Es muy competitivo y ¿obsesión? por el fútbol

Hola!

pido consejo porque estoy un poco agobiada con este tema y es que, desde hace tiempo, hemos observado que HH es muy competitivo. Y, cuando digo muy, me refiero a mucho. Esto no sería un problema (creo yo...) si el niño lo viviera bien, pero es que se pilla unos disgustos de aúpa. Esto, unido a su pasión (y obsesión diría yo...) por el fútbol, es una bomba difícil de manejar.

Si bajamos las escaleras y su padre va el último, comentario: papá, vas el último, yo el primeroooooo!! si estamos comiendo y él termina antes: he ganadoooooooo!! mamá la últimaaaaa!! Jugar con él es competir. Ayer por la mañana conseguimos engancharle a dibujar (si fuera por él pasaríamos la vida jugando a penalties) y disgustazo que se pilló porque las ruedas de los coches de su padre eran mejores que las suyas, más redondas, más bonitas, más todo.... Intentamos consolarle diciendo que hacer ruedas mejores era cuestión de práctica, de experiencia, de edad... que igual que él todavía no sabía ponerse el jersey solito pero que en un tiempo será capaz, en un tiempo y con práctica, también podría hacer las ruedas igual de redondas...

Idem con el fútbol. Locos nos tiene. Y eso que en mi casa no hemos fomentado nunca el fútbol, no hablamos del tema, nos da un poco igual... La tele normalmente está apagada. Es cierto que en casa de mi madre, desde siempre, el tema fútbol ha sido bastante protagonista pero tampoco es que el niño esté allí todos los días ni mucho menos. En el cole le gusta jugar mucho a la pelota con otros dos compañeritos bastante futboleros también...

Me preocupa porque, desde que se levanta, ya quiere jugar a los penalties. Esto consiste en que bien su padre o yo nos pongamos en una punta del pasillo y el en la otra y venga a meter goles en una portería imaginaria perfectamente establecida. Ni cochecitos, ni construcciones, ni dibujar, ni plastilina, ni juegos de mesa... sólo fútbol. Su tío le regaló por reyes un cojín en forma de pelota, blandito, redondo y ahí que estamos todo el día dándole con el pie Yo embarazadísima y con los tobillos hinchados dándole al cojín...

A tal punto llega la afición por el fútbol que no pide ver dibujos. Pide ver el teledeporte! Si hay un partido, el que sea, él encantado de la vida. Y su padre y yo nos miramos desconcertados porque lo vive intensamente, haciendo comentarios del tipo: qué faltón!!!! golazooooooooo!!! eh... eso es tarjetaaaaaaaaaa!! en fin.. me río por no llorar.

Y, como decía al principio del mensaje, esta afición por el fútbol mezclado con la competitivad es una bomba que a mí, sinceramente, me cuesta mucho manejar. Porque ay.... ay como su equipo pierda. Digo su equipo por decir algo porque no es de ningún equipo en particular (al menos todavía. Va cambiando, menos mal...) pero si por ejemplo va con el Galatasaray porque en ese momento es quien juega y al Galatasaray se le ocurre perder... disgustazo! Unos lagrimones....

El sábado pasado nos bajamos al parque pelota en mano. Y se puso a jugar con un niño de siete años. Lo pasó bien aunque a ratos se enfadaba porque ·"eso no ha sido gol" o "ha dado al poste" y, cuando el niño se marchó a casa, empezó a llorar. El motivo? que él había metido cero goles!!!!! buaaaaaaaaaaa.... y el niño le había metido veinte!!!

Su padre y yo habíamos comentado la conveniencia o no de apuntarle a un equipo de fútbol ya que tanto le gusta. Yo tenía mis reticencias porque me parece muy pequeño para ponerle una disciplina diaria de entrenamiento y porque a saber qué tipo de entrenador le tocará en suerte, porque el mundo del fútbol me parece muy "agresivo", por mil cosas... Su padre estaba más a favor porque es un deporte de equipo, con todas lo positivo que eso tiene y porque al niño le encanta el fútbol. Pero desde ya está descartado. Al menos hasta que no aprenda a gestionar la competitividad... Creemos que le serviría de disgusto y frustración más que de otra cosa...

Hemos optado por alejarle del fútbol proponiéndole otras actividades y juegos (dibujar, por ejemplo, que siempre le ha gustado mucho) pero, como he contado al principio, todo lo convierte en una competición...

