La importancia de la "obediencia"
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Alfonsina
mamadezoeyjoan
crisyvictoria
Alines
Blanca B
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La importancia de la "obediencia"
Hola chicas, hace mucho mucho que no abro ningún post (y no por falta de temas, sino más bien por falta de tiempo).
Pero quería recoger opiniones sobre esto: la obediencia.
La causa por la que ahora me planteo esto, expresamente es la siguiente: he hablado con la profe de Alba (brevemente, porque tenemos tutoría oficial la semana que viene) y me ha dicho que está muy desobediente en clase. Lo demás, bien, pero en esto de hacer lo que le dicen... queda mucho camino por andar.
En realidad, no es un tema nuevo (el año pasado era similar), y además, se suma que el grupo de niños de su clase es todo él muy movido, y difícilmente "gobernable" (vamos, que Alba no es un hecho aislado, si bien me parece que su conducta se ve reforzada por la mayoría).
No necesito que la profe me dé muchos detalles porque sé de que me habla (en casa, su comportamiento es similar).
Ahora bien, yo me c¡planteo (y tengo dudas) las siguientes cuestiones...: sólo tiene 4 años. Estar 7 h al día (aunque en clase sólo 5, el resto es tiempo de comedor) en actividades dirigidas es mucho tiempo. Aquí creo que hay un desacople entre las necesidades de los niños y lo que el sistema educativo puede ofrecer.
Por otra parte, soy consciente de que para manejar un grupo de 25 críos de 4 años, es necesario rutinas y disciplina. Si no, la profe está perdida...
En definitiva, sé que el sistema escolar no es perfecto, y no responde en muchos casos a las necesidades reales de los niños. Pero es lo que hay. Y por otra parte, también entiendo que además de la individualidad de cada niño, hay otro "ente colectivo", social, que hay que tener en cuenta. Nos guste o no, tenemos que vivir en sociedad.
A este escenario se presenta mi niña, Alba, con su 4 añazos... Sabéis que Alba es una niña con mucho carácter, personalidad e ideas propias. Y francamente, me gusta que sea así (yo misma odio que me digan lo que tengo que hacer. Aunque es cierto que con el paso de los años he aprendido a diferenciar situaciones y a comportarme adecuadamente -creo- según las circunstancias). Pero como decía, también soy consciente de que todo no puede ser YO, porque yo quiero y como yo lo quiero.
No veo malicia -generalmente- en su forma de comportarse. Simplemente, creo que vive en su mundo de fantasía, de 4 años, y con frecuencia le cuesta mucho retrotraerse a la vida real.
En casa hay que repetirle las cosas un millón de veces (y con suerte, consigues que te haga caso). Muchas veces he comprobado que no es que se haga la sorda, es que no te escucha! de tan abstraída que está en su mundo. Siempre quiere jugar más y ser ella la que marca el ritmo. Todo le parece poco.
Si consigues convencerla de que tiene que comportarse de tal o cual manera, suele funcionar mucho mejor que tratar de imponerle nada por la fuerza. Siempre he dicho que con ella funciona mejor el convencimiento que la imposición. Pero claro, no siempre hay posibilidad de explicarle las cosas y tiempo para "convencerla". Conmigo, además, suele reaccionar mejor (la grito mucho menos). Con su padre, más bien regular. Cuanto más la grita y se enfada, más se enroca. Doy por hecho que su profesora no tiene tiempo ni ganas para "negociar" con ella. Para que su jauría de 25 fieras funcione, necesita respuestas a sus demandas más o menos rápidas y ordenadas. Cuando la profe pide silencio para contar un cuento, no le vale que 4 sigan cuchicheando. Yo lo entiendo. No me gusta el concepto de autoritarismo o sometimiento gratuito de voluntades, pero para vivir en sociedad necesitamos un cierto orden y concierto.
Encontrar el equilibrio es lo que se me hace difícil. Hoy por hoy creo que el tema tiene una importancia relativa, pues aún es probto (sólo son 4 años). Pero me preocupa cómo manejarlo y conducirlo para acertar en la dirección adecuada.
Me gusta que Alba sea crítica. Que tenga ideas propias. Pero también me gustaría que entienda que ella no puede ser siempre el centro del mundo y a veces, toca someterse a los díctamentes ajenos aunque nos guste o apetezca poco. Empezar a asumir que la vida trae obligaciones. Que no todo es fiesta y alegría, vaya.
Os cuento una "anécdota". El otro día me contaba Alba que había estado en clase de los mayores "pero no porque estuviera castigada, no. Sino porque no cabían todos los niños en la sala en la que iba a hacer no sé qué actividad". Me sonó un poco raro (me lo contó ella misma, a iniciativa propia). Especialmente el hecho de que hiciera hincapié en que "no estaba castigada". Pero no le di muchas más vueltas.
Hace un par de días, cuando le dije que íbamos a tener tutoría con su profe -y ya le había avanzado la opinión de la profe sobre su comportamiento, y estábamos en fase de "mentalización" de que tiene que hacer caso a lo que le dice, y atender y no enredar, pero de buenas maneras y sin amenazas-, me "confiesa" que en realidad aquel día que estuvo en clase de los mayores había estado castigada por no atender. Pero me pidió que, por favor, no se lo contara a su padre. ¿por qué? le pregunté yo, "porque él se enfanda mucho más que tú". A todo esto, deciros que mi reacción cuando me lo contó fue ponerme seria y tratar de explicarle que eso no está bien (ni mentir ni no hacer caso a su profe). Y traté de hacerla ver porqué es importante atender a la profe (creo que la "solución" pasa porque ella vea la utilidad de su comportamiento). Mi siguiente duda existencial pasa por comentárselo o no a ángel. De momento, no lo he hecho (se acabará enterando igualmente a través de la profesora). Y es que no veo que realmente sea capaz de entender en este momento que la amenaza, el grito o el castigo no son nada efectivos, y en el caso de Alba, además, son muy contraproducentes.
He de decir también que no soy nada amiga de los castigos ni las recompensas. Creo que las cosas que tienen que hacerse de una determinada manera no necesitan "refuerzos" (ni negativos ni positivos). Se tienen que hacer así per se, y ya está. Aunque no sé si Alba con sus 4 años está en situación de entenderlo.
A pesar de esto, con frecuencia me veo en la obligación de recurrir a ellos (tanto premios como castigos), porque es la única forma de que reaccione Alba (y no siempre). Pero, francamente, me fastidia tener que funcionar así. No quiero que actúe por miedo (refuerzo negativo o castigo) ni por interés (refuerzo positivo o premio).
En fin, chicas, esta es mi situación.
¿Alguna receta mágica?????? ¿¿¿dónde quedaron mis "grandes" problemas por las noches en vela?!!!!!!
Por cierto, a ver si abro otro post para contaros cosas también de mi chiquitina Sara, que es tan deliciosa como bichejo!!!!
besos
Pero quería recoger opiniones sobre esto: la obediencia.
La causa por la que ahora me planteo esto, expresamente es la siguiente: he hablado con la profe de Alba (brevemente, porque tenemos tutoría oficial la semana que viene) y me ha dicho que está muy desobediente en clase. Lo demás, bien, pero en esto de hacer lo que le dicen... queda mucho camino por andar.
En realidad, no es un tema nuevo (el año pasado era similar), y además, se suma que el grupo de niños de su clase es todo él muy movido, y difícilmente "gobernable" (vamos, que Alba no es un hecho aislado, si bien me parece que su conducta se ve reforzada por la mayoría).
No necesito que la profe me dé muchos detalles porque sé de que me habla (en casa, su comportamiento es similar).
Ahora bien, yo me c¡planteo (y tengo dudas) las siguientes cuestiones...: sólo tiene 4 años. Estar 7 h al día (aunque en clase sólo 5, el resto es tiempo de comedor) en actividades dirigidas es mucho tiempo. Aquí creo que hay un desacople entre las necesidades de los niños y lo que el sistema educativo puede ofrecer.
Por otra parte, soy consciente de que para manejar un grupo de 25 críos de 4 años, es necesario rutinas y disciplina. Si no, la profe está perdida...
En definitiva, sé que el sistema escolar no es perfecto, y no responde en muchos casos a las necesidades reales de los niños. Pero es lo que hay. Y por otra parte, también entiendo que además de la individualidad de cada niño, hay otro "ente colectivo", social, que hay que tener en cuenta. Nos guste o no, tenemos que vivir en sociedad.
A este escenario se presenta mi niña, Alba, con su 4 añazos... Sabéis que Alba es una niña con mucho carácter, personalidad e ideas propias. Y francamente, me gusta que sea así (yo misma odio que me digan lo que tengo que hacer. Aunque es cierto que con el paso de los años he aprendido a diferenciar situaciones y a comportarme adecuadamente -creo- según las circunstancias). Pero como decía, también soy consciente de que todo no puede ser YO, porque yo quiero y como yo lo quiero.
No veo malicia -generalmente- en su forma de comportarse. Simplemente, creo que vive en su mundo de fantasía, de 4 años, y con frecuencia le cuesta mucho retrotraerse a la vida real.
En casa hay que repetirle las cosas un millón de veces (y con suerte, consigues que te haga caso). Muchas veces he comprobado que no es que se haga la sorda, es que no te escucha! de tan abstraída que está en su mundo. Siempre quiere jugar más y ser ella la que marca el ritmo. Todo le parece poco.
Si consigues convencerla de que tiene que comportarse de tal o cual manera, suele funcionar mucho mejor que tratar de imponerle nada por la fuerza. Siempre he dicho que con ella funciona mejor el convencimiento que la imposición. Pero claro, no siempre hay posibilidad de explicarle las cosas y tiempo para "convencerla". Conmigo, además, suele reaccionar mejor (la grito mucho menos). Con su padre, más bien regular. Cuanto más la grita y se enfada, más se enroca. Doy por hecho que su profesora no tiene tiempo ni ganas para "negociar" con ella. Para que su jauría de 25 fieras funcione, necesita respuestas a sus demandas más o menos rápidas y ordenadas. Cuando la profe pide silencio para contar un cuento, no le vale que 4 sigan cuchicheando. Yo lo entiendo. No me gusta el concepto de autoritarismo o sometimiento gratuito de voluntades, pero para vivir en sociedad necesitamos un cierto orden y concierto.
