó a nuestra casa el 5 de febrero cuando sonaban las campanas de la iglesia anunciando las 7 am. Como algunas saben estábamos ya algo desesperados, ya estaba todo listo y estuve en primera fase de trabajo de parto durante casi 10 días con 1 cm de dilatación con contracciones y arrojando el tapón mucoso, con el cuello al 70% borrado, ya estaba encajado y todo pero no se decidía a salir. Duramos más de una semana sin salir a ningún sitio que no quedara muy lejos de casa por el temor de comenzar la fase activa del trabajo de parto en la calle y nada, de nada. Así que la noche del 4 de febrero hicimos planes para el día siguiente ya que no veíamos intenciones del pequeño de nacer y teníamos una agenda muy atareada. Por supuesto que no hicimos nada de ello porque a las 2 am me despertó una contracción un poco más fuerte de lo habitual, me levanté, fui al baño arrojé sangre, entonces desperté a mi esposo para que viera y me diera su opinión, él me dijo que tal vez era el fin del tapón mucoso y regresamos a la cama. A los 10 minutos, otra contracción, y otra y otra y otra, fueron subiendo de tono y frecuencia y en cosa de una hora ya tenía 3 contracciones en 10 minutos. Para esto, Julián (para quienes no me conocen mi hijo de 3 años y medio) ya se había despertado al sentir mi malestar y trataba de ayudarme, se subía conmigo a la pelota y brincaba conmigo sobre de ella tratando de aligerar mi dolor. Un poco antes de las 3 am le llamamos a la partera, ella llegó como a las 3:20 am y su socia unos 10 minutos después. Fue curiosísimo que cuando Othón mi esposo dijo "Ya vienen para acá las parteras" Julián dijo "¿Ya vienen las parteras? entonces ya me voy a dormir" y así fue, se fue solito a la cama a dormir, creo que sabía que era su forma de colaborar.

Cuando las parteras me revisaron al llegar a casa seguía teniendo solo 1 cm de dilatación (el mismo desde hacía 10 días) pero el cuello totalmente borrado, todos creímos que el trabajo de parto duraría muchas horas. Pero lo que pasó fue que todo comenzó a acelerarse y una hora y media después ya tenía 5 cm de dilatación. Las contraccciones cada vez se ponían peores, más frecuentes y más intensas. Yo me sentia en un estado realmente hipnótico, estaba totalmente concentrada en mis caderas y ponerme colgada de mi esposo en escuadra y moviendo las caderas era lo único que me hacía sentir mejor.

Curiosamente el dolor me tenía como anestesiada, me sentía como si estuviera totalmente drogada, mi esposo se burla de que me quedaba dormida por segundos entre contracción y contracción. Un par de horas despues ya tenía 7 cm de dilatación y no había pasado mucho cuando comencé a pujar, solo escuché el grito "¡ya tiene ganas de pujar!" y sentí un torbellino de preparativos en torno mío, me pasaron al cuarto de los juguetes en donde tenían todo preparado lo habían calentado -fue una noche muy fría- y habían dispuesto todo lo necesario para que naciera Nicolás) me sentaron en un banquito que no se como se llama, pero en el que estás en cuclillas y es hueco como un water, así que puedes estar en cuclillas más cómoda por el apoyo. Mi esposo se sentó atrás de mi en la pelota como mi respaldo y apoyo (literalmente) y mis parteras me apoyaban con fomentos de agua caliente en el periné y me daban masaje en la cabeza y no recuerdo que más; por supuesto que me iban dirigiendo para que no pujara en vano y para que no me desgarrara, eran la voz en mi cabeza. Fue muy curioso que a pesar de todo lo que estaba pasando yo sentía como que todavía faltaba mucho para que naciera, cuando de repente una de las parteras me pidió mi mano y pude tocar la cabeza de Nicolás que ya había coronado ¡no lo podía creer!... entonces me pidió que pujara una vez más y que cuando ella me avisara soplara, así lo hice y salió la cabeza, ella se dio cuenta de que traía el cordón enredado y cuando se disponía a sacárselo del cuello Nicolás se volteó y salió volando. De repente todo el dolor se volvió satisfacción y el llanto de mi bebé me mandó a otra órbita, ellas me descubrieron el pecho y me pegaron al bebé, mientras lo conocíamos y abrazábamos ellas lo limpiaban y tapaban y solo cortaron el cordón cuando éste dejó de latir.

Unos minutos después una contracción mucho más leve a las anteriores y salió la placenta. No se cuanto tiempo seguí sentada ahí, seguía totalmente drogada de tanta endorfina perdí totalmente el sentido del tiempo. De repente ya nos estaban instalando en la cama en donde seguía profundamente dormido Julián que ni siquiera se inmutó con mis gritos. Me abrigaron porque de repente comencé a temblar de frío y cansancio y me metieron a la cama, mi esposo corrió a la cocina a traerme nueces y jugo de frutas. Ellas dejaron la habitación y nos dejaron a mi esposo y los niños, solos, para que disfrutáramos de nuestro hijo y de nuestro momento, fue maravilloso. No se cuanto tiempo después fue que volvieron al cuarto a revisarme y vestir al bebé, porque todo ese tiempo estuvimos piel con piel. No se que más decir, me emociono toda de recordarlo aunque ahora mismo me siento aún en una extensión de ese momento.

Julián despertó casi hasta las 8 o 9 y mi esposo le dijo "mira a quien tengo aquí" y el respondió que a Nicolás y como tampoco lo creía me destapó primero para revisar mi panza, ja,ja. Luego lo cubrió de besos, fue muy lindo. Permanecimos todo el día en la cama los cuatro juntos, como tribu, ja,ja.

En resumen quiero decirles que el parto en casa es una experiencia altamente recomendable, yo fui afortunada con solo 5 horas de trabajo de parto pero de ninguna manera hubiera tolerado montarme en el auto en medio de contracciones o aguantarlas acostada como te ponen en el hospital. En casa todo el tiempo estuvimos a media luz con velitas y flores por todas partes, con Vangelis de fondo musical, a nuestro ritmo, sin intervenciones innecesarias, con la confianza y tranquilidad de que nuestro hijo estaba en nuestra alcoba durmiendo tranquilamente y en brazos del amor de mi vida. Por supuesto que las contracciones de cualquier modo duelen pero son más llevaderas si estás en un ambiente íntimo y agradable. Además la ayuda de nuestras parteras fue fundamental, ellas están super capacitadas para ayudarte a soportar el dolor, y que te dejes llevar, todo el tiempo me servían de guía y apoyo, me daban masajes para ayudarme a relajarme y me hacían sentir muy segura de lo que estaba haciendo.

Por la tarde volvieron a casa a revisarme y tenía un pequeño desgarre, lo suturaron y hoy día está perfecto. Lo malo fue que con el esfuerzo me salieron un par de hemorroides que son las que me han tenido en reposo, hoy día también estoy mejor y cuando veo a Nicolás hasta se me olvidan.

Con el tándem ahí la llevo, el primer día no agarraban bien la onda sobre todo en la noche, creo que cada noche he ido mejorando la postura, si alguien tiene un niño grande y un bebito acepto consejos de posturas para darles a ambos al mismo tiempo.
Muchas gracias a todas las que siempre estuvieron al tanto de mi embarazo, prometo que en cuanto me reintegre al mundo real entraré más seguido por el foro.

Las quiero.