Y yo tampoco tengo claro que haya que alejarle del fútbol... Si realmente le gusta, si realmente tiene facultades para ello. Sería una pena, sería injusto para él.. La verdad es que lo vive con mucha intensidad y "pelea" el balón como nadie...

como veís, estoy hecha un lío. Tanto que creo que el post me ha quedado un poco enrevesado...

gracias desde ya por vuestros consejos/experiencias/opiniones y por haber llegado hasta aquí...

besos

Hola preciosa!!! Es una crak, obvio . Adoro a HH

A ver, yo eso lo he vivido con mi sobrino el mayor y el pequeño (éste ha estado incluso varios años en el frente atleti) y también han jugado mucho al futbol.
Cuando eran peques me cogia a los 3 y me los llevaba al parque y así todos los días nos los pasabamos jugando al futbol los 4. Como "abusaban" de su tita . En casa de mi madre el pasillo era largo y también jugabamos a los penaltis (la de figuritas que le rompiamos a mi madre ) pero ahí iba yo con mi superglu a pegarlas

Personalmente veo normal que disfrute a la par que se lleve tambien un disgusto con un deporte que le apasiona. Si los mayores y los que tenemos mucha aficción somos capaces de llorar cuando perdemos un título o de irnos a dormir sin cenar por una derrota como no le va a pasar a los peques? Si los adultos somos incapaces de gestionar ese sentimiento imaginate los niños de esa edad.

Yo creo y este es mi consejo que si podéis sería bueno que le apuntárais a un equipo de alevines, que disfrute de ello, que entrene, que mame lo que es ese deporte, que se divierta o que se disguste pero si le gusta tanto permitidle que lo viva con toda su intensidad, que lo practique.
Imaginate lo que le gustaría ir cada día a entrenar, a jugar y aprender de ese deporte que tanto le mola.

La competividad se aprende a gestionar poco a poco, quizás la ayuda y enseñanzas de un profesional de ese deporte (me refiero a un posible entrenador) le sea de gran ayuda para gestionar esos sentimientos.

No creo que mi rubiales preferido esté viviendo algo que no sea muy común en otros niños.
No te desesperes Lau, pero tampoco te dejes meter 20 goles

Si fuera mi niño yo lo tendría claro. Le apuntaria a un equipo y le daría la oportunidad de crecer y madurar tambien dedicandose a algo que le gusta y no olvides que a la vez disfruta y mucho.

Tu ten cuídado cuando hagas de portera y por lo demás relajate y disfruta viendole feliz. Y para esos disgustillos, animarle y decirle que eso pasa en el deporte cada día. Que por eso hay que trabajar duro para intentar hacerlo lo mejor posible. Pero que no es malo perder, que de las derrotas se aprende y mucho.

Bueno guapa, que me he echado unas poquillas risas leyendote sobre todo por los 20 que le colgaron, pobre.....

Un fuerte abrazo y espero haberte disipado alguna duda o al menos haberte tranquilizado un poco. Besitos a mi rubiales

Lau lo de la competitividad creo que es normal a esta edad, porque Zoe hace lo mismo que HH.
"Que quién gana al beber la leche a la mañana, que quién corre y llega antes al baño, que quién gana y hace pis primero o quién come todo y deja limpio el plato". Y se enfada muchísimo cuando pierde, pero mucho.

Para contarte otra anécdota, un día andando en bici con la prima a la par (que tiene 12 años) mi pobre sobrina no podía ir más despacio y se atrevió a adelantarla un poco para no caerse...para qué! Zoe se plantó se puso a llorar y a decir "que eso no es justo" mientras ofendida dejaba su bici al lado y se marchaba del lugar del hecho.

Creo que la competencia es algo que se va moderando con el correr del tiempo, cuando aprenden que su autoestima no depende de que ganen o pierdan sino que su persona es más importante que sus competencias. Yo trato de moderar sus enojos haciendole entender que a veces no se puede ganar en todo y que ¡no pasa nada! por ello, que lo importante no es el resultado sino más bien pasarlo bien.

Con respecto al fútbol, yo si que lo apuntaría porque no hay nada más bonito para un niño que hacer lo que a uno le gusta y que sus padres lo apoyen (aunque no es lo que les gustaría) y además al ser un deporte en equipo, la competitividad se aplaca porque el brillo se reparte entre todos los integrantes, y no recae en uno solo.

Pregúntale a él si desea que lo apuntes, y hazle caso, que si dice que sí, al menos te evitarás estar tú pateando penalies


Un abrazo!!!