Encontrar el equilibrio es lo que se me hace difícil. Hoy por hoy creo que el tema tiene una importancia relativa, pues aún es probto (sólo son 4 años). Pero me preocupa cómo manejarlo y conducirlo para acertar en la dirección adecuada.
Me gusta que Alba sea crítica. Que tenga ideas propias. Pero también me gustaría que entienda que ella no puede ser siempre el centro del mundo y a veces, toca someterse a los díctamentes ajenos aunque nos guste o apetezca poco. Empezar a asumir que la vida trae obligaciones. Que no todo es fiesta y alegría, vaya.
Os cuento una "anécdota". El otro día me contaba Alba que había estado en clase de los mayores "pero no porque estuviera castigada, no. Sino porque no cabían todos los niños en la sala en la que iba a hacer no sé qué actividad". Me sonó un poco raro (me lo contó ella misma, a iniciativa propia). Especialmente el hecho de que hiciera hincapié en que "no estaba castigada". Pero no le di muchas más vueltas.
Hace un par de días, cuando le dije que íbamos a tener tutoría con su profe -y ya le había avanzado la opinión de la profe sobre su comportamiento, y estábamos en fase de "mentalización" de que tiene que hacer caso a lo que le dice, y atender y no enredar, pero de buenas maneras y sin amenazas-, me "confiesa" que en realidad aquel día que estuvo en clase de los mayores había estado castigada por no atender. Pero me pidió que, por favor, no se lo contara a su padre. ¿por qué? le pregunté yo, "porque él se enfanda mucho más que tú". A todo esto, deciros que mi reacción cuando me lo contó fue ponerme seria y tratar de explicarle que eso no está bien (ni mentir ni no hacer caso a su profe). Y traté de hacerla ver porqué es importante atender a la profe (creo que la "solución" pasa porque ella vea la utilidad de su comportamiento). Mi siguiente duda existencial pasa por comentárselo o no a ángel. De momento, no lo he hecho (se acabará enterando igualmente a través de la profesora). Y es que no veo que realmente sea capaz de entender en este momento que la amenaza, el grito o el castigo no son nada efectivos, y en el caso de Alba, además, son muy contraproducentes.
He de decir también que no soy nada amiga de los castigos ni las recompensas. Creo que las cosas que tienen que hacerse de una determinada manera no necesitan "refuerzos" (ni negativos ni positivos). Se tienen que hacer así per se, y ya está. Aunque no sé si Alba con sus 4 años está en situación de entenderlo.
A pesar de esto, con frecuencia me veo en la obligación de recurrir a ellos (tanto premios como castigos), porque es la única forma de que reaccione Alba (y no siempre). Pero, francamente, me fastidia tener que funcionar así. No quiero que actúe por miedo (refuerzo negativo o castigo) ni por interés (refuerzo positivo o premio).
En fin, chicas, esta es mi situación.
¿Alguna receta mágica?????? ¿¿¿dónde quedaron mis "grandes" problemas por las noches en vela?!!!!!!
Por cierto, a ver si abro otro post para contaros cosas también de mi chiquitina Sara, que es tan deliciosa como bichejo!!!!
besos
Blanca B- Nivel 5
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Re: La importancia de la "obediencia"
Blanca, te leo y revivo algunos momentos de la incorporación de Inés al colegio. Es cierto que el vivir en sociedad conlleva asumir el cumplimiento de ciertas normas sociales, pero no es menos cierto que 3 y 4 años son demasiado pocos para interiorizar esa verdad... Para ponernos en consonancia con lo que significa tener 3 años deberíamos ser capaces de hacer un simple cálculo: ¿En cuanto les multiplicamos su edad? Y una vez hecho el cálculo, hacer examen de conciencia y recordar en cuántas ocasiones tenemos "minirabietas" (aunque sólo sea en nuestra mente).
Hay que reconocer que es más fácil obedecer cuando sabes que esa no es la norma de TODO el día. Un niño está obligado a obedecer a cada momento y a casi todo el mundo. Una vez que recordamos eso, es más sencillo entender que la rebeldía forma parte de su proceso de maduración.
Lo mismo que te han dicho a ti de Alba, me lo dejaron caer sobre Inés en su evaluación semestral. Le cuesta obedecer....¿o es que necesita que se le den razones para hacerlo? No voy a decir una mentira. Inés no siempre me obedece aunque le dé razones y motivos. Y suele ser porque para ella no son válidos. Si ella no tiene apetito, no le va a ver la gracia a dejar de jugar con su cocinita para ir a cenar, eso está claro. Y ahí es donde te toca ponerte firme y hacerte obedecer. Y, aunque sea a disgusto, acabas imponiendo tus normas y criterios. Sin querer, acabas ejerciendo un poder que te proporciona el ser el adulto de esa relación...
Nadie quiere doblegar el carácter de una personita, pero dejar que sea tiran@ tampoco es la solución. Yo creo que la clave está en sentar las 4 bases indispensables y no realizar excepciones. Si en el cole hay que sentarse para desayunar, el que no lo haga no sale al patio. No le estás pidiendo algo que le dañe, sino algo necesario para ejecutar bien esa tarea. En ese caso yo a Inés le explicaría que, de no sentarse, va a ensuciar el suelo y como no quiero que eso pase, si no hace lo que le pido, tendrá esa consecuencia.
Mi marido siempre me dice que me paso dándole explicaciones a la niña. Que tendría que obedecer y punto. Pero yo recuerdo el famoso "porque yo lo mando, que soy tu madre/padre" como lo más injusto que me podían decir mis padres. Se me antojaba algo caprichoso por parte de aquellos adultos que no sabían darme un motivo mejor.
Entiendo que los profesores se ven desbordados, pero no es culpa de los niños. Casi siempre hay un número excesivo de criaturas al cargo de una sola persona. Y si ya a menudo con una a mí me cuesta, 15 ó 20 me parece una locura. Antiguamente a los "obedientes" nos ponían al lado al revoltoso de turno y eso era insufrible para ambos. Al menos ahora no debieran separar a una peque poniéndola en otra clase. Quizás si la maestra dedicase 5 minutos de atención exclusiva a tu hija para explicarle las razones por las que debe obedecer resultaría más productivo que señalarla como problemática al enviarla a otro curso superior. Y eso puede hacerlo en una tutoría en la que estéis presentes.
Imagino que también lo harías, pero como no lo mencionas, te comento que tras la confesión de Alba, yo le hubiese agradecido la confianza de reconocértelo todo aunque fuese tarde. Le diría que más vale tarde que nunca, pero que la próxima vez sería mejor que lo admitiese desde el principio porque "se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo".
Una reflexión para todos los adultos: de un tiempo a esta parte, desde el post del restaurante y el triciclo, me recuerdo a mí misma que 3 años son un suspiro en mi vida, pero que son TODA la vida de mi hija. Que hace apenas 4 no existía más que en mis deseos y que hoy está aquí para abrazarla, guiarla y quererla. No para domarla.
Hay que reconocer que es más fácil obedecer cuando sabes que esa no es la norma de TODO el día. Un niño está obligado a obedecer a cada momento y a casi todo el mundo. Una vez que recordamos eso, es más sencillo entender que la rebeldía forma parte de su proceso de maduración.
Lo mismo que te han dicho a ti de Alba, me lo dejaron caer sobre Inés en su evaluación semestral. Le cuesta obedecer....¿o es que necesita que se le den razones para hacerlo? No voy a decir una mentira. Inés no siempre me obedece aunque le dé razones y motivos. Y suele ser porque para ella no son válidos. Si ella no tiene apetito, no le va a ver la gracia a dejar de jugar con su cocinita para ir a cenar, eso está claro. Y ahí es donde te toca ponerte firme y hacerte obedecer. Y, aunque sea a disgusto, acabas imponiendo tus normas y criterios. Sin querer, acabas ejerciendo un poder que te proporciona el ser el adulto de esa relación...
Nadie quiere doblegar el carácter de una personita, pero dejar que sea tiran@ tampoco es la solución. Yo creo que la clave está en sentar las 4 bases indispensables y no realizar excepciones. Si en el cole hay que sentarse para desayunar, el que no lo haga no sale al patio. No le estás pidiendo algo que le dañe, sino algo necesario para ejecutar bien esa tarea. En ese caso yo a Inés le explicaría que, de no sentarse, va a ensuciar el suelo y como no quiero que eso pase, si no hace lo que le pido, tendrá esa consecuencia.
Mi marido siempre me dice que me paso dándole explicaciones a la niña. Que tendría que obedecer y punto. Pero yo recuerdo el famoso "porque yo lo mando, que soy tu madre/padre" como lo más injusto que me podían decir mis padres. Se me antojaba algo caprichoso por parte de aquellos adultos que no sabían darme un motivo mejor.
Entiendo que los profesores se ven desbordados, pero no es culpa de los niños. Casi siempre hay un número excesivo de criaturas al cargo de una sola persona. Y si ya a menudo con una a mí me cuesta, 15 ó 20 me parece una locura. Antiguamente a los "obedientes" nos ponían al lado al revoltoso de turno y eso era insufrible para ambos. Al menos ahora no debieran separar a una peque poniéndola en otra clase. Quizás si la maestra dedicase 5 minutos de atención exclusiva a tu hija para explicarle las razones por las que debe obedecer resultaría más productivo que señalarla como problemática al enviarla a otro curso superior. Y eso puede hacerlo en una tutoría en la que estéis presentes.
Imagino que también lo harías, pero como no lo mencionas, te comento que tras la confesión de Alba, yo le hubiese agradecido la confianza de reconocértelo todo aunque fuese tarde. Le diría que más vale tarde que nunca, pero que la próxima vez sería mejor que lo admitiese desde el principio porque "se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo".
Una reflexión para todos los adultos: de un tiempo a esta parte, desde el post del restaurante y el triciclo, me recuerdo a mí misma que 3 años son un suspiro en mi vida, pero que son TODA la vida de mi hija. Que hace apenas 4 no existía más que en mis deseos y que hoy está aquí para abrazarla, guiarla y quererla. No para domarla.
Alines- Nivel 5
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Fecha de inscripción : 21/07/2011
Re: La importancia de la "obediencia"
Hola Blanca! que alegría volver a leerte!
