Un año y medio de aventuras

Ayer Andrea cumplió los 18 meses, un añito y medio de vida, guauuu, qué vértigo me da pensar lo rápido que está pasando el tiempo.

Ha sido un año y medio muy intenso, lleno de aventuras y desventuras, pero lo mejor es verte crecer cada día, cada poco más independiente, más segura de tí misma, más cariñosa, bonita y preciosa no se puede ser con el paso de los días.

Una princesa entelada, con unas ganas inmensas de comerse el mundo, una niña valiosa donde las haya, valiente y prudente a la vez, extrovertida y simpática, extremadamente simpática, siempre con una sonrisa en la boca, siempre dispuesta a alegrarme el día, te adoro pequeña terremoto.

Cuando estaba embarazada de Andrea tenía mucho miedo de no saber quererla tanto como quiero a Victoria, pensaba que era imposible dividir un corazón en dos y amarlas a ambas tanto, pero sí que se puede, se puede multiplicar el amor por dos y de manera exponencial.

Felicidades Andrea, esta tarde vamos a celebrarlo en el parque, vamos a aprovechar que parece que el calor nos ha dado una pequeña tregua.

Besitos lácteos al cuadrado

Por su puesto que se puede doblar el corazón! Ese mismo miedo tenía yo: quería tanto a mi pequeña Nuria que no quería tener más para no tener que repartir, pero no se reparte, crece con cada hijo que tenemos.

Felicidades por ese año y medio, habéis superado muchas cosas que os han hecho crecer cada día. Seguid queriéndoos mucho.