Hola Lau! cuánto tiempo! Y tu barrigota?

Preocupate lo justo. La competitividad esta en el ambiente. Creo que, todo lo mas, puedes tratar de contrarrestarla. No darle importancia e insistirle mucho en que eso no tiene mayor interes. Tratar de que el reflexione en voz alta porqué creo importante ser el primero. Si conoces sus argumentos podras tratar de contrarrestarlos mejor.

Sobre la pasion por el futbol, creo que es normal. Puede ser que se le pase un poco en los proximos tiempos y cambie de actividad. Alba lo hace con freciencia. Ahora las monster causan pasion, pero en unas semanas, cambia de objeto de deseo.

No puedo escribir mas! Besos y animo

Aprender a perder es una forma de aprendixaje de la tolerancia a la frustracion. En unos son rabietas, en otros, el mal perder. Pero el fondo es el mismo.
Es un aprendizaje obligado. Pacoencia!

Kaixo,

Según he leído tu mensaje, iba a responderte y veo que las compañeras que se han adelantado, han ido en la misma línea que iba a ir yo.

Yo, si tan obsesionado está... le apuntaría sin duda. ¡Qué mejor premio! ¿Que no le gusta el "fútbol de verdad" y se harta? Pues eso que has ganado, buscará otras aficiones y podréis dejar de ver Teledeporte . ¿Que le encanta y de aficionado casi obseso pasa a ser su vida? Con lo difícil que es encontrar un eje para la vida... y tu hijo lo encuentra a los 4 años, pues enhorabuena

Yo creo que el fútbol en equipo le ayudará a aprender que unas veces se gana y otras se pierde, y que lo importante es jugar en equipo y esforzarse.

Mira a ver qué edades tienes en los equipos de fútbol de tu entorno y qué tal son los entrenadores.

De paso aprovecho para darle la enhorabuena al sobrino de Eva por la copa.

Mi Lau! Ya sabes lo que pienso, no es malo que sean competitivos, de momento es un problema porque compite contigo o el papi, pero ya verás en que esta cualidad en su momento le servirá para ser bueno en lo que le guste :-)

Yo no lo alejaría del fútbol, si le gusta de verdad pues estarán fomentando su capacidad y si no, descuida luego de dos semanas no querrá saber mas de él jjjjj

Lo de verte jugando pues me lo imagino perfectamente, E también lo hace, el otro tanto del tiempo se pasa pasandome carritos rodando para que yo se los devuelva jjjj

Laura, en lo que respecta a competencia y frustración por perder, Bruno es exactamente igual. Me alivia que tantas cuenten que sus hijos están en las mismas, a mi marido le cuesta muchísimo entender que es una reacción normal y propia de la etapa en que está. Como dice Desi, son muchas las veces que los propios adultos nos sentimos dolidos por la derrota, lo que por otra parte es lógico.

Yo no veo nadie que ande alegremente contando: "Oh, en este entrevista de trabajo no me han aceptado, pero bueno no pasa nada, es sólo una entrevista, ya habrá otra". Y el que diga que no es lo mismo un trabajo que un juego, le recordaré que para los niños, el juego es el escenario donde se desarrolla su vida.

Grandes estrellas del deporte han llorado por perder, y son adultos y ¡hombres! -aclaro, también, para la educación machista de muchos papás-. No veo por qué nuestros pequeños deben reaccionar de forma más "adulta" que un jugador de primera división.

En cuanto a la pasión por el fútbol, yo no dudaría en apuntarlo. En tal caso será el mismo quien se desaliente, o quien efectivamente desarrolle una habilidad que de otro modo quedaría dormida. Mi sobrino de siete tiene la pasión que cuentas de HH: sigue los partidos por TV, busca los resultados por internet. Tal es así que cada vez que queremos saber alguna noticia deportiva, ya todos se la preguntamos a él. Es el que más sabe de fútbol en la familia. Y está muy feliz de las dos veces por semana que va a jugar. sin duda que vivirlo es mucho mejor que verlo por TV, así que vete ensayando unos buenos cánticos para ser su porrista preferencial.


Besos!

Vaya con HH!!!

Yo lo veo súper claro.. HH está a punto de tener el cambio más grande que ha tenido en su vida, y es que va a compartir a mamá, y a papá ¿cómo no va a ser necesario demostrar que el es el mejor, el más grande, el que mete más goles? (golf, como dice Tomás!)