Hoy en dia, Valeria, 1 año más grande, va al cole tres horas, de las cuales dos son de juego libre, por rincones, no hay pizarra... y la hora que hacen asamblea, juegan todos juntos y cantan. Otro mundo. Valeria está mucho más tranquila, y las cosas con ella son mucho más fáciles. Es cierto que allí escribía el nombre de todos sus compis, y hoy todo eso se le ha olvidado (ella los copiaba, no los escribía), pero no me importa, ya tendrá tiempo de aprender, que hoy jugar es la manera de aprender.
Dos cosas se me ocurren. Lo primero (supongo que ya lo has hecho) hablar con ella, explicarle que en el cole las cosas no son como en casa, que la profe, por mucho que le tenga cariño, le pide que haga cosas, y si no las hace, se irá castigada... le preguntas ¿te gusta que te castiguen? (puede que si...) y que vea que hay consecuencias, porque la manera de manejar un grupo grande no es precisamente la empatía, es más bien el conductismo (que me corrija Carmen, seguro que hay más maneras )
Por otro lado, ¿has probado darle a ella el poder de sus decisiones? te pongo un ejemplo:
- Alba, ¿a que estás jugando? que divertido... sabes que en 10 minutos vamos a cenar (empatía, pre-aviso)
A los 10 minutos - Venga Alba, a cenar (no viene)
Empiezas tu y tu marido
Si acabais se queda sin cenar. Sin amenazas, ni catigos, nada. Le puedes decir "vaya, tienes hambre? lo siento un montón, pero ya cenamos! ¿te preparo una fruta?"
¿es muy duro? no se...
Te lo comento porque teníamos problemas todas las mañanas con la ropa de Valeria, la acabábamos vistiendo nosotros, ella se dejaba hacer, como si tuviera 6 meses... lo que hicimos fue preparar juntas la ropa la noche anterior, yo la despierto a las 7, y a las 7,20 desayunamos... con la sorpresa de que ¡ella llega vestida cada mañana! y super orgullosa de que ya es mayor... ha sido un acierto.
No se Blanca si te doy alguna pista, pero os seguiré, que me interesa mucho el tema, ya que un tema es Valeria, pero Tomás no hace caso NUNCA... bueno, solo en el guarde.
Un abrazo
Creo que en esta frase has dado con el punto. Creo que con el post tenemos suficiente de comparaciones, pero el año pasado, cuando recogía a Valeria después de 8 eternas horas de clases (de 9 a 17), donde los niños estaban sentados frente a una pizarra, y la profesora, que resultó ser super cariñosa luego, era muy estricta, y le iba la vida hablándonos de la importancia de los límites.Ahora bien, yo me c¡planteo (y tengo dudas) las siguientes cuestiones...: sólo tiene 4 años. Estar 7 h al día (aunque en clase sólo 5, el resto es tiempo de comedor) en actividades dirigidas es mucho tiempo. Aquí creo que hay un desacople entre las necesidades de los niños y lo que el sistema educativo puede ofrecer.
Hoy en dia, Valeria, 1 año más grande, va al cole tres horas, de las cuales dos son de juego libre, por rincones, no hay pizarra... y la hora que hacen asamblea, juegan todos juntos y cantan. Otro mundo. Valeria está mucho más tranquila, y las cosas con ella son mucho más fáciles. Es cierto que allí escribía el nombre de todos sus compis, y hoy todo eso se le ha olvidado (ella los copiaba, no los escribía), pero no me importa, ya tendrá tiempo de aprender, que hoy jugar es la manera de aprender.
Dos cosas se me ocurren. Lo primero (supongo que ya lo has hecho) hablar con ella, explicarle que en el cole las cosas no son como en casa, que la profe, por mucho que le tenga cariño, le pide que haga cosas, y si no las hace, se irá castigada... le preguntas ¿te gusta que te castiguen? (puede que si...) y que vea que hay consecuencias, porque la manera de manejar un grupo grande no es precisamente la empatía, es más bien el conductismo (que me corrija Carmen, seguro que hay más maneras )
Por otro lado, ¿has probado darle a ella el poder de sus decisiones? te pongo un ejemplo:
- Alba, ¿a que estás jugando? que divertido... sabes que en 10 minutos vamos a cenar (empatía, pre-aviso)
A los 10 minutos - Venga Alba, a cenar (no viene)
Empiezas tu y tu marido
Si acabais se queda sin cenar. Sin amenazas, ni catigos, nada. Le puedes decir "vaya, tienes hambre? lo siento un montón, pero ya cenamos! ¿te preparo una fruta?"
¿es muy duro? no se...
Te lo comento porque teníamos problemas todas las mañanas con la ropa de Valeria, la acabábamos vistiendo nosotros, ella se dejaba hacer, como si tuviera 6 meses... lo que hicimos fue preparar juntas la ropa la noche anterior, yo la despierto a las 7, y a las 7,20 desayunamos... con la sorpresa de que ¡ella llega vestida cada mañana! y super orgullosa de que ya es mayor... ha sido un acierto.
Que bonito Almudena, me encanta tu reflexion.Una reflexión para todos los adultos: de un tiempo a esta parte, desde el post del restaurante y el triciclo, me recuerdo a mí misma que 3 años son un suspiro en mi vida, pero que son TODA la vida de mi hija. Que hace apenas 4 no existía más que en mis deseos y que hoy está aquí para abrazarla, guiarla y quererla. No para domarla.
No se Blanca si te doy alguna pista, pero os seguiré, que me interesa mucho el tema, ya que un tema es Valeria, pero Tomás no hace caso NUNCA... bueno, solo en el guarde.
Un abrazo
Invitado- Invitado
Re: La importancia de la "obediencia"
Un tema muy interesante Blanca, como todos los que tú sueles plantear.
Yo nunca me he quejado demasiado del carácter de Victoria porque reconozco que, aún teniendo su personalidad bien marcada, es una niña más o menos "fácil de manejar",y ¿por qué coloco esto entre comillas?, pues porque cada día ese fácil resulta más dificil, cosa de la que no me quejo porque considero también que es algo normal y natural en la propia evolución y desarrollo de esa pequeña personita hacia un ser adulto con sus propios criterios y opiniones.
Yo sigo pensando que tengo a esa princesita dulce de la que tanto he presumido, pero el hecho es que mi niña se va haciendo mayor, se me acabó el bebé hace tiempo, ya ha cumplido los 4 años y poco a poco va mostrando sus preferencias y sus opiniones con fuerza.
Por supuesto también presumo de esto último, me gusta que ella tenga sus criterios y que se rebele cuando lo que le están pidiendo no le cuadra dentro de lo que ella considera lógico y coherente, y ¿por qué hablo de la lógica?, porque generalmente Victoria nos desmonta nuestras explicaciones y argumentos con una lógica que en la mayoría de los casos resulta aplastante.
Yo por supuesto prefiero las cosas como tú Blanca, no porque sí o porque yo lo mando y mucho menos porque si no te quito esto o si es que sí te doy esto otro, me refiero a que haga las cosas por convencimiento, por las buenas, porque ella sepa que eso es así porque es bueno para ella y para todos. Está claro que cuando las cosas las hace bien por el gusto de hacerlas bien todos salimos beneficiados, pero claro está, ella es pequeña, tiene muchas cosas en las que le dejamos elegir, pero otras que son impepinables y ahí es donde está el conflicto.
Encima en mi caso yo debo luchar a dos bandas porque suelo quedarme enmedio de Manolo y de ella, a cual de los dos se comporta de forma más infantil ante una rabieta, cosa agotadora e irritante para mi que no estoy yo en estos momentos como para lidiar a dos bandas sabiendo que dentro de nada tendré que lidiar a tres.
Por desgracia lo que yo considero respecto a la educación de Victoria y lo que piensa Manolo distan mucho de parecerse, él suele aceptar mi criterio, pero también "me carga con el muerto", y cuando es él el que tiene que intervenir su paciencia dista mucho de ser la necesaria, y todo acaba como el rosario de la aurora, gritos y llantos, cosas que odio sobremanera.
¿Recetas mágicas?, ufff, que alguien me envía el manual de instrucciones sobre como lidiar con un padre y marido y ya puestos también necesito el manual de como sobrellevar las rabietas de una hija (escasas, pero que aún existen), porque mira que he leido a Rosa Jové y otros tantos libros estupendos de autores maravillosos y que tratan de estos temas, pero llegada la hora de la verdad lo único que me salva es seguir gastando a expuertas esos sacos de paciencia que por suerte (y hasta que se demuestre lo contrario) me siguen saliendo gratis, pero gratis del todo, porque si no fuera así ya me habría arruinado sin remisión.
Besitos lácteos y pataditas
Yo nunca me he quejado demasiado del carácter de Victoria porque reconozco que, aún teniendo su personalidad bien marcada, es una niña más o menos "fácil de manejar",y ¿por qué coloco esto entre comillas?, pues porque cada día ese fácil resulta más dificil, cosa de la que no me quejo porque considero también que es algo normal y natural en la propia evolución y desarrollo de esa pequeña personita hacia un ser adulto con sus propios criterios y opiniones.
Yo sigo pensando que tengo a esa princesita dulce de la que tanto he presumido, pero el hecho es que mi niña se va haciendo mayor, se me acabó el bebé hace tiempo, ya ha cumplido los 4 años y poco a poco va mostrando sus preferencias y sus opiniones con fuerza.
Por supuesto también presumo de esto último, me gusta que ella tenga sus criterios y que se rebele cuando lo que le están pidiendo no le cuadra dentro de lo que ella considera lógico y coherente, y ¿por qué hablo de la lógica?, porque generalmente Victoria nos desmonta nuestras explicaciones y argumentos con una lógica que en la mayoría de los casos resulta aplastante.
Yo por supuesto prefiero las cosas como tú Blanca, no porque sí o porque yo lo mando y mucho menos porque si no te quito esto o si es que sí te doy esto otro, me refiero a que haga las cosas por convencimiento, por las buenas, porque ella sepa que eso es así porque es bueno para ella y para todos. Está claro que cuando las cosas las hace bien por el gusto de hacerlas bien todos salimos beneficiados, pero claro está, ella es pequeña, tiene muchas cosas en las que le dejamos elegir, pero otras que son impepinables y ahí es donde está el conflicto.
Encima en mi caso yo debo luchar a dos bandas porque suelo quedarme enmedio de Manolo y de ella, a cual de los dos se comporta de forma más infantil ante una rabieta, cosa agotadora e irritante para mi que no estoy yo en estos momentos como para lidiar a dos bandas sabiendo que dentro de nada tendré que lidiar a tres.
