Envidias, celos y mentiras en los niños. Charla Yolanda G.

Hola

Esta mañana he asistido a una conferencia de Yolanda González sobre los celos, envidias y mentiras en los niños y me ha gustado mucho. Ha dicho cosas muy interesantes y he cogido notas. Me gustaría compartir con vosotras algunos datos por si sirve de ayuda.

Ha dejado claro que todas las emociones (envidia, celos) son normales e incluso, en el caso de la envidia, también puede ser un estímulo. El problema empieza cuando se manifiestan en un grado superior y se convierten en patológicas.

Los niños de 0-3 años manifiestan, además, un sentimiento grande de egocentrismo donde todo es suyo (son incapaces de compartir) y donde ellos quieren ser los únicos y primeros en todo. No hay que preocuparse por ello ni interferir. Los niños aprenden a compartir a partir de los 3 años y cuando ha sido respetado su egoísmo y no se les ha impuesto por la fuerza, antes de tiempo, que compartan sus cosas y juguetes con los demás niños.

Respecto a los celos, cuanto menor sea la diferencia de edad entre los hermanos, mayor será el nivel de rivalidad. Qué hacer cuando aparecen los celos?

1- reconocimiento del sentimiento.
2- darle un espacio individual al niño celoso pero verbalizado primero con él. Por ejemplo: sé que te gustaría pasar más tiempo a solas con mamá. Qué te parece si mañana nos vamos los dos solos al teatro y dejamos al bebé con papá/abuela/etc?
3- mucha paciencia.

Respecto a las mentiras, hay que tener en cuenta que los niños menores de cuatro años no distinguen bien entre la fantasía y la realidad. Los niños no mienten. Sólo se inventan cosas y algunos motivos pueden ser:

1- Para salvaguardar su autoestima (evitar regañinas, etc)
2- Para rellenar lagunas de memoria

Respecto a esto último ha dicho que los niños tienen una capacidad limitada para recordar a no ser que evoquemos sus recuerdos. Muchos niños no contestan a nuestras preguntas cuando vuelven del colegio. Preguntas del tipo: a qué has jugado hoy en el patio? qué has hecho en el colegio? son contestadas mediante un silencio. Y luego, dos horas más tarde, de repente, lo cuentan. Seguramente hayamos evocado su recuerdo mediante alguna historia (un cuento sobre niños jugando con un tren, etc...)

Animo y aconsejo a quien tenga la oportunidad de acudir a una charla de Yolanda González que lo haga. Tienen siempre mucho contenido y son súper interesantes.

besos!!

¡Nos falta un libro de Yolanda González en la Biblioteca Nómada!! Realmente no tengo tiempo de leer...

Yo creo que todo se resume en dos: sentido común y empatía Y como de eso tienes mucho lo vas a hacer genial con tus dos nenes.

Besos!

¡Cuanta falta hacen este tipo de charlas en los colegios!. Por desgracia las conferencias que a veces hay son de corte conductista. A veces por no entender la naturaleza infantil los adultos creamos problemas donde no los hay.

Por lo que comentas ha sido una charla muy interesante, me gustaría poder acudir alguna vez a una de sus charlas. De momento creo que me animaré a leer algún libro suyo, que todavía no tengo ninguno.
Muchas gracias por compartir la información.
Besos.
Mari.

A veces por no entender la naturaleza infantil los adultos creamos problemas donde no los hay.

Totalmente de acuerdo. Cuánto de eso hay a mi alrededor...

Besos!

Vaya.. como me habría gustado ir. Gracias Laura por el resumen

Agregaría par aevitar los celos, evitar las comparaciones; "tu eres más mayor, tu eres grande", "tu ayudarás a mamá, no como tu hermano que lo unico que sabe es llorar". Yo evito a toda costa eso de "venga, quien se pone más rápido el pijama, gana" porque en cada vencedor hay un derrotado, y eso no puede ser positivo.

Un beso

Mamá de dos escribió:Agregaría par aevitar los celos, evitar las comparaciones; "tu eres más mayor, tu eres grande", "tu ayudarás a mamá, no como tu hermano que lo unico que sabe es llorar". Yo evito a toda costa eso de "venga, quien se pone más rápido el pijama, gana" porque en cada vencedor hay un derrotado, y eso no puede ser positivo.

Xime guapa, vente a casa y enseña a Manolo lo que nunca hay que decir, porque él siempre anda comparando a la grande con la pequeña, con la consecuencia bien clara de que Victoria le coge a Andrea unos celos innecesarios