A mi me parece súper sano que se exprese, eso te demuestra lo bien que está. Yo doblaría el cuidado con la competencia; evitar eso de "el primero que llega gana.." o cualquier tipo de comparaciones, y hablar mucho con el.. el cariño hacia el no está en juego, asi es que no hay que ganárselo.

En otro post similar hablábamos también de lo importante que es que nosotros nos demostremos poco competitivos, incluso con comentarios como "has visto, el puré me ha quedado más rico que a fulanita". REcuerda que detrás de cada ganador, hay un perdedor que no lo lleva nada de bien... mejor, todos ganamos.

Un abrazo

Hola!!

mil gracias por los comentarios, opiniones y consejos!

Me alivia saber que la competitividad que tiene no es tan rara... No sé, no veo que los niños con los que juega sean así. Más bien se conforman y, en el peor de los casos, protestan un poco pero no montan una rabieta.

En cuando a apuntarle al equipo de fútbol...yo sigo teniendo mis reservas. Quizás soy muy protectora, pero me asusta que le metan caña, que el entrenador no sea empático, que resuelva a gritos o sea muy estricto. Al fin y al cabo un entrenador no es un pedagogo, no sé si me explico... Y el niño sólo tiene 4 años!!!

Aún así, el papá ya ha estado mirando posibles equipos para apuntarle y se decanta por un equipo mediano, es decir, no un equipo de barrio sino el Club de nuestra localidad. Un club pequeño pero donde hay una pequeña cantera, con un estadio mediano y donde se esfuerzan porque los niños vayan adquiriendo valores en esfuerzo, superación, compañerismo, integración y respeto.

Hay dos días a la semana de entrenamiento y los sábados juegan un partido.

Le preguntaré a HH si le apetece el plan...

besos!

Te entiendo perfectamente Laura, aunque, por suerte no lo vivo. El fútbol me trae siempre malas vibraciones. Para empezar porque en el colegio los balones siempre han apartado a los laterales a quien no lo practicaba. En mi cole era un verdadero peligro: veinte partidos jugados a la vez con veinte pelotas sobrevolando. Y no ha cambiado nada. Ya puede haber seis críos en el patio que el resto se tiene que apartar. Por no hablar de las connotaciones negativas que para mí tiene el fútbol de agresividad, etc. Y la obsesión con el futbol de esta sociedad (en mi ciudad ni te cuento que el equipo de primera se hace a base de cantera... y están haciendo un campo de fútbol nuevo con la que está cayendo).

Bueno, en fin. No voy a dramatizar con HH por el tema del fútbol . Mis prejuicios poco tienen que ver con un niño de cuatro años. Y, también diré, que si a Ulises le gustase el fútbol me los reservaría y trataría de de poner buena cara.

Ahora bien yo discrepo plenamente en la idea de apuntarlo a fútbol. Pero, vamos, a fútbol, a judo, a inglés o a lo que sea, aunque admito que perfectamente puedo estar equivocadísima, no lo voy a negar. Yo creo que a un niño de cuatro años (vale, al año que viene cinco) iniciarlo en una actividad extraescolar, y el fútbol lo es, va más allá de respetar los gustos del chaval (¡respetarlos siempre es bueno!!!). Porque entonces no es "ir a futbol cuando me apetece". No. Ir a futbol significa ir lunes, miércoles y viernes de seis de la tarde a ocho y el domingo partido. Bueno, quizá sea mucho menos, pero en cualquier caso una obligación. Teniendo en cuenta que tiene unos horarios rigidísimos en el cole (yo le llamo régimen cuartelario), añadir restricción de movimientos tan temprano no me gusta. Pero puedo estar equivocada. Tengo claro que cuando mis hijos me pidan, pues trataré de satisfacer la demanda y de hacerlo a gusto. Pero es muy pronto todavía, en mi opinión, para pensar en vocaciones. Es esta idea que veo que dudas de "si no lo acerco a su pasión quizá no esté aprovechando su potencial". En mi opinión creo que es demasiado pronto para hablar de vocaciones. Por otro lado, pensar que el fútbol puede ser su "pasión" y centrarte en ella puede también dejar atrás otras habilidades, como esa del dibujo tan especial en tu hijo. Con ello sólo opino que dejes correr un poco el tiempo y ver por qué se va decantando él. Mi padre no apoyó en mi hermano su interés por la bici. Pero era más mayor. No creo que sea comparable no apuntarle a una peña ciclista con cinco años que con diez, cuando uno tiene mucho más claro sus gustos.