Por desgracia lo que yo considero respecto a la educación de Victoria y lo que piensa Manolo distan mucho de parecerse, él suele aceptar mi criterio, pero también "me carga con el muerto", y cuando es él el que tiene que intervenir su paciencia dista mucho de ser la necesaria, y todo acaba como el rosario de la aurora, gritos y llantos, cosas que odio sobremanera.
¿Recetas mágicas?, ufff, que alguien me envía el manual de instrucciones sobre como lidiar con un padre y marido y ya puestos también necesito el manual de como sobrellevar las rabietas de una hija (escasas, pero que aún existen), porque mira que he leido a Rosa Jové y otros tantos libros estupendos de autores maravillosos y que tratan de estos temas, pero llegada la hora de la verdad lo único que me salva es seguir gastando a expuertas esos sacos de paciencia que por suerte (y hasta que se demuestre lo contrario) me siguen saliendo gratis, pero gratis del todo, porque si no fuera así ya me habría arruinado sin remisión.
Besitos lácteos y pataditas
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Re: La importancia de la "obediencia"
Vaya Xime, estábamos escribiendo justo al mismo tiempo .Mamá de dos escribió:Por otro lado, ¿has probado darle a ella el poder de sus decisiones? te pongo un ejemplo:
- Alba, ¿a que estás jugando? que divertido... sabes que en 10 minutos vamos a cenar (empatía, pre-aviso)
A los 10 minutos - Venga Alba, a cenar (no viene)
Empiezas tu y tu marido
Si acabais se queda sin cenar. Sin amenazas, ni catigos, nada. Le puedes decir "vaya, tienes hambre? lo siento un montón, pero ya cenamos! ¿te preparo una fruta?"
¿es muy duro? no se...
Esto que comentas es lo que hemos puesto nosotros en práctica a las horas de las comidas. Victoria siempre ha sido "difícil" para comer, yo siempre he estado muy relajada con ese tema, sé que hambre no está pasando, pero reconozco que es desesperante tirarte horas y horas en la cocina (lugar de la casa que odio) para que luego la niña te tire el plato de comida a la cara.
Nuestra táctica ha cambiado radicalmente desde hace un tiempo. Existe un menú, que es el mismo para todos, siempre son cosas que a Victoria le gustan, pero muchos días el almuerzo del cole la hace que venga a las 14h sin demasiada hambre. Antes me desesperaba con mi cubierto y el suyo tratando de comer yo y dándole de comer a ella en un intento fallido de conseguir comerme lo mío antes de que acabara frío.
Ahora la táctica es diferente, se pone el plato en la mesa y se le deja que coma sola, ¿que no tiene hambre?, no pasa nada, nosotros comemos tranquilamente, al menos yo, porque consigo comerme las cosas aún calientes y cuando terminamos se le insta a comer o se le retira el plato.
Muchas veces come ella solita (todo un logro), come una hora más tarde que nosotros, pero al menos come y sola.
Otras veces se hace la bebé y me pide que yo sea la que le de la comida, y lo hago encantada y sin protestar.
Y en algunas ocasiones se ha quedado el plato de la comida enterito, ella no lo ha querido y nosotros no la hemos obligado, ese día merienda fuerte o cena antes y se va a la cama más temprano, pero no hay dramas, ni amenazas, ni premios, ni castigos y yo más relajada si cabe
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Re: La importancia de la "obediencia"
Agrego esta cita que me encanta:
Recuerdo en la charla de Yolanda González que hablaba de la empatía, y como había que entrar en el mundo imaginario de los niños para comprenderles... si les hablamos desde fuera, al menos, no nos escuchan. Has leido "ni rabietas ni conflictos" de R Jové?
Un abrazo y kilos de paciencia
Al igual que el sueño Blanca, mucha paciencia es la clave.. los niños cambian, crecen, y les queda el hecho de que hayas respetado su opinión aunque no la compartas, ese es un aprendizaje mucho mayor que el que coma la comida fria o caliente.Tener hijos e hijas respetuosas es tan simple como respetarles, porque los niños y niñas no obedecen, Imitan
Recuerdo en la charla de Yolanda González que hablaba de la empatía, y como había que entrar en el mundo imaginario de los niños para comprenderles... si les hablamos desde fuera, al menos, no nos escuchan. Has leido "ni rabietas ni conflictos" de R Jové?
Un abrazo y kilos de paciencia
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Re: La importancia de la "obediencia"
Pues Blanca, aquí otra con una niñade fuerte carávter. Encima es que en clase de Analía es ELLA la más movida.
Una cosa que me gustaría preguntar se da por sentado que en el cole permanecen sentados y en el cole de Analía no es así, si están viendo una pelicula y no quiere verla se levanta y listo, yo el año pasado fi varias veces a secretaria a por certificados y las puetas laterales estaban abiertas y al pasar los veía todos revueltos en la clase.
A nosotros el calendario nos funcionó para vestirla por la mañana.
A mí me gustaría que todo fuera má fácil, cada vez estoy má convencida de que Analía no puede estarse quieta es algo que tiene que no la deja parar.
Según la profe tengo que ponerle límites y que haga más deporte.
Una cosa que me gustaría preguntar se da por sentado que en el cole permanecen sentados y en el cole de Analía no es así, si están viendo una pelicula y no quiere verla se levanta y listo, yo el año pasado fi varias veces a secretaria a por certificados y las puetas laterales estaban abiertas y al pasar los veía todos revueltos en la clase.
A nosotros el calendario nos funcionó para vestirla por la mañana.
A mí me gustaría que todo fuera má fácil, cada vez estoy má convencida de que Analía no puede estarse quieta es algo que tiene que no la deja parar.
Según la profe tengo que ponerle límites y que haga más deporte.
Invitado- Invitado
Re: La importancia de la "obediencia"
Hola chicas, muchas gracias por vuestras respuestas... no puedo estar más de acuerdo.
En realidad, no es un tema que me obsesione, ni mucho menos. Pero sí he tomado nota de la llamada de atención de la profe (el año pasado nos hizo la misma observación). Por suerte, en clase Alba no destaca especialmente por su comportamiento. La mayoría son así (en las reuniones colectivas de padres nos lo dicen por activa y por pasiva y nos instan a tratar de trabajar el tema con los niños en casa). Y en ese sentido, creo que el grupo "empeora" el comportamiento individual. Se funden con la multitud, y hacen todos parecido (es cierto que hay grados y grados, pero vamos, sé que Alba no es de las "peores", ni mucho menos).
POr suerte, la profe es muy empática, y ella misma se recuerda en voz alta continuamente lo pequeños que son. Pero claro, también ella tiene un límite. Y 5 h todos los días desquician a cualquiera.
Ximena, siempre que tenemos que hacer algo, le anunció el cambio con antelación. Pero da igual, siempre protesta. Siempre le parece poco y quiere más. En realidad, nuestra "negociación" suele tener un par de idas y vueltas: "5 minutos y a bañarse", y al rato: "Alba, ya han pasado los 5 min, ahora toca bañarse". Y ella: "5 más" (y como ya me sé la historia, suelo concederlos, porque a la segunda es más fácil que a la primera). Y al final, casi siempre, me la tengo que llevar enfadada, porque gustosa no viene nunca.
Almudena, procuro no perder de vista lo que comentas de que son niños y no tienen perspectiva. Pero lo difícil aquí, como mencionas, es encontrar el punto de equilibrio.
No me importa negociar con ella, pero obviamente, ni todos los días ando igual dotada de paciencia, ni todos los días tenemos el mismo tiempo para negociar.
Y Cris, el diferente comportamiento mío y de papi no ayuda. Creo que de eso sabemos muchas un rato. En casa, muchas veces, tenemos un niño más, que es el papi.
uppppsss, os dejo, que se despertó Sara.
Intentaré seguir luego o mañana.
Mil gracias por vuestras respuestas!
En realidad, no es un tema que me obsesione, ni mucho menos. Pero sí he tomado nota de la llamada de atención de la profe (el año pasado nos hizo la misma observación). Por suerte, en clase Alba no destaca especialmente por su comportamiento. La mayoría son así (en las reuniones colectivas de padres nos lo dicen por activa y por pasiva y nos instan a tratar de trabajar el tema con los niños en casa). Y en ese sentido, creo que el grupo "empeora" el comportamiento individual. Se funden con la multitud, y hacen todos parecido (es cierto que hay grados y grados, pero vamos, sé que Alba no es de las "peores", ni mucho menos).
POr suerte, la profe es muy empática, y ella misma se recuerda en voz alta continuamente lo pequeños que son. Pero claro, también ella tiene un límite. Y 5 h todos los días desquician a cualquiera.
Ximena, siempre que tenemos que hacer algo, le anunció el cambio con antelación. Pero da igual, siempre protesta. Siempre le parece poco y quiere más. En realidad, nuestra "negociación" suele tener un par de idas y vueltas: "5 minutos y a bañarse", y al rato: "Alba, ya han pasado los 5 min, ahora toca bañarse". Y ella: "5 más" (y como ya me sé la historia, suelo concederlos, porque a la segunda es más fácil que a la primera). Y al final, casi siempre, me la tengo que llevar enfadada, porque gustosa no viene nunca.
Almudena, procuro no perder de vista lo que comentas de que son niños y no tienen perspectiva. Pero lo difícil aquí, como mencionas, es encontrar el punto de equilibrio.
No me importa negociar con ella, pero obviamente, ni todos los días ando igual dotada de paciencia, ni todos los días tenemos el mismo tiempo para negociar.
Y Cris, el diferente comportamiento mío y de papi no ayuda. Creo que de eso sabemos muchas un rato. En casa, muchas veces, tenemos un niño más, que es el papi.
uppppsss, os dejo, que se despertó Sara.
Intentaré seguir luego o mañana.
Mil gracias por vuestras respuestas!
Blanca B- Nivel 5
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Re: La importancia de la "obediencia"
Ximena, agrego que no he le leído el libro de R. Jové sobre rabietas. Hasta los 3 años de Alba lo leía todo. Ahora con Sara... no tengo tiempo de nada! pero lo tengo en mente para algún momento del futuro (ya lo habíais mencionado más veces).
GRacias
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Blanca B- Nivel 5
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Re: La importancia de la "obediencia"
Otra más que no tiene respuestas mágicas, ni experiencia porque Zoe recién en junio cumple los 3 años, pero me gustaría compartir contigo mi humilde opinión.