Pero, vamos, Laura, asumo que puede que esté plenamente equivocada. Soy de la opinión que a esta edad el aprendizaje se realiza con el juego y regular el juego en x días a la semana, x horas no me parece interesante. Igual que tú, me desesperaría que deje muchas otros juegos y habilidades para centrarse en esta. Pero, somos madres, ellos tienen sus gustos, y nosotras nos adaptamos!!

Lo de la competitividad no me preocuparía demasiado. Tú le vas lanzado mensajes que la contrapongan y poco más puedes hacer. Seguro que es una etapa que pasa.

En fin, mi nota discrepante. Pero bueno.

Besos y suerte!

Completamente de acuerdo contigo Nuri! Punto por punto!

También a mí el fútbol me parece un deporte agresivo, de choque, de entradas, de insultos al árbitro, de obsesión, etc etc. Así siempre lo he vivido yo... Y eso que cuentas de los balones sobrevolando es totalmente cierto. Pánico me da cruzar la plaza que nos lleva al parque donde nos movemos habitualmente porque hay tres o cuatro balones sobrevolando el cielo y no sabes si te dará alguno y cuál será... Casi te digo que rodeamos la plaza por no pasar por en medio. Y en el cole de mis hermanos (sólo de chicos) era una verdadera proeza cruzar el patio. Y sí, el resto de niños/niñas/padres/abuelos, en los laterales. Todavía recuerdo a mi abuela gritando: ehhh, a ver si nos váis a dar un balonazooooooo!!!!! jjajajajaj

En cuanto a apuntarle a un equipo, tanto el papá como yo estamos de acuerdo en que es pronto para someterle a una disciplina. Porque es una disciplina. Divertida, sí. Pero disciplina. Osea, no tenemos nada claro que apuntarle a un equipo sea lo mejor porque todavía es muy pequeño. Creemos que está bien que siga jugando con sus compañeros en el patio a la salida del cole. Que ya tendremos tiempo, si sigue con la afición, de apuntarle a un equipo. Porque puede que, entretanto, descubra otras aficiones. Ir viendo, dar tiempo...

besos!

Ir viendo, dar tiempo...

A mí esto me parece clave. No hay prisa. No se va a perder ir a los mundiales, ¿qué mundiales? (cuántos niños frustrados por no llegar a ser futbolista). La diversión debe primar, la infancia también. Pensaba mientras recogía la cocina que poca gente me aconsejaría que llevase a mi hijo a una escuela de construcción para niños porque a él le encantan y lo hace muy bien las construcciones y se hace unos coches y casas que no veas (y donde no ves tú ni casa ni coche lo ve él jjj). Sin embargo, si le gusta el fútbol (osea, ejem, ejem, jugar al balón) sí pensamos en enviarle a futbol como extraescolar.

A mí me preocupan cosas más inmediatas. Ay de tí cómo se empeñe en jugar a penaltys mientras le das de mamar a Oliver (o peor ¡mientras lo duermes!). Porque hacer construcciones o leer con él o dibujar mientras lo haces es más fácil!!! Ya te veo amamantándolo vía foulard jj

Suerte y ánimo. Eres una gran mamá.

Besos!

Hola Lau

Pues aqui tratando de aparecer eventualmente...no he leído las respuestas completas de las chicas, pero creo que de alguna manera los niños traen ese rollo de la competencia, yo quiero ganar, etc...la cosa es cuando los adultos les insistimos y les fomentamos que si no ganan están mal, etc...o les fomentamos que su triunfo está en aplastar a otros, por ejemplo. Patricio igual es malísimo para perder. A veces, cuando se trata de algo "contra él mismo" (un videojuego pffff, pero no me escapo, o una torre que se le cae, etc, le digo que se fije cómo puede hacerlo mejor,e tc, según yo mostrándole que el chiste es superarse a uno mismo, observar cómo algo se puede hacer mejor, etc, sin que piense que se va la vida en ello), y cuando es algo con otros niños, pues más por el lado de que a veces ganan unos, a veces otros, que el disfrute debe ser todo el juego yno sólo el final, etc.

Me da tranquilidad que en la escuela a la que va la competencia no se "fomenta", es más la colaboración. El deporte competitivo no lo tienen hasta la secundaria (aprox 12 años), y es más en el tema este de superarse a sí mismos, no de aplastar a otros para lograr algo. A veces me entra basurita en el ánimo porque el otro día una mamá me decía que sus hijos los veía (a decir de su profesor de tenis, que noe s del colegio mío), muy "flat", muy sin ganas de hacer más, como sin ambiciones, y no niego que me metió algo de ruido, pero a la vez, bueno, no me interesa tampoco meterles el chip desde ahorita de que en este mundo deben ganar a toda costa...ya veremos más adelante los ajustes necesarios en las velas.

Abrazo

Liliana

Kaixo,

Yo, retomando un poco la línea que abrí el otro día, te diré, que entiendo la resistencia al tema del fútbol, cuando tú eres una apasionada del tema. A cada uno nos tira lo nuestro.

Sé que si a mi peque le diera por el fútbol, nos saldría sin querer hacerle unos cuántos "regates mentales" para ver si le da lo mismo cualquier otro deporte... o al menos cualquier otro balón. Pero soy consciente de que si mi peque, en lugar de fútbol dijese baloncesto, su padre le compraría una canasta de gomaespuma para su segundo cumpleaños (de momento sólo dice "pelota pumba!!!" así que me libro ).

De un modo, no sé si del todo inconsciente, les empujamos a nuestras propias aficiones, tanto en lo que es puro ocio, como en materias más serias de la vida. Pero debemos tener en cuenta que no somos su única fuente de inspiración y a veces les apetecerán cosas que nos rechinen.

¿Es pequeño para una actividad extraescolar? Pues eso tú lo sabrás mejor que nadie: cuál es su ritmo, el grado de disciplina que le gusta, su madurez,... Aquí siempre hablamos de que cada niño tiene su ritmo. Habrá niños que estén preparados con cuatro años y niños que no lo estén llegados a los dieciocho. Valóralo, háblalo con él, si quiere apuntarse que lo haga en un equipo que te guste el estilo y la manera de trabajar; si no lo ve claro, pues ya tendrá tiempo, cámbialo por ir de vez en cuando a un partido al campo o a ver un entrenamiento como actividad de "niño mayor".

Si se apunta emocionado y luego no es lo que él esperaba, dale la posibilidad de dejarlo, sin que el abandono se viva como un fracaso.

No sé, yo tengo muy buen recuerdo de mis actividades extraescolares y empecé a hacer cosas con 4 o 5 años (antes de empezar primaria). Mi madre que, aunque ahora me mire raro cuando hablo de crianza, ha sido más instintiva de lo que ella se cree, me dejaba apuntarme a todo lo que le pedía, que eran aquellas cosas que iban con mi personalidad como talleres de idiomas, dibujo, el voluntariado de la sección de préstamo de la biblioteca del colegio,... Ahora me leo y parezco una cría un tanto repelente (quizá lo fui, espero que ya se me haya pasado ), pero esa era mi personalidad con 5 años y mi madre me dejó ser como era. Tendría sus dudas, a veces me decía "¿y no prefieres apuntarte a judo?", pues no, no lo prefería.

Con los años, seguí investigando mis aficiones, la niña estudiosa y tranquila siguió ahí, pero le hizo hueco a la piragüista, a la escaladora, a la fotógrafa, a la actriz,... probé todo lo que quise probar. Todo lo disfruté, algunas siguen siendo mis aficiones, otras han dado vueltas hasta hacerse parte de mi yo-profesional, y otras (muchas) se quedaron en el camino como experiencias interesantes pero que ya no forman parte de mí, al menos de mi yo actual.

Vamos, resumiendo, que creo que debemos evitar los prejuicios a las pasiones de nuestros hijos porque no coincidan con nuestras pasiones. Creo que tenemos que tener cuidado con no forzar que se apasionen con nuestras cosas. Dejarles vivir cada pasión en el momento que llega y dejarles buscar la siguiente pasión cuando lo necesiten, lo que les apasiona con cuatro, quizá les aburra con seis... así somos.

Si lo que les apasiona es un deporte de los habituales, lo tendremos más o menos fácil porque el mercado tiene bastante oferta infantil. Si lo que les apasiona es otra cosa (la construcción, por ejemplo, como decía Odisea) pues tendremos que echarle más imaginación, el peque tendrá tarjeta dorada de Lego o se verá cuando puede apuntarse a la asociación de maquetistas .

Con los años, seguí investigando mis aficiones, la niña estudiosa y tranquila siguió ahí, pero le hizo hueco a la piragüista, a la escaladora, a la fotógrafa, a la actriz,... probé todo lo que quise probar.