Sé lo difícil que te resulta esto porque yo al igual que tu, soy una madre orgullosa de la personalidad de mi hija, y no precisamente porque sea "fácil" sino más bien porque desde su corta edad mostró siempre saber lo que quería, y mientras otros lo apodan como "cabezoneria" yo más bien lo describo como "tener convicciones fuertes".
Admiro a la gente decidida, con personalidad, que sabe adónde se dirige y no titubea, por eso me encanta que mi hija sea así y a veces me cuesta "limitarla" porque por dentro estoy orgullosa de eso y no quiero echar a perder algo que considero una "virtud".
La formula que yo aplico es tener bien claro las cosas que no permito, para no titubear, y siempre le trato de explicar el porqué de mis decisiones siendo honesta con ella. A veces por la mañana no se quiere lavar los dientes, ni peinar, ni nada de nada, y yo le soy sincera y le digo que a mi tampoco muchas veces me apetece lavarme la cara, o los dientes e ir a trabajar, pero que lamentablemente hay cosas que tenemos que hacer si o si, aunque no nos gusten ni nos apetezcan.
Yo creo que es importante que puedan hacer lo que deseen hacer, que tomen sus propias decisiones (como comer o no comer en el momento que se lo pedimos, pero sabiendo que no tendrán segundas oportunidades), pero también es importante que sepan que a veces sencillamente no se puede hacer algo aunque les apetezca.
Aunque a mi no me gusta el autoritarismo, sino mas bien la autoridad, yo creo que primero hay que conocer bien las reglas antes de querer cambiarlas, y conocer las reglas conlleva el aceptarlas como son hasta que llegue el momento en nuestras vidas que podamos hacer algo al respecto.
Tal vez ayude hablar con Alba y tratar de ponerla a ella en el lugar de la profesora, a modo de juego, como por ejemplo preguntarle qué pasaría si ella quisiera hablar y todos sus amiguitos no le prestaran atención, y si tuviera que contarles algo muy importante y nadie la escuchara. Trata de mostrarle de esa manera por qué la maestra se siente mal y se ofende con ella y la castiga, para que ella de a poco pueda aprender a empatizar poniendose en el lugar del otro, para que de alguna manera entienda a que se deben las reacciones de la maestra.
También yo le enseñaría que hay que hacerle caso a la maestra, no como figura de autoridad y porque sí, sino más bien desde el respeto al conocimiento porque sabe más que ella y tiene muchas cosas que enseñarle, y aunque cuando le diga algo ella no entienda porque lo hace, la maestra lo hace por una razon, que es educarla y ayudarla a crecer.
No se si te sirva de algo, pero al menos lo he intentado
Un abrazo guapa, y a todas las demás que encontrarlas aquí es como una hermosa charla de cafe.
Sé lo difícil que te resulta esto porque yo al igual que tu, soy una madre orgullosa de la personalidad de mi hija, y no precisamente porque sea "fácil" sino más bien porque desde su corta edad mostró siempre saber lo que quería, y mientras otros lo apodan como "cabezoneria" yo más bien lo describo como "tener convicciones fuertes".
Admiro a la gente decidida, con personalidad, que sabe adónde se dirige y no titubea, por eso me encanta que mi hija sea así y a veces me cuesta "limitarla" porque por dentro estoy orgullosa de eso y no quiero echar a perder algo que considero una "virtud".
La formula que yo aplico es tener bien claro las cosas que no permito, para no titubear, y siempre le trato de explicar el porqué de mis decisiones siendo honesta con ella. A veces por la mañana no se quiere lavar los dientes, ni peinar, ni nada de nada, y yo le soy sincera y le digo que a mi tampoco muchas veces me apetece lavarme la cara, o los dientes e ir a trabajar, pero que lamentablemente hay cosas que tenemos que hacer si o si, aunque no nos gusten ni nos apetezcan.
Yo creo que es importante que puedan hacer lo que deseen hacer, que tomen sus propias decisiones (como comer o no comer en el momento que se lo pedimos, pero sabiendo que no tendrán segundas oportunidades), pero también es importante que sepan que a veces sencillamente no se puede hacer algo aunque les apetezca.
Aunque a mi no me gusta el autoritarismo, sino mas bien la autoridad, yo creo que primero hay que conocer bien las reglas antes de querer cambiarlas, y conocer las reglas conlleva el aceptarlas como son hasta que llegue el momento en nuestras vidas que podamos hacer algo al respecto.
Tal vez ayude hablar con Alba y tratar de ponerla a ella en el lugar de la profesora, a modo de juego, como por ejemplo preguntarle qué pasaría si ella quisiera hablar y todos sus amiguitos no le prestaran atención, y si tuviera que contarles algo muy importante y nadie la escuchara. Trata de mostrarle de esa manera por qué la maestra se siente mal y se ofende con ella y la castiga, para que ella de a poco pueda aprender a empatizar poniendose en el lugar del otro, para que de alguna manera entienda a que se deben las reacciones de la maestra.
También yo le enseñaría que hay que hacerle caso a la maestra, no como figura de autoridad y porque sí, sino más bien desde el respeto al conocimiento porque sabe más que ella y tiene muchas cosas que enseñarle, y aunque cuando le diga algo ella no entienda porque lo hace, la maestra lo hace por una razon, que es educarla y ayudarla a crecer.
No se si te sirva de algo, pero al menos lo he intentado
Un abrazo guapa, y a todas las demás que encontrarlas aquí es como una hermosa charla de cafe.
Re: La importancia de la "obediencia"
A mí el propio término me choca muchísimo. Obedecer se opone a pensar, razonar.
He de decir que mi experiencia con Bruno es bastante fácil en muchos aspectos. Yo no diría que es un niño "cabezota", pero claro, eso depende de los parámetros que ponga cada uno -y no lo digo por ustedes, con quien compartimos criterios en gran medida, sino probablemente por la maestra de Alba, que la califica como "desobediente"-.
Yo veo diferencias sustanciales entre Bruno y un sobrino de su misma edad -sólo tres días de diferencia-. En realidad, ambos quieren más o menos las mismas cosas, la diferencia entre sus "caprichos" y los "no caprichos" de Bruno, son las imposiciones de los adultos que lo rodean. Siempre es obligado a terminar todo el plato aunque no quiera o la comida no le guste, le prohíben moverse de la mesa hasta un momento x decido por un adulto -por lo general, su padre-, jamás lo dejan descalzarse, etc. Y veo también que al obligarlo a "obedecer", coartan en algunas cosas su independencia. Por ejemplo, reclama mucha ayuda para comer, y Bruno come solo casi siempre. Entonces, como si fuera poco, los abuelos colaboradores etiquetan a mi sobrino de ser más "dificil", y claro, por eso lo tienen que retar tanto No entiendo como no pueden ver que es la forma de crianza la que genera esos comportamientos, y no al revés.
Incluso ven "mal" que pregunte "por qué" debe hacer tal o cual cosa. Es que se espera que los niños sean tontos, y no inteligentes. La inteligencia molesta, y no es funcional al sistema taylorista que se ha trasladado de la fábrica a la escuela hace más de un siglo, y no se ha erradicado aún. Aunque en tiempos de alto desempleo, ni se sabe bien para qué se quiere gente funcional al sistema productivo.
Un abrazo, Romina
He de decir que mi experiencia con Bruno es bastante fácil en muchos aspectos. Yo no diría que es un niño "cabezota", pero claro, eso depende de los parámetros que ponga cada uno -y no lo digo por ustedes, con quien compartimos criterios en gran medida, sino probablemente por la maestra de Alba, que la califica como "desobediente"-.
Yo veo diferencias sustanciales entre Bruno y un sobrino de su misma edad -sólo tres días de diferencia-. En realidad, ambos quieren más o menos las mismas cosas, la diferencia entre sus "caprichos" y los "no caprichos" de Bruno, son las imposiciones de los adultos que lo rodean. Siempre es obligado a terminar todo el plato aunque no quiera o la comida no le guste, le prohíben moverse de la mesa hasta un momento x decido por un adulto -por lo general, su padre-, jamás lo dejan descalzarse, etc. Y veo también que al obligarlo a "obedecer", coartan en algunas cosas su independencia. Por ejemplo, reclama mucha ayuda para comer, y Bruno come solo casi siempre. Entonces, como si fuera poco, los abuelos colaboradores etiquetan a mi sobrino de ser más "dificil", y claro, por eso lo tienen que retar tanto No entiendo como no pueden ver que es la forma de crianza la que genera esos comportamientos, y no al revés.
Incluso ven "mal" que pregunte "por qué" debe hacer tal o cual cosa. Es que se espera que los niños sean tontos, y no inteligentes. La inteligencia molesta, y no es funcional al sistema taylorista que se ha trasladado de la fábrica a la escuela hace más de un siglo, y no se ha erradicado aún. Aunque en tiempos de alto desempleo, ni se sabe bien para qué se quiere gente funcional al sistema productivo.
Un abrazo, Romina
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Re: La importancia de la "obediencia"
Hola Blanca!
Curioso el tema porque Unai y yo llevamos unos días hablando sobre esto.
Lo siento por lo que voy a decir pero... ... Cómo me gusta ver que los hijos de los demás tampoco hacen caso, que como padres tenemos pequeñas crisis, que de vez en cuando se nos acaba la paciencia y sobre todo... ... Qué poco importante me parece que un niño de cuatro años "no obedezca" (cuando no es el mío)
Ya dicen eso de mal de muchos consuelo de tontos... ... Ay, pero cómo consuela!
Yo sí he leído el libro de R.Jové donde, entre muchas otras cosas interesantes, dice algo así como "cuidado con los niños obedientes, podemos hacer adultos sumisos".
El libro está bien porque te proporciona toneladas de paciencia,pero mi crisis ha venido precisamente después de leer el libro. ¿No nos estaremos pasando de émpáticos-permisivos? Porque el resultado es el mismo que todas contáis y cuando se agota la paciencia y se dicen las cosas de mala manera... La niña hace caso
Aún así yo no quiero decirle las cosas mal claro está. He hablado mucho con ella y hemos quedado en que yo hago el esfuerzo de hablarle siempre con cariño y ella se esfuerza por hacer caso. Dice que sí muy convencida pero ya podéis suponer lo que pasa.
El otro día leí un poco sobre "límites y normas" de la famosa ( y nada apreciada en este foro) Super Nany y me quedé con algo así como "no es malo decir que no, no hay que culpabilizarse. No les vamos a traumatizar".