Como me identifico con esto! a mi, mi padre no me enseñó nada específico, pero si, la diversidad. Recuerdo haber hecho ski, judo, natación, windsurf, snowboard, pintura, dibujo, música, cerámica, ir al teatro muy pequeña, cine arte, la ópera, a cuanta exposición había, a viajar mucho... y un largo etc. Nuestro país, si bien está muy alejado para que lleguen las influencias europeas (y llegan mucho más las made in USA) hay mucha poesía, mucho artista local, y el se codeaba entre esos medios. La verdad, era un gusto. ¿De no haber sido por esa influencia nunca me habría gustado el dibujo? no lo sé, y no hay como saberlo, pero al menos, me lo pasaba muy bien

Te dejo esto Macedonia. Creo haberlo compartido ya en otro post del tema, pero creo que viene como anillo al dedo.
http://www.mentelibre.es/?p=2085
Un abrazo

Gracias por el enlace. Acabo de leerlo en facebook!

Coincido en que, en mayor o menor medida, inculcamos a nuestros hijos nuestras aficiones. Es decir, si el niño nos ve leer, posiblemente nos imite y nosotros mismos le llevemos a la biblioteca, le compremos cuentos y se los leamos desde bien pequeñitos....

En el caso de HH la pasión por el fútbol no le viene desde nosotros, sino desde casa de mi madre, donde mis hermanos son forofos. A mí ni me va ni me viene (no sé lo que es un fuera de juego ni cuándo se comete un penalty...) y mi marido lee la crónica deportiva por curiosidad y estar informado, sin más. Eso no quita que veamos un partido importante, tipo el final de la Copa del Rey o los partidos de España en el Mundial. Pero vamos, sin demasiados aspavientos.... Como también vemos una final de balonmano, de tenis o de baloncesto.

De todas formas, el apuntarle a un equipo ya está descartado. El otro día hablamos con el entrenador (que casualmente es un conocido nuestro) y nos aconsejó que no le apuntáramos tan pequeño, que mejor más adelante. Está claro que si sigue con esta hiper mega afición no nos opondremos, le pondremos las cosas fáciles!

besos y gracias por los consejos tan valiosos!!

Mamá de dos escribió:mi padre no me enseñó nada específico, pero si, la diversidad. Recuerdo haber hecho ski, judo, natación, windsurf, snowboard, pintura, dibujo, música, cerámica, ir al teatro muy pequeña, cine arte, la ópera, a cuanta exposición había, a viajar mucho... y un largo etc.

Uff, chicas, pues espero sinceramente que mis hijos no me demanden tanta cosa porque mi economía no daría para tanto!!! (cursos, equipos, viajes, actividades, materiales...)

Pues os diré que estoy en vuestras antípodas. Fui una niña de lo más autodisciplinada (nadie me lo exigía y menos de pequeña) que iba de clase a casa. Después de ver Barrio Sésamo y merendar me hacía los deberes y luego a jugar. Me entusiasmaban mis deberes y mis juegos (básicamente enseñar a mis muñecos lo que aprendía en clase jj). Y de actividades extraescolares poco o nada. De pequeñita me apunté a jota y me quedaba dormida en la clase

Y ¿por ello no tengo curiosidad por las cosas? Pues no, yo he sido muy centrada (y sigo siéndolo) y poco dispersa. Pero quizá es verdad que mi curiosidad ha estado más en los libros, en mi espacio, en mi vida interior que en la aventura y eso se nota todavía hoy. Cada uno es como es.

Y esto lo digo por el tema de los prejuicios... Si a vosotras vuestros hijos os salen como yo ¡vais listas! y si mis hijos me salen como vosotras ¡voy lista! Porque una siempre piensa en su infancia y tiende a querer lo contrario si no fue feliz pero lo mismo si fue feliz... (al menos inconscientemente).

A mí me costaría mucho que mi hijo me plantease muchas actividades extraescolares. Primero porque pienso que es muy pequeño, segundo porque dejaría de verlo todavía más horas, tercero porque económicamente me resultaría difícil, si bien es cierto que seguro que hay alternativas de tiempo libre gratuitas y, por último, porque soy una convencida (casi obsesionada jj) de que el juego tiene un poder mental enorme y que con poco nos desarrollamos mucho (y que conste que aquí choco con papá que hacía mil cosas y que ya piensa en la música como extraescolar).