Me sonreí por lo opuesto que resultaba todo a mi lectura anterior, pero en el fondo creo que un término medio no estaría mal.
Mi pareja y yo coincidimos plenamente en la forma de educar, eso es maravilloso, pero a la vez me temo que nos falta otro punto de vista y mi miedo (que no el suyo) es pasarnos de "dialogar en exceso con ella".
Las circunstancias de su cole son bien distintas a las de Alba. Va cinco horas (finalmente no me dejaron sacarla antes) y son doce niños en clase. Aún así sé que existe la silla de pensar, los puntos rojos y alguna que otra voz... Y es que la profe es genial pero me pongo en su lugar y debe ser imposible gobernarles!
De Inés siempre me dice que es "muy buena y obediente" . Me alegra saber que al menos fuera de casa mantiene las formas, pero ya veremos... Lleva sólo seis meses de clase!
Ahora que reviso los últimos cambios, llevo como una semana en la que he reducido sus tomas diurnas (ahora sólo mama por la noche y cuando se levanta).
Es que estaba en un punto en el que mamaba más que la pequeña y yo no me sentía bien.
Es posible que esté más irritable, más desafiante... Ayer al ver a su hermana mamar me decía con carita compungida "a mí también me apetece pero me tengo que aguantar". Pobre... Si es que son tan pequeños!
En fin, de este post salgo con fuerzas renovadas, gracias por abrirlo Blanca. Ver que a los hijos de madres implicadas en la educación son como la mía me reconforta
Pensaremos en el tipo de adultos que estamos formando, miraremos a largo plazo, como dice Ximena. Seguro que será una generación estupenda!
Besos a todas y multipliquemos nuestra paciencia a través de la red
Curioso el tema porque Unai y yo llevamos unos días hablando sobre esto.
Lo siento por lo que voy a decir pero... ... Cómo me gusta ver que los hijos de los demás tampoco hacen caso, que como padres tenemos pequeñas crisis, que de vez en cuando se nos acaba la paciencia y sobre todo... ... Qué poco importante me parece que un niño de cuatro años "no obedezca" (cuando no es el mío)
Ya dicen eso de mal de muchos consuelo de tontos... ... Ay, pero cómo consuela!
Yo sí he leído el libro de R.Jové donde, entre muchas otras cosas interesantes, dice algo así como "cuidado con los niños obedientes, podemos hacer adultos sumisos".
El libro está bien porque te proporciona toneladas de paciencia,pero mi crisis ha venido precisamente después de leer el libro. ¿No nos estaremos pasando de émpáticos-permisivos? Porque el resultado es el mismo que todas contáis y cuando se agota la paciencia y se dicen las cosas de mala manera... La niña hace caso
Aún así yo no quiero decirle las cosas mal claro está. He hablado mucho con ella y hemos quedado en que yo hago el esfuerzo de hablarle siempre con cariño y ella se esfuerza por hacer caso. Dice que sí muy convencida pero ya podéis suponer lo que pasa.
El otro día leí un poco sobre "límites y normas" de la famosa ( y nada apreciada en este foro) Super Nany y me quedé con algo así como "no es malo decir que no, no hay que culpabilizarse. No les vamos a traumatizar".
Me sonreí por lo opuesto que resultaba todo a mi lectura anterior, pero en el fondo creo que un término medio no estaría mal.
Mi pareja y yo coincidimos plenamente en la forma de educar, eso es maravilloso, pero a la vez me temo que nos falta otro punto de vista y mi miedo (que no el suyo) es pasarnos de "dialogar en exceso con ella".
Las circunstancias de su cole son bien distintas a las de Alba. Va cinco horas (finalmente no me dejaron sacarla antes) y son doce niños en clase. Aún así sé que existe la silla de pensar, los puntos rojos y alguna que otra voz... Y es que la profe es genial pero me pongo en su lugar y debe ser imposible gobernarles!
De Inés siempre me dice que es "muy buena y obediente" . Me alegra saber que al menos fuera de casa mantiene las formas, pero ya veremos... Lleva sólo seis meses de clase!
Ahora que reviso los últimos cambios, llevo como una semana en la que he reducido sus tomas diurnas (ahora sólo mama por la noche y cuando se levanta).
Es que estaba en un punto en el que mamaba más que la pequeña y yo no me sentía bien.
Es posible que esté más irritable, más desafiante... Ayer al ver a su hermana mamar me decía con carita compungida "a mí también me apetece pero me tengo que aguantar". Pobre... Si es que son tan pequeños!
En fin, de este post salgo con fuerzas renovadas, gracias por abrirlo Blanca. Ver que a los hijos de madres implicadas en la educación son como la mía me reconforta
Pensaremos en el tipo de adultos que estamos formando, miraremos a largo plazo, como dice Ximena. Seguro que será una generación estupenda!
Besos a todas y multipliquemos nuestra paciencia a través de la red
yolanda 2- Nivel 2
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Re: La importancia de la "obediencia"
Respuesta rápida:
Nunca es pronto para decirle a un hijo que debe hacer caso. Pueden cambiar las palabras con las que se lo digamos, pero la idea debe estar siempre ahí. No podemos esperar dejarlos a su aire y luego pensar que ha llegado la hora de que obedezcan y querer que lo hagan.
Y te lo digo yo que las tengo de todas las edades. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy: aunque te desesperes repitiendo algo mil veces, es mejor que desde ya se haga a la idea de que debe hacer caso a sus padres y profesores.
Nunca es pronto para decirle a un hijo que debe hacer caso. Pueden cambiar las palabras con las que se lo digamos, pero la idea debe estar siempre ahí. No podemos esperar dejarlos a su aire y luego pensar que ha llegado la hora de que obedezcan y querer que lo hagan.
Y te lo digo yo que las tengo de todas las edades. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy: aunque te desesperes repitiendo algo mil veces, es mejor que desde ya se haga a la idea de que debe hacer caso a sus padres y profesores.
rakimarro- Nivel 3
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Re: La importancia de la "obediencia"
rakimarro escribió:Respuesta rápida:
Nunca es pronto para decirle a un hijo que debe hacer caso. Pueden cambiar las palabras con las que se lo digamos, pero la idea debe estar siempre ahí. No podemos esperar dejarlos a su aire y luego pensar que ha llegado la hora de que obedezcan y querer que lo hagan.
Y te lo digo yo que las tengo de todas las edades. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy: aunque te desesperes repitiendo algo mil veces, es mejor que desde ya se haga a la idea de que debe hacer caso a sus padres y profesores.
La generación de hoy en día no conoce el "no" por respuesta.El no también es necesario, el hacer caso también.
Mirad, una cosa, me diréis con mucha empatía hacia la niña que son cosas de niños que si tal que si cual.Estoy muy enfadada con ella, mucho.Diréis,¿por qué?Acude a clases de ballet.Desde septiembre.La seño del ballet les ha dicho que los cordones de las zapatillas deben cortarse.Yo hablé con ella y con la señorita.Los de mi hija son elásticos y si los corto después no puedo hacer el lazo.Se los pongo dobles con doble nudo y no se han quitado en todo el curso...
Mi hija, dale que te pego, los cordones, los cordones, y yo que no, que te cargas las zapatillas...Así desde septiembre.Tiene 6 años ya.Bueno, pues ayer cuando voy a vestirla veo que los ha cortado.Ahora le quedan grandes, no se ajustan, son de tela y es necesario el elástico de ajuste.Valen 20 euros, y encima no las hay en el pueblo y hay que buscarlas fuera, en la ciudad...
Pues me enfadé, me pidió perdón y le dije que no la perdonaba.No lo perdono, porque conzco a mi hija, sé que no hace caso en cosas necesarias porque no le da la gana, pero ¿sabes qué?no le compro más zapatillas, esas son las que hay, si se le salen que no lo hubiese hecho, que ella sabía que no debía.
Tengo alumnos que están necesitados de un no, siempre justificando y hablando se puede exigir obediencia en lo necesario.
Se confunde obediencia con crítica.Una cosa es ser crítico o no sumiso y otra obediente,no creo que sean términos sinónimos.Si cuando a los niños se les dice que no o que deben hacer caso de forma no arbitraria, justificándoles las cosas no es lo mismo que una simple dictadura.
Los extremos no son buenos, debemos ponernos en el punto medio.
Un saludo!
misangelitos- Nivel 5
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Re: La importancia de la "obediencia"
"no es malo decir que no, no hay que culpabilizarse. No les vamos a traumatizar".
Claro que no es malo decir que no, sólo un irresponsable diría "sí a todo". Lo que es decididamente malo es pedir obediencia sin explicaciones. "No porque yo lo digo". y creo que es incluso más trabajoso. Volviendo al ejemplo cercano de mi familia, sus padres desgastan a diario energías en mandar a hacer a su hijo cosas que Bruno se ha convencido que es bueno hacer -lavarse los dientes, por ej.-. Me crispan las reglas absurdas como "cuando se come no se juega" que convierte el momento de la comida en un momento aburrido y que debe ser vivido a desgano, eso interpreta un niño del "no juego". Además, los adultos no aprovechamos el momento de la comida para contar chistes, anecdotas graciosas, y nos reimos mucho.
Estimo que reglas de este tipo se pretenden imponer muchas veces en las instituciones educativas. Y los niños "obedientes" a mí, me dan cierta tristeza. Es un nivel de sumisión que me impresiona. No sé, percibo en el rostro la diferencia entre hacer algo por miedo y hacerlo por convicción. Este chico que les digo, por ejemplo, parece nunca disfrutar una comida. yo creo que SIEMPRE hay que dar explicaciones. Algunas veces tocará, sobre todo en niños muy pequeños -rondando los 2 años- hacer lo que se debe hacer aunque no le guste, pero explicandole por qué. Y a veces te sorprendes de esa personita que te admira tanto, pero tanto, que te consulta antes de hacer algo que no sabe si está bien -Bruno utiliza a veces el giro, "mamá, puedo .... lo que sea" o hace lo que le solicitas sin rechistar.
y si no hay una razón para prohibir algo, pues será que no hay que prohibirlo.
Besos!