Supongo que, como todo en la maternidad, debe ser realmente un arte incentivar sin forzar, ilusionar pero respetar, aconsejar pero no manipular... Un arte que imagino que se aprende desde la práctica y desde, sobre todo, la empatía y la observación relativamente sincera de nuestros hijos y sus personalidades. No es fácil, todos tenemos nuestros prejuicios. Ahora todavía ni me imagino a cuál de mis prejuicios me tendré que enfrentar para respetar su personalidad. Desde ya que me enfrento ya algunas ideas preconcebidas que no contabas. Pero son pequeñas. Mañana serán mucho mayores y de más calado...

Besos y gracias por vuestras aportaciones al debate!

Uy, mi hija hace un montón de actividades.

Coro que es gratis.

Danza que sale 25 euros mensuales.

Badminton gratis.

Taller de manualidades en la biblioteca gratis.

A veces vamos a una cafeteria con zona infantil y por 5 euros hay talleres para familias de reposteria.

La semana pasada estuvimos en una feria de comercio en los hinchables, para este finde no tengo nada previsto porque el papi coge vacaciones y se nos abre un abanico más amplio.

Hola!!

qué de cosas Atenea.... uf, tenéis tiempo para hacer todo??

Supongo que todas esas son actividades de fin de semana o, al menos, actividades para hacer con el peque un día concreto. Es decir, no son exactamente actividades extraescolares donde hay que ir X días a la semana y seguir una disciplina, aunque sea mínima.

De todas formas, esto de las actividades extraescolares me sigue generando dudas... Hablo con otros padres, la gente me cuenta sus experiencias de cuando eran niños y cambio de opinión cada dos por tres. Ayer mismo, hablando con una amiga que empezó a hacer gimnasia rítmica con 6 años años: se le iluminaban los ojos. Decía que para ella era su pasión, que hubiera querido ir cada día de la semana, siempre, a todas horas.

Intenso debate....

Decir que yo, al igual que Odisea, fui una niña carente de actividades extraescolares pero porque yo no quería. Recuerdo que mi madre me apuntó a ballet y sólo fui dos días. Con doce años me apuntaron a mecanografía y esto sí lo recuerdo con agrado. De hecho, me encantaba darle a la máquina. Me compraron una electrónica y me tiraba las horas muertas escribiendo pensamientos propios, mecanografiando sentada sobre la cama

Además de todo fue un acierto porque me sirvió de mucho después, a la hora de currar, la velocidad al teclado.

Atenea,
Efectivamente cuando hablaba de "actividades extraescolares" como dice L. me refería a actividades "regladas" continuadas: tal actividad, tal día a la semana, tantas horas.

Madre mía la de cosas que hacéis (y yo pendiente de quedar contigo pero esta lluvia que no cesa...). Pues mi enano (de Simone no hablo porque es muy pequeña) lo que prefiere es estar en casa. Miras actividades, propones y raramente te dice que sí. Vamos, que a veces tengo que utilizar juegos malabares y dialécticos para llevármelo al parque después del cole (¡si es que no llueve, claro!). Luego se lo pasa bien por eso lo intento. Pero, de primeras, la respuesta siempre es ¡a casa!

Y después ya tengo comprobado que hacer muchas cosas tampoco es bueno para nuestra dinámica familiar. Nos cuesta muchísimo arrancar y llegar puntuales a cualquier actividad (en el caso de que Ulises se digne a decir que le mola) es un estrés. Al final el estrés por intentar llegar a una hora en mi caso no me compensa y prefiero acabar en el parque de abajo (sí, siempre lo mismo) pero bajar tranquilos, sin estrés, sin agobios, disfrutando de los juegos del camino, de lo que vamos viendo, de pasar el rato sin más... La verdad es que admiro a las familias que sois capaces de hacerlo porque a mí me gustaría hacer más cosas pero a la hora de la verdad, la práctica me dice que pocas cosas y cercanas, muy, muy cercanas...

Otra cosa de las actividades extraescolares (entendidas como el compromiso de ir x días a la semana) que no me gusta demasiado es el ir a la carrera todo el día o pensar que todos los días cuando acaba el cole tienes x tiempo para llegar a x lugar. A mí no me gusta, pero vamos, que no digo que sea malo ni que ellos disfruten tanto que sí compense. Sin duda soy una cabeza cuadrada jjj o bien que soy antirreloj y más en la infancia!

Besos!