Alfonsina- Nivel Experto
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Re: La importancia de la "obediencia"
Victoria está también en esas, a veces me pide permiso para hacer cosas que yo nunca le he prohibido, supongo que lo hará porque en clase la obligan a pedir permiso y claro, como yo no tengo esa costumbre para ciertas cosas porque no las considero tan importantes, pues a veces me sorprende que en casa también use fórmulas del cole que nosotros no tenemos costumbre de usar, salvo en contadas ocasionesAlfonsina escribió:Y a veces te sorprendes de esa personita que te admira tanto, pero tanto, que te consulta antes de hacer algo que no sabe si está bien -Bruno utiliza a veces el giro, "mamá, puedo .... lo que sea" o hace lo que le solicitas sin rechistar.
Alfonsina escribió:y si no hay una razón para prohibir algo, pues será que no hay que prohibirlo.
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Re: La importancia de la "obediencia"
Hola!
a mí tampoco me gusta el término obediente... casi es sinónimo de sumisión, o al menos a mí me lo parece
Por otro lado, no creo que tener carácter o ideas propias sea sinónimo de desobediencia o rebeldía. Un niño que acepta las normas o hace caso no necesariamente ha de ser un niño sumiso y con falta de personalidad, sino más bien un niño razonable, colaborador (doy por supuesto que educado desde la libertad, no el autoritarismo!!)
Héctor es un niño de los llamados obedientes . Yo siempre (o casi) le explico por qué hemos de hacer algo, por qué ha de dormir la siesta, por ejemplo, algo que no le gusta nada. Le digo que es para descansar de todo lo que ha jugado por la mañana y recuperar fuerzas para volver a jugar un montón por la tarde ya que, de lo contrario, luego estará súper cansado. A veces se hace el remolón pero finalmente le convenzo a través del juego. Lógicamente tiene alguna rabietilla de vez en cuando (mínimas) Es verdad que no va al cole y no me atrevo a vaticinar cómo será su comportamiento en un lugar que nada tendrá que ver con su casa, donde compartirá mucho tiempo, momentos y juegos con otros tantos niños y donde le "guiará" una persona que no es mamá...
Creo que, efectivamente, estar 7 (ó 5) horas en clase puede resultar aburrido y cansado para niños tan peques... Así está montada la educación en este país ! Quizás Alba "desobedezca" más a última hora, cuando esté más cansada. O quizás esté algo desmotivada por el ritmo de la clase o las actividades que se desarrollen.
Me detengo en esta frase de Blanca que para mí es clave:
Creo que a nadie nos gusta que nos manden y nos digan lo que tenemos que hacer aunque sí es cierto que podemos canalizar mejor ese sentimiento según nuestro carácter más o menos permisivo, más o menos rebelde, razonable, etc...
no puedo seguir ahora....
a mí tampoco me gusta el término obediente... casi es sinónimo de sumisión, o al menos a mí me lo parece
Por otro lado, no creo que tener carácter o ideas propias sea sinónimo de desobediencia o rebeldía. Un niño que acepta las normas o hace caso no necesariamente ha de ser un niño sumiso y con falta de personalidad, sino más bien un niño razonable, colaborador (doy por supuesto que educado desde la libertad, no el autoritarismo!!)
Héctor es un niño de los llamados obedientes . Yo siempre (o casi) le explico por qué hemos de hacer algo, por qué ha de dormir la siesta, por ejemplo, algo que no le gusta nada. Le digo que es para descansar de todo lo que ha jugado por la mañana y recuperar fuerzas para volver a jugar un montón por la tarde ya que, de lo contrario, luego estará súper cansado. A veces se hace el remolón pero finalmente le convenzo a través del juego. Lógicamente tiene alguna rabietilla de vez en cuando (mínimas) Es verdad que no va al cole y no me atrevo a vaticinar cómo será su comportamiento en un lugar que nada tendrá que ver con su casa, donde compartirá mucho tiempo, momentos y juegos con otros tantos niños y donde le "guiará" una persona que no es mamá...
Creo que, efectivamente, estar 7 (ó 5) horas en clase puede resultar aburrido y cansado para niños tan peques... Así está montada la educación en este país ! Quizás Alba "desobedezca" más a última hora, cuando esté más cansada. O quizás esté algo desmotivada por el ritmo de la clase o las actividades que se desarrollen.
Me detengo en esta frase de Blanca que para mí es clave:
es cierto que con el paso de los años he aprendido a diferenciar situaciones y a comportarme adecuadamente -creo- según las circunstancias). Pero como decía, también soy consciente de que todo no puede ser YO, porque yo quiero y como yo lo quiero.
Creo que a nadie nos gusta que nos manden y nos digan lo que tenemos que hacer aunque sí es cierto que podemos canalizar mejor ese sentimiento según nuestro carácter más o menos permisivo, más o menos rebelde, razonable, etc...
no puedo seguir ahora....
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Re: La importancia de la "obediencia"
Sigo... (aunque se me ha ido el santo al cielo jeje)
decía Blanca, con el paso del tiempo. Está claro que el factor tiempo es determinante. Pero sí hay que hacerles ver que hay cosas que no pueden hacer porque quieran (porque me da la gana! jj una expresión muy utilizado por estos peques )
Creo que, poco a poco y con tiempo, irán entendiendo...
besos!
decía Blanca, con el paso del tiempo. Está claro que el factor tiempo es determinante. Pero sí hay que hacerles ver que hay cosas que no pueden hacer porque quieran (porque me da la gana! jj una expresión muy utilizado por estos peques )
Creo que, poco a poco y con tiempo, irán entendiendo...
besos!
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Re: La importancia de la "obediencia"
Hola chicas!
Perdonad que parezca que haya dejado abandonado este interesantísimo post (y el resto del foro, porque últimamente no he entrado casi nada).
Pero es que la semana pasada hemos estado Sara y yo malillas (yo peor que Sara!). Ella con catarrillo (bien en general, pero durmiendo FATAL, y todos con ella) y yo con ¡anginas! (mi primera vez en, por lo menos, 20 años). Así que, he estado bastante fuera de juego. Pero ya nos hemos recuperado y parece que esta semana otra vez brillamos con fuerza!
Bueno, a lo que iba... mil gracias por vuestras aportaciones.
Os voy a contar cómo están las cosas un par de semanas después (ayer, además, tuvimos tutoría con la profe de Alba -porque tocaba, sin más-).
Alba está mucho mejor en el cole (me lo dice ella misma: "hoy me he portado fenomenal" y ayer nos los corroboró la profe). Aún queda mucho camino por andar (esto es una carrera de fondo, y hay que aspirar a ir consiguiendo pequeños cambios, poco a poco). Pero las cosas van por buen camino. Creo que Alba va entendiendo cada vez más (y por si acaso, se lo repito todos los días) la importancia de colaborar con la profe en clase, para poder hacer algo útil entre todos. Para mi lo importante es que ella se convenza de que es mejor así. Además, me decía ella misma que no le está costando tanto, por lo que, el resultado es sencillo: ES POSIBLE.
Como os decía, esto hay que ir cultivándolo cada día, y en ello estamos. Estoy segura de que con el paso del tiempo, irá afianzando la idea de la importancia de hacer caso a los profes en el cole, para facilitar la vida en común. No pretendo ni mucho menos una "obediencia ciega". Pero sí una sensibilidad y respeto a la figura del maestro, en la que debe reconocer una figura de autoridad.
La misma profe reconocía que gran parte del problema (común a la mayoría de los niños de la clase de Alba) de la "obediencia" es el sistema educativo tal y como está montado. No responde a las necesidades de los niños de 4 años. Se ha integrado el ciclo de infantil (3-5 años) en el ámbito de los colegios, que estaban pensados y orientados para primaria (6-12 años). Pero como es lo que hay, hay que tratar de convivir con ello de la mejor manera posible.
En definitiva, veo que con Alba, hablando las cosas, consigues resultados (aunque haya que estar recordándoselo todos los días). Se muestra razonable y abierta, lo cual es para mi muy importante. Y ella misma ve que ni cuesta tanto ni es es tan difícil. Además, el otro día la profe la felicitó personalmente por su comportamiento, lo cual le resultó, como os podéis imaginar, muy muy grato. Y ya le he dicho que si le gusta la sensación de que le reconozcan "el trabajo bien hecho", ya sabe lo que tiene que hacer...
Por lo demás, y aprovecho el momento, llovieron muchas flores sobre mi princesa, durante la tutoría (que si es una niña muy alegre, que si es muy espontánea y abierta -me dijo la profesora que se ve que es una niña feliz, lo cual, para mi, es lo más importante de todo-, que socialmente se relaciona muy bien -y los demás niños la quieren-, que se interesa por todo, es participativa, activa, curiosa... "Académicamente" hablando, también cubre objetivos sobradamente, aunque esto, en este momento, me preocupa menos). Así que, como véis... estoy más contenta que nada (en realidad, ya lo sabía, pero no está de más oirlo de vez en cuando). Mi solete mayor es, simplemente, maravillosa...
Y por aprovechar el post, aunque no viene a cuento, os diré que con Sara, es otro solete que brilla, brilla y brilla... También me tiene loquita (de amor, y de locura, porque no para!). Acaba de cumplir 16 meses y es un puro terremoto. Simpática como pocos, graciosa, expresiva, curiosa... Y tremendamente autónoma!!! (come sola perfectamente -le chifla el manejo de la cuchara-). Por no hablar de lo intrépida que es: se me sube sola al tobogán y se tira sin miedo alguno!!. En el parque, es una más (bueno, medio metro más pajita que el resto, pero se comporta como una más). Es bailona, le encanta la música y no para de parlotear en su idioma (estar con ella es como tener la radio 24 h y mal sintonizada), aunque se hace entender perfectamente y dice unas cuantas palabras. Es pura energía. Pero tiene mucho genio. Pero mucho mucho. Y no veáis cómo se le va la mano (o los dientes) cuando se enfada (que es cada vez que se la contraría). Por suerte, en la guarde es "prudente", pero en casa (con Alba) o en el parque, se despacha a gusto. Es muy brusca, además, todos los movimientos que hace son rápidos e intensos. Y nopara 3 min quieta en un sitio. A pesar de lo agotadora de esta etapa (el otro día, creí que estaba entretenida en la habitación de alba y aproveché 5 min para sacar el lavavajillas -con ella no puedo hacerlo porque echa mano a los platos o vasos e imaginad el resultado- y cuando fui a la habitación... ¡había vaciado el armario de Alba!!!!!), la adoro, me la como.
Ya empieza a dormir mejor (y todos con ella) -cuando no está mala-. Y es mucho más autónoma para dormir que Alba. Si tiene sueño, se duerme con quien sea y donde sea. De hecho, como vomitaba tanto si la dormía al pecho, ahora se duerme con papi (y así, yo acuesto a Alba). Y cuando se despierta después, y ya han pasado por lo menos 2 h desde que cenó (para poder hacer la digestión), voy yo y le doy teta. Así hemos conseguido minimizar los vómitos. Por otra parte, y salvo por la noche... ¡pasa olímpicamente de la teta! supongo que está en la etapa en la que la exploración del mundo (y la comida) es mucho más interesante. Esto me refuerza en la teoría de que es más fácil el destete de un niño entre los 1-2 años que más adelante.
En fin, que a pesar de lo tremendamente exigente que es, es deliciosa y me enamora a cada segundo.
A ver si saco tiempo y os pongo alguna foto reciente (es que no tenemos muchas ahora, no os creáis... ¡lo que son los segundos!).
Perdonad que he aprovechado el post para contaros un poco de mi vida -que últimamente no he tenido tiempo de contar demasiado-. A ver si en los próximos días puedo participar más.
Muchos besotes
PD: por cierto, como se nota la ausencia de las recién paridas (Gaby, Sandra, Patry, Luna, Cris...)!
Perdonad que parezca que haya dejado abandonado este interesantísimo post (y el resto del foro, porque últimamente no he entrado casi nada).
Pero es que la semana pasada hemos estado Sara y yo malillas (yo peor que Sara!). Ella con catarrillo (bien en general, pero durmiendo FATAL, y todos con ella) y yo con ¡anginas! (mi primera vez en, por lo menos, 20 años). Así que, he estado bastante fuera de juego. Pero ya nos hemos recuperado y parece que esta semana otra vez brillamos con fuerza!
Bueno, a lo que iba... mil gracias por vuestras aportaciones.
Os voy a contar cómo están las cosas un par de semanas después (ayer, además, tuvimos tutoría con la profe de Alba -porque tocaba, sin más-).
Alba está mucho mejor en el cole (me lo dice ella misma: "hoy me he portado fenomenal" y ayer nos los corroboró la profe). Aún queda mucho camino por andar (esto es una carrera de fondo, y hay que aspirar a ir consiguiendo pequeños cambios, poco a poco). Pero las cosas van por buen camino. Creo que Alba va entendiendo cada vez más (y por si acaso, se lo repito todos los días) la importancia de colaborar con la profe en clase, para poder hacer algo útil entre todos. Para mi lo importante es que ella se convenza de que es mejor así. Además, me decía ella misma que no le está costando tanto, por lo que, el resultado es sencillo: ES POSIBLE.
Como os decía, esto hay que ir cultivándolo cada día, y en ello estamos. Estoy segura de que con el paso del tiempo, irá afianzando la idea de la importancia de hacer caso a los profes en el cole, para facilitar la vida en común. No pretendo ni mucho menos una "obediencia ciega". Pero sí una sensibilidad y respeto a la figura del maestro, en la que debe reconocer una figura de autoridad.
La misma profe reconocía que gran parte del problema (común a la mayoría de los niños de la clase de Alba) de la "obediencia" es el sistema educativo tal y como está montado. No responde a las necesidades de los niños de 4 años. Se ha integrado el ciclo de infantil (3-5 años) en el ámbito de los colegios, que estaban pensados y orientados para primaria (6-12 años). Pero como es lo que hay, hay que tratar de convivir con ello de la mejor manera posible.
En definitiva, veo que con Alba, hablando las cosas, consigues resultados (aunque haya que estar recordándoselo todos los días). Se muestra razonable y abierta, lo cual es para mi muy importante. Y ella misma ve que ni cuesta tanto ni es es tan difícil. Además, el otro día la profe la felicitó personalmente por su comportamiento, lo cual le resultó, como os podéis imaginar, muy muy grato. Y ya le he dicho que si le gusta la sensación de que le reconozcan "el trabajo bien hecho", ya sabe lo que tiene que hacer...
Por lo demás, y aprovecho el momento, llovieron muchas flores sobre mi princesa, durante la tutoría (que si es una niña muy alegre, que si es muy espontánea y abierta -me dijo la profesora que se ve que es una niña feliz, lo cual, para mi, es lo más importante de todo-, que socialmente se relaciona muy bien -y los demás niños la quieren-, que se interesa por todo, es participativa, activa, curiosa... "Académicamente" hablando, también cubre objetivos sobradamente, aunque esto, en este momento, me preocupa menos). Así que, como véis... estoy más contenta que nada (en realidad, ya lo sabía, pero no está de más oirlo de vez en cuando). Mi solete mayor es, simplemente, maravillosa...
Y por aprovechar el post, aunque no viene a cuento, os diré que con Sara, es otro solete que brilla, brilla y brilla... También me tiene loquita (de amor, y de locura, porque no para!). Acaba de cumplir 16 meses y es un puro terremoto. Simpática como pocos, graciosa, expresiva, curiosa... Y tremendamente autónoma!!! (come sola perfectamente -le chifla el manejo de la cuchara-). Por no hablar de lo intrépida que es: se me sube sola al tobogán y se tira sin miedo alguno!!. En el parque, es una más (bueno, medio metro más pajita que el resto, pero se comporta como una más). Es bailona, le encanta la música y no para de parlotear en su idioma (estar con ella es como tener la radio 24 h y mal sintonizada), aunque se hace entender perfectamente y dice unas cuantas palabras. Es pura energía. Pero tiene mucho genio. Pero mucho mucho. Y no veáis cómo se le va la mano (o los dientes) cuando se enfada (que es cada vez que se la contraría). Por suerte, en la guarde es "prudente", pero en casa (con Alba) o en el parque, se despacha a gusto. Es muy brusca, además, todos los movimientos que hace son rápidos e intensos. Y nopara 3 min quieta en un sitio. A pesar de lo agotadora de esta etapa (el otro día, creí que estaba entretenida en la habitación de alba y aproveché 5 min para sacar el lavavajillas -con ella no puedo hacerlo porque echa mano a los platos o vasos e imaginad el resultado- y cuando fui a la habitación... ¡había vaciado el armario de Alba!!!!!), la adoro, me la como.
Ya empieza a dormir mejor (y todos con ella) -cuando no está mala-. Y es mucho más autónoma para dormir que Alba. Si tiene sueño, se duerme con quien sea y donde sea. De hecho, como vomitaba tanto si la dormía al pecho, ahora se duerme con papi (y así, yo acuesto a Alba). Y cuando se despierta después, y ya han pasado por lo menos 2 h desde que cenó (para poder hacer la digestión), voy yo y le doy teta. Así hemos conseguido minimizar los vómitos. Por otra parte, y salvo por la noche... ¡pasa olímpicamente de la teta! supongo que está en la etapa en la que la exploración del mundo (y la comida) es mucho más interesante. Esto me refuerza en la teoría de que es más fácil el destete de un niño entre los 1-2 años que más adelante.
En fin, que a pesar de lo tremendamente exigente que es, es deliciosa y me enamora a cada segundo.
A ver si saco tiempo y os pongo alguna foto reciente (es que no tenemos muchas ahora, no os creáis... ¡lo que son los segundos!).
Perdonad que he aprovechado el post para contaros un poco de mi vida -que últimamente no he tenido tiempo de contar demasiado-. A ver si en los próximos días puedo participar más.
Muchos besotes
PD: por cierto, como se nota la ausencia de las recién paridas (Gaby, Sandra, Patry, Luna, Cris...)!
Blanca B- Nivel 5
- Cantidad de envíos : 2129
Fecha de nacimiento : 18/07/1975
Ciudad : Madrid
Edad : 49
Puntos : 8149
Fecha de inscripción : 02/12/2008
Re: La importancia de la "obediencia"
Me alegra conocer tus nuevas noticias y que nos cuentes cosas sobre tus dos soles, a las que he tenido la gran suerte de poder conocer en persona, buen, sobre todo a Alba, porque Sara era tan sólo un pegote que colgaba de tu pecho por aquel entonces , hay que ver lo rápido que pasa el tiempo .Blanca B escribió:PD: por cierto, como se nota la ausencia de las recién paridas (Gaby, Sandra, Patry, Luna, Cris...)!
Nosotros no damos a basto, supongo que sabes a lo que me refiero, pero espero volver en breve con fuerzas y energías renovadas .
Felicidades por los grandes progresos de Alba y besitos lácteos al cuadrado para los cuatro
crisyvictoria- Nivel Muy Experto
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Fecha de nacimiento : 14/06/1974
Ciudad : cerca del mediterráneo
Edad : 50
Puntos : 12278
Fecha de inscripción : 28/08/2009
Re: La importancia de la "obediencia"
Me alegro mucho de los progresos de Alba.
En nuestro caso aunque Analía no para en clase, la profesora de ete año lo ve algo normal, lo único que le preocupa es referente a la primaria.
El problema es con nosotros, he estado pensando y creo que el problema es que los fines de semana necesita hacer muchísima actividad y a nosotros se nos acaba la cuerda, las ideas y el tiempo.
Por poner un ejemplo, hoy no ha ido a clase porque se levanto con 39 de fiebre, tomó el apiretal y no sé que tendrá si pólvora o rabos de lagartija o qué. El padre fue al médico, yo me quedé en casa, salí con ella a busca eljustificante y estuvimos toda la mañana para arriba y para abajo, pues a la hora de comer que no quería, que quería ir al parque.
He pensado buscarles para el finde una actividad que puedan hacer conjunta los dos, el padre y ella tipo natación.
En nuestro caso aunque Analía no para en clase, la profesora de ete año lo ve algo normal, lo único que le preocupa es referente a la primaria.
El problema es con nosotros, he estado pensando y creo que el problema es que los fines de semana necesita hacer muchísima actividad y a nosotros se nos acaba la cuerda, las ideas y el tiempo.
Por poner un ejemplo, hoy no ha ido a clase porque se levanto con 39 de fiebre, tomó el apiretal y no sé que tendrá si pólvora o rabos de lagartija o qué. El padre fue al médico, yo me quedé en casa, salí con ella a busca eljustificante y estuvimos toda la mañana para arriba y para abajo, pues a la hora de comer que no quería, que quería ir al parque.
He pensado buscarles para el finde una actividad que puedan hacer conjunta los dos, el padre y ella tipo natación.
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